20 junio, 2008

Oposición boliviana confía triunfar en Tarija

(Fotomontaje: Gustavo Poletto)

La oposición boliviana se apresta a reafirmar el domingo su desafío al presidente Evo Morales, con un cuarto y último referendo regional de autonomía que parece destinado a acrecentar la tensión política en el país.

El ciclo de consultas autonómicas no autorizadas dejará configurado el escenario para un choque quizá decisivo entre el mandatario y la oposición conservadora: un referendo revocatorio de mandatos de Morales y los prefectos regionales, la mayoría opositores, previsto para el próximo 10 de agosto.

El referendo para aprobar el autogobierno en el distrito sureño de Tarija, depositario de más del 80% de las reservas bolivianas de gas natural, seguirá a consultas similares realizadas en mayo y junio en el rico departamento oriental de Santa Cruz y en los amazónicos Beni y Pando.

El enfrentamiento tiene a un lado a ricas minorías que dominan la política y la economía de los cuatro departamentos de tierras bajas que reclaman autonomía y en el otro a empobrecidas masas indígenas de los cinco distritos andinos, soporte del cambio de Constitución impulsado por Morales.

Con el "Sí" al estatuto tarijeño aparentemente asegurado, pues no hubo campaña por el "No" y los partidarios del Gobierno sólo llamaron a la abstención, la cuestión por dilucidar es qué harán los autonomistas y en general la derecha tras los referendos regionales que Morales rechazó por ilegales.

"Los referendos de autonomía no son decisivos sino un paso más en la disputa por el poder nacional, que se reflejará en el referendo revocatorio, si se realiza", dijo a reporteros el analista Jorge Lazarte. Como otros observadores, advirtió que todavía no se puede asegurar que habrá finalmente revocatorio ni que éste sea la salida al "empate catastrófico de la política boliviana".

El prefecto de Tarija y ex diputado neoliberal Mario Cossío dijo el jueves, al cerrar la campaña por el estatuto que lo convertirá en "gobernador," que defenderá "hasta el último centavo" los jugosos ingresos regionales por exportaciones de gas a Argentina y Brasil, que Morales intenta recortar.

"La autonomía no divide a la patria y es falso que sea para defender intereses de unos pocos", aseguró el líder tarijeño, en línea con el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, quien lanzó hace dos meses la propuesta de una "segunda república" a partir de los distritos autonómicos.

Morales volvió a rechazar los referendos. El presidente Morales, impulsor de una nueva Constitución "plurinacional" con autonomías no sólo para los departamentos, sino para sus provincias y los pueblos indígenas, denunció que el objetivo final de los referendos regionales es derrocarlo.

"No queremos autonomías para las logias sino para el pueblo", afirmó Morales el jueves, reiterando su rechazo a los estatutos de autogobierno que, de entrar en vigencia, darían a líderes regionales poder sobre temas cruciales como la política agraria y las migraciones internas.

El mandatario indígena dijo que, en vez de "trancar" las reformas de línea indigenista-socialista de su Gobierno, los prefectos opositores deberían prepararse para el referendo revocatorio de agosto, del cual aseguró que él saldrá airoso.

"Si mañana fuera el referendo (revocatorio), yo sé que pasamos el 54%, hasta me atrevería (a decir) que mejorará aún más, ampliamente, en el campo hasta un 75%", dijo el jueves el mandatario indígena, quien está cerca de cumplir la mitad de su mandato quinquenal.

Según la ley del referendo revocatorio, Morales -admirador y amigo del venezolano Hugo Chávez- perderá el cargo sólo si los votos en su contra superan el 54% de apoyo electoral con que llegó al poder en enero del 2006.

El referendo revocatorio fue lanzado sorpresivamente el mes pasado por la oposición derechista que controla el Senado, al aprobar una ley que estaba dormida desde principios de año, en una decisión que Morales convalidó de inmediato pero causó discrepancias entre los prefectos.

"Nos pidieron el revocatorio (...) y acepté contento, pero que todos nos sometamos, y ahora los prefectos no quieren. Yo por lo menos estoy convencido de que muchos (prefectos) serán revocados, ojalá todos y así no haya una tranca, bloqueadores de este proceso de cambio", dijo.

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