por Richard W. Rahn
Richard W. Rahn es Director del Center for Economic Growth y académico asociado al Cato Institute.
¿Se ha dado cuenta que sin los especuladores, la mayoría de los alimentos, y otros productos costarían muchísimo más? Muchos miembros del Congreso han estado buscando al malo de la película que está causando el aumento en el precio de la gasolina (parecen no tener espejos). Un gran número, no exclusivamente pero sobretodo demócratas, han decidido que los especuladores, o al menos los “especuladores (ansiosos) ávidos” son los malos de la película.
Muchos miembros del congreso establecen soluciones a cosas que ni ellos entienden y causan problemas donde no hay o empeoran algún problema real, lo cual explica la actual subida de los precios de la gasolina. Hay mercados “de futuro” en productos agrícolas, metalúrgicos y energéticos. En un mercado de futuro, es posible comprar o vender cosas para entregar en una fecha posterior. La razón por la que los mercados de futuro se han desarrollado formalmente hace un par de años y por la que son tan importantes en la economía mundial, es porque han hecho posible que productores y consumidores puedan compensar el riesgo de los cambios de precio con quienes están dispuestos a tomarlos.
Asuma que usted es un agricultor y estima que este año puede producir maíz por $5 por saco, y que al momento el maíz se está vendiendo por $7 el saco. Con una utilidad de $2 por saco, el maíz es el producto más rentable que usted puede producir, así que usted podría planear una ampliación en sus plantaciones de maíz. Usted teme, como es normal, que otros productores como usted también siembren más maíz. Pero este maíz adicional podría causar que el precio baje, especialmente si el Congreso sabiamente reduce el tonto mandato que este pasó sobre el etanol basado en el maíz. Si el precio cae a $3 por saco, usted quebrará.
Afortunadamente existen los mercados de futuro, los cuales hacen posible que los agricultores vendan parte sus terrenos de cultivo para entregar luego (por ejemplo, en septiembre cuando se está cosechando hoy) con los precios actuales, los cuales son altos. Esto los protegerá de una gran caída de precios conocida como “reducción”. Por otro lado, están las compañías de cereal de desayuno quienes temerán que el precio del maíz continúe subiendo, pues de esta manera no serán capaces de comprarlo a ese precio para sus consumidores, así que querrán protegerse a sí mismos estableciendo como precio fijo el precio actual del maíz conocido como un “alargamiento”. Ambos, el agricultor y las compañías de cereales están “asegurando sus apuestas” sobre el futuro precio del maíz. Existen muchos especuladores del mercado, los cuales proveen liquidez al mercado y llenan el vacío si los números de las apuestas “alargadas” o cortas no coinciden.
Los mismos principios se sostienen para el petróleo. Si usted es un pequeño productor de petróleo y sabe que perfora un pozo caro pero que posiblemente producirá poco, el petróleo tendrá que ser vendido a un precio mayor que $60 en los mercados de futuro de petróleo para que este sea rentable. Así, si usted puede vender parte de lo que esperaba producir a un precio mayor de $60 en los mercados de futuro, será más probable que sea rentable, y por ende, usted querrá tomar el riesgo de la costosa inversión que significa extender su producción.
Por otro lado, asuma que usted es el gerente del sistema municipal de los buses de una ciudad. Usted debe proveer al consejo de la ciudad el estimado de los costos de diesel para el próximo año para que este pueda asignar adecuadamente el presupuesto de la ciudad. Si hay un aumento inesperado en el precio del diesel, no tendrá suficiente para todos los buses y tendrá que acortar el servicio de buses. Esto molestará a los ciudadanos, a los miembros del consejo y hasta pondría en riesgo su empleo. Afortunadamente usted puede hacer una apuesta “alargada” en los mercados de futuro del diesel, protegiendo la ciudad en caso de que el precio del diesel suba, protegiendo su empleo y a los ciudadanos usuarios del sistema de buses.
Así como el ejemplo del maíz, los especuladores de petróleo, algunos de los cuales tienen que “alargar” y otros que “acortar”, proveen la liquidez y el desajuste necesario entre varios apostadores.
La consigna política actual es: “los especuladores hacen subir el precio del petróleo”. Pero piense en ello durante un momento. Si el precio del petróleo está siendo manejado por encima del mercado definiendo el precio donde la oferta iguala a la demanda, la demanda caerá y los especuladores se quedarían estancados con abundantes e inesperadas reservas de petróleo. Mantener le petróleo en tanques y en barcos es costoso, y los especuladores no podrán cubrir estos costos por mucho tiempo, así que los precios caerán. Algunos en el Congreso quieren reducir las actividades de los especuladores aumentando las regulaciones. Esto sólo llevará al mercado de energía hacia otros países, afectando negativamente a los EE.UU. y no hará nada para reducir el precio del petróleo.
El precio del petróleo está más alto de lo estuviera en un mercado totalmente libre, privado y global, porque las compañías estatales de petróleo de otros países poseen el 88% de las reservas que se conocen y muchas de ellas son parte del cartel de la OPEP. La producción de petróleo que podría darse en EE.UU. y en otros lugares por empresas privadas ha sido prohibida por el gobierno. Los especuladores no son el problema; ellos son parte de la solución al reducir el riesgo para los productores, las refinerías, y otros participantes en el mercado petrolero. Esta reducción de riesgos resulta en mucho más producción de petróleo u otro combustible, alimentos, y metales donde existen los mercados de futuro.
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