30 julio, 2008

Dividido el oficialismo chileno ante comicios municipales

SANTIAGO DE CHILE

El oficialismo de centro izquierda chileno enfrentará dividido --y aliado con el Partido Comunista-- las elecciones municipales de octubre, que son clave para los comicios presidenciales del 2009, donde la derecha opositora podría recuperar el poder tras dos décadas.

La inscripción de candidatos se cerró la noche del lunes, con el registro de más de 12,000 postulantes, que competirán por el puesto de alcalde y de concejales en las 345 comunas de todo Chile. La elección es el próximo 26 de octubre.

La Concertación Democrática, formada por socialistas, socialdemócratas y democratacristianos, buscará en estas elecciones demostrar que aún sigue siendo un bloque poderoso, que ha ganado las 14 elecciones --entre municipales, parlamentarias y presidenciales-- desde el retorno a la democracia en 1990.

Un nuevo triunfo afianzará su posición en las presidenciales de diciembre del 2009, en las que el candidato opositor, Sebastián Piñera, aparece con mayores opciones de llegar al palacio de gobierno, de acuerdo a diversos sondeos.

Para los comicios de octubre por primera vez el oficialismo irá con listas separadas para la elección de concejales. Por un lado el bloque del Partido Socialista y la Democracia Cristiana y, por el otro, el del Partido Radical Socialdemócrata y el Partido por la Democracia.

La inédita división --que no se aplica a los candidatos a alcaldes que se eligen por separado--, refleja el mal momento por el que atraviesa el conglomerado de gobierno, afectado por disputas internas. Según analistas, la separación complica especialmente las opciones de la democracia cristiana, hasta ahora el mayor partido de gobierno, que se prevé bajará estrepitosamente su votación, debilitando con ello sus opciones de posicionar un candidato de sus filas para las presidenciales.

No se espera, sin embargo, que el oficialismo pierda estas elecciones.

''La Concertación todavía parece casi imbatible'', comentó a la AFP el politólogo Patricio Navia. ''Se espera que la coalición logre mantener el número de alcaldes e incluso ganar algunos en Santiago'', añadió.

Del otro lado, la opositora Alianza por Chile buscará obtener un piso contundente para fortalecer a Piñera, un rico empresario que en las pasadas elecciones cayó frente a la actual mandataria socialista Michelle Bachelet y que ya se perfila como el único candidato opositor.

No sucede lo mismo en el oficialismo, donde al menos suenan cuatro nombres para encabezar la candidatura, entre ellos el del ex presidente Ricardo Lagos y el del actual secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ambos socialistas.

La esperada nueva victoria del oficialismo es un desafío para Piñera, obligado a ser la cara visible de la campaña municipal, evitando al mismo tiempo ''ser considerado el padre de una derrota'', añadió Navia. Para estas elecciones el oficialismo adoptó un inédito ''pacto de omisión'' con el Partido Comunista --excluido del Congreso y que concita una votación entre el 5 y el 7%--, en al menos 25 municipios.

Ese pacto establece que, donde el PC tenga amplio apoyo y posibilidades de ganar, el oficialismo no llevará candidatos o, al menos, estará representado por figuras con escasas posibilidades. Así se favorecerá la elección de los comunistas, escasamente representados actualmente por el sistema electoral binominal que dejó la dictadura de Pinochet, aumentando asimismo las posibilidades del oficialismo.

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