El fracaso de la fusión entre Microsoft y Yahoo deja a Google como el gran ganador
una alternativa para crecer más allá de las PC
Por Kevin Delaney, Matthew Karnitschnig, Robert Guth y Nick Wingfield
Jerry Yang, el presidente ejecutivo de Yahoo Inc., no quería que su empresa cayera en manos de Microsoft Corp. El sábado, su contraparte del gigante de software, Steve Ballmer, tampoco deseaba tal desenlace.
Ballmer retiró la oferta de Microsoft en una carta enviada a Yang el sábado en la que aludió a diferencias de precio. Microsoft estaba dispuesta a elevar su oferta a US$33 la acción, pero Yahoo exigía US$37 la acción.
Fuentes cercanas, sin embargo, señalan que las empresas habrían encontrado una solución intermedia si siguen negociando.
El fracaso de Microsoft Corp. añade un nuevo capítulo a la lucha de la empresa por hallar mercados de consumo rentables más allá del de las computadoras personales, el principal objetivo de la empresa bajo la gestión de Ballmer.
En los últimos 10 años, Microsoft se ha expandido a una amplia gama de áreas, como videojuegos, reproductores de música digital, servicios en línea y software para televisión interactiva. El próximo mes, cuando Bill Gates se retire como empleado a tiempo completo de la compañía que ayudó a fundar, Ballmer enfrentará el reto de hacer que esos esfuerzos rindan frutos.
Por ahora, el ejecutivo debe demostrar que puede lograrlo sin Yahoo en mercados cruciales en los que Microsoft es débil. Un acuerdo con Yahoo habría expandido la participación de Microsoft en las búsquedas en Internet, en donde el gigante de software está rezagado. La participación de Microsoft en las búsquedas de Internet fue de apenas 9,4% en marzo, mientras que Google, la mayor empresa del sector, tuvo una participación de 59,8%. Esta es una gran oportunidad perdida para Microsoft ya que las búsquedas representan la mayor fuente de publicidad en línea. Entretanto, la división de servicios en línea de Microsoft, en los nueve meses terminados el 30 de marzo, registró una pérdida de US$745 millones, mucho más de los US$407 millones que perdió en el mismo período del año anterior.
Ballmer confía en la capacidad de Microsoft para prosperar sin Yahoo. En una entrevista el primero de mayo, dijo que "sólo tomaría más tiempo" para que Microsoft obtuviera la escala necesaria para ser más competitivo.
Yang, por su aparte, ahora probablemente tendrá que apaciguar a los accionistas que esperaban un acuerdo.Los analistas calculan que la acción de Yahoo caerá a entre US$20 y US$25 ahora que la propuesta de Microsoft no está sobre la mesa. La acción cerró a US$28,67 el viernes en el Nasdaq.
Yahoo espera cerrar un acuerdo publicitario más amplio con Google en los días venideros, aunque los expertos advierten que podría haber objeciones de las autoridades antimonopolio.
La salida de Microsoft disminuye las perspectivas de que Google haga frente a un competidor mucho más fuerte en las búsquedas en Internet y la publicidad en línea, al menos en un futuro cercano.
El despampanante avance de Google a costa de Yahoo y Microsoft fue una de las principales razones detrás de la ofensiva de Ballmer para cerrar el acuerdo. Ahora, Google manejará al menos una parte del negocio de Yahoo de búsquedas en la Web y Microsoft tendrá que volver a estudiar sus opciones. "Es decepcionante porque a uno le gustaría un mercado más equilibrado", señaló Sir Martin Sorrell, presidente ejecutivo del gigante publicitario WPP Group PLC. "El dominio de Google continúa".
A pesar de las dudas acerca del éxito su empresa como entidad independiente, el sábado en la noche Yang envió un correo electrónico a los empleados de Yahoo exhortándolos a redoblar los esfuerzos para cumplir la estrategia de la compañía. "Deberíamos concentrar nuestras energías en seguir ejecutando la transición más difícil de nuestra historia", dijo el email, al cual The Wall Street Journal tuvo acceso. "¿Cómo lo haremos? Ejecutando las estrategias y prioridades que ya nos hemos fijado...". Yang delineó estas prioridades después de realizar una revisión estratégica de 100 días tras asumir la presidencia ejecutiva en junio de 2007. Entre ellas figuran ser una parada obligatoria para los anunciantes y convertirse en una fuente de tecnología abierta para los desarrolladores.
Fuentes cercanas indican que la perspectiva de un acuerdo publicitario con Google endureció la resistencia de Yang y los directores de Yahoo a los avances de Microsoft.
En su conjunto, Yahoo y Google representan un 83% del mercado estadounidense de publicidad ligada a búsquedas en la Web, según los datos de eMarketer Inc.
En la entrevista de la semana pasada, Ballmer dijo que su tarea en los próximos años será equilibrar el control central de la compañía con la necesidad de delegar funciones a niveles más bajos de la organización. "Tenemos que seguir incursionando en nuevas áreas y seguir creciendo", aseveró.
Cuando Gates deje su puesto a tiempo completo en Microsoft, para concentrarse en sus actividades filantrópicas, entregará el mando de una empresa que se acerca a los 100.000 empleados con un amplio portafolio de negocios de software que presentan sus propios desafíos y exigen grandes inversiones en los próximos años.
Pese a que Ballmer ha tratado de traer sangre nueva a las oficinas de Microsoft en los últimos años, la empresa aún se demora en responder a las nuevas tendencias y tiene problemas para permitir que ideas radicales se conviertan en nuevos negocios. Ballmer, por ejemplo, reconoció que fue él quien le puso punto final a un esfuerzo previo de la empresa por irrumpir en el negocio de las búsquedas en Internet, mucho antes de que Google transformara el sector en una mina de oro.
Al dejar de lado a Yahoo, al menos por ahora, Ballmer y su equipo de gestión tendrán más tiempo para concentrarse en una serie de tareas críticas.
La filial de software para empresas de Microsoft sigue siendo rentable, pese a los cuestionamientos sobre si los clientes adoptarán su sistema operativo Windows Vista. Las ventas de software de la empresa para servidores corporativos crecieron 18% a U$3.260 millones en el trimestre que terminó el 30 de marzo y generaron ganancias por más de US$1.000 millones.
La gran preocupación continúa siendo los mercados de consumo.
El intento por comprar a Yahoo y el rechazo de la oferta ilustran el problema. La propuesta, lanzada el 31 de enero, llegó después de que Microsoft dedicara años e invirtiera miles de millones de dólares en servicios en línea que no han sido rentables, mientras que Google y otras empresas hallaron una mina de oro en la publicidad en línea.
Los riesgos podrían aumentar en los próximos años, a medida que servicios en línea para los consumidores, como la mensajería instantánea y las llamadas por Internet, continúen abriéndose paso en las empresas.
La compra de Yahoo habría ayudado a revertir esa tendencia al agregar de repente un gran grupo de consumidores y anunciantes a la empresa.
Sin esto, Ballmer está de vuelta al punto de partida, inyectando dinero a servicios en línea sin una idea clara de si brindarán los resultados esperados en términos de ganancias o de un incremento en la acción.
En una carta a los empleados, Ballmer se comprometió a "buscar sociedades e inversiones" para expandir la escala de Microsoft en los servicios en línea a la vez que invierte en la ingeniería que respalda estos servicios. "Ellos tienen la posibilidad de elegir entre una gran adquisición de un sólo mordisco o dar 100 mordiscos", dice Jordan Rohan, fundador de la firma de asesoría en estrategia Clearmeadow Partners. Sin Yahoo, Microsoft "podría tener que dar los 100 mordiscos para llegar allí".
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