10 diciembre, 2010

Ultimos reportes de "la guerra" en Michoacán

Ultimos reportes de "la guerra" en Michoacán

El vocero de Seguridad de la Presidencia señaló que aún existen confrontaciones con integrantes de La Familia y reconoció que aunque inició en Apatzingán “se ha venido desplazando en las distintas zonas” alrededor de esta población.














El vocero de Seguridad de la Presidencia, Alejandro Poiré, aseguró que el operativo que fuerzas federales llevan a cabo en Michoacán no ha terminado y aún existen algunas confrontaciones.

“La operación no ha concluido, sigue en proceso”, afirmó Alejandro Poiré en entrevista con Pepe Cárdenas en Radio Fórmula, y reconoció que aunque inició en Apatzingán “se ha venido desplazando en las distintas zonas” alrededor de esta población.

Poiré señaló que se trata de una confrontación contra La Familia Michoacana, que calificó como “grupo criminal de alta peligrosidad” y que ante la presencia de las fuerzas federales desde ayer ha tenido una “respuesta muy agresiva”.

El también secretario del Consejo de Seguridad Nacional resaltó que “el Estado mexicano estará aplicando toda su fuerza para llevar a estos delincuentes a la justicia”, y se negó a dar un saldo de muertos o heridos, al justificar que esperarán a que se tenga información confirmada.

Poiré comentó que el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, se ha comunicado varias veces con el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, pues se trabaja en coordinación no sólo con las autoridades estatales, sino con el Ejército mexicano y la Marina.

Sobre los bloqueos en otras partes de esa entidad, el funcionario federal explicó que es parte de una estrategia de La Familia para distraer y aseguró que se han levantado “sistemáticamente”.

Narcos derribaron segundo helicóptero de La Federal hoy en Apatzingán

* En las inmediaciones del panteón municipal en la colonia Emiliano Zapata
* Suman 25 carros quemados en Morelia

n helicóptero de la Policía Federal fue derribado en Apatzingán cerca de medio día de este jueves, tras intensos tiroteos que integrantes de grupos criminales han lanzado sobre los agentes policiacos

El saldo de vehículos quemados en Morelia, al momento es de 25. Once en la salida a Quiroga, dos en CU. Siete en la salida a Pátzcuaro y cinco en la salida a Salamanca.

Incendian gasolinería en Morelia

Un grupo armado disparó contra la estación de servicio, lo que provocó un incendio en el lugar. No obstante, los trabajadores del lugar lograron sofocar las llamas con extintores.

Con ráfagas de metrallas y al parecer granadas de fragmentación, un grupo armado disparó e incendió una estación de gasolina ubicada en el periférico Paseo de la República, en la colonia Manantiales de esta capital.

Cometida la agresión los delincuentes huyeron del lugar, por lo que de inmediato los trabajadores de la estación sofocaron las llamas con extintores.

Instantes después, dos coches se impactaron frente a la misma gasolinería, quedando uno de ellos volcados y prensando en su interior una persona, quien fue rescatada por otros automovilistas que rompieron los cristales para sacarla.

En esos precisos momentos un convoy de patrullas cruzó a marchas forzadas. Los agentes que se transportaban en los vehículos llevaban sus armas en posición de tiro dirigiéndose al parecer a una emergencia.

Bloquean con tres vehículos incendiados salida a Quiroga

Bomberos llegaron a prolongación de la Avenida Madero hacia Quiroga para sofocar las llamas y abrir un paso lateral para desahogar el tránsito vehicular en al zona.



Cuerpos de seguridad local reportaron más incidentes en Morelia, entre ellos dos bloqueos a las salidas que conectan con Salamanca y Quiroga, así como vehículos particulares incendiados en las colonias Manantiales y Obrera.

El caos vehicular se ha incrementado en la zona mientras los equipos de rescate laboran para parar los siniestros.

Estos nuevos ataques se dan a ocho horas después de que hayan cesado las primeras agresiones registradas este día en la capital michoacana, así como en otros 12 municipios del estado.

La versión oficial sobre los enfrentamientos ocurridos en diferentes puntos de ese municipio michoacano, donde también participaron helicópteros, da cuenta de que elementos de la Policía Federal se enfrentaron contra presuntos integrantes de la citada organización delictiva, cuando los elementos federales fueron alertados sobre la presencia de un grupo de personas armadas en la parte alta del municipio antes referido.

De inmediato, según la versión de la SSPF, policías federales iniciaron un operativo de búsqueda y localización en el lugar, momento en el cual fueron agredidos con armas de alto poder por parte de los presuntos integrantes de La Familia.

Paralelamente, en la zona urbana de Apatzingán, otro grupo de presuntos integrantes de La Familia Michoacana dispararon con armas de fuego contra vehículos civiles que después usaron como barricadas. La información oficial no señala si en la citada ciudad hubo enfrentamientos de sicarios contra elementos de la Policía Federal, donde al parecer se produjo la muerte de por lo menos dos personas, entre ellos un menor de edad.

De manera simultánea, de acuerdo con la corporación, otro contingente de la Policía Federal que se desplazaba sobre la carretera Uruapan-Apatzingán, antes de la caseta a Taretán, se enfrentó con presuntos integrantes de La Familia Michoacana, quienes dispararon desde ambos lados de la carretera, con fusiles AK-47, conocidos como "cuernos de chivo".

Los presuntos delincuentes trataron de impedir el avance de la Policía Federal, realizando bloqueos con vehículos incendiados en cuatro puntos de la carretera Uruapan - Lázaro Cárdenas: en el kilómetro 178 se colocó un autobús de pasajeros; en el kilómetro 180 se atravesó un camión de volteo; en el kilómetro 181 se empleó una camioneta y, finalmente, en el kilómetro 182 se utilizó también una camioneta.

Durante el operativo han participado helicópteros de la Policía Federal, ninguno de los cuales fue derribado como se propaló, indicó la dependencia al dar a conocer que se continúa con el operativo de búsqueda de los agresores de La Familia Michoacana en las inmediaciones del municipio de Apatzingán.

SSP y Ejército refuerzan seguridad en Michoacán

El Gabinete de Seguridad de la entidad se declara en sesión permanente para atender todas las emergencias que se produzcan, tras los ataques y bloqueos en Apatzingán

El Ejército y la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) realizan operativos en toda la zona de Apatzingán, Michoacán, y los municipios circundantes en busca de los grupos de sicarios de "La Familia Michoacana" que realizaron los ataques contra fuerzas federales y efectuaron bloqueos carreteros incendiando vehículos. Además, han redoblado patrullajes en las principales carreteras de esa entidad.

También, ante los ataques a fuerzas federales y los bloqueos a las principales carreteras de Michoacán, el Gabinete de Seguridad de esa entidad, encabezado por el secretario de Gobierno, Fidel Calderón Torreblanca, el procurador de Justicia del Estado, Jesús Montejano Ramírez, y el secretario de Seguridad Pública, general Manuel García Ruiz, se declaró en sesión permanente para atender todas las emergencias que se produzcan.

Los citados funcionarios estatales realizan tareas de evaluación y seguimiento de la situación y han ordenado igualmente que la Policía Estatal Preventiva, la Policía Ministerial y de Protección Civil mantengan patrullajes intensivos tanto en Morelia como en ciudades del interior del estado. Con ello, se pudo controlar los incendios provocados con vehículos en los accesos y salidas de la capital del estado.

Luego de negar que un helicóptero de la SSPF haya sido derribado por sicarios de "La Familia Michoacana", la corporación policial informó que se continúa con al apoyo del Ejército, con el operativo de búsqueda de los grupos de agresores pertenecientes al citado cártel en las inmediaciones del municipio de Apatzingán, Michoacán.

Al hacer un balance hasta ahora de los enfrentamientos, la SSPF reveló que un elemento de esa corporación murió durante los enfrentamientos ocurridos ayer por la noche y la madrugada de hoy en Apatzingán con miembros del grupo criminal de ‘La Familia Michoacana', con lo cual el número de víctimas por esos hechos ascendería a tres, entre ellos un menor.

La versión oficial sobre los enfrentamientos ocurridos en diferentes puntos de ese municipio michoacano, donde también participaron helicópteros, la dependencia indicó que elementos de la Policía Federal se enfrentaron contra presuntos integrantes de la citada organización delictiva, cuando los elementos federales fueron alertados sobre la presencia de un grupo de personas armadas en la parte alta del municipio antes referido.

De inmediato, según la versión de la SSPF, policías federales iniciaron un operativo de búsqueda y localización en el lugar, momento en el cual fueron agredidos con armas de alto poder por parte de los presuntos integrantes de "La Familia Michoacana".

Paralelamente, en la zona urbana de Apatzingán, otro grupo de presuntos integrantes de "La Familia Michoacana" dispararon con armas de fuego contra vehículos civiles que después usaron como barricadas. La información oficial no señala si en la citada ciudad hubo enfrentamientos de sicarios contra elementos de la Policía Federal, donde al parecer se produjo la muerte de al menos dos personas, entre ellos un menor de edad.

De manera simultánea, de acuerdo con la corporación, otro contingente de la Policía Federal que se desplazaba sobre la carretera Uruapan-Apatzingán, antes de la caseta a Taretán, se enfrentó con presuntos integrantes de "La Familia Michoacana", quienes dispararon desde ambos lados de la carretera, con fusiles AK-47, conocidos como "cuernos de chivo".

Los presuntos delincuentes trataron de impedir el avance de la Policía Federal, realizando bloqueos con vehículos incendiados en cuatro puntos de la carretera Uruapan - Lázaro Cárdenas: en el kilómetro 178 se colocó un autobús de pasajeros; en el kilómetro 180 se atravesó un camión de volteo; en el kilómetro 181 se empleó una camioneta y, finalmente, en el kilómetro 182 se utilizó también una camioneta.

Durante el operativo participaron helicópteros de la Policía Federal, ninguno de los cuales fue derribado como se propaló, indicó la dependencia al dar a conocer que se continúa con el operativo de búsqueda de los agresores de "La Familia Michoacana" en las inmediaciones del municipio de Apatzingán.

Jornada violenta en Michoacán.

Jornada violenta en Michoacán.


Al cumplirse el segundo día de enfrentamientos en esta ciudad, las escuelas han sido evacuadas y hay suspensión de clases hasta el próximo lunes, en tanto que en el Ayuntamiento se dio el día libre a los empleados, y los comercios cerraron por seguridad, ya que mediante llamadas anónimas a varias radiodifusoras se advirtió a la gente que permaneciera en sus casa.

El alcalde Genaro Guízar suspendió todas sus actividades desde temprana hora, al tiempo que han sido cerrados los accesos a Apatzingán el lado de Cuatro Caminos, Aguililla y Tepalcatepec, y elementos del Ejército Mexicano y la Marina Armada de México realizan recorridos por la periferia y centro.

La segunda jornada de violencia inició desde las cinco de la madrugada, cuando se reportó el reinicio de los tiroteos en El Alcalde entre federales y grupos de civiles; en estos momentos se habla de vehículos incendiados a la altura de Úspero y el Crucero de Parácuaro, así como de civiles encapuchados a bordo de diez camionetas que patrullan una ciudad. En tanto, en el domicilio del ex alcalde J. Guadalupe Jaimes Valladares, se velan los restos mortales de la menor Emma Ayari Jaimes Mendoza, hija del funcionario, quien murió tras ser baleada por federales la camioneta en que se trasladaba junto con su mamá, hermanos y abuelita de El Alcalde a esta ciudad.

El pánico y el temor cunden entre los apatzinguenses, quienes de no ser estrictamente necesario están evitando salir a la calle para no quedar en medio del fuego cruzado, toda vez que se habla de que continúan los enfrentamientos en varios puntos de la ciudad.

Michoacán bajo una ráfaga

Michoacán bajo una ráfaga

Yuriria Sierra

Despiertos de golpe, con el eco de los titulares, las cabezas periodísticas que nos recuerdan al México en guerra, con la extraña, casi inimaginable sensación de lo que deben sentir quienes en Michoacán, Chihuahua, Tamaulipas o Nuevo León comienzan sus días al compás de las ráfagas de un poder irracional.

Imposible no llenarse de desesperanza, imposible no mezclar el miedo y, por supuesto, la profunda tristeza que da un país dentro de un laberinto, dentro de uno de sus agujeros históricos más profundos. Se han rebasado límites, se han paralizado actividades, se ha roto una rutina para colocar otra donde la inseguridad es el motor, el eje que decide lo que llenará los días.

Ayer, Michoacán registró uno de sus peores días. Calles cerradas, escuelas vacías, comercios decididos a dejar a un lado las ganancias para asegurarse la llegada al día siguiente, autobuses que detienen su marcha. Una entidad paralizada y llena de un aire que cubre el entorno de miedo, acompañado con ruido producido por disparos, gritos que buscan refugio e incertidumbre por el futuro, pensado como el plazo más corto posible, que no estamos para ponernos románticos.

Y a pesar de todo ello, es necesario agarrar cauce, tomar ganas de dónde sea para no detener esa búsqueda, que individual y colectiva, tiene como único fin el encuentro con la paz, con una tranquilidad como esa que nos han prometido para llenar urnas.

Una narración de hechos como los de ayer está de más, los detalles suelen desgarrarnos más la esperanza y, aunque también ayudan en la perspectiva, se reducen ante lo cotidiano que se ha vuelto leer situaciones tan parecidas y, peor, tan frecuentes.

México ha vivido meses donde el frío, el calor, los vientos, las lluvias, dónde todo eso que no podemos controlar, debe mezclarse con esos actos bestiales producto de esos deseos irracionales de poder.

Autoridades responsables con discursos bien preparados, aprendidos por reflejo y que alcanzan para salir del paso, cubrir cada requisito que su protocolo les dicta y que son, todos, parte de un manual de procedimientos donde, hasta dentro del organigrama, la corrupción tiene espacio para convertir en perseguidores a los perseguidos… y hasta en maestros de primaria a los enemigos.

Ayer fue un día negro para Michoacán, con su capital sitiada, sus pueblos, tan llenos de color, cubiertos por un halo de miedo. De Apatzingán a Nueva Italia, de Parácuaro a Ciudad Hidalgo… y así podríamos pasar de esa entidad y terminar en la frontera norte. México, bajo una nube de pánico e incertidumbre, de tristeza y desolación porque, donde alguna vez hubo vida, hoy son lugares fantasma llenos de pasado y hoy sólo con un presente donde gana el que dispara más y a mayor velocidad.

México, bajo una ráfaga de temores: para salir a la calle, actuar, enfrentar al enemigo, aceptando, en primer lugar, las debilidades y las razones por las que hoy estamos en tiempos donde los titulares son siempre una numeralia que, esperamos, se detenga pronto.

Es la guerra declarada, el Ejército contra quien sea que esté llenando de miedo hasta las letras que se escriben. Es Michoacán bajo fuego entre elementos de la fuerza federal e integrantes de La Familia, ambos defendiendo un territorio que todos sabemos a quién en realidad pertenece.

Addendum: Ayer, Alejandro Poiré, en un mensaje dado casi a las diez de la noche, anunciaba la posible baja de una de las cabezas de La Familia, y es que desde la tarde se decía que el operativo federal tenía como objetivo la captura de Servando Gómez, La Tuta, pero aún no hay nada confirmado, al menos no la baja de alguna pieza importante del organigrama del grupo criminal que le dio a Michoacán, particularmente ayer, uno de los días y noches más oscuros…

Golpe a Manlio

Golpe a Manlio

Francisco Garfias

Manlio Fabio Beltrones es un político hábil, curtido, inteligente. En el lenguaje popular diríamos que tiene un “gran colmillo”. Sabe sacar ventaja, aun en situaciones adversas. Lo hemos visto a lo largo de la actual Legislatura. El sonorense ha logrado imponer la percepción de que controla la Cámara alta, aun cuando el PRI, su partido, no tiene siquiera la mayoría relativa.

Pero ayer se llevó tremendo revés. Una mayoría de senadores, incluidos sus aliados del Verde, se le voltearon. Por un margen de tres votos, rechazaron la famosa Ley de Competencia Económica, supuestamente diseñada para combatir las prácticas monopólicas.

Este dictamen, conocido también como Ley Beltrones, otorgaba a la Cámara de Senadores la facultad de ratificación de los nombramientos de los integrantes de la Comisión Federal de Competencia (CFC), una reforma por la que abogó el presidente Calderón, cuando era candidato a la Presidencia de la República.

“La ratificación (de los nombramientos) por parte del Senado no es un tema novedoso. Por el contrario, ya está previsto por la misma Constitución. Es por ello que resulta fundamental otorgarle a dicha Cámara la facultad de ratificación de los nombramientos de los comisionados de los órganos reguladores, realizados por el Ejecutivo federal”, escribió el candidato presidencial del PAN, en un texto que apareció en la revista Nexos, en junio de 2006.

Pero una cosa son las promesas de campaña, y otra estar sentado en La Silla. El primer mandatario desbarató ayer la importante reforma, valiéndose de una impresionante operación en la que participaron varios gobernadores, que llamaron a los senadores, pero también funcionarios de la SHCP que, nos aseguran, ofrecieron hasta los vales para comprar medicina que exigían los del PVEM.

El comentario, en los pasillos de la casona de Xicoténcatl, es que el gobierno federal no quiere perder el control de los órganos reguladores. En reuniones con los negociadores del Senado, los representantes del Ejecutivo llegaron a comentar que, si cedían en la CFC, después vendrían la Cofetel, la Cofemer, la Comisión Reguladora de Energía, la Cofepris.

Los senadores conjeturaban con el tema. Ricardo Monreal, coordinador del PT, consideró que se trata de un “juego de vencidas” entre el Presidente de la República y el senador del PRI. “El martes ganó Manlio, el jueves ganó el Presidente, aunque se pierde una oportunidad histórica para otorgar autonomía e independencia de un importante órgano regulador del Estado”, nos dijo el zacatecano.

Nos acercamos a Beltrones para, de viva voz, conocer su opinión. “No fue una operación contra Manlio. Fue a favor del PAN-gobierno, y digo PAN-gobierno, porque al PAN no le hacen caso y al gobierno sí”, nos dijo el coordinador de los senadores del PRI.

Le preguntamos también si conocía los motivos por los cuales sus aliados incondicionales del PVEM cambiaron el voto a favor de la reforma, expresado apenas el martes anterior, y se fueron con la postura del gobierno federal.

Antes de responder, el senador del PRI adoptó una expresión de ironía, reforzada con una sonrisa. “No les he preguntado qué fue lo que sucedió. Tuvieron la cortesía de avisarme que iban a votar en contra, pero no me dijeron las razones…”

Por supuesto que no le creímos.

El dictamen fue devuelto “en pedazos” a la Cámara de Diputados. Los senadores mandaron a San Lázaro únicamente los artículos que aprobaron. Lo incorporado por los senadores —descentralización de la Cofeco y ratificación de los nombramientos— se quedó en Xicoténcatl. “Kafka se metió en el Congreso”, resumió el sinaloense Francisco Labastida.

Ulises Ruiz no controla ya ni a los priistas de Oaxaca. La bancada tricolor en el Congreso local votó dividida una “dispensa” a Irma Piñeyro para que pudiera ser secretaria de Gobierno de Gabino Cué. Nueve votaron a favor y siete en contra. La funcionaria, vinculada con Elba Esther Gordillo, no tiene el título académico que se requiere para ocupar el importante cargo. Piñeyro libró el obstáculo con el voto favorable de los nueve priistas.

Lo paradójico es que la exigencia del título es un requisito impuesto por el propio Gabino, en una iniciativa que apenas mandó al Congreso local. Fue un autogolazo. Varios funcionarios de su gabinete, entre ellos el secretario de Desarrollo Agropecuario y Pesca, Salomón Jara, estarían en la misma situación.

Ulises mezcló su cólera con la impotencia. Mandó llamar a Martín Vázquez, coordinador del grupo priista en el Congreso, para hablar del caso. El diputado Héctor Pablo Ramírez, su ex vocero, accionista mayoritario en el diario El Despertar, ordenó poner, a ocho columnas, un título con un lenguaje muy pejista: “Irma Piñeyro, secretaria espuria”.

La Tuta: maestro, guerrillero, narco

La Tuta: maestro, guerrillero, narco

Jorge Fernández Menéndez

El cártel de La Familia Michoacana es la organización criminal en muchos sentidos más política del escenario del narcotráfico nacional. Lo es por la forma en que se presenta ante la sociedad, por su evidente involucramiento en el mundo político y partidario (y que el llamado michoacanazo haya terminado en un fiasco judicial no implica que sus revelaciones fueran falsas, como no lo es la acusación contra el diputado Julio César Godoy) y porque ha penetrado profundamente estructuras estatales, sobre todo en Michoacán.

Pero todo eso tiene una razón de ser: el origen de algunos de sus líderes, como Servando Gómez, apodado La Tuta. En estos días se divulgó que La Tuta seguía cobrando como maestro en el estado de Michoacán, y las autoridades locales, a pesar de que este señor tiene una orden de aprehensión desde hace años y evidentemente no trabajaba en el magisterio, reconocieron que le siguieron pagando sus salarios rigurosamente hasta el año pasado e incluso defendieron su derecho a cobrar como tal. La Sección 18 de Michoacán es una de las más radicales, es parte de la llamada disidencia magisterial, controlan buena parte del PRD michoacano y toda la Secretaría de Educación local y sus dirigentes se han caracterizado por asumir muchas acciones violentas, sobre todo contra sus adversarios del SNTE. Pero nunca pudieron ver que uno de los narcotraficantes más buscados del país estaba en sus nóminas y evidentemente entre sus afiliados. E incluso defienden sus “derechos laborales”.

Eso se llama protección política. Pero lo que sucede es que las relaciones vienen de muy lejos. La Tuta en efecto fue maestro rural en la Tierra Caliente, lo mismo que otros fundadores de La Familia. No sólo eso: varios de ellos tuvieron relación con los grupos armados que operaban en la sierra guerrerense y la michoacana, sobre todo con los remanentes de Lucio Cabañas. Como ocurrió con otros grupos que estuvieron en aquellas luchas, ante la derrota, La Tuta y sus compañeros se fueron dedicando cada vez más al cultivo y la comercialización de mariguana, se asociaron a otros cárteles, originalmente a los Valencia (que también venían de historias similares) hasta que se independizaron y adquirieron un amplio grado de autonomía (aunque mantienen coordinación con el cártel del Chapo Guzmán).

Por eso el lenguaje de La Familia nos recuerda en ocasiones a aquellos comunicados que escribía (o firmaba) Marcos, por eso mezclan un lenguaje de grupo armado con elementos religiosos, independientemente de que terminen actuando, a la hora de la verdad, como cualquier otro cártel del crimen organizado. Por eso, han tenido mucha mayor facilidad para penetrar en las estructuras políticas: porque, de una u otra forma, de allí surgieron y tienen lenguajes y bases comunes, por lo menos sus principales líderes.

Pero eso también termina explicando por qué, cuanto más radicales son algunos de los grupos políticos que pululan en el escenario nacional, más cercanos se encuentran de estas organizaciones o, por lo menos, por qué son los que más terminan justificando su existencia. El caso de La Tuta lo escenifica perfectamente: un maestro rural que es afín a viejos grupos armados, que se convierte en narcotraficante, que mantiene durante años su plaza magisterial y cobra su sueldo, es protegido por el sindicato local, profundamente radical y apoyado por las instituciones educativas del estado, que a su vez son controladas por el sindicato, que tiene amplio control sobre el partido en el poder. El ex maestro rural, a su vez, patrocina y apoya campañas políticas afines y controla a sus funcionarios. El objetivo es otorgarse recíprocamente recursos y legitimidad. Eso se llama narcopolítica.

Los otros michoacanos

Hablando de otros michoacanos, estos sí respetables y respetados, dicen en el PRD que le han dado un mes a Lázaro Cárdenas Batel para que decida si acepta la presidencia nacional del partido o no. Es verdad: los plazos se acortan y en el perredismo las cosas se complican cada día más. Lázaro sería un excelente líder partidario. Me imagino que, sin embargo, la pregunta es si, además del cargo, le otorgarán al ex gobernador los espacios para ejercer su autoridad en el partido, si no querrán una figura nacional al frente, para convertirlo en un rehén de las diferentes tribus. Y me queda la duda de si las actuales autoridades partidarias decidirán, antes de endosarle el paquete a una nueva dirigencia, al fin dejar en claro las cosas, poner la distancia definitiva con ese férreo opositor al PRD que se llama Andrés Manuel López Obrador. Sin eso, no veo cómo Lázaro podrá aceptar la responsabilidad.

Podría haber muerto un líder de La Familia

Podría haber muerto un líder de La Familia, indicó Alejandro Poiré

El portavoz de Seguridad Nacional no detalló la identidad del capo que podría haber muerto ni el número de sicarios caídos

Reuters
APATZINGÁN, México, - Policías federales y sicarios del narcotráfico se enfrentaron el jueves en el occidente de México, en una serie de violentos choques y balaceras que se extendieron por varias horas dejando al menos tres muertos, entre ellos menores de edad.

Los enfrentamientos comenzaron el miércoles por la noche en el municipio de Apatzingán, en el occidental estado de Michoacán, después de la detención esta semana de un jefe del cártel local "La Familia".

El portavoz de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, dijo el jueves por la noche que en uno de los enfrentamientos esa banda podría haber perdido a otro de sus cabecillas.

"Información preliminar, aún no confirmada, indica que en su repliegue la organización criminal ha sostenido bajas significativas, entre ellas posiblemente el fallecimiento de uno de dichos líderes criminales", dijo Poiré.

El funcionario no detalló la identidad del capo que podría haber muerto ni el número de sicarios caídos en las reyertas.

Poco después, en una entrevista por televisión, al preguntársele si el capo en cuestión podría ser Nazario Moreno González "El Chayo", respondió: "Es información que nosotros tenemos preliminar".

Decenas de personas, entre ellas periodistas, quedaron atrapadas en varios inmuebles sin poder salir por el fuego cruzado, en el que murieron un bebé de ocho meses, una adolescente de 17 años y un policía, dijeron autoridades.

"Bajando del carro (auto), cuando llegamos a Apatzingán escuchamos disparos y nos tiramos al piso para resguardarnos", dijo un testigo de Reuters.

"Las calles aquí están solas, parece un pueblo fantasma.

Están cerrados los cafés, los comercios, la gente está escondida, las balaceras a veces son ensordecedoras", agregó el testigo mientras estaba refugiado en una planta de envasado de frutas.

Según las autoridades, el primer choque ocurrió el miércoles por la noche en una región serrana y después se extendió a la zona urbana. Las entradas a la colonial ciudad de Morelia, capital estatal, fueron bloquedas con autobuses de pasajeros y camiones de carga que todavía estaban incendiándose.

"La forma en que estos grupos criminales han pretendido proteger su huida durante los operativos de ayer y del día de hoy sugiere que se ha ubicado y se sigue muy de cerca a liderazgos del más alto nivel de La Familia", dijo Poiré.

También en Apatzingán los sicarios incendiaron varios vehículos para ponerlos como barricadas en calles y carreteras e impedir el paso de los policías. La Secretaría de Seguridad Pública federal dijo en un comunicado que los enfrentamientos fueron contra presuntos integrantes de "La Familia".

A pesar de los arrestos de narcotraficantes y la fuerte presencia militar en varios puntos del país como parte de los operativos del Gobierno federal -que este mes cumplieron cuatro años- con militares y policías contra los cárteles, la violencia sigue escalando en Michoacán y en otras regiones.

Más de 31,000 personas han muerto desde que el presidente Felipe Calderón lanzó los operativos en diciembre del 2006.

El violento cártel de "La Familia" es un grupo criminal que domina en el estado el mercado de las drogas, sobre todo el de metanfetaminas, y cuyos líderes forman sicarios leyéndoles pasajes bíblicos mezclados con frases de autoayuda.

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