29 marzo, 2016

El senador Sanders y la falacia de la torta

Chelsea German es asistente de investigaciones del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute.

“Los ricos están volviéndose más ricos y los pobres están volviéndose más pobres”. El senador Bernie Sanders pronunció esas palabras por primera vez en 1974 y las ha repetido desde entonces. Sanders no es el único que lo cree. Tres de cada cuatro estadounidenses están de acuerdo con la afirmación “Hoy es realmente verdad que los ricos se enriquecen más mientras que los pobres se hacen cada vez más pobres”.
Lo que dice el senador Sanders tiene algo de cierto: los ricos se están haciendo cada vez más ricos. Sin embargo, su aseveración sobre los pobres volviéndose cada vez más pobres es incorrecta. Los pobres están volviéndose más ricos también.



El economista Gary Burtless de Brookings Institution mostró que entre 1979 y 2010 el ingreso real (ajustado por la inflación) después de pagar impuestos del 1% más rico de los trabajadores estadounidenses creció en un impresionante 202%. También mostró que el ingreso real luego de pagar impuestos de los trabajadores que se encuentran en el quintil más bajo se incrementó en un 49%. Todos los grupos registraron ganancias en sus ingresos reales. Mientras los ricos están incrementando sus ganancias más rápidamente, tanto ricos como pobres se están haciendo más ricos.

Adicional a estos incrementos medibles en los ingresos reales, la caída en los precios ha mejorado el poder de compra de los pobres, ayudando a elevar el nivel de vida de los más desprotegidos en la sociedad. Como resultado de la disminución de los precios en la comida y bienes materiales, junto a aumentos en los ingresos reales, los estadounidenses tienen más ingreso disponible luego de realizar sus gastos básicos.
La tecnología también se ha vuelto más barata, mejorando nuestras vidas de formas inesperadas. Por ejemplo, consideremos la propagación de los teléfonos celulares. Hubo un tiempo cuando únicamente los estadounidenses más ricos podían acceder a uno. Hoy, más del 98% de los estadounidenses tienen una suscripción a una línea de teléfono celular y el auge de los teléfonos inteligentes (smartphones) ha hecho estos dispositivos más útiles que nunca.
Desafortunadamente, el progreso ha sido desigual. En aquellas áreas de la economía en donde la competencia se ve obstaculizada, como ser el sector educativo, de vivienda y salud, los precios siguen incrementando.
Aun así, el porcentaje de la población que vive en condiciones de pobreza relativa ha disminuido con el tiempo. Entonces, ¿por qué tres cuartos de los estadounidenses, incluyendo al senador Sanders, creen que los pobres “se están volviendo más pobres”?

Un error lógico muy simple se encuentra detrás de la creencia de Sanders. Si asumimos que la riqueza es una torta de tamaño fijo, entonces mientras más porciones toman los ricos, quedarán menos para los pobres. En otras palabras, las personas solo pueden mejorar su situación a expensas de otros. En el mundo de la torta que no crece, si observamos que los ricos se están volviendo cada vez más ricos entonces debe ser porque los pobres se están haciendo más pobres. Afortunadamente, en el mundo real, la torta no es algo estático. El PIB estadounidense está creciendo, y lo está haciendo más rápido que la población.

La pobreza sigue siendo un problema urgente, pero el senador Sanders no está en lo correcto al decir que los pobres se están volviendo más pobres. En palabras de la Profesora Deirdre McCloskey, miembro del consejo asesor de HumanProgress.org:
"Los ricos se volvieron más ricos, verdad. Pero millones de personas más tienen calefacción a gas, autos, vacunas contra la viruela, agua corriente, viajes baratos, derechos de las mujeres, menor mortalidad infantil, alimentación adecuada, cuerpos más altos, esperanza de vida duplicada, educación para sus hijos, diarios, derecho a votar, una oportunidad de asistir a una universidad y respeto".

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