Gerardo Lissardy París |
Francia asume este martes la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE) con la intención de lograr un acuerdo para endurecer las políticas del bloque sobre la inmigración, un tema sensible para América Latina.
El presidente Nicolás Sarkozy busca dejar su marca durante los seis meses que estará al frente de la UE y una de sus prioridades es aprobar un "pacto" sobre inmigración entre los 27 países del bloque.
Sarkozy quiere que el acuerdo prohíba las regularizaciones masivas de extranjeros sin papeles como las que han concedido España e Italia en la última década.
La propuesta, que será detallada el 7 y 8 de julio durante una reunión ministerial en Cannes, también busca aumentar los controles fronterizos para evitar la llegada de inmigrantes indocumentados al bloque.
Es algo difícil de comprender para los latinoamericanos que les cierren las puertas Georges Couffignal, Universidad de la Sorbona |
"Francia, o Europa, no va a aceptar toda la miseria del mundo", dijo Sarkozy el lunes, citando una expresión del ex primer ministro francés Michel Rocard.
En 1990, Rocard dijo una frase similar, pero agregó que Francia debía "saber asumir fielmente su responsabilidad" en el tema migratorio.
Según diversas fuentes, los planes franceses para la UE podrían irritar más a los países latinoamericanos, que aún protestan por una reciente directiva europea sobre la expulsión de extranjeros sin papeles.
Un plan francés
Otras prioridades de Sarkozy para la UE, como la energía, el medio ambiente, la agricultura y la defensa enfrentan obstáculos internos. Pero la inmigración es un área donde podría lograr resultados rápidos.
Olivier Louis, experto del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), cree que la inmigración es uno de los planes de Sarkozy menos afectado por el "no" irlandés al Tratado de Lisboa.
Sarkozy busca dejar su marca durante los seis meses que estará al frente de la UE. |
"La idea (de Francia) es encontrar formas de explicarle a los europeos que Europa hace cosas útiles para ellos, los protege y tiene en cuenta sus inquietudes", explicó Louis en diálogo con BBC Mundo.
"Y la inmigración es una inquietud en muchos países europeos, no sólo en Francia", agregó.
Otro objetivo de Sarkozy es expandir al resto de Europa la política francesa de "inmigración elegida", para aumentar el ingreso legal de extranjeros profesionales y evitar la llegada de inmigrantes no calificados.
También pretende sentar las bases de una política común de asilo, que reduzca las diferencias en los 27 países de la UE para acoger refugiados.
¿Escollo español?
Sarkozy aún debe superar algunas reticencias de España para aprobar su "pacto migratorio". Madrid regularizó a más de 600.000 inmigrantes sin papeles en 2005 y ahora se niega a abdicar de esa opción.
La semana pasada, una reunión del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, con el primer ministro francés, François Fillon, concluyó sin un acuerdo definitivo sobre este tema.
La idea (de Francia) es encontrar formas de explicarle a los europeos que Europa hace cosas útiles para ellos, los protege y tiene en cuenta sus inquietudes Olivier Louis, Instituto Francés de Relaciones Internacionales |
España ya logró diluir las pretensiones francesas sobre inmigración, al desechar la idea de un "contrato de integración" que estableciera requisitos de idioma o culturales para los nuevos inmigrantes.
Sin embargo, el gobierno español también se ha mostrado dispuesto a acordar nuevas normas europeas sobre inmigración y defendió en las últimas semanas una "directiva retorno" aprobada por el Parlamento Europeo.
Votada en junio, esa directiva establece que los extranjeros en situación irregular en la UE pueden ser detenidos durante un máximo de 18 meses antes de su expulsión, si rechazan el retorno voluntario a sus países de origen.
"Tendencia restrictiva"
Las quejas de países latinoamericanos ante la "directiva retorno", en algunos casos airadas, anticipan posibles nuevas controversias con Europa si se aprueban las propuestas migratorias de Sarkozy, sostienen diplomáticos y analistas.
La reunión entre Zapatero y Fillon concluyó sin un acuerdo definitivo. |
"Conocida la dirección que seguirá adoptando la UE, no vale la pena ponerse a pelear durante 50 años; hay que resolver los problemas de fondo", agregó el diplomático.
Georges Couffignal, director del Instituto de Altos Estudios de América Latina en la Universidad de la Sorbona, le dijo a BBC Mundo que "es muy probable" que haya más roces entre la UE y América Latina por este tema.
Según Couffignal, aunque Europa recibe más inmigrantes de otras regiones, para los latinoamericanos "es más bien una cosa de principios, habiendo sido América Latina tierra de inmigración europea" en el pasado.
"Es algo difícil de comprender para los latinoamericanos que les cierren las puertas", comentó.
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