En tensión el sur de la región
La Organización de Estados Americanos (OEA), Argentina, Brasil y Colombia están pendientes de la crisis política boliviana y prestos a facilitar un diálogo entre el oficialismo y la oposición, dijo ayer el canciller de Bolivia, David Choquehuanca.
''La última resolución de la OEA recomienda seguir facilitando el diálogo en Bolivia. Además, los países amigos como Argentina, Brasil, Colombia están pendientes de Bolivia'', afirmó el canciller, sin precisar si el gobierno de Evo Morales pedirá una mediación internacional.
Tanto la OEA como Buenos Aires, Bogotá y Brasilia realizaron a principios de año infructuosos esfuerzos para que los actores políticos discutan cómo resolver la crisis boliviana.
Las decisiones de dirigentes de cinco regiones del país de cortar rutas para ahondar su protesta contra el presidente Evo Morales y de sindicatos campesinos y obreros de marchar contra el Congreso para defender al gobierno, aumentaron el clima de tensión en Bolivia.
Prefectos y líderes cívicos de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca, que concentran 50 por ciento del PIB boliviano, anunciaron el miércoles que en las próximas horas ampliarán los cortes de ruta que cumplen desde la semana pasada tres ricas provincias gasíferas del Chaco boliviano, fronterizo con Argentina y Paraguay.
Las cinco regiones, que forman una suerte de media luna por su ubicación en el mapa boliviano, entablaron una serie de demandas, como la recuperación de fondos públicos de un impuesto petrolero que el gobierno les quitó, el rechazo a la nueva Constitución oficialista y afianzar la formación de gobiernos autónomos.
En poblados del Chaco, donde arrecian los bloqueos, surgieron quejas de que el gas licuado de petróleo y la gasolina comenzaban a escasear, mientras la Fuerza Aérea Boliviana anunció que iniciará puentes aéreos para movilizar a los pobladores bloqueados por los cierres de rutas.
Los prefectos y líderes cívicos, reunidos en Santa Cruz, no descartaron que en el marco de sus protestas haya cierre de válvulas de exportación de gas natural a la Argentina y Brasil, principales mercados bolivianos.
''No nos responsabilizamos de cualquier acción que impida el suministro de hidrocarburos al exterior del país'', afirmaron los prefectos rebeldes Rubén Costas (Santa Cruz), la indígena quechua Savina Cuéllar (Chuquisaca), Mario Cossío (Tarija), Ernesto Suárez (Beni) y Leopoldo Fernández (Pando).
En Caraparí, una comarca en el Chaco boliviano, grupos opositores ya cercaron desde el martes las rutas de ingreso al megacampo de San Alberto, operado por la petrolera brasileña Petrobras, que produce entre un 30 y 35 por ciento del gas que se exporta.
Con el fin de evitar de que la situación se haga más crítica, el gobierno aprobó este jueves un decreto para descontar de las cuentas prefecturales el costo de las reparaciones por daños que provoquen los grupos opositores en sus protestas.
''Los gastos que demanden la reparación de daños provocados por estos actos de vandalismo serán financiados con recursos que les pudiera corresponder a las prefecturas de departamento'', señala el decreto, leído por el ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Rada.
En medio del conflicto, sindicatos campesinos y obreros oficialistas decidieron marchar para cercar la ciudad de Santa Cruz.
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