11 abril, 2008

¿Quién tiene miedo a un euro fuerte? Las exportaciones alemanas mantienen su dinamismo

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Los fortaleza del euro y los máximos alcanzados frente al dólar hacían temer lo peor para las empresas de la Eurozona que más dependen sus ventas internacionales. Sorprendentemente, Alemania, el país más exportador de Europa, está sorteando con gran agilidad la situación e incluso se permite el lujo de ampliar su superávit comercial.

Con ajuste estacional, las exportaciones de bienes de Alemania totalizaron 85.200 millones de euros en febrero, la misma cifra que en enero, según los datos publicados hoy por la Oficina Federal de Estadística. El dato representa un buen augurio para el primer trimestre pero no elimina las preocupaciones sobre el panorama a largo plazo de la economía alemana.

Un sondeo de Reuters había anticipado una caída de 0,3 por ciento en la exportaciones a nivel mensual.

Aumento del superávit

Las importaciones bajaron de forma inesperada un 0,4 por ciento, ampliando el superávit comercial a 16.400 millones de euros desde 16.100 millones de euros en enero. Los analistas habían proyectado un superávit de 15.800 millones de euros.

Juergen Michels, economista de Citigroup en Londres, ha señalado que las cifras sugerían que la actividad comercial impulsaría significativamente el crecimiento alemán en el primer trimestre del año. "Supongo que veremos nuevamente unos buenos números en las exportaciones de marzo. Pero para el transcurso del año, el impulso debería moderarse. Una menor demanda global y el aumento significativo del valor del euro jugarán su papel", señala.

Los economistas creen que la economía alemana aún no ha sentido el impacto total de la apreciación del euro, que subió fuertemente contra el dólar a partir de fines de febrero hasta marzo.

Las autoridades europeas se han expresado en contra de la volatilidad cambiaria, más recientemente en un encuentro de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales que se desarrolló el fin de semana pasado en Eslovenia.

Alemania es el mayor exportador mundial de bienes, con ventas por valor de casi 1 billón de euros en el 2007, y el comercio internacional ha sido un motor clave del crecimiento en años recientes.

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