El médico brujo o chaman de la pobreza
El médico brujo o chaman de la pobreza
Introducción
En nuestra cultura, la occidental, es perfectamente aceptado entender la salud como un asunto sistémico, cuando se dice que alguien está enfermo, lo que los occidentales entendemos es que al menos uno de sus sistemas no está funcionando bien. Si fuéramos asiáticos, quizás privaría un entendimiento holístico, diríamos “que la persona tiene un desbalance”, y si fuéramos miembros de una tribu indígena o africana no tendríamos ese entendimiento, probablemente explicaríamos la contingencia de una enfermedad como la culpa de un espíritu maligno que se nos ha metido adentro.
Uno de esos africanos, para empezar, tendría problemas en entender que muchas de las enfermedades tienen sus inicios mucho tiempo antes que la manifestación de sus síntomas, tampoco podría entender ningún afán de someterse a chequeos de salud periódicos para prevenir las enfermedades antes que se presenten -¿Para qué exorcizar una persona antes de que el demonio se le meta?-, además nuestro hipotético amigo seguramente tiene la idea de que los tratamientos para las enfermedades produce alivio inmediato, debería tener muchos problemas para entender que a veces es necesario para que un sistema se recupere poner en stress a los demás, que hay medicinas que en verdad te pueden hacer sentir peor mientras te curan.
Entonces nuestro amigo no puede entender nuestra medicina, y por eso acudirá a su médico brujo o chamán de su preferencia, quien seguramente lo pondrá en trance con algún alucinógeno mientras le hace un espectáculo de “comunicación con el mundo de los espíritus”.
Pero nosotros sabemos mejor (¿No?), como personas “Ilustradas” casi que es nuestro deber moral servir de guías para quienes no han contado con el privilegio de ser educados, además, es mejor así a la larga, porque que la gente alrededor tuyo acuda al médico brujo no es bueno para nadie.
Nuestros países son muy pobres, aunque afortunadamente las causas de la pobreza son tan fáciles de describir que en este mismo texto las describo, de la misma manera, hay todas las esperanzas del mundo de resolverlas, porque también están tan claras las soluciones que algunas puedo describir también. Lo difícil sigue siendo lograr que las personas en general alcancen el entendimiento necesario para aplicar la solución.
I
Las causas de la pobreza:
Hoy se produce más alimentos por habitante, más energía, etc., que en ningún momento previo, es decir, como un todo, esta es la época más opulenta de la existencia humana. Sin embargo, esa opulencia no le llega a todo el mundo, sino que por el contrario, hay más de un 60% de la población del mundo que sigue en la lucha por la sobrevivencia.
Hay 2 explicaciones para esa paradoja:
1) Suma-cero: Hay un grupo de personas que viven en la opulencia porque hay un grupo aún más grande que vive en la miseria quien es quien paga por ella; y la 2) Ganar-Ganar (o Perder-Perder): Hay un grupo productivo, y otro que no es productivo. El improductivo quiere lo que el productivo tiene, pero no sabe cómo lograrlo.
Para mí es claro que la explicación correcta es la de Perder-Perder, es decir, las personas de nuestros países pobres viven bajo la interpretación de que tiene que haber gente en la miseria para que haya gente rica, de donde se desprende que nuestra pobreza es por culpa de la “prosperidad” de otros, y que la solución sería redistribuir o democratizar la riqueza; pero como los que ahorita la tienen no la sueltan por las buenas, probablemente haya que quitárselas por las malas.
Le pido al lector que por un momento suponga que nuestro “latinoamericano comunista” de toda la vida esté equivocado al creer que la culpa de la miseria en el mundo es el capitalismo, si en verdad alguna vez va a llegar a percatarse de su equivocación…
Yo creo que no, porque es una hipótesis no susceptible de ser puesta a prueba: tendría que darse una gran revolución mundial para ver si en verdad se acaba o no el problema de la pobreza, es decir, si el sistema capitalista es suma-cero en verdad, porque a pesar de todas las revoluciones que han intentado abolirlo: Rusia/Unión Soviética, China, Cuba, Albania, Yugoslavia, etc., fracasaron, se dice que por culpa del saboteo de los países ricos.
Por lo que mientras haya países ricos, no va a poderse llegar a una conclusión definitiva. De manera que nuestro izquierdoso local pareciera que no tendría forma de darse cuenta si su interpretación estuviera equivocada.
Y es triste, porque la verdad, lo que yo veo, es que los países ricos serían felices si los pobres dejaran de serlo, habría más mercados, más oportunidades para todos, entonces los pobres salen perdiendo por diagnosticar mal su problema y enterrarse peor con cada medida que toman para resolverlo, y los ricos salen perdiendo porque se quedan solos en el mundo.
Una prueba difícil de refutar: Japón, recién finalizada la 2da. Guerra Mundial, quedó literalmente arrasado, presa incondicional del vencedor, USA; un país cuyos ciudadanos, por decir lo menos, consideraban a los japoneses personas inferiores, y manifestaban desprecio abierto por su cultura y tradición; entonces, si realmente la cosa fuera suma-cero, hoy en día Japón sería un vasallo de USA; pero no lo es.
La explicación más simple que encuentro es que USA prefería tener un socio comercial más en el mundo, que eso lo beneficiaba más, que tener un “Puerto Rico” gigante. En el otro extremo, las 2 alemanias son un ejemplo elocuente: La URSS no pudo lograr que su Alemania fuera al menos igual de próspera que la otra, que quedó más destruida luego de la guerra que la suya, y el desbalance fue tan patente, que la gente se jugaba la vida para escapar de ella, y la única manera de retener a sus ciudadanos allí era con un muro absurdo, porque mantenía presos a los nacionales de un país en su propio país.
Como decía antes, hay esperanzas, porque el problema es fácilmente resoluble, la situación Perder-Perder es revertible en Ganar-Ganar: Básicamente lo que debemos hacer es dejar que nuestros países acepten la invitación a la modernidad, al mundo abierto. La apertura tiene a gran escala la misma ventaja que a pequeña escala: genera tanta sinergia (Ganar Ganar) que compensa de sobra las inconveniencias que produce. Los países ricos no entienden esto 100% bien, por eso se enfrascan en proteccionismos, etc., pero a la larga son ellos mismos quienes se perjudican.
Pero ir a la apertura no es tan fácil, hay un precio que pagar: ¿Por qué en una época cuando iba al abasto en Venezuela me resultaba más barato y mejor el queso amarillo uruguayo que el nacional? ¿Cómo es posible que sea más barato para mí traer de otro país en un viaje largo una cosa que se produce como a no se cuantos kilómetros de donde lo compro, por personas comparables en cada aspecto con las otras?
Vamos a suponer que la rosca de comercialización de productos producidos en Vzla es igual de ladrona que la rosca importadora, lo cual es harto razonable, dado que no hay razones de peso para pensar lo contrario.
Entonces, la raíz de la disparidad es que de entrada los uruguayos de alguna manera son mejores haciendo el queso que los venezolanos. Entonces la solución es que los productores venezolanos se pongan las pilas (o que los venezolanos en general resolvamos los problemas que pudieran impedir que nuestros productores estén a la altura de los uruguayos, como por ejemplo, acceso al financiamiento), lo cual pudiera ser traumático para nuestros productores (mejor dicho, “productores”), o para nuestro gobierno, etc.
Sin embargo, hacemos lo contrario: Si los quesos uruguayos son más baratos que los nuestros, entonces vamos a “resolver” el problema aumentando el arancel de importación para que nuestros “productores” no queden desvalijados, y tengan que despedir a sus trabajadores. El resultado neto de esa actitud es el perder-perder del que hablaba antes: En vez de tomarnos la medicina de resolver el problema de por qué no somos tan productivos como los uruguayos, vamos a empeorar el problema haciendo que el gobierno tranque la importación, de forma que el gobierno tenga más poder discrecional, que nuestros “productores” sigan comportándose como siempre, y hasta vamos a desanimar a nuestros amigos en Uruguay de hacer las cosas bien, porque para qué, si no importa que lo hagan mejor.
Otro ejemplo: Recurrentemente en nuestro continente se presentan las crisis de fugas de divisas, es decir, que la gente quiere convertir su dinero en moneda externa. Eso es algo trágico per se, como una persona que sangra por una herida, pero la “solución” no es el control de cambio, el “torniquete”, sino algo mucho más difícil, entender la naturaleza de la herida, y cerrarla, lo cual puede ser hasta más doloroso que el mismo torniquete, y también prevenir las causas que producen la herida sangrante.
Pero no veo que nuestros países entiendan como algo antinatural que la gente quiera tener su dinero fuera, como si se aceptara tácitamente que nuestras monedas son débiles, poco confiables, inestables. Y es que lo son, y esto es lo antinatural, porque el estado, recurrentemente confisca los ahorros de la gente a través de los controles de cambio.
Sin embargo, nuestros economistas, mientras más comunistoides, más anuentes a los controles son. ¿Por qué?: Estamos claros en que lo democrático es que las personas vivan en el país de su elección, igualmente, que la gente tenga su dinero en donde le provoque, después de todo, pues es su dinero. Pero nuestros aparatos sociales no lo ven así. O el dinero de las personas en verdad es del estado, o las personas no tienen esa libertad esencial, la de proteger su trabajo.
Al cabo de un tiempo, cuando se aplican muchas “soluciones” como las mencionadas arriba, lo que se tiene es: 1) Los mismísimos problemas, 2) Capas y capas de medidas contraproducentes, 3) “Cultura” institucional que promueve antivalores, que es lo peor de todo: Cuando las cosas aumentan de precio, ¿Qué pide la gente?: ¿Diversificación de mecanismos de producción o distribución, baja de aranceles a los productos de importación, etc.?: ¡No!, lo que pide es controles de precios.
Hay que analizar eso: Si hay un sistema en el cual se pueden presentar abusos como precios exorbitantes, hay algo malo en el sistema, que debe ser corregido: la razón de porqué el abuso aparece. Puede ser algo tan sencillo como que hay un comercializador privilegiado con el monopolio de la distribución de determinados productos, y se aprovecha de ese privilegio cobrando como guste. La solución entonces es diversificar los comercializadores.
Aritméticamente simple. ¿Qué pasa cuando el gobierno establece el control de precios?: Que la razón del abuso persiste, sólo que el abuso comienza a ser fiscalizado por el gobierno. Es decir: Un agente económico comienza a abusar de un privilegio, la gente se queja, el gobierno interviene fiscalizando el privilegio, y al cabo de un tiempo, se presenta una batalla entre el que detenta el privilegio que desea hacer uso de él, y la gente que no quiere ser abusada.
Pero como la gente recurre al gobierno, que no resuelve el problema, sino que sólo se dedica a administrarlo, termina la gente por darle al gobierno poder omnímodo, y viene entonces el gobierno a aprovecharse de ese poder (privilegio) dándole licencias a sus amigos, poniendo altos los precios de los productos que sus amigos hacen, llevando a la quiebra a sus enemigos, etc.
Y al cabo de un tiempo, no sólo se tiene un gobierno corrupto, sino toda una sociedad corrupta que no sabe de ninguna manera distinta a la de ostentar un privilegio otorgado por el gobierno el lograr “prosperidad” económica; se tiene a la gente resentida por la riqueza de los ricos que proviene de su miseria, y al estado en el papel de azuzador del conflicto para obtener mayor poder.
II
El chamán nacional en Venezuela
El círculo vicioso lleva inexorablemente a crisis espantosas, a miseria indescriptible, al fenómeno de exclusión; a lo que tenemos, pues. ¿Ahora, fue culpa de los Estados Unidos, de la CIA?…
Es el cuento del africano del que hablaba antes, como no tiene la educación suficiente para tener una percepción sistémica de su mundo, no tiene más remedio que acudir al mesías que lo va a curar de su miseria (chamán nacional), y tristemente va a elegir al mesías más demagógico, el que sea más capaz de compartir la visualización de los problemas en términos de las causas fáciles.
Las explicaciones que la gente está dispuesta a aceptar: Qué los venezolanos, bolivianos, ecuatorianos, etc., son un pueblo noble y glorioso pero que está sumido en la miseria por culpa de los EU, el puntofijismo (en Vzla), la globalización, el neoliberalismo salvaje, la iglesia católica, la oligarquía, que la solución es exorcizar a nuestros países de esos demonios, y la gente va feliz al proceso de reconstrucción nacional, que obviamente implica destruir lo pasado para construir desde buenos cimientos un mar de la felicidad, donde no hay miseria, una república igualitarista, que promueve los derechos humanos… etc. ¡Pura Paja!
Porque la expresión de esa reconstrucción se hace con una desconfianza supina en las personas, porque tiene que haber un estado que tutele la sociedad, que sea el único empleador de personas para garantizar que nadie es explotado por capitalistas salvajes, que diga qué es lo que se tiene que producir para evitar derroches opulentos, y que todo el mundo tenga sus necesidades cubiertas, que por cierto, también son definidas por el estado, para evitar muchos caprichos burgueses, o la enfermedad materialista del mundo capitalista.
Además, dada la paranoia conspirativa (quizás bien justificada), un aparato policíaco-ideológico de supervisión de la gente, de lo que dice, de lo que hace; restricciones a las libertades individuales para asegurar que el ciudadano del nuevo mundo democrático haga su contribución, su sacrificio, para el proceso revolucionario; un muro de Berlín para que no vaya a aprovecharse de sus cualidades individuales para vendérselas mercenariamente al enemigo capitalista.
¿Cómo es que teniendo una población “cósmica”, como la latinoamericana, la fusión del mundo entero, joven, abierta a la modernidad, y hasta instruida, todo el continente es pobre o muy pobre?: Obviamente porque la gente no obtiene la oportunidad de meterse en la senda de la prosperidad para todos.
Arriba te explico como muchas personas transitan el camino del clientelismo político hacia una prosperidad perder-perder, por ejemplo, en el caso de Vzla, en Vzla el rico no puede disfrutar su riqueza: Lo secuestran, lo mantienen permanentemente asustado con la pérdida de sus privilegios, la situación está empeorando siempre y en la actualidad mucho más.
Pero la solución es maravillosamente simple: En cada caso de las políticas públicas, optemos por la opción más democrática (que por cierto, democracia no es un grupo de cuatro lobos y una oveja decidiendo por elecciones universales qué van a cenar), la opción que incrementa las opciones de las personas, no las que las restringen; es decir, promover la diversidad, y en última instancia la libertad.
Nosotros tenemos ganado el camino para eso, porque igualito pasa en el mundo científico, el intercambio libre de ideas genera tantos beneficios que eclipsa los beneficios de guardarse recelosamente los descubrimientos, al igual que decimos que la gente tiene libertad de expresión (que es porque realmente no hay nadie que pueda determinar con propiedad quién tiene la razón y quién no), que reconocemos que la gente tiene derecho a opinar distinto, hemos de reconocer que la gente tiene derecho de “opinar” distinto en el plano económico, esto es: Decidir el precio al que le da la gana vender, o el país del cual quiere comprar vino, o en dónde dejar su dinero, que la pretensión de nuestros paternales estados de planificar verticalmente las economías es nefasta.
Afortunadamente, y mira que es verdaderamente paradójico, nosotros (Vzla) somos un país de incompetentes y corruptos; porque mira que pueblos recios, como el Alemán, hace 60 años padeció la misma enfermedad nacional: explicar con causas fáciles sus desventuras, y terminó por generar una hecatombe en la que más de 60 millones de personas perecieron prematuramente, además de los padecimientos y problemas generados; en tanto que el nuestro, apenas tiene el ratón de la borrachera, el trance chavista; porque este país fue tan torpe haciendo el “mundo nuevo”, que el efecto alucinógeno no duró lo suficiente como para erigir por lo menos el parapeto necesario para todo lo demás. Si tan sólo hubiéramos sido un poco más serios, quizás nos hubiéramos embromado como Cuba.
Sin embargo se destruyó y se sigue destruyendo demasiado. Es decir, tenemos los mismos problemas que teníamos pendientes, y además, tenemos que deshacer la involución bolivariana (digamos Chavista en desagravio a Bolívar), que incluye ya terminar de quitarle el poder a su jefe. Sin embargo, eso es particularmente difícil, porque para mucha gente todavía el trance no ha terminado, y además quienes dicen haber abierto los ojos, pues no lo han hecho.
Hoy, mayoritariamente la gente quiere sacar a Chávez del poder, y la parte sustancial de esa gente quiere hacerlo dentro del marco del producto institucional más importante de la involución Chavista: La constitución. Además, lo más probable es que necesitemos ayuda de parte de instituciones del exterior (convertidas a día de hoy en aquelarre de los amigos de Chávez); pero eso tiene un problema:
Fuera de Vzla., se comienza la sospecha, pero aun no se cree que en verdad la gente quiera desalojar a Chávez, puesto que a decir verdad, fue apoyado abrumadoramente casi en todas las elecciones que se han hecho (la participación en esos procesos fraudulentos contribuyó a legitimarlo), de forma que hace falta explicaciones extraordinarias para que la gente de afuera pueda comprender tamaño cambio de opinión. Más ayuda en realidad a desmontar su apariencia ante ellos uno de sus atributos: la incontinencia verbal, las amenazas, sus insultos, y golpes consecutivos a la constitución. Se ganó una consulta que rechazó sus leyes inconstitucionales, pero viene Chávez y las pone en vigencia.
La actual institucionalidad venezolana fue diseñada, designada e impuesta por la mayoría circunstancial con la que contó H. Chávez, pero como esa mayoría fue tan grande, cuesta muchísimo creer que los mismos que la apoyaron ahora reniegan de ella.
Se ha elegido valerse de esa institucionalidad (podrida) para desalojar a Chávez del poder, en vez, de por ejemplo, de utilizar principios que en su momento justificaron su imposición, como el de la “soberanía del pueblo”, que está por encima de cualquier constitución o ley.
Pero no se puede olvidar que se nos escamotearon hasta la “carnada” para pescar votantes incautos de la constitución 99 como la consagración del referendo revocatorio del 2004. ¿Por qué? Porque las condiciones para el revocatorio fueron espurias; y eso tiene una explicación: es decir, el constituyente en realidad no “consagró” el referendo revocatorio, sino que por el contrario restringió el derecho referendario.
En conclusión, se acudió al médico brujo o chamán de la pobreza, quien no sabemos hasta cuando nos tenga en trance con algún alucinógeno. Mientras, continuamos con este espectáculo de “comunicación con el mundo de los espíritus”.Un bebe feliz en el vientre que luego es asesinado. Video
Un bebe feliz en el vientre que luego es asesinado. Video
Esto es el aborto, que cruel realidad, lo que verás aquí no puede pasar nunca. Yo estoy por la vida y no podemos permitir leyes que despenalicen este asesinato. Lo que verán es conmovedor.
El actor y productor Eduardo Verástegui se une a Derecho por la vida
Eduardo Verástegui, actor y productor de la película Bella, te pide dos minutos para que puedas escuchar “el mensaje que quiero comunicarte a través de un vídeo que he grabado para ti” y lo hace “para defender la vida de los seres humanos más indefensos: los no nacidos…”. Apóyalo. Yo también estoy por el derecho a vivir.org
El aborto le destrozó la vida. Testimonio en video de AVA
“Cristina abortó a su hijo en Madrid presionada por los médicos por tener Trisomía 20 y perdió a un segundo hijo por hacerse la amniocentesis”. Este video del testimonio es presentado por la Asociación de víctimas del aborto (AVA). Al leer además esta web, en la parte de los testimoniales por ejemplo, se puede tener una mejor comprensión de lo que significa el asesinato, el crimen de seres con vida y sus consecuencias.
Campaña “Derecho a vivir”. Video
Acabo de unirme al movimiento “Derecho a vivir“. Consciente de que el Gobierno de Zapatero quiere imponer el mayor atentado contra la vida y la salud de las embarazadas (el aborto totalmente libre), acabo de unirme al movimiento “Derecho a vivir”. Tu también puedes hacerlo desde: http://www.derechoavivir.org. Te llevará menos de un minuto. Con el video a continuación comienza la campaña que “romperá esquemas“. Martha Colmenares
Práctica del aborto en España. Video muy fuerte
El video muestra imágenes que nunca antes habían sido emitidas sobre el proceso de matar fetos. Hasta ver el cadáver de un pequeño ser humano. En una clínica en España, que por lo que se puede apreciar está abierta a toda joven o niña que quiera abortar y que infringe la legislación existente en ese país. Sobrarían las palabras al ver lo que esto contiene. Lo he tomado del blog de Harto, igualmente para apoyar al Grupo Si a la vida. Advertencia: el vídeo a continuación contiene imágenes muy duras, que pueden herir la sensibilidad de las personas. Estamos por la vida al pulsar los relacionados y causas que apoyo. Martha Colmenares
Un bebé pregunta a los políticos. Video
Ante la falta de apoyo social a la mujer embarazada, recreamos la pregunta que cualquier bebé haría dentro del vientre de su madre si se pudiera oír su voz. Pregunta a los políticos si van a ofrecer alternativas al aborto si ganan las elecciones. Producido por los periodistas de la televisión en Internet de la diócesis de Málaga. Vía DIOCESISTV. ¡Que tremenda pregunta! A ver, qué político sabe responderla. Estamos por la vida. Martha Colmenares
Ver matar a un sietemesino es inenarrable. Video
Imágenes como estas, forman parte de una práctica cotidiana. En la defensa por la vida, es preciso mostrarlas. El video lo encontré en el blog Diario de una opositora, el cual da cuenta de artículos que contemplan su penalización. Ya conocía de otros muy fuertes, de hecho uno de ellos está alojado aquí en mi sitio, donde dice ASESINATO DE VIDAS, en portada al lado izquierdo, con información de mucho interés. Las respuestas que estoy segura se te plantearán, podrás encontrarlas más ampliamente y de forma muy seria, en esta web Unidos por la vida, institución en España presidida por Pilar Gutiérrez Vallejo. Meritorio su esfuerzo al constituirse en luz para tantas mujeres que de pronto se encuentran en la oscuridad. Martha Colmenares
Actualizo fecha jueves diciembre 20/07. En la campaña por la vida
VIDEO 2
Actualizo fecha martes diciembre 11. El video ha sido removido de Youtube. En este momento acabo de notarlo. 4.39am
Los Castro y Chávez: desfachatez y cobardía
- Alfredo Crespo
Los Castro y Chávez: desfachatez y cobardía
Vayamos por partes, porque los hermanos Castro son máquinas de generar noticias. El que fuera tirano de la Isla (ahora más en la sombra) porque tiene previsto publicar una obra en la cual explicará a las futuras generaciones de “revolucionarios” como él acabó con la prosperidad de su país, allá en la lejana década de los años cincuenta del siglo XX. Sin duda alguna será un éxito de ventas, la propaganda comunista siempre ha sido una máquina de cumplir objetivos, en muchas ocasiones de forma letal.
La izquierda más nostálgica y reaccionaria cuenta los días para hacer cola, como si de un Real Madrid- Barcelona de Champions League se tratara, para acudir a las librerías y comprarlo. ¿Para quién serán los beneficios económicos de las ventas? Ya sabemos que el Castrismo condena la propiedad privada pero también que no hay progre que sea pobre.
El icono de la izquierda parece que ha vuelto y que lo ha hecho con más fuerza que nunca. Su lengua viperina, aquélla que le lleva a repartir halagos y críticas, había estado sedada durante unos años, por lo que ahora nos desayunaremos con sus “reflexiones”, que dicho sea de paso, rozan el patetismo.
En cuanto a Raúl, tras haber estado un tanto ausente en las celebraciones del Día de la Rebeldía ¿?, también ha regresado y lo ha hecho, claro está, para sentar doctrina. Su finalidad es clara: perpetuarse él y perpetuar su ideología, pero en esta tarea ha reflejado (aunque él no quería) los errores del socialismo. Uno de ellos, la capacidad que tiene para generar individuos parásitos, incapaces de tomar decisiones ya que para eso, piensan, está el Estado. Lo cierto es que en Cuba si eres, no ya de la casta política dirigente, sino simplemente un seguidor de base, puedes estar una vida entera sin dar un palo al agua. Basta con espiar a tus compatriotas o dar algún que otro chivatazo al gobierno, nada que exija una preparación intelectual profunda.
Raúl ahora permite abrir pequeños negocios privados. Sigue, en consecuencia, la creencia de otro socialista-comunista de pro como Mijail Gorbachov, aunque no parece tener en cuenta lo que le pasó al ruso, quien vio con sus propios ojos como el sistema soviético implosionaba y como buena parte de las repúblicas y países satélites de la URSS miraban hacia el Oeste, particularmente a Thatcher. Que a nadie se le olvide este “pequeño” detalle.
Pese a ello, y esto una característica definitoria de los grandes ideólogos de la izquierda, Gorbachov se convirtió en un referente capaz de dar lecciones y opinar sobre lo humano y lo divino. ¿Sucederá lo mismo con el hermanísimo? Dios nos pille confesados si la respuesta es afirmativa.
Finalmente, no podemos olvidarnos del tercero en discordia. El “gran” Hugo Chávez, el dirigente capaz de exportar ideología y petrodólares (ahora menos) pero de tener a su población consumiendo leche en polvo (eso los afortunados) y sin agua con que ducharse. Pues bien, tras el reciente encontronazo verbal con la Colombia de Uribe (con actuaciones apaciguadoras lamentables del tipo Insulza y la OEA), Chávez ha optado por quedarse en su país y no acudir a la reunión del MERCOSUR, organización en la que ansía entrar, con la excusa de que necesita reposo. No nos sorprende. No es nuevo este modus operandi. La cobardía de este tipo de tiranos les hace que sólo con los suyos y entre los suyos estén seguros. Allí donde pueda haber crítica no van. Todo ha quedado en manos de su escudero, Nicolás Maduro, de quien no podemos decir que sea menos beligerante. Lula, una vez más, se ofreció como árbitro y, de nuevo, ni una palabra de condena hacia Caracas, ¿esto es lo que está enseñando a Dilma Rousseff? Parece que José Serra no está de acuerdo. Veremos.
En definitiva, el tiempo transcurre y las sociedades que son regidas por estos tres dictadores empeoran su situación a todos los niveles. Mientras tanto, seguimos creyendo que otra América Latina es posible. Los ejemplos de Uribe-Santos, Chinchilla o Piñera así lo refrendan.
El trampantojo socialista
El trampantojo socialista
Un trampantojo (o trampa ante el ojo) es una técnica pictórica que intenta engañar a la vista jugando con la perspectiva y otros efectos ópticos. Si algo ha quedado claro a lo largo del terrible año que hemos dejado atrás hace menos de una semana es que la política del presidente del Gobierno español es exactamente eso: un trampantojo. No creo que haya nadie que siga defendiendo la buena fe y el idealismo de Rodríguez Zapatero; es demasiado evidente que lo que anima cada movimiento de su equipo es engañar al público.
Desde la ley Sinde hasta las bombillas de Sebastián, pasando por las torpezas de las rubias de oro (Aído y Pajín), la sensación es que, más allá de su inicial pretensión de guiar el destino de España hacia algún lugar concreto, las medidas de Zapatero y sus muchachos responden estrictamente a un intento permanente de ocultar rotos y zurcidos. Las cortinas de humo, sin embargo, no han logrado evitar que los ojos europeos se fijen más en los datos del paro que en el "ingenioso" teléfono del maltratador; en el creciente endeudamiento público que en la alianza de civilizaciones. No hay que olvidar que las meteduras de pata en el ámbito internacional han ayudado a que la mirada de Europa se endurezca. La prensa europea ya barrunta algo de lo que nos espera. De manera que la pintura que trata de simular lo que no existe en el trampantojo de Zapatero es un Mr.Bean que enarbola grotescamente una banderita azul con un puñado de estrellas doradas formando un círculo.
Pero incluso si me equivoco y no se trata de un titánico esfuerzo de maquillaje y nuestro presidente tiene un objetivo prudente a la vista y la sana intención de guiarnos hacia él, no me vale. La intención es estéril en este ámbito, lo que sirve son los resultados. Y los de Zapatero son difícilmente empeorables.
Thomas Sowell explica en su libro A Conflict of Visions los diferentes resultados a que conducen dos visiones opuestas de la naturaleza humana, en concreto, aquella que contempla las limitaciones humanas como un dato más, y la que, por el contrario, considera que el ser humano es capaz de aprender de forma ilimitada. Para quienes defienden la primera opción, como Adam Smith, Edmund Burke o John Locke, lo mejor que podemos hacer es minimizar los errores a que conducen esos vicios, en vez de fijarnos metas inalcanzables. Su propuesta consiste en crear entornos y promover comportamientos virtuosos mediante los incentivos adecuados, incluso si de esa manera la virtud se ejerce sin intención. Por otro lado, quienes creen en la perfectibilidad ilimitada del ser humano, como Thomas Paine, Godwin, Rousseau o Condorcet, no aceptan más que el comportamiento virtuoso intencionado. Así se empeñan en desbrozar las causas de las guerras, la pobreza y el crimen, y en ofrecer una solución que lleve al comportamiento virtuoso de la sociedad.
Esta segunda corriente es la que inunda el pensamiento filosófico-político de nuestro país por obra y gracia de la Revolución Francesa. Para quienes se sientan atraídos (espero que momentáneamente) por esas ideas, simplemente quiero recordar que Robespierre esperaba acabar con el baño de sangre al que sometió a Francia tras los primeros momentos de la Revolución "cuando todo el pueblo se haya convertido en igualmente devoto de su patria y de sus leyes". Esa es la realidad más extrema a la que conduce la visión no restringida de la naturaleza humana. Repito: la más extrema. Pero las menos son igualmente ineficientes. Y, en grandes rasgos, esa es la filosofía que subyace a la política socialista (de todos los partidos). Se trata de dirigir la moral ciudadana a golpe de ley, de restricción, erigiéndose en poseedor de soluciones, encaramado en la máxima soberbia que consiste en creer que uno sabe lo que los demás necesitan, anhelan, desean. Y, a partir de ahí, me da lo mismo si la ley pretende que seamos santos o que seamos demonios. Desde mi punto de vista, es una visión del hombre que lleva indefectiblemente al fracaso, por más que se presenten las mejores intenciones como tarjeta de visita.
¿La razón? La ley de las consecuencias no queridas, el orden espontáneo, la naturaleza imprevisible del hombre. En plata: que no se puede meter el mar en un vaso de agua. Lo otro, la planificación desde arriba, la ingeniería social, la hipocresía moral, llevan a lo que ya sabemos: a la erosión de la responsabilidad, a la disminución de la libertad real, a la perversión de las conciencias, a la expulsión de la moral individual.
Estamos avisados.
Colombia: ¿Cómo vamos a creer en esta justicia?
Colombia: ¿Cómo vamos a creer en esta justicia? – por Víctor Hugo Malagón
Cómo vamos a creer en una Justicia que violenta los derechos fundamentales del ciudadano; cómo vamos a creer en una Justicia que condena sin pruebas y absuelve con ellas; cómo vamos a creer en una Justicia que basa en la cooptación su sistema de ascensos y méritos siendo tan vulnerable a ser también cooptada por intereses ajenos a la búsqueda de la verdad; cómo vamos a creer en una Justicia que se niega sistemáticamente a cumplir con sus deberes constitucionales como el nombramiento de un fiscal general para Colombia; cómo vamos a creer en una Justicia en la que algunos de sus altos dignatarios son presa fácil de la corrupción y de carruseles de favores con reconocidos mafiosos; cómo vamos a creer en una Justicia ineficiente que no garantiza con rapidez, equidad y eficacia la provisión de uno de los bienes más preciados en cualquier Estado de Derecho; cómo vamos a creer en una Justicia que le da mayor credibilidad a testimonios de delincuentes y terroristas que a los testimonios de héroes de la Patria.
Desde siempre y para siempre serán muy dolorosos los hechos acontecidos en Colombia aquel fatídico noviembre de 1985 cuando una célula de terroristas de la banda entonces llamada M-19, financiada por los carteles del narcotráfico, decidió tomar a sangre y fuego el Palacio de Justicia en pleno centro de Bogotá, haciendo rehenes a decenas de compatriotas entre ellos magistrados de las altas cortes, en una operación que los terroristas curiosamente llamaron “Antonio Nariño por los Derechos del Hombre” que ironía… Todos recuerdan en lo que terminó esa operación por los “derechos del hombre”, en un gran holocausto, uno de los episodios más crueles y terribles que recuerde la historia reciente del país. Lo más doloroso es que el acto terrorista propiciado por el M-19 sigue cobrando víctimas y sigue hiriendo de muerte a nuestra institucionalidad, pareciera que tarde o temprano los terroristas se salieran con la suya y, lo que es mejor, sin haberse sometido al juicio político e histórico como principales causantes de esa tragedia nacional. Por el contrario son los mismos terroristas los que 25 años después fungen como testigos principales en los juicios en contra de los altos rangos militares que actuaron entonces bajo el amparo de la constitución y la ley. Pues resulta que hoy un tal René Guarín con un amplio expediente delictivo relacionado con sus nexos con grupos narcoterroristas, es el testigo principal en unos dudosos reconocimientos de personas que supuestamente salieron vivas del Palacio y luego desaparecieron, testimonio que condujo de forma oscura y con actitud solapada a la condena del Teniente Coronel Alfonso Plazas Vega.
Pero claro la noticia atractiva mediáticamente era la condena del Coronel, que el principal testigo tenga un amplio expediente delictivo, ya no es tan atractivo. Los ciudadanos exigen claridad en las toma de decisiones de la Justicia y reciben bofetadas de ella. Que tristeza.
* Víctor Hugo Malagón es economista, especialista en política y relaciones internacionales, y profesor universitario.
Venezuela: Mas de 20 Altos Oficiales Cubanos ocupan puestos claves
Venezuela: Mas de 20 Altos Oficiales Cubanos ocupan puestos claves – ABC.es
«Somos la misma cosa», dijo el presidente cubano Raúl Castro cuando pasaba revista a los oficiales venezolanos en su última visita a Caracas tras la reunión de la Alianza Bolivariana (ALBA), hace un mes. Sin embargo, su anfitrión, Hugo Chávez, le corrigió: «Somos la misma patria», haciendo valer su afinidad con el lema inmortalizado por Fidel Castro: «Patria o muerte, venceremos». La frase de identidad y similitud compartida por los dos aliados viene a confirmar la fuerte y sistemática presencia militar cubana y su influencia en el alto mando de la Fuerza Armada de Venezuela, denunciada recientemente por el general Antonio Rivero González, ex director de Protección Nacional de Defensa Civil. Una alianza que se ha acelerado en los últimos meses: hasta 20 altos oficiales -coroneles y generales- son ya cubanos en el Ejército venezolano, ocupando puestos clave.
El matrimonio de conveniencia entre los regímenes es denominado como «el milagro de la Viagra» por la analista venezolana Elizabeth Burgos -ex esposa del escritor y filósofo francés Regis Debrais, amigo íntimo de Fidel Castro-. Burgos señala que los hermanos Castro han encontrado en Chávez «el sostén financiero después del derrumbe de la URSS», no es solo un aliado más.
Ésta no es la primera vez que el régimen castrista intenta acaparar los recursos económicos y energéticos de Venezuela y convertir la patria de Simón Bolívar en su punta de lanza para su proyecto continental. «En los años 60, Fidel Castro intentó tres veces invadir las costas venezolanas», recuerda el vicealmirante Iván Carratú, ex director del Instituto de Altos Estudios de Defensa Nacional.
Lo que Cuba no logró en los años sesenta en Venezuela, ahora lo está consiguiendo sin pegar un solo tiro. Esta vez «el Ejército cubano no nos ha invadido, en el sentido literal de la palabra. La sumisión del chavismo no es consecuencia de una derrota militar, tampoco existen condiciones en el mundo que justifiquen una alianza de esta naturaleza», explica el analista Manuel Felipe Sierra.
La penetración cubana se intensificó en 2007 con la reforma de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Nacionales, que politiza el sector militar venezolano e incorpora el concepto de «las milicias populares» con el fin de defender la revolución y a su máximo líder.
Oficialmente Chávez sostiene que la presencia cubana no pasa de 30.000 agentes. Sin embargo, otras cifras oficiales hablan de 60.000 cubanos distribuidos en áreas claves como seguridad, inteligencia, asesoramiento policial y militar, control de los sistemas de registro de identidad, pasaportes y notarías.
También la importación de alimentos está en manos de los cubanos, incluidas las 70.000 toneladas de comida que ha llegado a los puertos venezolanos. Y el aeropuerto caraqueño de Maiquetía recibe dos vuelos diarios de cubanos como si fueran «fantasmas» por la falta de registro oficial.
Como la KGB o Stasi
Más que ideológica, la relación entre Chávez y los Castro es simbiótica. Nace de las necesidades de ambos regímenes. «El plan de perpetuarse en el poder de Chávez necesita de una estructura de seguridad y espionaje cultivada durante 50 años por la KGB soviética y la Stasi alemana y con sobrada experiencia en actividades contra la CIA. Eso lo tiene Cuba», señala Sierra.
Con el suministro gratuito de 95.000 barriles diarios de petróleo, Chávez le garantiza la prolongación al agónico fidelismo. Además, a medida que baja en los sondeos la popularidad de Chávez -como sucede ahora por la crisis económica: el 66% de los venezolanos afirma estar totalmente insatisfecho con su gestión-, el mandatario venezolano «necesitará cada vez más ayuda de los cubanos para consolidar su proyecto totalitario». Una simbiosis en torno al «Patria o muerte». Y es que Castro y Chávez quieren que Cuba y Venezuela sean la misma «cosa».
¿Cómo vive un indocumentado en EE.UU.?
¿Cómo vive un indocumentado en EE.UU.?
A veces con documentos falsos, tarjetas de crédito prepagadas y teléfonos celulares sin contrato, cerca de 11 millones de inmigrantes indocumentados residen en Estados Unidos y llevan una vida normal en la clandestinidad.
Los bancos, las casas de cambio de cheques, las agencias de teléfono y los centros educativos ofrecen servicios sin preguntar cuál es el estatus migratorio de sus clientes.
Pero para obtener muchos otros servicios en Estados Unidos, es necesario presentar un documento de identidad que en la mayoría de los casos es la licencia de conducir, para cuya obtención -excepto en los estados de Nuevo México, Washington y Utah- se requiere mostrar una visa de residente.
Una empresaria, un estudiante y una limpiadora de casas le explicaron a BBC Mundo cómo logran mantenerse en la invisibilidad.
"Como si fuera legal"
Liliana Duarte (seudónimo) llegó a Estados Unidos desde Colombia en 1990, junto a su esposo, con visa de turista. Desde entonces vive en un suburbio de Nueva York.
Para poder trabajar, Alberto adquirió un acta de nacimiento puertorriqueña y una tarjeta de seguro social por US$700. Enseguida consiguió empleo y beneficios como un seguro de salud, del que también disfruta su esposa. Liliana es representante en Estados Unidos de una firma importadora colombiana.
Tras su llegada, han tenido dos hijos: Sandra, de 19 años, y Julio, de 10.
"Yo vivo aquí como si fuera legal", explicó Liliana. "Lo único malo es no poder viajar fuera del país porque no tengo la licencia. No he podido ir a ninguna de las bodas de mis hermanos".
Lo único malo es no poder viajar fuera del país
Empresaria colombiana
La empresaria de 40 años explicó que, como maneja los fondos de la compañía que representa, realiza todas sus compras con tarjetas de crédito vinculadas a la empresa, pero también mantiene cuentas bancarias que ha podido abrir sólo presentando su pasaporte colombiano.
"Tengo de todo, cuatro cuentas de bancos. Tengo hasta tarjeta de crédito de Nordstrom", agregó.
Cuando le piden que presente un documento de identidad con fotografía, Liliana muestra una tarjeta que sacó para entrar y salir a un complejo de habitaciones donde reside su mejor amiga.
Sus hijos han estudiado en colegios católicos privados, donde no le han pedido que muestre la licencia de conducir, un requisito en los planteles públicos para inscribir estudiantes.
Liliana afirmó que mantenerse en el país sin la residencia "es muy fácil cuando tienes tarjetas de crédito, seguro médico y el ID (identificación) de la comunidad".
"Vida doble"
Mario Rodas, de 22 años, cursa segundo año de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard. Desde que se graduó de la secundaria estuvo tomando apenas dos clases cada semestre porque, al ser indocumentado, no tenía acceso a los préstamos federales para estudios universitarios.
"Hasta la secundaria a uno no le importa el estatus migratorio", explicó el joven guatemalteco, quien entró a Estados Unidos a los 10 años con visa de turista.
"Cuando quise ir a la universidad fue cuando empecé a investigar más sobre cuáles eran los requisitos para poder recibir préstamos estudiantiles", agregó Rodas.
No iba a los edificios federales, a las cortes y mucho menos a los aeropuertos
Mario Rodas, estudiante
Una profesora de la escuela a la que asistía en Malden, Massachusetts, le hizo ver la realidad: "Desafortunadamente iba a tener que pasar por muchas cosas".
A partir de entonces Rodas llevó lo que él describe como "una vida doble", pero en lugar de obtener documentos falsos o mentir, el estudiante prefirió solo usar el transporte colectivo y evitar tener que presentar una licencia de conducir.
"Me mantenía alejado de los lugares que me iban a pedir una identificación por el miedo a que llamaran a 'la migra'. No iba a los edificios federales, a las cortes y mucho menos a los aeropuertos".
Rodas resolvió su estatus migratorio al lograr asilo político en Estados Unidos.
Su lugar
Tania Rodríguez (seudónimo) ingresó al país desde México, hace cinco años, con una tarjeta para cruzar la frontera (conocida como BCC, por sus siglas en inglés). Reside en Texas con su marido Pedro, un indocumentado que conoció después de llegar al país, y su hija de cuatro años.
"Yo desde un principio contaba con la tarjeta para votar en México, ésa es la identificación con foto que presento cuando me la piden", explicó Rodríguez, quien además maneja portando la licencia de conducir mexicana.
A la mayoría de la gente le conviene que uno no tenga papeles
Limpiadora de casas
"De vez en cuando voy a trabajar limpiando casas", agregó la mujer de 30 años. "A la mayoría de la gente le conviene que uno no tenga papeles para no tener que darle la información al seguro social".
Con la licencia mexicana adquirió el seguro del automóvil. Tiene teléfono prepagado y todas sus transacciones las hace en efectivo porque no ha abierto cuenta bancaria ni ha obtenido tarjeta de crédito.
Pedro no tiene ningún documento de identificación y trabaja "en lo que le sale, ya sea cortando yardas (jardines) o en los ranchos cuidando a los animales". Fue detenido y deportado hace dos años, pero "regresó por el río", cuenta su mujer.
"Los papeles nada más le sirven a uno para encontrar un buen trabajo y para que le den a uno su lugar", agregó Rodríguez.
Estados Unidos: la economía no repunta
Estados Unidos: la economía no repunta
Las nuevas cifras económicas provenientes de Estados Unidos indican que el país creció a una tasa anual de 1,6%, casi un 1% menos de lo que el gobierno esperaba, con lo que aumentan los temores de una nueva recesión.
El Departamento de Comercio de EE.UU. confirmó lo que mucha gente ya presentía. La recuperación económica, que lucía tan promisoria a principios de año, lucha denodadamente por no perder el paso.
El crecimiento de la mayor economía del mundo se restringió, entre abril y junio, a un 1,6% de una tasa anual de 2,4%.
El aumento de las importaciones es el factor principal en esta baja del crecimiento. Los consumidores estadounidenses importaron más bienes de los que vendieron en el exterior.
Según la periodista de la BBC Michelle Fleury, escribiendo desde Nueva York, esto demuestra que la gente todavía está gastando, pero con tanto desempleo, la confianza del consumidor continúa siendo escasa.
Vivienda y pequeña empresa
Algunos informes recientes, poco halagüeños, mostraban que el mercado de la vivienda y las pequeñas empresas, aún considerados la columna vertebral de cualquier recuperación, se encuentran en aprietos para conseguir préstamos.
Esto es lo que preocupa al director de la Reserva Federal, Banco Central de Estados UNidos, Ben Bernanke, quien reconoció, el viernes, que la recuperación económica había perdido más impulso del esperado.
Bernanke agregó que la Reserva Fedaral, que ya apoya la recuperación mediante su política monetaria, está dispuesta a ofrecer asistencia adicional si es necesaria, especialmente si las perspectivas apuntan a un deterioro.
México: las otras víctimas que destapó la masacre
México: las otras víctimas que destapó la masacre
El hallazgo esta semana de los cadáveres de 72 indocumentados en un rancho de San Fernando, en el sur del estado mexicano de Tamaulipas, ha puesto de relieve el lucrativo negocio de la inmigración ilegal manejado por el crimen organizado.
Las víctimas de esta actividad suelen ser personas que huyen de la pobreza en Centro y Sudamérica. Atraviesan México con coyotes (traficantes de personas) y viajan apenas con lo puesto.
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¿Pero cómo es que las organizaciones criminales obtienen grandes ganancias con este tipo de emigrantes? ¿Por qué los indocumentados son secuestrados y extorsionados?
"Lo fuerte no es tanto el dinero de los secuestros, que asciende a millones de dólares, sino el trasiego de estupefacientes", le dijo a BBC Mundo el padre Alejandro Solalinde, activista de los derechos de los inmigrantes.
Se aprovechan de que los inmigrantes son pobres, algunos de ellos de baja escolaridad, son personas buenas, campesinas, trabajadoras
Padre Alejandro Solalinde, activista de los derechos de los inmigrantes
"Se aprovechan de que los inmigrantes son pobres, algunos de ellos de baja escolaridad, son personas buenas, campesinas, trabajadoras", explica Solalinde, quien dirige un refugio para migrantes en el municipio de Ixtepec, en el estado de Oaxaca.
"Pero no importa si tienen muchos estudios o pocos, de todos modos los afilian a la delincuencia y finalmente acaban envileciéndolos también con la droga", dijo el sacerdote.
Cerca de 10.000 secuestros de inmigrantes en apenas seis meses es la aproximación oficial más reciente a la hora de calibrar este delito prácticamente invisible.
El dato, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) -un organismo autónomo del Estado- es de 2009 y apunta a unos 1.600 secuestrados al mes, en la mayoría de los casos a manos de grupos del crimen organizado.
El gobierno mexicano no comparte estas cifras, porque cuestiona la metodología con la que se han obtenido.
Escalofríos
Se estima, sin embargo, que la realidad es mucho peor que lo que ya augura ese cálculo.
"No hay cifras, no hay números confiables sobre cuántos inmigrantes han sido verdaderamente secuestrados y asesinados en territorio mexicano", declaró Pablo Martínez, portavoz de la organización Sin Fronteras, que defiende los derechos de los indocumentados.
Nacionalidades de los secuestrados
- La gran mayoría es de Honduras.
- El 18% en 2009 era de El Salvador, según la CNDH.
- Le siguen de Guatemala y Nicaragua.
- En menor medida, de Ecuador, Brasil, Chile, Costa Rica y Perú.
Con él concuerda el padre Solalinde, advirtiendo que "nos quedaríamos boquiabiertos, tendríamos escalofríos si llegáramos a saber las verdaderas cifras".
Asegura, además, que muchas de las muertes de indocumentados nunca saldrán a la luz porque los grupos criminales han desarrollado técnicas eficaces para hacer desaparecer los cadáveres.
"Hablamos de desaparecidos cuyas familias jamás vuelven a saber de ellos", dijo.
En declaraciones a la BBC, el ex titular de la Unidad Especializada de Combate a la Delincuencia en México Samuel González Ruiz expresó que "la vulnerabilidad de esas víctimas viene dada por el hecho de que ni siquiera pueden acudir a las autoridades porque serían deportados.
Sus captores "los colocan en una situación de trabajo forzado, de esclavitud", manifestó.
Financiación
En un comunicado reciente, el Ministerio de Gobernación reconoció que la delincuencia organizada enfoca ahora sus actividades contra los indocumentados.
Según el informe de 2009 de la CNDH, "la frecuencia y magnitud de los secuestros de migrantes implica una actividad delictiva de enormes proporciones, que representa altos ingresos a la delincuencia".
De acuerdo con sus cálculos, el crimen organizado obtendría beneficios por valor de unos US$25 millones a raíz de estos plagios.
Según testimonios recabados por varias organizaciones civiles, el grupo de crimen organizado que más se menciona como autor de los secuestros de indocumentados es el Cartel de Los Zetas, uno de los más violentos y poderosos de México.
En palabras de González Ruiz, "los zetas iniciaron sus operaciones en la región de Tamaulipas pero han expandido sus actividades por todo México y en los últimos dos o tres años se ha visto una unificación del mercado ilícito, expresada en el secuestro y transportación de migrantes".
(Los captores) los colocan en una situación de trabajo forzado, de esclavitud
Samuel González Ruiz, ex titular de la Unidad Especializada de Combate a la Delincuencia
Para Solalinde, los criminales se aprovechan de los indocumentados quitándoles el dinero "de hoy, de ayer y de mañana".
De hoy, explica, a partir del robo de dinero en efectivo (a menudo prestado) que los indocumentados llevan encima para poder pagar el largo y costoso trayecto hasta Estados Unidos.
De ayer, añade, porque al exigir un pago por el rescate acaban con los ahorros de ellos mismos y de los familiares y amigos que el secuestrado pueda tener en su país de origen o en Estados Unidos.
Y de mañana, concluye, porque con frecuencia los criminales mantienen las extorsiones durante un tiempo, cobrando mensualmente por una liberación futura que puede llegar a suceder o no.
Forzados a colaborar
El otro gran propósito de los secuestros de indocumentados es el reclutamiento forzado para los cárteles de la droga.
Como ilegales, son inexistentes en registros oficiales y constituyen mano de obra barata o gratuita, muy vulnerable y de la que fácilmente se puede prescindir llegado el momento sin apenas consecuencias.
Estados con más secuestros
- Veracruz y Tabasco (en la costa sur del Golfo de México) tienen las cifras más altas.
- Les siguen Oaxaca y Chiapas, en el sur del país, y Coahuila, en el norte.
Según el padre Solalinde, los centroamericanos "están siendo afiliados para maltratar a sus propios hermanos".
Asegura que a veces ya los propios indocumentados se ocupan de la parte operativa de los plagios para el cartel, "y ya no tiene que ser el sicario el que haga eso. Ellos los cuidan y les dan de comer".
En otros casos los secuestrados son obligados a transportar droga o a conseguir a nuevas víctimas en albergues de indocumentados.
Sin consecuencias
En su informe "Las víctimas invisibles: migrantes en movimiento en México", de abril de este año, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) advirtió sobre los "niveles alarmantes" de abuso que sufren "decenas de miles" de centroamericanos que cada año cruzan territorio mexicano hacia EE.UU.
"Los privan de su libertad, los golpean hasta casi matarlos y a muchos de ellos los asesinan, como es el caso que estamos viendo ahora en San Fernando (Tamaulipas)", dijo Solalinde, en referencia a los 72 cadáveres encontrados por efectivos de la marina esta semana, la mayoría se teme de indocumentados.
"No hay una política de atención a víctimas del secuestro, no hay prevención del delito, no hay absolutamente nada más que palabras por parte del Estado mexicano", le dijo a BBC Mundo Pablo Martínez, portavoz de Sin Fronteras.
(El gobierno) no avala ni comparte las cifras del informe de la CNDH, debido a que se desprenden de una metodología cuyo propósito no es el de medir el fenómeno con precisión, sino alertar respecto a su existencia
Reporte del gobierno de México
El sacerdote Solalinde corrobora que los indocumentados que sobreviven al plagio no reciben atención médica ni protección por parte del Estado.
Y va aún más allá en sus críticas, diciendo que en esta crisis humanitaria "hay complicidad de autoridades, hay corrupción y hay colusión".
Asegura que en las 52 Casas del Emigrante que hay repartidas por todo el país se registran casos de secuestros a diario.
"Ellos nos describen dónde, cuándo, cómo, quién… saben hasta nombres. Si de veras el gobierno de México quisiera hacer algo, simplemente con el rastreo de una compañía de envío internacional de dinero podría saber quiénes están cobrando por los secuestros".
"No es posible que pueda pasar desapercibida una persona que está cobrando tanto dinero y en el mismo lugar", dijo el activista.
Por su parte, el gobierno de México ha dicho que comparte plenamente la preocupación por el problema del secuestro de migrantes y que ha tomado medidas para combatirlo.
No obstante, en un informe publicado en julio aclaró que "no avala ni comparte las cifras de la CNDH, debido a que se desprenden de una metodología cuyo propósito no es el de medir el fenómeno con precisión, sino alertar respecto a su existencia y posible incremento".
"Yo fui secuestrado por Los Zetas"
"Yo fui secuestrado por Los Zetas"
El momento más dramático en el viaje de Martín, un inmigrante indocumentado de Guatemala que está intentando cruzar hacia Estados Unidos vía México, fue cuando Los Zetas mataron a golpes a dos de sus compañeros de viaje.
Martín había sido secuestrado por miembros de este cartel de narcotraficantes y permanecía junto con otros 100 centroamericanos en una casa de seguridad de Tierra Blanca, Veracruz.
Y las dos víctimas, jóvenes de El Salvador, no quisieron entregar el número telefónico de sus familias, a quienes los secuestradores pretendían extorsionar.
Entonces, recuerda Martín, los plagiarios reunieron a los indocumentados y, frente a ellos, asesinaron a los salvadoreños.
"Les dieron de golpes en la cabeza hasta matarlos. A puro golpe. Dijeron que era un mensaje a todos los migrantes para que obedecieran", le cuenta a BBC Mundo.
Martín salvó la vida porque su familia pagó US$1.000 como rescate, pero ahora se siente más solo que antes de su dramática experiencia.
"No me puedo comunicar a Guatemala, llamo y llamo y no contestan. Pienso que ya me hacen por muerto".
Y el miedo que sintió durante su secuestro volvió ahora con más fuerza, después que 72 inmigrantes aparecieron asesinados en Tamaulipas, aparentemente a manos de un grupo vinculado a Los Zetas.
Golpes y abusos
Historias como la de Martín se repiten con frecuencia en México, por donde cada año cruzan más de 100.000 inmigrantes indocumentados en camino a Estados Unidos.
Les dieron de golpes en la cabeza hasta matarlos. A puro golpe. Dijeron que era un mensaje a todos los migrantes para que obedecieran
Martín, inmigrante guatemalteco
La mayoría son víctimas de abusos, golpes, detenciones arbitrarias y extorsión, según han documentado organizaciones civiles.
Y en los últimos años se ha registrado un creciente número de secuestros cometidos por bandas de la delincuencia organizada, algunas ligadas a carteles de la droga.
Entre octubre de 2008 y febrero de 2009 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) documentó más de 10.000 plagios.
El gubernamental Instituto Nacional de Migración cuestionó la cifra, pero lo cierto es que, hasta ahora, es el único dato sobre secuestro de migrantes.
Secuestro
En la investigación de la CNDH abundan los testimonios de torturas, vejaciones y asesinatos, como los que presenció Martín desde que cruzó la frontera mexicana, el primer día de agosto.
El grupo de indocumentados con quienes viajaba llegó a bordo de un tren carguero a la comunidad de Medias Aguas, en Veracruz, en el oriente del país.
"Estábamos descansando cuando aparecieron personas con cuchillos y pistolas. Nos obligaron a quitarnos la ropa pero a dos que se resistieron los mataron allí mismo".
Cinco compañeros de viaje de Martín fueron secuestrados en Medias Aguas. El resto del grupo, una veintena, logró escapar. Los cuerpos de los asesinados quedaron a un lado de las vías.
Al día siguiente, en Tierra Blanca, la historia se repitió.
"Por la madrugada llegaron personas con rifles y nos subieron a una camioneta verde. A los que corrieron les dispararon en la cabeza".
En el vehículo, los inmigrantes fueron llevados a una casa de seguridad de tres niveles, donde ya había varias decenas de centroamericanos.
Hambre y golpes
Martín permaneció secuestrado tres días. En ese tiempo sólo comió dos tortillas con un poco de agua.
Pero no sintió hambre, dice, angustiado por el asesinato a golpes de los dos salvadoreños. "Eran jóvenes, como de 18 o 19 años".
Los Zetas te matan si no les pagas o trabajas para ellos
Martín, inmigrante Guatemalteco
Durante el cautiverio, Los Zetas golpearon con tablas a varios migrantes; a otros los separaron del grupo y no se supo más de ellos.
Cuando a Martín lo dejaron libre siguió su viaje en tren hasta Saltillo, Coahuila, en el norte del país, donde permanecía en el albergue Belén, Posada del Migrante. Allí lo contactó BBC Mundo.
Sigue con el plan de viajar a Estados Unidos, aunque primero quiere conseguir algo de dinero en la cosecha de manzanas en Chihuahua. A Tamaulipas, donde ocurrió la masacre de inmigrantes, no quiere acercarse.
"Los Zetas te matan si no les pagas o trabajas para ellos. Es muy malo lo que está sucediendo en México", concluyó.
LOS RETOS DE SANTOS
El nuevo líder colombiano se ha comprometido a realizar reformas en la seguridad de su país. ¿Cuáles son los desafíos? Aplicar una estrategia más global, mejorar las relaciones con sus vecinos… y librarse de la sombra de Uribe.
Pocos días después de asumir la presidencia colombiana, Juan Manuel Santos ya empezaba a tomar distancia de su predecesor, Álvaro Uribe. Prueba de ello fue su reciente reunión en Bogotá con su homólogo venezolano, Hugo Chávez.
La campaña militar llevada a cabo durante ocho años por Uribe ha logrado debilitar al principal grupo guerrillero del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero de ninguna manera ha conseguido acabar definitivamente con él. Cuentan todavía con entre 8.000 y 10.000 efectivos y, por medio del reclutamiento forzado, especialmente de niños, han podido remplazar a muchos de los soldados de a pie que fueron muertos o capturados por las fuerzas gubernamentales. Por otro lado, sus crecientes vínculos con el narcotráfico han servido para volver a llenar sus arcas y para asegurarles un flujo constante de ingresos.
En un intento de aislar a la jefatura de las FARC del resto de la organización, las fuerzas de seguridad empujaron a la guerrilla hacia regiones remotas y su presencia fue mermada: en 2002 se encontraban en la mitad de los 1098 municipios que conforman el país, mientras que en la actualidad el porcentaje se ha reducido a un cuarto. Aunque ya no representan una amenaza en los principales centros urbanos, todavía están lejos de desaparecer. Se mantienen a base de minas antipersona, artefactos explosivos improvisados y ataques con francotiradores, técnicas muy baratas y altamente mortales.
En algunas zonas, grupos más pequeños y vulnerables, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), se ven forzados a firmar alianzas con las FARC, mientras que en otras, se encuentran en plena competencia. Ambos han logrado esquivar las persecuciones moviéndose de un lado a otro de la frontera con Venezuela; la hostilidad de Uribe hacia Chávez no tuvo mucho impacto.
Igual de preocupante es, quizás, la creciente aparición de nuevos grupos armados ilegales (NGAI) como los Rastrojos o las Águilas Negras. Algunos son sólo bandas dedicadas al narcotráfico, pero otros tienen su origen en grupos paramilitares, que Uribe nunca llegó a desmantelar del todo. Los NGAI añaden una nueva y preocupante dimensión al problema de la lucha por la seguridad ciudadana en Colombia.
Santos ha dado un primer paso para cambiar las políticas del pasado asignando el cargo de ministro de Exteriores a una antigua embajadora de Colombia ante la ONU, que dimitió como signo de protesta ante acciones de Uribe. Además, el nuevo presidente invitó a Chávez a su toma de posesión y anunció planes para una política de seguridad más allá de lo puramente militar.
Pocos días antes de que Santos asumiera el cargo, Uribe reaccionó presentando, por medio de su embajador, un vídeo, fotos e imágenes de satélite ante la Organización de Estados Americanos (OEA), con el propósito de mostrar docenas de campamentos de veraneo de la insurgencia en Venezuela. A pesar de que la presencia de las FARC en el país vecino es conocida desde hace tiempo, este gesto público ante la OEA es un signo de que Uribe no está dispuesto a desaparecer al término de sus dos mandatos.
En su discurso inaugural, Santos ensalzó la labor de refuerzo del Ejército colombiano de Uribe, pero también aludió a una serie de políticas que han fracasado en el difícil objetivo de acabar con un conflicto que dura ya 50 años. Y, lo que es quizás más importante, reafirmó su intención de mejorar las relaciones con sus vecinos.
MUCHO POR HACER
El nuevo presidente parece haber entendido que los retos a los que se enfrenta su país requieren una estrategia de seguridad más amplia, lo que no será fácil, sobre todo si Uribe se opone.
Para superar el escollo, Santos debería, en primer lugar, mantener la presión militar sobre las FARC y responder a las nuevas tácticas de los insurgentes al mismo tiempo que pone fin a las violaciones de los derechos humanos que minaron la reputación del Ejército de Uribe. La política de seguridad requiere también la cooperación entre vecinos: Brasil, Ecuador, Panamá y Perú. En el caso de Venezuela, de lo que se trata es de convencer a otros líderes latinoamericanos a que animen a Chávez a reconocer los riesgos diplomáticos de un coqueteo con las FARC.
Se trata es de convencer a otros líderes latinoamericanos a que animen a Chávez a reconocer los riesgos diplomáticos de un coqueteo con las FARC | ||||||
Por otro lado, el nuevo líder colombiano tendría que llevar a cabo una estrategia de seguridad ciudadana global, en la que la cuestión de los grupos ilegales armados que están apareciendo sea abordada con la misma seriedad con la que se trata el problema de las FARC, el ELN o los grupos paramilitares. Para ello, es necesario reforzar el sistema judicial, la aplicación de la ley y la defensa de los derechos humanos, en especial con miras a proteger comunidades minoritarias.
Santos debería potenciar la reducción de la pobreza en los medios rurales y ampliar la presencia del Estado en municipios, una vez que sean considerados como seguros. Esto significa, por un lado, actuar seriamente sobre la reforma agraria, lo que permitiría volver a sus casas a cientos de miles de personas que han tenido que desplazarse a otros puntos del país, y por otro, involucrar a los ministros del Gobierno para que trabajen de modo conjunto en una política de consolidación basada en la población civil.
Por último, se debe trazar una estrategia de negociación para poner fin al conflicto, que ofrezca a las FARC y al ELN una vía para volver a casa sin convertir el proceso en un episodio más de impunidad en Colombia.
Santos ha prometido reformas en materia de seguridad. Si fracasa en la práctica, el nuevo presidente corre el riesgo de encontrarse frente a frente con una nueva y prolongada guerra contra las guerrillas, los paramilitares y el narcotráfico. Y de quedarse a la sombra de su predecesor.
LA GUERRA EN MEXICO
NOS PERMITE VER MAS ALLA DEL HORIZONTE DE SECUESTROS, MUERTES, EXTORSIONES Y CORRRUPCION Y ENTENDER MEJOR NUESTRA REALIDAD Y NUESTRO RUMBO.
JLCOINDREAU
LA GUERRA EN MEXICO
Joaquín Villalobos
Una parte importante de la sociedad mexicana se resiste a aceptar la idea de que México está en guerra y, mientras no acepte esa realidad, nunca podrá entender la violencia que está viviendo el país. El asesinato del candidato a gobernador de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, y los ataques cada vez más sistemáticos de los cárteles a las fuerzas policiales y funcionarios de seguridad, han creado incertidumbre y dificultad entre los mexicanos para interpretar estos hechos. Basta una mirada rápida a los datos sobre víctimas; secuencia y cantidad de contactos armados; armamento y medios involucrados; extensión de los territorios en disputa y fuerzas policiales y militares comprometidas por aire, mar y tierra, para concluir que México tiene una guerra.
Desde el conflicto en los Balcanes las guerras dejaron de ser consideradas los clásicos enfrentamientos entre dos contendientes. Muchas de éstas se convirtieron en confrontaciones entre múltiples actores que luchan movidos por fanatismos nacionalistas o religiosos, o que se disputan recursos involucrando a bandidos, combatientes y fuerzas del Estado. Existen conflictos de este tipo provocados por diamantes, esmeraldas, plantaciones de coca, cultivos de amapola o el cobro de rentas a compañías petroleras. En México, el centro del conflicto es su valor de ruta para introducir drogas a Estados Unidos. Los miles de millones de dólares que produce esa ruta generaron unos poderes fácticos criminales con ejércitos privados que se hicieron dueños de la frontera norte de México y parte de la frontera sur de Estados Unidos.
Esa zona se volvió el albergue de múltiples actividades delictivas y terminó convertida prácticamente en otro país. Al igual que en otras guerras por recursos, terminó estallando al norte de México un sangriento conflicto entre los distintos grupos criminales por dominar rutas de narcotráfico, plazas de narcomenudeo y territorios de pandillas, y esto obligó al Estado a intervenir. Para darse una idea del tamaño de la guerra entre cárteles y del poder de éstos, basta decir que estas bandas se han causado entre ellas alrededor de 20 mil bajas mortales en sólo tres años. De los 25 mil muertos que se registran hasta la fecha, aproximadamente el 90% corresponde a los cárteles y el resto a civiles y miembros de las fuerzas de seguridad. El 80% de los homicidios ocurren en la frontera norte y una parte importante de la violencia que tiene lugar en el resto de México guarda relación con lo que ocurre al norte.
Es cierto que México tiene problemas de impunidad, corrupción y debilidad institucional, pero esos problemas no tenían por qué derivar en una guerra. Han sido el valor como ruta de la droga, los miles de millones de dólares y las decenas de miles de armas provenientes de Estados Unidos los factores principales en la generación del conflicto. Dada la diferencia de desarrollo entre ambos países el comercio ilegal de drogas ha impactado de forma asimétrica. Lo que para Estados Unidos es un problema marginal de salud y seguridad pública, para México se ha convertido en guerra y amenaza a la seguridad nacional. El gobierno de México le ha decomisado más de 75 mil armas y más de 400 millones de dólares a los cárteles en tres años. La cantidad de armas creció exponencialmente resultado de una carrera armamentista entre cárteles en los últimos cinco años. Esas armas son más que lo que los gobiernos colombianos le han decomisado a las FARC en varias décadas y es tres veces lo que las guerrillas de El Salvador lograron introducir desde Nicaragua durante la guerra civil en ese país. El dinero es cuatro veces lo que el gobierno de Estados Unidos aprobó como ayuda para sostener a 40 mil contrarrevolucionarios nicaragüenses en los ochenta. Aun y cuando las armas de los cárteles están más en función intimidatoria que combativa, su resultado es el dominio territorial y esto implica que muchos mexicanos quedan bajo su autoridad.
Con seguridad los cárteles del narcotráfico, pandillas urbanas y demás delincuentes establecidos en la frontera norte y en estados como Michoacán y Guerrero suman en su conjunto muchos miles de bandidos armados que amenazan la soberanía de una parte del territorio mexicano, y esto no es un problema de segundo orden. No se trata de escoger entre perseguir narcotraficantes o perseguir “rateros”, sino de atender una clara amenaza a la soberanía del Estado que pone en peligro a toda la sociedad. Es comprensible que por razones de imagen, rigidez teórica o interés político personal, no se le quiera llamar guerra a una guerra, pero los datos duros son muy claros en ese sentido, el país tiene una guerra y la violencia es parte natural de ésta. No existen las guerras sin muertos, por lo tanto, mientras no se acepte que hay un conflicto armado y que se está frente a una situación anormal que demanda sacrificios y acciones extraordinarias, no se entenderá la violencia, se pensará que ésta se puede ocultar o resolver rápido y fácil, o se creerá ingenuamente que si el gobierno suspendiera sus operaciones la violencia terminaría.
Entre los que se oponen a confrontar a los cárteles subyace la idea de una posible estrategia no violenta y silenciosa que nadie explica. Se puede discutir sobre formas eficaces de usar la fuerza, pero no existe camino pacífico para enfrentar a los cárteles y no hay modo de que la violencia en México pueda pasar desapercibida. Con el crimen organizado no se puede ni convivir ni negociar y si no se le combate crece. Si no se les estuviera combatiendo ahora, a futuro terminarían convertidos en un gran poder criminal en el propio Distrito Federal, tal como le ocurrió a Colombia con Bogotá. Si el centro de gravedad del conflicto es el valor de la ruta de la droga, es necesario reducir al máximo el valor de ésta, quitándoles ventajas, oportunidades y comodidades a los cárteles en el uso de ese territorio.
Lo anterior sólo es posible hacerlo usando la fuerza, porque no se puede resolver este problema rezando. Ni suplicándoles que no crezcan, que no maten, que se porten bien o que negocien pactos de civilidad. Lo que se suele llamar erróneamente “negociación” no consiste en hablar en una mesa con los criminales, sino en poner una correlación de fuerzas en el terreno a favor del Estado que les limite su actividad. En la actualidad hay lugares donde es el crimen organizado el que le ha puesto límites a la actividad del Estado. El problema de México no es atajar drogas para que no le lleguen a los norteamericanos, eso es una consecuencia secundaria. México necesita desmantelar cárteles, pandillas y estructuras criminales para recuperar autoridad y devolverle la tranquilidad a los ciudadanos y esto no puede hacerse en poco tiempo y sin sufrir muertos.
La guerra es entonces una realidad inevitable y la violencia y el tiempo no son por ahora indicadores de victoria o fracaso, sino indicadores del tamaño del problema. No es sensato demandar que en tres años acabe la violencia de unos grupos criminales que poseen miles de millones de dólares, decenas de miles de armas y miles de bandidos que han aprendido a matar. Estos grupos no crecieron, se armaron y se apoderaron de territorios de la noche a la mañana; lo hicieron durante un periodo de paz ficticia que al final se volvió insostenible. No fue la acción presente del Estado lo que generó la violencia, sino la inacción de éste en el pasado. La guerra la impusieron los criminales con sus matanzas que se convirtieron en un reto a la autoridad; el Estado no podía limitarse a ser árbitro. La violencia le iba a estallar a cualquiera que gobernara México. Por lo tanto, que haya crecido la violencia al intervenir el gobierno y enfrentar a los cárteles, es algo totalmente lógico e inevitable.
La violencia es parte inherente de una guerra y no es por sí misma una señal de lo mal que va ésta. La demanda de los opositores es razonable si se centra en exigir más eficacia, mejor coordinación interinstitucional, integralidad de los planes y acuerdos políticos en seguridad, pero es ilógica cuando demandan el fin de la violencia a toda costa porque eso es imposible. Primero porque es indispensable que el Estado use la fuerza y segundo porque la violencia entre delincuentes no depende del gobierno. Las victorias por ahora no pueden medirse por el fin o la disminución de la violencia, sino por los golpes que las fuerzas del Estado propinan a los cárteles; por las armas, el dinero y la droga decomisada; por las capturas de delincuentes; por la reducción de la infiltración en las policías; por los territorios que se van recuperando; por la reforma, depuración y unificación de las policías; por el desarrollo de políticas sociales orientadas a mejorar la seguridad y por la construcción de infraestructuras que permitan consolidar los territorios recuperados; ésos son los indicadores del éxito.
El conflicto en México es de impacto territorial reducido, pero con un efecto en la percepción de inseguridad multiplicado, dada la importancia estratégica del país. La violencia está concentrada en la frontera norte, pero dado que el país tiene casi dos millones de kilómetros cuadrados y 112 millones de habitantes, los indicadores nacionales de homicidios son bajos y la mayor parte del territorio está en paz. Sin embargo, los disparos en Ciudad Juárez se escuchan con fuerza en Washington y en la ciudad de México. Existe en realidad una situación de guerra en la periferia con paz en el Distrito Federal. El hecho de que el debate en el centro vital descanse en la percepción y no en una amenaza tangible, crea dificultades adicionales para que se entienda la violencia y la gravedad del problema. Esto facilita que algunos piensen que ésta es una guerra del gobierno y no una causa nacional.
No todas las violencias son iguales ni pueden ser leídas de la misma manera. Por ejemplo, que ETA ponga más bombas en España es señal de fortalecimiento de los terroristas vascos porque su violencia está ligada directamente a su propósito político, y en su lógica más violencia es avance. En el caso de las pandillas que existen en Centroamérica y también en Ciudad Juárez, la violencia forma parte de su identidad y no es sólo un mecanismo de defensa; esta violencia es por ello más irracional, más difícil de controlar y su crecimiento es señal de agravamiento del problema. En el caso del crimen organizado en México la violencia es instrumental, le sirve para defender sus “negocios”, para intimidar y controlar territorio y para hegemonizar en rutas y plazas frente a otros grupos criminales. Su combate natural es con otros cárteles, no con el Estado. La lucha entre cárteles es un asunto de competidores por el mercado como en cualquier otro negocio, la diferencia es que en vez de resolver esa competencia vía publicidad, calidad de productos o en juicios mercantiles, la resuelven matándose unos a otros porque son criminales, no empresarios.
La violencia de los cárteles contra el Estado mexicano es, por lo tanto, un recurso de última instancia porque atacar al gobierno no ayuda a sus propósitos, algo que se expresa claramente en su regla explícita de evitar “calentar la plaza”, es decir, evitar llamar la atención del Estado. Entre menos se interese el gobierno en combatirlos, mejor para ellos, y el problema es que esto puede derivar en que lleguen a tener más poder que el Estado. Esto ocurre cuando el Estado pierde el monopolio de la fuerza y eso no resulta necesariamente de combates, sino por el debilitamiento de las instituciones de seguridad a consecuencia de la penetración y la corrupción, por el crecimiento exagerado de la seguridad privada y por el fortalecimiento de poderes criminales armados. La existencia de más de mil corporaciones policiales, de decenas de grupos criminales, de múltiples territorios en disputa, más las dificultades de coordinación entre distintos niveles de gobierno, pueden convertirse en una fragmentación muy peligrosa. Si no se actúa para asegurar la autoridad del Estado sobre todo el territorio, hay riesgo de que el país quede dividido en múltiples feudos criminales y que el Estado se convierta sólo en otro feudo más como en Guatemala.
La confusión sobre los tipos de violencia y la no comprensión sobre el propósito de los cárteles conduce a malinterpretar los hechos violentos. El ascenso de la violencia de los cárteles contra las fuerzas y funcionarios del Estado no debe ser interpretado como si se estuviese enfrentando a una insurgencia. Los cárteles no confrontan al Estado, tratan de cooptarlo, de corromperlo con dinero o de neutralizarlo por intimidación. El Chapo Guzmán y el resto de los capos no pretenden hacer una revolución y entrar victoriosos a la capital para sentarse en la silla presidencial y gobernar México. Se trata de criminales movidos por la codicia, que quieren enriquecerse traficando droga y para ello prefieren comprar policías y políticos que matarlos.
Se suele decir que los cárteles son ahora más fuertes que antes porque su violencia se ha vuelto más manifiesta. Esto es un gran contrasentido porque implica que éstos son más fuertes ahora que se les combate, que cuando no se les combatía. Es absurdo pensar que los miles de muertos, los miles de presos y las decenas de miles de armas, drogas y dinero capturados los han fortalecido. Igualmente se suele decir que ahora penetran más a las policías que antes. Pero esto tampoco tiene sentido ya que después de miles de policías depurados de las corporaciones, más de un millar muertos por los delincuentes y centenares presos por vincularse al narcotráfico, han aumentado dramáticamente los riesgos para quienes acepten corromperse. Por lo tanto, ha disminuido la infiltración, algo que se evidencia en que ahora hay más capturas de capos que antes.
Toda violencia extrema que rompe límites propios es síntoma de acoso. Que ahora haya más violencia y que los cárteles exhiban su poder no es señal de que vayan ganando, sino de que se están viendo obligados a manifestarse e intentan que el Estado deje de perseguirlos. Están usando su recurso de excepción y dejando de aplicar su regla de no calentar plaza. En ese sentido, los ataques cada vez más frecuentes a funcionarios encargados de procurar justicia y las emboscadas a los policías, demuestran que está finalizando la convivencia pacifico-corrupta que les permitió a los cárteles comprar funcionarios y dominar policías municipales y estatales. Están poniendo sangre y dolor de por medio y esto modifica los términos de la lucha en contra de ellos. Por otro lado, el asesinato de Rodolfo Torre Cantú es para los cárteles un punto de quiebre a su posibilidad de contar con la indiferencia de la clase política: han retado a todo el sistema y, con ello, por intentar enfriar Tamaulipas, han calentado a todo México.
La guerra en México está entrando en una fase más definitoria, la violencia cuantitativa podría ir disminuyendo, pero aparecerá una violencia de mayor impacto y el combate entre los cárteles y el Estado se volverá más frecuente e intenso. En Colombia la fase más violenta de la lucha contra los cárteles urbanos fueron los últimos años. Es indispensable entender que desmontar estructuras criminales que se apoderaron de policías no es tarea fácil; desmantelar grupos armados muy violentos con arraigo social y grandes intereses en el comercio de droga no es tarea pacífica. Sin duda hay muchos sacrificios y tiempo por delante pero, como decían los revolucionarios nicaragüenses cuando luchaban contra la dictadura de Anastasio Somoza: “La noche es larga, pero por huevos tiene que amanecer”.
Joaquín Villalobos. Ex miembro del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. Consultor para la resolución de conflictos internacionales.
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