10 septiembre, 2008

Bolivia: Un paso atras, dos adelante - por Emilio Martinez


A pocos años de iniciada la revolución bolchevique, Vladimir Ilich Lenin recomendaba como táctica revolucionaria dar "Un paso atrás, dos adelante". Con esto se refería a una combinación de ofensivas y repliegues que, sumados, daban como resultado un avance imparable en el proceso de construcción de un nuevo orden totalitario.

El curso zigzagueante de esta estrategia permite despistar a los opositores e ir superando, paso a paso, sus iniciativas de resistencia. Justamente, esa efectividad convirtió a la máxima leninista en parte infaltable del manual de copamiento del poder que acompañó a los movimientos comunistas durante la centuria pasada y que actualmente parece ser reeditado por sus herederos del "socialismo del siglo XXI".

No otra cosa parecería ser la aparentemente insólita jugada del presidente de la Corte Nacional Electoral, José Luis Exeni, quien puso un alto a la realización del "combo" del 7 de diciembre hasta que el Congreso de la República sancione las leyes de convocatoria para los referendos dirimidor y aprobatorio, así como para la elección de consejeros departamentales y subprefectos.

El repliegue táctico del oficialismo podría perseguir varios objetivos, entre ellos: 1) buscar el blindaje jurídico para las consultas, que obligue a la oposición regional a agachar la cabeza y participar en el acto electoral, despejando los nubarrones de posible desobediencia o desacato que sobrevuelan a la Media Luna, 2) tranquilizar a la comunidad internacional sobre la legalidad de la votación, y 3) bajar la guardia de las regiones pro-autonómicas, desactivando las medidas de presión en curso y generando desorientación estratégica.

Si el proyecto hegemonista del gobierno -que persigue la concentración del poder político y económico en manos de una burocracia omnipotente- no es más que un refrito de experiencias totalitarias del pasado, la lectura de la historia será un ingrediente imprescindible para una correcta lectura de la realidad presente de Bolivia.

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