26 mayo, 2008

La muerte de ‘Tirofijo’ abre nuevos interrogantes sobre el futuro de las Farc

(Fotomontaje: Gustavo Poletto)

La muerte del histórico líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Pedro Antonio Marín, alias ‘Tirofijo’, y su reemplazo por Alfonso Cano, identificado como un referente de la línea “política” del grupo armado, abre la posibilidad de una solución pacífica al conflicto. Y podría significar una luz de esperanza para el canje humanitario de los rehenes de la organización terrorista.

Así coincidieron en señalar diversos analistas, tras la confirmación de la muerte de ‘Tirofijo’, líder y fundador de las Farc, organización que en el último mes ha sufrido el golpe más duro en sus 44 años de historia. Es que en apenas 26 días, la guerrilla perdió a tres de siete miembros de su dirección histórica: a la muerte de ‘Tirofijo’, que habría ocurrido el 26 de marzo por un infarto cardiaco según las Farc, deben sumarse las muertes del número dos de la organización, ‘Javier Reyes’, durante una operación militar del Ejército colombiano, y de ‘Iván Ríos’, el integrante más joven del Secretariado, a manos de su jefe de seguridad, a principios de marzo.

El nuevo líder de la guerrilla es un antropólogo con un perfil intelectual y partidario de la búsqueda de soluciones políticas a partir de negociaciones. “Cano es un hombre político, de una estructura ideológica muy seria, muy jugado por la paz en Colombia, hacia una salida política y negociada del conflicto y creo que eso es importante para pensar que el acuerdo continúe, en la posibilidad de trabajarlo y que se puedan dar prontamente esas liberaciones”, dijo el ex presidente colombiano Andrés Pastrana.

¿Oportunidad para la paz? Para el ex mandatario la llegada de Cano a la cúpula máxima de las Farc es una oportunidad para que la guerrilla utilice mecanismos que involucren la política negociada para la resolución de conflictos. Cano deberá lidiar con una situación interna compleja: acosado por el ejército colombiano, con tropas desmoralizadas, enfrenta el desafío de encontrar consensos con el dividido liderazgo de la guerrilla.

Para Alejo Cargas, analista político de la Universidad de Colombia, la muerte de ‘Tirofijo’, también conocido como ‘Manuel Marulanda Vélez’, significa “la pérdida del cohesionador interno”, y agregó que “ahora, la única opción que tienen las Farc es avanzar de manera seria hacia un proceso de paz realista que implique la libertad para todos los secuestrados”.

En opinión de Alfredo Rangel, experto en seguridad colombiano, tras el “grave” proceso de debilitamiento que han sufrido las Farc en los últimos años, la guerrilla estará ahora “mucho más inclinada hacia una negociación de paz”.

Alfonso Cano encabezó las negociaciones en la década de los ‘90 entre el grupo armado y el presidente de esa época César Gaviria, con resultados infructuosos. Posteriormente se produjo otra instancia de negociación entre 1999 y 2002, durante el mandato de Pastrana. El ex comisionado de paz Camilo Gómez, que dirigió esas negociaciones, destacó que el flamante líder de las Farc “tiene una larga experiencia como negociador”, aunque aclaró que si bien “es de una línea más política” no necesariamente facilitaría las cosas “porque puede ser más doctrinario”.

El ex presidente Ernesto Samper (1994-98) también se mostró optimista en que el triunfo del ala política de las Farc por sobre la tendencia militar y dura, que representa Jorge Briceño, alias 'Mono Jojoy', “sería una buena noticia para el intercambio humanitario como salida al conflicto”.

Cautela y escepticismo. No obstante, otros expertos se mantienen cautelosos. “La guerrilla sigue teniendo intacta su capacidad terrorista”, advirtió Vicente Torrijos, catedrático de la Universidad del Rosario, quien sostuvo que “creer que las Farc desaparecen con la muerte de ‘Tirofijo’ es pensar con el deseo”. Las Farc, fundadas en 1964, han llegado a tener un contingente de 17.000 combatientes, y han sido responsables del secuestro de miles de colombianos y extranjeros para justificar su insurrección, mediante el terrorismo.

“No se ve factible, al menos en el corto plazo, que su actual debilidad las conduzca a abandonar su terca postura de no negociar, ni que el nuevo Secretariado decida abrir de pronto una puerta hacia una negociación de paz” que podría ser vista como una señal de debilidad, publicó este lunes el diario ElTiempo en su editorial.

Para otros analistas, los fondos millonarios que las Farc reciben del narcotráfico podrían mantener activo al grupo durante varios años más.

Una puerta para Ingrid. La ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, en poder de las Farc desde 2001, es la figura emblemática que representa a los secuestrados por la guerrilla. Y sin duda la moneda de cambio más importante que posee el grupo armado para lograr la liberación de rebeldes presos.

Astrid Betancourt, hermana de la ex candidata presidencial, no ocultó su optimismo frente al nuevo liderazgo de la guerrilla. “El hecho que las Farc designaran a Alfonso Cano, de la línea política, más que de la guerrerista, nos parece que es una señal que quieren ir por ese camino” de la negociación política, dijo en un entrevista con AP. "Hombre culto, progresista… él tiene que pensar que la liberación de los secuestrados civiles va a abrir las puertas para la paz", agregó.

En tanto, el ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, también expresó su deseo de que se logren acuerdos para lograr la liberación de los cautivos. “Ojalá entre en razón, ojalá se dé cuenta que la lucha armada no lo lleva a ningún lado, que no tienen futuro y ojalá toque a esa puerta de la paz, porque el Gobierno está listo a recibirlos”, dijo el funcionario.

Aunque el futuro de las Farc no está escrito, la llegada de Cano podría marcar un antes y un después en las relaciones con el gobierno colombiano. La comunidad internacional está expectante ante lo que parece ser una oportunidad para alcanzar la paz en Colombia.

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