11 enero, 2010

Grandes compañías en EEUU golpeadas por la devaluación

(AP Photo/Amy Sancetta, File)

Las compañías de Estados Unidos sufrirán por la devaluación de la moneda venezolana, dado que muchos de sus productos subirán de precio y eso afectará sus ganancias.

Avon Products Inc y Colgate-Palmolive Co. habrían de sentir el mayor golpe en el sector de productos domésticos y personales, dado que obtienen un mayor porcentaje de sus ventas totales de Venezuela que sus rivales.

Los ítems clasificados como “no-esenciales” ahora tendrán un tipo de cambio de 4,3 bolívares por dólar, más de los 2,15 previos. Ese nivel se compara con un nuevo tipo de cambio de 2,6 bolívares por dólar para las importaciones esenciales, como los alimentos.

Eso significa que las compañías que habían estado trasladando sus resultados de Venezuela a dólares según la tasa oficial de 2,15, ahora deben hacerlo a 4,3 si los productos son clasificados como no-esenciales.

El analista de BMO, Connie Maneaty, redujo el lunes a todo el sector de cuidado personal y doméstico a “promedio de mercado” desde “por encima del promedio del mercado”.

Maneaty había degradado a Avon, Colgate y Kimberly-Clark Corp. a principios de diciembre por temor a una potencial devaluación. El lunes, bajó la nota de Procter & Gamble Co.

También recortó las estimaciones de firmas que operan en Venezuela, como Avon, Colgate y Energizer Holdings Inc., y redujo los precios objetivos de las acciones de las tres.

Los títulos de Avon caían un 3,7 por ciento en la mañana, la peor baja en el sector; mientras que los de Energizer cedían un 2 por ciento, los de P&G restaban un 1,9 por ciento y los de Colgate y Kimberly-Clark perdían un 1,8 por ciento cada uno.

Las empresas expuestas a Venezuela podrían sentir un golpe promedio a las ganancias de alrededor de un 2 por ciento, estimó Bill Pecoriello, de Consumer Edge Research.

Su firma calculó un golpe de ganancias por acción de alrededor de un 6 por ciento para Avon, de un 4,7 por ciento para Colgate y de un 2,7 por ciento para Energizer. Otras firmas de productos de consumo, alimentos y bebidas de Estados Unidos serían menos afectadas.

COLGATE, UNICA PROYECCION

Colgate dijo el lunes que espera reconocer un beneficio excepcional en el primer trimestre y cargos posteriores durante el 2010 ligados a la devaluación, que no habría de afectar a su posición financiera.

Venezuela supone un 6 por ciento de las ventas de Colgate, según los analistas.

P&G, el mayor fabricante mundial de productos domésticos, deriva más ventas de Venezuela que sus rivales, pero esas ventas suponen un porcentaje menor, desconocido, de sus ventas totales.

En octubre, Avon dijo que Venezuela suponía alrededor de un 5 por ciento de los ingresos y un 11 por ciento de las ganancias operacionales durante los primeros nueves meses del 2009.

En ese momento, dijo que si Venezuela era designada como una economía de alta inflación y no había una devaluación, sus utilidades serían afectadas.

Portavoces de Avon y P&G dijeron que sus compañías revisaban la situación. Una portavoz de Energizer no pudo ser contactada.

EE.UU no cree que exista peligro de una guerra

Foto: Archivo. AFP PHOTO/Norberto DUARTE

Estados Unidos no cree que exista peligro de una guerra entre Colombia y Venezuela, como han señalado analistas y medios de comunicación, manifestó hoy el secretario de Estado Adjunto para América Latina, Arturo Valenzuela.

No vemos francamente que vaya a ocurrir“, señaló Valenzuela, quien sin embargo admitió que “ha habido acusaciones y provocaciones” y pidió “aligerar decibelios” en la confrontación dialéctica.

“No son bases; son aeropuertos desde donde -con el permiso de Colombia- pueden salir algunos vuelos“, precisó el secretario de Estado Adjunto.

Valenzuela, que llegó hoy a Chile, su país natal, para una visita oficial de dos días, hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa en la embajada estadounidense.

Durante su primer viaje a Chile como secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental, Valenzuela se reunirá con la presidenta Michelle Bachelet, el canciller Mariano Fernández y los dos candidatos de la elección presidencial del próximo domingo, Eduardo Frei y Sebastián Piñera.

En referencia a las tensiones colombo-venezolanas, derivadas en parte de un acuerdo de cooperación militar entre EE.UU. y Colombia en el que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ve un riesgo potencial de agresión a su país, Valenzuela advirtió de que “hay que tener cuidado de que, de repente, pueda surgir un incidente”.

La Administración de Barack Obama “monitorea con gran atención” la “compleja y difícil situación” por la que atraviesan las relaciones entre Colombia y Venezuela, agregó Valenzuela, quien puntualizó que el acuerdo para la utilización de instalaciones militares suscrito por EE.UU. con el gobierno de Álvaro Uribe es muy parecido en sus aspectos básicos a los alcanzados con otros países.

No son bases; son aeropuertos desde donde -con el permiso de Colombia- pueden salir algunos vuelos“, precisó el secretario de Estado Adjunto, quien enfatizó que en lo que a EE.UU. atañe, el acuerdo se circunscribe a la cooperación en la lucha contra el narcotráfico.

Valenzuela se mostró cauteloso al ser preguntado sobre temas de política interna o asuntos bilaterales entre países de la región que no impliquen a Estados Unidos.

Por ello rehusó pronunciarse sobre la demanda presentada por Perú contra Chile en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya por la controversia sobre la frontera marítima, y tampoco quiso hablar de la crisis institucional a raíz del fallido cese del presidente del Banco Central de la República Argentina, Martín Redrado, por la presidenta, Cristina Fernández.

De la misma forma rehusó comentar las repercusiones de la doble devaluación del bolívar frente al dólar decretada el pasado viernes por el presidente Chávez en Venezuela.

Estados Unidos no tiene respuestas para todos los problemas de América Latina“, puntualizó el subsecretario, quien explicó que lo la política del presidente Barack Obama se resume en la idea de “ser mejores socios, sin imponer criterios”.

“No vemos francamente que vaya a ocurrir“, señaló Valenzuela, quien sin embargo admitió que “ha habido acusaciones y provocaciones” y pidió “aligerar decibelios” en la confrontación dialéctica.

“Los grandes problemas del siglo XXI sólo se pueden encarar con cooperación”, subrayó Arturo Valenzuela, para quien América Latina ha avanzado notablemente en los últimos años.

Acerca de la crisis en Honduras, Valenzuela indicó que el hecho de que Porfirio Lobo vaya a ser el presidente de Honduras “no significa automáticamente” el retorno de ese país a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Lo que hace falta, agregó, es “el restablecimiento del proceso democrático“.

Estados Unidos vería con buenos ojos la formación de un gobierno de unidad nacional y “el cumplimiento los elementos más importantes” del Acuerdo de San José, como la puesta en marcha de una Comisión de la Verdad sobre el golpe de Estado ocurrido el 28 de junio, detalló.

Que el presidente ‘de facto’ Roberto Michelleti se fuera, como ha pedido Lobo, “ayudaría al proceso”, aseguró el subsecretario.

Respecto al acercamiento de EE.UU. hacia Cuba, Valenzuela puntualizó que “es un proceso paulatino. Aquí no hay una decisión de tomar pasos gigantes en el corto plazo”, manifestó.

Valenzuela celebró hoy sendas reuniones con Frey y con el ex presidente socialista Ricardo Lagos (2000-2006).

Mañana será recibido por la presidenta Bachelet y se reunirá, por separado, con Piñera, el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, y el canciller Fernández, con quien firmará un tratado de extradición y un memorando de entendimiento sobre cooperación para el desarrollo.

Partidos políticos divididos entre el “ajuste cambiario”

EFE / David Fernández

Dirigentes de varios partidos políticos ofrecieron hoy sus opiniones sobre los efectos que tendrá en el país la nueva tasa de cambio dual anunciada por el mandatario Hugo Chávez, el pasado viernes.

Las posiciones fueron encontradas entre las diversas toldas, con algunas expresando su apoyo al Presidente, en tanto que otras culpan al mandatario del “fracaso descomunal del gobierno”.

PCV: ESTAMOS DE ACUERDO CON EL “AJUSTE”, PERO NO ES SUFICIENTE

“Estas medidas son necesarias porque el control, el ajuste cambiario, lleva a sincerar una realidad que está presente en el mercado de divisas por el uso excesivo del llamado dólar permuta por una buena parte de Venezuela. Sin embargo, consideramos que no es suficiente, hacen falta otras medidas”, señaló Pedro Eusse, miembro del buró político del Partido Comunista de Veenzuela (PCV).

Entre las propuestas de esta tolda política se cuentan “la definición de un plan nacional de industrialización”, con participación de los trabajadores.

“No se debe permitir que los capitalistas, el sector productivo o comercial, tengan la ganancia que decidan”

De igual modo Eusse consideró necesaria la sustitución de importaciones y el establecimineto de un control de precios y ganancias, “porque no se debe permitir que los capitalistas, el sector productivo o comercial, tengan la ganancia que decidan, debe haber una regulación para poder controlar los precios finales”.

Esta tolda también pide establecer precios máximos de venta y la eliminación del IVA, por considerarlo un impuesto regresivo. En contraste, cree importante incrementar el ISRL que cancelan los empresarios, agrupados como personas jurídicas. Destacó asimismo que hace falta “sanear” y hacer más efectiva a Cadivi, así como luchar contra la corrupción en el organismo, para lo que pidió a la población ejercer contraloría social.

Eusse explicó que sería positivo incrementar los sueldos y salarios para que no se pierda el poder adquisitivo.

COPEI: EL CULPABLE DE ESTA CRISIS ES CHÁVEZ

“El único culpable de esa crisis es Hugo Chávez “

A juicio de Alejandro Vivas, sub secretario nacional de Copei, luego de la devaluación los ciudadanos verán “establecimiento cerrados, establecimientos intervenidos, veremos comerciantes detenidos, se abrirán expedientes”.

Estimó que esto sería con “el solo objetivo de mostrarle un trofeo a los venezolanos y tratar de crear esa falsa idea de que la devaluación, de que la crisis que estamos viviendo a partir de ese ‘viernes rojo’, es culpa de los comerciantes, de los productores o de los consumidores”.

Sin embargo, aseguró que “toda Venezuela sabe que el único culpable de esa crisis es Hugo Chávez Frías”.

MAS: EL ‘VIERNES ROJO’ FUE UN DESCOMUNAL FRACASO DEL GOBIERNO

Por su parte, José Antonio España, vocero del Movimiento al Socialismo (MAS), consideró que el ‘viernes rojo’, es la muestra de un “descomunal fracaso en materia económica y social”.

“La respuesta del Presidente, lejos de reconocer su fracaso frente a los venezolanos luego de largos 11 años de gestión, no es sino revelar el rostro de su gobierno y de su sistema: medidas neoliberales, manipulación del sistema y devaluación para que terminemos otra vez con un gobierno muy rico, un gobierno buchón y un pueblo muy pobre”, dijo España en rueda de prensa.

“Presidente usted quebró a Venezuela”

El representante del MAS aseguró que esta administración “quebró a Venezuela” y “ahora le quita los reales a los pobres y se los da al gobierno, para gastarlos sin dar explicaciones”.

“Estan a tiempo, reconozcan su fracaso”, dijo al tiempo que pidió la renuncia del gabinete económico del presidente Chávez, acción que solicitarán el próximo 19 de enero.

España adelantó que ante estas medidas anunciadas por el Gobierno es necesario un “aumento general de sueldos y salarios”.

“Presidente usted quebró a Venezuela”, concluyó.

Por su parte, Simón Calzadilla, diputado del PPT, consideró necesario acompañar la devaluación del bolívar de otras medidas “para que el 2010 sea el año del despegue de la Venezuela productiva, del socialismo productivo y ético, ese es el gran reto”

Es así como el PPT recomendó la modificación del presupuesto del año 2010, estimado en un tipo de cambio a 2,15, ahora con la tasa de cambio dual pues se generarán ingresos adicionales.

Unos más iguales que otros

ESTADOS UNIDOS

Unos más iguales que otros

Por Carlos Ball

La actual recesión en EEUU ha hecho que 7,5 millones de personas hayan perdido su trabajo; número que seguirá aumentando, mes tras mes, durante un período difícil de predecir con exactitud, pero que los analistas serios prevén será tan duro como largo. Sin embargo, Larry Summers, el principal asesor económico del presidente Obama, declaró el 13 de diciembre: "Todo el mundo está de acuerdo en que la recesión terminó".
Afirmaciones como esa nos demuestran que desde Washington se vislumbra una realidad muy diferente a la que viven y afrontan millones de ciudadanos comunes y corrientes en el resto del país, ya que el 71 por ciento de la población adulta piensa que seguimos sufriendo una recesión y hay más desempleo de hombres que de mujeres porque ellas suelen estar más dispuestas a trabajar pocas horas a la semana y con salarios más bajos. Pero en Washington y sus alrededores el número de empleados del gobierno federal ya pasa de los dos millones; empleos remunerados con salarios muy superiores a los percibidos por la gran mayoría de los trabajadores del sector privado.

Evidentemente, el mundo de la política es radicalmente diferente al mundo en que vive el ciudadano común. Quienes no lo ven así tendrían que explicarnos a los demás por qué el llamado servidor público es remunerado con sueldos tan superiores al promedio de ingresos del ciudadano común, que –con los impuestos que está obligado a pagar– sufraga esos altos salarios, así como todos los demás costosos privilegios de la burocracia capitalina.

El sueldo anual promedio de un empleado del gobierno federal es 71.500 dólares al año, mientras que en el sector privado es de 40.300 dólares, o sea, un 44 por ciento menos. Entonces, ¿dónde está la cacareada igualdad?

Indudablemente que el 2010 será un año mucho más feliz para los burócratas que para los trabajadores del comercio y la industria privados. Según una reciente encuesta de la firma Rasmussen, el 44 por ciento de los empleados públicos consideran que su situación financiera es buena o excelente, mientras que apenas un 33 por ciento de los trabajadores del sector privado piensan lo mismo. Sin embargo, recientes titulares de prensa han estado destacando las exageradas remuneraciones de los presidentes y gerentes de unas pocas empresas grandes; no revelan, en cambio, la avasallante realidad de la alta productividad gerencial en el sector privado y de la desvergonzada improductividad en la mayor parte del público.

Hace dos años, en enero del 2008, había 138 millones de personas empleadas en Estados Unidos, y la tasa de desempleo alcanzaba apenas el 4,9 por ciento. Luego Washington instrumentó su famoso programa de "estímulo bipartidista" de 170.000 millones de dólares. Desde el comienzo de la recesión, el gobierno federal ha repartido alrededor de 13.000 millones de dólares, lo que equivale a meter en el bolsillo de cada hombre, mujer y niño de Estados Unidos 42.000 dólares. Yo no los recibí, y apuesto a que los lectores de esta columna tampoco.

Debemos tomar en cuenta que el más asiduo visitante a la Casa Blanca de Barack Obama es el Sr. Andy Stern, presidente de SEIU (Service Employees International Union), el sindicato más grande de la nación, que aportó 60 millones de dólares a la campaña electoral de los candidatos demócratas. ¿Será casualidad que el desempleo sigue demasiado alto, pero no en determinados sectores, como el controlado por el SEIU?

A tiros

AMÉRICA

A tiros

Por Carlos Alberto Montaner

El mapa político latinoamericano está cambiando a tiros. La violencia es el problema mayor de Venezuela. Así lo perciben los venezolanos de acuerdo con las últimas encuestas. Eso se refleja en la caída de la popularidad de Hugo Chávez. Y con razón: Caracas se ha convertido en una ciudad sin ley, en la que el 95% de los crímenes ni siquiera llega a los tribunales.
Antonio Ledezma, el alcalde, ganó ampliamente las elecciones pasadas denunciando la inseguridad de los ciudadanos caraqueños. Chávez lo privó de recursos para combatir el crimen (en realidad, lo privó de recursos para todo), la situación empeoró y la culpa se la atribuyen al pintoresco presidente. Caracas ya es una de las tres ciudades más peligrosas del mundo. Las otras dos son Ciudad Juárez, en México, y New Orleans, en Estados Unidos.

Los países del norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala) son también unos impresionantes mataderos, como no se cansa de denunciar, a riesgo de su vida y sufriendo toda clase persecuciones, la periodista radial guatemalteca Marta Yolanda Díaz-Durán. Los tres del sur (Nicaragua, Costa Rica y Panamá) tienen tasas de homicidios tolerables, pero con una peligrosa tendencia a subir que los electores castigan en las urnas. Esa situación contribuyó en Panamá al triunfo electoral de Ricardo Martinelli y, sorpresivamente, en Costa Rica ha impulsado hasta un honroso segundo lugar a Otto Guevara, un libertario moderado que goza de una notable reputación internacional y que pudiera convertirse en presidente si Laura Chinchilla, representante del oficialismo, no gana en primera vuelta, para lo cual necesitaría obtener un 40% de los votos. Guevara ha hecho de la mano dura su tema favorito de campaña, y sus compatriotas le están respondiendo.

El problema de la mano dura (que, sin duda, se necesita) es que cuesta mucho y es muy difícil. No sólo se trata de poner más policías en la calle. Es necesario endurecer la legislación para que los jueces no deshagan lo que la policía logra con sus detenciones. Hay que aumentar la vigilancia electrónica, infiltrar las organizaciones de criminales, recompensar generosamente a los informantes, tecnificar a los policías, impedir que se corrompan y castigarlos cuando lo hacen, mejorarles los salarios, fabricar cárceles, multiplicar los tribunales e invertir ingentes cantidades de dinero en el sistema de justicia, un amplísimo arco que va desde la preparación de los estudiantes de Derecho y Criminología hasta la formación de miles de carceleros capaces de mantener el orden y la disciplina en los penales, para que no suceda lo que ocurre en Brasil, Venezuela o México, donde muchos de estos recintos se han convertido en feudos manejados por los propios delincuentes.

Y hay, además, otro costo ingente: la prevención de la delincuencia en la adolescencia, dentro y fuera de las cárceles. Se necesita una muchedumbre de psicólogos bien formados dispuestos a enfrentar el problema desde sus inicios. Se sabe que, generalmente, los criminales comienzan sus sangrientas carreras antes de los 18 años, y casi nunca el primer delito es degollar a una anciana para robarle el reloj. Usualmente, comienzan por pequeñas violaciones de la ley. Es en ese punto donde un buen psicólogo juvenil adiestrado en las técnicas de William Glasser puede modificarles el comportamiento. Una vez que los jóvenes delincuentes han sido capaces, como ocurrió en Guatemala, de asesinar a un maestro, arrancarle el corazón y jugar con él al fútbol, ya no hay otra cosa que hacer que encerrar a los monstruos y tirar la llave al mar.

¿Cuesta mucho la mano dura? Tal vez, pero infinitamente menos que no dominar y encarcelar a los delincuentes. Algunos especialistas mexicanos calculan que la inseguridad ciudadana le cuesta al país el 8% anual de su PIB. Los inversionistas extranjeros se lo piensan dos veces antes de llevar sus capitales a estos lugares violentos, y los nacionales se largan al extranjero, acosados por la incertidumbre. Se ha dicho mil veces: no hay animal más cobarde que un millón de dólares. España y Estados Unidos han recibido a decenas de millares de individuos emprendedores y creadores (o tenedores) de riqueza que huyen de los matarifes locales que los asustaban.

Quienes tienen razón, pero poca, y la poca que tienen no les sirve de nada, son los que suponen que la causa de tanta delincuencia radica en las escasas oportunidades económicas que existen en las sociedades latinoamericanas. Haití, que es una catástrofe con bandera e himno, el país más pobre de América Latina, tiene una tasa de homicidio de 11,5 por cien mil habitantes, mientras la vecina Jamaica, mucho más rica, alcanza los 49. El problema de fondo es cultural, sistémico, y hay que abordarlo desde muchos ángulos simultáneamente. Por eso es tan difícil de aliviar.

El Dow Jones iniciará en verde

Cierre mixto: sube un 0,4% con el Nasdaq en rojo

El Dow Jones iniciará en verde la temporada de resultados

por F. R. Ch

Al final, el principal indicador de la bolsa de Nueva York logró cerrar con subidas y animó con su tirón bursátil al S&P 500, que también cerró al alza. Más rezagado quedó el Nasdaq, que minimizó sus caídas en la sesión previa al inicio de la temporada de resultados, que iniciará esta noche Alcoa. Los comentarios de Bullard y Lockhart, miembros de la Fed, aportaron confianza a los inversores en un día sin datos económicos relevantes.

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Al término de la primera sesión de esta semana, los valores más importantes tiraron de la bolsa neoyorquina. El Dow Jones de Industriales tomó el timón liderando las subidas con un incremento del 0,43%, hasta los 1.623 puntos. El S&P 500 también cerró en verde con una ganancia del 0,17%, hasta los 1.146 puntos. Sin embargo, el Nasdaq tecnológico, rezagado durante toda la sesión, confirmó su retroceso al ceder un 0,21%, hasta los 2.312 puntos.

En la última hora y media, los 'blue chips' incrementaron su ritmo de subida y arrastraron al S&P 500 hasta el terreno positivo, después de pasar una sesión volátil y con una tendencia discontinua. La carencia de referencias macroeconómicas dejó huérfano de guías al mercado, en una sesión previa al inicio de la temporada de resultados trimestrales corporativos que dará comienzo esta noche con Alcoa.

El fabricante de aluminio levantó gran expectación en el mercado y el optimismo ante unos resultados positivos llevó a su acción a revalorizarse más de un 2%, la segunda más alcista en el Dow Jones. Las estimaciones de los analistas manejan un incremento del beneficio y de los ingresos.

El mejor valor en el principal indicador de Wall Street fue Caterpillar, seguido de United Technologies (+2%) y Chevron (+2%), que también brillaron en el principal indicador neoyorquino. Por el lado de las caídas, Home Depot (-2,6%), Disney (-1,8%) y American Express (-1%) fueron los principales lastres.

¿Se tranquilizan los mercados?
Otra de las principales noticias del día en los mercados fue la creciente calma en los mercados financieros, después de casi dos años de movimientos y sobresaltos marcados por una profunda volatilidad. Hoy quedó reflejada en el índice VIX, que recoge el grado de volatilidad que presiona al mercado, que ha alcanzado su nivel más bajo desde mayo de 2008, al marcar un nivel inferior a 17 puntos.

No obstante, la Fed sigue en su papel de mantenerse vigilante y con la intención de mantener los tipos bajos todo el tiempo que sea posible y que haga falta. Así lo ha vuelto a destacar el presidente de la Fed de St. Louis, quien ha señalado que “los tipos podrían mantenerse bajos por algún tiempo más”, al igual que en el resto de países que componen el G-7. Algo, que según ha destacado el banquero, “no se había visto desde la Segunda Guerra Mundial”.

El responsable monetario cree que “en la primera parte del año veremos un crecimiento neto del empleo”, a pesar de que el dato del último mes fuera algo más negativo a lo esperado. Recuperar la creación de empleo es el principal objetivo de la Fed y espera ayudar a ello con la manutención del precio del dinero en niveles muy bajos.

En la recta final de la sesión, los inversores prestaron atención a las palabras del presidente de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, quien ha asegurado que la economía crece, aunque lo hace de forma moderada ante los problemas del mercado laboral.

Además, el miembro del banco central insistió en que la inflación no es una fuente inmediata de preocupación y espera que las medidas de estímulo empiecen a retirarse durante este año. En la misma onda que Bullard y otros miembros de la Fed, Lockhart insistió en que los tipos seguirán en un nivel bajo.

El principal damnificado de estas declaraciones ha sido el dólar. El billete verde aumenta su depreciación con el euro y la divisa europea se intercambia en la franja de los 1,45 dólares. Además, el precio del oro recupera la senda alcista con el abaratamiento de la divisa americana y se negocia en máximos de cinco semanas. A media sesión, la onza se intercambia en los 1.154 dólares, al revalorizarse 15 dólares.

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