07 junio, 2008

REFLEXIONES LIBERTARIAS
PUERTA DE ANZA…HACIA EL PROGRESO Y LIBERTAD
Ricardo Valenzuela

El mes de Mayo de 1983, siguiendo el consejo de Milton Friedman para visitar Hong Kong, me encontraba a bordo de un jumbo de Pan American en compañía de mi buen amigo Alberto Miranda ¿Nuestro destino? Hong Kong con una escala en Tokio. Dos días después, aterrizábamos en el aeropuerto de la isla en donde nos aguardaba mi amiga Cathy Devlin, representante del National Bank of Detroit en toda Asia.

Al abandonar el aeropuerto a bordo del elegante Mercedes que el banco le facilitaba a Cathy, jamás imaginé el impacto que provocaría ese viaje transformando mi conciencia para percibir el mundo de una forma diferente y, en especial, percibir la cavernícola situación de mi país en esos momentos en una de las peores crisis de su historia.

Durante las siguientes semanas pude confirmar lo asegurado por el Dr. Friedman, Hong Kong era el último reducto de mercados libres en un mundo cada vez más aprisionado por el estatismo. Una pequeña isla que, a base de libertad, se había convertido en el ejemplo mundial más dramático de prosperidad, creación de riqueza, un poderoso imán que con seductora fuerza atraía el capital global y lo convertía en la capital financiera del mundo.

Semanas después volaba de regreso como un hombre transformado y, dejando volar la imaginación, visualizaba un Hong Kong mexicano. Pero como orgulloso sonorense, mi mente lo dibujaba en los valles, los montes, las sierras y los desiertos de Sonora. Sin embargo, al abandonar ese ideal mundo de los sueños, me encontraba con la triste realidad de un México pobre, ahogado por el estatismo y ausencia de libertad.

Transcurrieron 20 años y en el verano del 2003, Guatimoc Yberri y Oscar Romo me invitaban a una comida para presentarme a uno de sus amigos especiales. Al arribar al restaurante, me impresionaba la corpulencia del cuarto comensal. El Guaty me dice entonces: “Te presento a Raymundo Díaz de León.” Al estrechar la mano de este hombre, tuve una clara sensación de que ahí mismo nacía una amistad especial. Durante los siguientes meses tuve la oportunidad de conocer la increíble historia de éxitos de Chamundo, de los cuales la más reciente era su nombramiento como Secretario de Economía del estado.

Chamundo se desempeñaría como el Zar económico de Sonora durante un par de años y, motivado por su inquieto espíritu empresarial, luego de haber cumplido su compromiso con el gobernador Bours, dejaba tal responsabilidad. Hace aproximadamente un año, me enteraba de la adquisición de parte de Chamundo de lo que fuera el rancho de don Gastón Mascareñas ubicado al este de la ciudad de Nogales. En esos momentos, habiendo llegado a conocer profundamente a Chamundo con quien me une además una identificación liberal, me abordó la sensación de que algo realmente importante se fraguaba.

Unos quince años antes, el empresario arizonense, Jeff Mathews, me había abordado con la idea de adquirir tal predio puesto que, según él, controlaba más de 500 hectáreas del lado americano colindantes con Mascareñas. La idea de una ciudad satélite binacional, me hizo recordar mis varias estancias en Hong Kong emergiendo de nuevo el sueño libertario. Sin embargo, de inmediato me di cuenta que el adquirir el terreno en Arizona, con más propietarios que ejidatarios en Cobachi, y el predio Mascareñas sin el capital requerido, era una tarea imposible. Después de algunos meses de incoloras gestiones ausentes de liderazgo, se abandonaba la idea.

El pasado mes de Enero recibo la llamada de mi amigo Charles Dumont, hombre con una trayectoria de éxitos casi similar a la de Chamundo pero con pinceladas globales apuntando hacia Europa, Dubai, China y el mismo Hong Kong. Habían pasado años sin que tuviéramos contacto y, después de ponernos al día, me sorprende cuando procede a informarme había logrado la hazaña de controlar los conflictivos terrenos del lado americano, y me solicitaba ayuda para promover la vieja idea binacional en coordinación con Chamundo. “Podemos construir un Dubái mexicano,” me afirmaba Charles.

Luego de verificar la autenticidad de lo afirmado por Dumont, se provocaron una serie de eventos iniciando con una primera reunión entre los propietarios de ambos predios, tanto en México como en EU. El entendimiento entre Chamundo y Charles Dumont fue instantáneo puesto que, son dos hombres que no solo comparten una visión, ambos pertenecen al rango de esos soñadores que al describirlos Allen afirmaba: “Aquellos que sueñan de día, asisten a la pasarela de visiones que quienes solo sueñan de noche jamás podrán atestiguar.”

Son también dos hombres a los que, ante los cantos de las aves de mal agüero asegurando lo imposible de su propósito, se les puede describir con la frase de Einstein: “Los grandes espíritus siempre encuentran violenta oposición de las mentes mediocres.”

Después de algunos meses de gestiones, puedo afirmar los estados de Sonora y Arizona emergen como la cuna de un proyecto de trascendencia mundial. La conflictiva frontera entre México y los EU, está dando vida a una ciudad a través de la cual ambos países se unen en fraternal abrazo. Una ciudad que, en lugar de parir los clásicos conflictos fronterizos, estará creando una riqueza y prosperidad difícil de imaginar producto del complemento de dos naciones, ya no vecinos distantes, y el condimento de libertad.

Pero que no haya confusión, los participantes no lo hace sólo motivados por ese idealismo sin fertilidad que flamantemente portan los repartidores de riqueza sin saber de dónde viene. Siguen el compás de las definiciones de Adam Smith: “No por la benevolencia del carnicero, el panadero y del lechero es que tengo la cena sobre mi mesa, sino por su ambición de obtener una ganancia y, al perseguir ese objetivo tan personal, están creando el bienestar de la comunidad.” La formación de capital privado es lo que estructura La Riqueza de las Naciones.

El proyecto en el sector mexicano ha sido bautizado como Puerta de Anza y no podría ser más apropiado. Una puerta que se abre para mostraron el futuro en el presente, un futuro que ya ha arribado con infinidad de reclamos y, ante la falta de entendimiento de los muchos, en estos momentos convulsiona al mundo. Pero un futuro al cual aquí no sólo se la abre la puerta, se le abraza como lo hiciera Hong Kong hace 40 años.

Joel Garreau durante años nos ha advertido—ante la burla de los muchos—la avenida de la región más próspera y excitante del siglo XXI, la frontera entre nuestros dos países. Puerta de Anza es ese zaguán que, al abrirlo, nos muestra ese mundo estructurándose como una realidad. Un refugio en medio de la tempestad mundial, una sombra en el centro del desierto mundial de las carestías, un remanso de libertad en donde el ser humano pueda soñar y tenga las herramientas para hacer de sus sueños realidades…en la libertad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que puedo hacer para vivir ahi? estoy harto de mexico y no tengo para irme a un lugar mejor(otro pais)