Presionada por la recesión y la inflación, India se queda atrás en su carrera contra China
Por Jackie Range y Paul Beckett
NUEVA DELHI — El milagro económico de India ha empezado a perder su magia y cada vez hay más dudas sobre si podrá hacer realidad su ambición de convertirse en la próxima superpotencia económica.
Las autoridades gubernamentales y otros admiradores esperaban que India se convirtiera en uno de esos raros países (como China hoy y Japón en los años 60) que pueden crecer al 10% por año durante una década sin importar qué esté pasando en el resto del mundo. El crecimiento del Producto Interno Bruto de India ha promediado un 9% en los últimos cinco años. En el año fiscal que finalizó el 31 de marzo de 2007, alcanzó 9,6% , lo que le permitió ganarse algo de respeto entre las economías de Asia. El gobierno anticipa que la economía creció 8,7% en el año fiscal más reciente, terminado el mes pasado.
El problema es que, a medida que la desaceleración global y la amenaza de inflación empiezan a pasar factura, es cada vez más evidente que la rápida expansión se debió en parte a las condiciones favorables que impulsaron a todos los mercados emergentes. Otra prueba es que India sigue siendo vulnerable a los ciclos económicos. Algunos analistas sugieren que es posible que este año, y quizás también el próximo, el PIB crezca sólo 7% .
Puede que la diferencia entre una expansión de 7% y una de 9% no parezca grande, especialmente cuando algunos países (incluyendo Estados Unidos) están pasando apuros para generar cualquier clase de crecimiento. Pero para India, sí es una gran diferencia.
"Siete por ciento es un buen ritmo —no es un estancamiento— pero la economía india necesita crecer 9% o 10% durante algunos años para compensar el déficit de expansión de otros años", dice Ashok Jha, ex secretario de finanzas y actual director general de la filial india de Hyundai Motor Co.
Destino popular
India se ha convertido en un destino popular para las exportaciones estadounidenses. El Departamento de Comercio de EE.UU. dice que India se está expandiendo a un ritmo de 75% como receptora de productos del país.
Una desaceleración de la economía también agrandaría la brecha que la separa de su rival China como potencia regional y mundial. En el primer trimestre del año, la economía china creció 10,6%, según datos del gobierno.
"Crecer tanto o más rápido que China se ha convertido en una especie de imperativo nacional", dice Suman K. Bery, director general del Consejo Nacional de Investigación de Economía Aplicada de Nueva Delhi.
A India también le queda por delante mucho trabajo en áreas como reducción de la pobreza y la migración de trabajadores rurales a empleos industriales o de servicios. A diferencia de China, su población de unos 1.100 millones de habitantes es muy joven.
Aun así, India sólo puede sacar provecho de "esa ventaja demográfica" si crea suficientes trabajos para aquellos que ingresan en la fuerza laboral. Los amplios niveles de desempleo podrían exacerbar las tensiones sociales, especialmente ahora que la televisión hace que las clases menos privilegiadas sean más conscientes de lo que carecen.
Según una encuesta económica gubernamental, el empleo registró un incremento anual de 2,6% entre los años fiscales 2000 y 2005. Sin embargo, la fuerza laboral creció al menos 2,8% por año en ese mismo período. Como resultado, la tasa de desempleo escaló de 7,3% a 8,3%.
Debido al crecimiento más lento, el índice bursátil de referencia de India registra una baja de 19% en lo que va del año. Los ingresos del sector tecnológico, baluarte de la modernización del país, crecerán alrededor de un 22% en el año fiscal que termina el 31 de marzo de 2009, a un paso más lento que el 28% obtenido en el mismo período de este año, dice Som Mittal, presidente de Nasscom, una cámara del sector.
Para empeorar el panorama, está la inflación inducida por los precios de los alimentos y los commodities. Pese a que varía de semana en semana, la inflación mayorista supera el 7%. Con sólo un año por delante antes de concluir su mandato, el gobierno liderado por el Partido del Congreso ha sugerido que, al menos por ahora, la lucha contra la inflación es más importante que mantener el crecimiento.
Para enfrentarse a la inflación, el Banco de Reserva de India, el banco central del país, aplicó el jueves una medida de emergencia, aumentando la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener en sus cuentas del banco central. El objetivo de esta medida es reducir la cantidad de dinero que tienen los bancos disponibles para prestar.
Algunos analistas ven un riesgo en que el banco central indio vaya demasiado lejos a la hora de incrementar las tasas de interés. Si el banco las aumenta un punto porcentual para fin de año, podría reducir el crecimiento del país a entre 6% y 6,5%, según Chetan Ahya, director gerente de Morgan Stanley en Singapur. "Eso, para el estándar de India, sería una recesión", dice. Ahya predice un crecimiento para este año fiscal de 7,1%.
¿Qué se necesita para levantar el ánimo de India? Dos respuestas comunes entre los economistas son: invertir en la decrépita infraestructura del país e iniciar otra ronda de reformas, para flexibilizar las políticas laborales y desregular la industria financiera.
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