02 mayo, 2013

Renuncia el candidato de la derecha chilena

Internacional

Laurence Golborne no ha logrado ser competitivo frente a la ex presidenta socialista Michelle Bachelet. Los comicios son el 30 de junio

Ni toda la popularidad acumulada durante el rescate de los 33 mineros atrapados bajo 700 metros de tierra pudo evitar el estrepitoso derrumbe de la candidatura presidencial de Laurence Golborne, quien en 2010 lideró las operaciones que salvaron las vidas de los trabajadores. Desde entonces Golborne fue la carta presidencial de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), el mayor partido de la derecha chilena y principal soporte del gobierno de Sebastián Piñera.

Pero Golborne, aunque famoso, no pudo alcanzar una posición competitiva en la carrera presidencial. En las encuestas el ex ministro de Minería bordeaba el 10 por ciento de intención de voto, unos 30 más abajo que la principal contendiente de la oposición, la ex presidenta socialista Michelle Bachelet.
Golborne, ingeniero comercial y ex gerente de la primera empresa nacional de venta al por menor, recibió en la última semana dos proyectiles bajo la línea de flotación que terminaron por hundirlo. Primero, un fallo de la Corte Suprema que condenó a la empresa Cencosud a pagar 65 millones de euros por aumentar unilateralmente las tasas de interés de las tarjetas de más de 600.000 clientes en 2006, cuando Golborne era el gerente general de la multitienda. «El cobro fue abusivo», sentenció el alto tribunal. El segundo golpe y definitivo fue la revelación de que Golborne no incluyó en su declaración patrimonial empresas de su propiedad que operan desde el paraíso fiscal de Islas Vírgenes.
«No vamos a defender lo indefendible», dijo el otro candidato oficialista, Andrés Allamand, de Renovación Nacional, el mismo partido al que pertenece Piñera, con lo que empujó a la UDI a precipitar la decisión de sacar a Golborne de la carrera por la nominación en primarias previstas para el 30 de junio.
La tarde del lunes, al mismo tiempo que Golborne quedaba en el camino, la UDI nominó como su candidato presidencial al hasta entonces ministro de Economía, Pablo Longueira, uno de los dirigentes más influyentes de ese partido. El ingenierio civil, ex parlamentario, es uno de los fundadores de la UDI, que se desarrolló al alero de la dictadura militar del general Augusto Pinochet, que nombró a decenas de militantes de sindicatos como alcaldes de las principales ciudades chilenas.
El propio Longueira recordó ese momento en su discurso, al aceptar la nominación presidencial. «Volveremos a salir a las calles, a recorrer cada barrio y a tocar cada puerta, como lo hicimos hace 30 años», dijo, al rememorar el despliegue de militantes UDI por disputar a la izquierda los territorios populares, justo el año en que comenzaron las protestas contra la dictadura de Pinochet. Con los años, la UDI –que defendió a Pinochet cuando estuvo arrestado en Londres y se proclamó heredero de «su obra»- se ha transformado en el partido más grande de Chile, con la mayor bancada parlamentaria y el apoyo de los principales empresarios. La salida de Longueira del gabinete obligará ahora a Piñera a un nuevo ajuste apenas dos semanas después de reemplazar a su ministro de Educación.

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