El fantasma de la inflación empieza a causar estragos en los mercados emergentes
Por Joanna Slater
Las preocupaciones por las presiones inflacionarias se están intensificando en todo el mundo y causando estragos en los mercados financieros.
El martes, la bolsa de China acusó el golpe. El Índice Compuesto de Shanghai cayó 7,7% para alcanzar su punto más bajo en lo que va del año. El declive tuvo lugar después de que el gobierno anunciara medidas para retirar efectivo del sistema financiero en un esfuerzo por controlar la inflación.
Al mismo tiempo, las autoridades de Vietnam se vieron obligadas a devaluar su moneda ante las presiones del mercado ligadas al auge de la inflación.
En Estados Unidos, los inversionistas huyeron de los bonos del Tesoro, una práctica común cuando se acumulan las presiones sobre los consumidores, un día después de que el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke advirtiera que el encarecimiento del petróleo incrementa los riesgos de que suba la inflación. El Banco Central Europeo, mientras tanto, evalúa elevar su tasa de interés de referencia para combatir la amenaza inflacionaria.
Las economías en desarrollo, algunas de las cuales libraron dolorosas batallas contra la inflación en los años 80 y 90, se encuentran en una situación delicada.
A comienzos del año, muchos economistas advertían que la mayor amenaza que se cernía sobre los mercados emergentes era una desaceleración económica, a raíz de la pérdida de dinamismo de EE.UU. En su lugar, la inflación está resultando ser un problema potencialmente mucho mayor.
El Banco Mundial predijo caídas modestas en el crecimiento para este año de los países en desarrollo en su informe anual de Finanzas Globales de Desarrollo, presentado ayer. Sin embargo, destacó que los precios cada vez más altos del crudo y de los alimentos están desatando las presiones inflacionarias. El auge en los precios de las materias primas contribuye al alza de la inflación generada por varios años de robusto crecimiento.
Hace un año, en un grupo de 24 grandes economías emergentes estudiadas por Bank of America, aproximadamente tres cuartas partes cumplían o estaban por debajo de sus metas de inflación. Actualmente, ninguna se encuentra en una situación tan óptima. En general, la inflación en estos países ha vuelto a los niveles experimentados en 2002, según los cálculos de Fitch Ratings.
La tasa de inflación de China, que se encuentra por encima de 8% frente al año pasado, ha escalado de forma estable desde menos de 1% a principios de 2006. En India, donde la bolsa acumula una baja de 26% en lo que va de año y de 4% en apenas dos jornadas, la inflación superó en mayo la barrera del 8%.
El remedio tradicional para combatir la inflación es aumentar las tasas de interés. Pero eso tiende a mermar el crecimiento económico y los precios de las acciones. En muchos mercados emergentes, un alza de tasas también complica los intentos por estabilizar el tipo de cambio, una misión importante dado que sus economías suelen depender de las exportaciones.
Tras años de condiciones favorables, los mercados emergentes "empiezan a volverse más arriesgados", dice Simon Hallet, quien gestiona unos US$3.000 millones en acciones en estos mercados para la firma de administración de activos Harding Loevner.
Los bancos centrales de los países en desarrollo enfrentan un desafío crítico. Muchos no han elevado las tasas de interés en forma enérgica, dicen economistas e inversionistas, y han optado por recurrir a medidas temporales como los controles de precios para calmar la inflación.
"Los aumentos de la inflación están superando la reacción de los bancos centrales", señala Curtis Mewbourne, codirector de mercados emergentes de Pacific Investment Management Co., que gestiona unos US$70.000 millones en mercados emergentes.
Los inversionistas están castigando las acciones, los bonos y las divisas de los países que ya están experimentando una inflación galopante, o donde el alza de precios se suma a otras vulnerabilidades económicas.
Vietnam, por ejemplo, fue hasta hace poco uno de los países predilectos de los inversionistas. No obstante, un informe que revelaba que la inflación subió un 25% en mayo derrumbó el valor de la moneda local y encendió las alarmas respecto a una posible crisis financiera.
La inflación de China, en torno al 8%, se ha vuelto una gran preocupación para los inversionistas. "Es hora de tomar decisiones difíciles", escribió Stephen Green, director de investigación sobre China para Standard Chartered Bank.
Varios mercados emergentes ya están experimentando inflación de dos dígitos, o se acercan a ella, incluyendo Rusia, Turquía, Sudáfrica, India, Indonesia y Filipinas. La semana pasada, Rusia, Filipinas e Indonesia subieron sus tasas de interés, pero algunos inversionistas temen que no será suficiente.
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