Chávez ya actúa como Fidel Castro
A pesar de importantes derrotas políticas sufridas recientemente, desde el referéndum revocatorio del pasado 2 de diciembre a la revelación de su estrecha vinculación con la guerrilla colombiana, el presidente venezolano, Hugo Chávez, no se ha detenido en su afán de imponer un "proyecto internacional bolivariano'' porque actúa ya, en buena parte, como el sucesor de Fidel Castro, dijeron ayer académicos en Miami.
Los reveses del comandante bolivariano han puesto de relieve una estrategia internacional con una marcada agenda ideológica que representa una amenaza para la creciente fragmentación de la región latinoamericana, coincidieron en señalar expertos internacionales reunidos en la Universidad Internacional de la Florida (FIU) para analizar los 10 años de la política exterior del chavismo y su impacto en el hemisferio.
"Chávez quizá está asumiendo que Fidel le pasó el testigo en América Latina'', destacó el analista politico venezolano John Magdaleno. "Tal vez quiera ser el gran exponente del socialismo después de la caída de la Unión Soviética'', algo que "tendrá no pocas repercusiones en el futuro'', acotó Magdaleno.
Existe un intento continuado del mandatario venezolano por imponer su proyecto bolivariano a nivel internacional "por todos los medios legales e ilegales a su disposición'', manifestó la profesora María Teresa Romero, internacionalista de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Lejos de asimilar la derrota del referéndum revocatorio, Chávez "ha optado por profundizar el proceso revolucionario, de radicalizarlo'' a nivel nacional e internacional, y para ello está aplicando una estrategia "expansionista e intervencionista'' que abarca desde "propiciar el desprendimiento del dominio imperial'' hasta la "cooperación con sectores y grupos de izquierda dentro de los países''.
Eduardo Gamarra, experto en la región y ex director del Centro de Estudios de América Latina y del Caribe, llamó la atención sobre el tipo de percepción que existe sobre los gobiernos de Chávez y de Evo Morales en Bolivia, que al principio fue de esperanza y luego de decepción.
Elegidos en medio de un clima de fracaso de las políticas neoliberales y del sistema de partidos, Gamarra indicó que estos gobiernos no han sido mejores que los anteriores, pero tampoco peores, en gran parte debido a su boyante situación económica, que no ha sido producto de las políticas económicas adecuadas, sino de un incremento del precio en las materias primas que exportan.
El economista Francisco Rodríguez, profesor de economía de la Universidad Wesleyan, en Connecticut, argumentó sobre la debilidad del proyecto chavista que no ha logrado reducer la pobreza y reducir los índices vitales del país, pese a la gran disponibilidad de recursos y los programas dirigidos a este objetivo, como las misiones.
Rodríguez predijo que el fenómeno de Chávez no tendrá ‘‘durabilidad'', y que "pudiera terminar como Manuel Noriega''.
No obstante, dijo que aunque Chávez salga del poder el país todavía tendrá que enfrentarse a una izquierda que está demandando una alternativa al neoliberalismo.
El profesor Román Ortiz, experto en seguridad y defensa de la Fundación Ideas para la Paz, de Bogotá, expresó su preocupación sobre que a pesar de que vivimos "en un mundo post 11 de septiembre, tenemos el caso de un Estado que apoya al terrorismo, con suficientes evidencias, y no pasa mayor cosa''.
Ortiz subrayó la incertidumbre que existe en torno al futuro de Colombia. "El gobierno colombiano hizo una apuesta estratégica con Estados Unidos, y esa apuesta se está evaporando, y está dejando a Colombia sin política exterior, y con tres vecinos que muestran una gran hostilidad''.
Sin embargo, Harold Trinkunas, jefe de Asuntos de Seguridad Nacional de la Escuela Naval de Postgrado de Monterrey, California, restó importancia a la influencia regional del mandatario venezolano.
"Es difícil saber si Chávez es una amenaza para la región, o para Estados Unidos'', dijo Trinkunas.
Haciendo referencia a la carrera armamentista desarrollada por Chávez, el experto dijo que con frecuencia, "detrás de las carreras armamentistas que se producen en América Latina, ha estado una mejoría de la situación económica en general''.
En el caso venezolano, detalló que "llama la atención que las adquisiciones militares han estado orientadas a una guerra convencional, algo diferente de lo que se habla en Venezuela''.
Trinkunas desestimó que la reactivación de la IV Flota de la armada norteamericana, bajo jurisdicción del Comando Sur para actuar en Latinoamérica, esté asociada a la percepción por parte de los militares norteamericanos de que existen amenazas preocupantes en la zona.
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