El estado de las ciudades globales
Por Kelly Evans
Con la gasolina por las nubes en muchas regiones del mundo, la economía urbana se ha convertido de repente en un área muy popular.
Con sólo 41 años, Edward Glaeser ha ayudado a revivir la especialidad. Profesor de economía de la Universidad de Harvard y también director del Centro Taubman para el Gobierno Estatal y Local, Glaeser ha trabajado intensamente en campos como la vivienda, la pobreza, el uso del suelo y el transporte, con un énfasis particular en los factores que determinan el crecimiento de las ciudades. Hablamos con Glaeser sobre cuáles son, en su opinión, las tendencias del desarrollo urbano, tanto en Estados Unidos como en otros países.
WSJ: Muchas ciudades en América Latina tienen la reputación de ser grandes, densas y pobres, ¿ha visto algún avance desde el punto de vista de desarrollo en la región?
Glaeser: Están pasando muchas cosas interesantes en América Latina, pero los problemas más graves suelen ser el crimen y la pobreza. Esa es la inevitable consecuencia de atraer tantas personas a áreas urbanas densas.
Estas ciudades son únicas en el sentido de que no tienen los mismo problemas que otras ciudades en desarrollo de otras partes del mundo. Hasta donde yo sé, la regulación del uso de la tierra no es un inconveniente grave. Por ejemplo, Rio de Janeiro y São Paulo han hecho un buen trabajo al permitir la construcción de edificios altos y los precios de la propiedad son razonables. Pero debido a que hay un flujo muy alto de nuevos inmigrantes a áreas en las afueras de las ciudades, es muy difícil adoptar medidas urbanas específicas para combatir la pobreza. Una mejor estrategia sería elevar las condiciones de vida de la población tanto rural como urbana en estos países.
WSJ: ¿Qué piensa de los barrios de invasión o favelas como se conocen en Brasil?
Glaeser: Pienso que lo primero que hay que reconocer es que en realidad son una señal de fortaleza urbana más que de debilidad. El continuo atractivo que Rio y otras ciudades de la región tienen para personas de bajos recursos es una señal del papel vital que estas urbes juegan en la modernización.
Pero a la vez que destacamos las oportunidades que brindan para los pobres latinoamericanos, las favelas también tienen un problema de uso de la tierra significativo. La completa ausencia de un Estado de derecho es profundamente preocupante. No estoy sugiriendo que las favelas deberían impulsarse, pero tampoco son un factor completamente negativo.
WSJ: ¿Qué opina de la transformación de Beijing de cara a los Olímpicos?
Glaeser: Es increíble ver lo que esta haciendo. Es un reconocimiento por parte del gobierno de que las grandes ciudades son un componente esencial de su crecimiento. Una de las grandes ironías es que el impacto de un mundo globalizado no ha sido dar más poder a las áreas rurales descentralizadas, sino fortalecer las ciudades de China e India y otros lugares que son las puertas de entrada entre esas ciudades y occidente. Es muy inteligente por parte de los chinos el poner énfasis en el desarrollo urbano de cara al desarrollo. Están creando espacio para que se desarrollen las ideas y el capital humano.
Creo que el modelo chino es mucho mejor que el indio, que impone muchas restricciones sobre el desarrollo. Dubai, por otra parte, es un sitio increíble, una apuesta impresionante. Es una gran metrópolis para la región del mundo rica en petróleo, tal vez eso compensará, o tal vez tendremos autos muy eficientes en el consumo de combustible y se quedarán muchas torres vacías.
WSJ: ¿Qué otras ciudades globales están teniendo éxito? ¿Cuáles están teniendo problemas?
Glaeser: Me atrae mucho la comparación con Mumbai, que está en lo más bajo de las estrategias de desarrollo, y Singapur, que parece funcionar muy bien.
Singapur tiene un gobierno muy activo, algo que no es muy sorprendente y tampoco es equivocado, considerando que cuatro millones de personas están viviendo en 700 kilómetros cuadrados. Han adoptado políticas como la tasa de congestión (cobrar a los automovilistas por entrar a zonas muy transitadas en horas pico) y es una ciudad con calles muy despejadas.
En contraste, Mumbai también tiene un gobierno muy intervencionista pero ha sido uno muy extraño, con leyes draconianas que restringen la proporción de las áreas de terreno en la mayor parte del dentro de la ciudad. Por ejemplo, su usted tiene un área de 3.600 metros cuadrados, solo podrá construir 5.400 metros cuadrados verticalmente.
Pensaron que restringiendo el crecimiento de edificios podrían limitar el crecimiento de la población en la ciudad. Si quiere entender por qué la ciudad está llena de barrios de invasión, las restricciones en la altura de los edificios han demostrado ser una herramienta muy costosa.
WSJ: ¿Qué hay de las ciudades europeas, donde más gente camina y depende del transporte público, como modelo?
Glaeser: Algunos urbanistas han sido entusiastas con el modelo de Europa porque su impacto medioambiental es mucho menor. Pero también hay aspectos negativos. Aunque parece que hay cosas que se han hecho bien en Europa, es un error pensar que el desarrollo urbano en Europa es mejor que el de EE.UU. Hay mucho que se consiguió dándoles a los estadounidenses la oportunidad de vivir en grandes casas en la periferia de las zonas urbanas.
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