Los aliados van por Trípoli; anulan los sistemas de defensa libios
El nuevo objetivo es extender la zona de exclusión de vuelos hasta la capital; descartan ir por Gadafi o ubicar su paradero
Agencias
El general Carter Ham, jefe del Mando Unificado Africano de Estados Unidos con sede en Sttutgart, Alemania, señaló en una conferencia de prensa, que desde el inicio de las operaciones aliadas no se observa actividad de aviones militares libios.
Las fuerzas de Estados Unidos y el Reino Unido han lanzado 12 ataques con misiles guiados Tomahawk, y embarcaciones militares de Francia, España e Italia patrullan la región para impedir los embarques ilegales de armamentos desde y hacia Libia, añadió.
"Hemos impedido que las fuerzas (del líder libio Muamar el Gadafi) avancen hacia Bengasi, y las fuerzas de tierra del régimen en los alrededores de esta ciudad tienen poca capacidad para reanudar sus operaciones", según Ham.
"Estamos alcanzando los objetivos de esta misión", añadió el oficial, quien aclaro que las operaciones que están desarrollando las fuerzas de Estados Unidos y sus aliados no son "en apoyo de la oposición (libia). No es nuestra misión ni intención el darle cobertura aérea a sus operaciones".
Los ataques lanzados por las fuerzas aliadas, según el general Ham, "han sido de gran precisión y con un elevado grado de preocupación por evitar las bajas civiles".
La zona de exclusión de vuelos que cubre Bengasi "se extenderá ahora hacia el sur y el oeste y pronto llegará a Trípoli, es decir una franja de unos mil kilómetros", informó.
En la teleconferencia, que fue retransmitida por Internet desde Alemania, Ham insistió en que el objetivo de la misión no es localizar al líder libio, del que se desconoce su ubicación. Las fuerzas aliadas, dijo, "no buscan a esa persona (Gadafi), ésa no es la misión que yo tengo".
"No tengo la misión de atacar a esa persona ni de determinar su paradero", señaló Ham.
En el marco de la operación "Odisea del Amanecer", tal como está formulada, dijo: "puedo vislumbrar una situación en la que alcancemos nuestras metas militares y, sin embargo, el actual líder (de Libia) siga en su lugar".
'Evitamos una matanza'
El primer ministro británico, David Cameron, afirmó hoy en el Parlamento que la acción militar internacional en Libia ha evitado una matanza en Bengasi, ciudad sede del Gobierno provisional rebelde.
"La primera era suprimir las defensas aéreas libia y hacer posible la aplicación segura de una zona de exclusión aérea. La segunda era proteger a los civiles del ataque del régimen de (Muamar el) Gadafi. Se ha progresado bien en ambos frentes", manifestó.
En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, Cameron dijo que "se ha progresado bien" en los dos objetivos iniciales que se ha fijado la coalición internacional para aplicar la resolución 1973 aprobada la pasada semana por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El apoyo de la OTAN, en unos días
El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, aseguró hoy que la OTAN está preparada para prestar su apoyo en unos días a la operación miliar que varios países han iniciado en Libia para proteger a la población civil, a raíz de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
"El éxito de la intervención es claro", indicó Juppé a la prensa al término del Consejo de Ministros europeos de Exteriores celebrado hoy en Bruselas, que analizó la crisis en Libia y las revueltas en otros países de la región.
El jefe de la diplomacia francesa recordó que actualmente Estados Unidos coordina la operación en estrecha colaboración con Francia y el Reino Unido, y que la OTAN está dispuesta a dar su apoyo a la intervención de aquí a unos días.
El ministro galo afirmó que "muchos países desearían pasar la operación bajo bandera de la OTAN", pero también subrayó que "hay que tener en cuenta la opinión de los países árabes".
Poderío bélico
La coalición internacional liderada por Francia, Reino Unido y Estados Unidos y apoyada por otros países en Europa, entre ellos Italia, estratégica por su posición geográfica, participan en una operación bélica aérea en Libia.
Estas son las fuerzas movilizadas por los países involucrados:
FRANCIA:Dispone de un centenar de Rafale y Mirage 2000, además de aviones de vigilancia Awacs.
El portaaviones "Charles de Gaulle" zarpó el domingo del puerto de Tolón con destino a las costas libias. Un portahelicóptero de tipo Mistral se encuentra ya en la zona.
ESTADOS UNIDOS: Con 11 naves y varios submarinos de ataque en el Mediterráneo, Estados
Unidos disparó contra la defensa antiaérea libia la mayoría de los 124 misiles Tomahawks, que se han empleado para la destrucción de objetivos fuertemente defendidos o de gran valor táctico.
Igualmente movilizó desde Estados Unidos tres bombarderos estratégicos B-2, el avión más caro de la historia por su tecnología de baja visibilidad. Igualmente empleó los cazas polivalentes F-16 y F-15 contra objetivos libios.
Los F-15 y F-16 estadunidenses estacionan en la base de Sigonella (Sicilia, sur de Italia). Igualmente cuentan con el portahelicópteros Bataan y dos naves de apoyo. El mayor portaaviones estadunidense, "el USS Enterprise", primero en el mundo con motor nuclear, se encuentra cerca, en el Mar Rojo.
REINO UNIDO: Dispone de los submarinos de la clase Trafalgar en el Mediterráneo para disparar misiles Tomahawk. El avión para la guerra electrónica Tornado GR4 con misiles Stormshadow opera desde la base Norfolk (GB).
Los aviones Sentinel y E3D Sentry, para el reconocimiento y la vigilancia aérea, y los VC10 (aviones de carga) se encuentran en la base de Akrotiri en Chipre "como apoyo". Dos fragatas británicas se encuentran en el Mediterráneo, "Westminster y Cumberland".
Londres anunció el envío de aviones caza Typhoon (Eurofighter) a la base italiana de Gioa del Colle, donde se encuentran a disposición para "operaciones futuras". Otros aviones Tornado podrían sumarse a ellos.
ITALIA: Italia, estratégica por su posición geográfica, puso a disposición siete bases militares de su territorio y prepara cuatro cazabombarderos Tornado para la neutralización de radares y reconocimiento.
Las bases de Trapani y Sigonella, en Sicilia, Gioia del Colle, en Apulia (sur) y Decimomannu en Cerdeña son las más empleadas por su apoyo logístico.
Trapani aloja además los aviones radar AWACS, los Tornado ECR e IDS (radar aerotransportados y de defensa antiaérea) y dispone de cazas Eurofighter en la base de Grosseto (centro).
CANADA: Participa con siete cazabombarderos CF-18 con amplio radio de acción y con un avión de transporte C-17, que se encuentra en la italiana Cerdeña, en la base de Decimomannu.
BELGICA/DINAMARCA/NORUEGA: Bélgica anunció el envío de seis F-16. Dinamarca aprobó el empleo de cuatro F-16, dos cazas de reserva y un avión de transporte. Noruega envió seis F-16. Todos estos aparatos están basados en la italiana Sigonella.
ESPAÑA: España participa con cuatro cazas F-18, un avión abastecedor en vuelo, un avión de vigilancia marítima, una fragata y un submarino. Los cuatro F-18 y el abastecedor Boeing 707 partieron de la base de Torrejón (cerca de Madrid) y se encuentran en la base de Decimomannu (Cerdeña). Dos F-18 y el Boeing partieron el lunes para una misión "secreta".
GRECIA: Grecia puso a disposición la base aeronaval de la OTAN en Suda, en la isla de Creta, así como otras dos bases aéreas en el oeste del país. En Suda están estacionados actualmente cuatro aviones norteamericanos (un RC-135, dos aparatos de aprovisionamiento KC-135), así como un C-160 francés.
OTAN: La OTAN, en la retaguardia, juega un papel de apoyo. Los aviones radar Awacs de la alianza circulan por el Mediterráneo y sobrevuelan la zona noche y día desde hace una semana. Tres naves han sido desplegadas en la región.
PAISES ARABES: Qatar anunció que desplegará "cuatro aviones" en el cielo libio.
Cameron dice que se 'han destruido casi todas las defensas antiáereas'
Cameron dice que se 'han destruido casi todas las defensas antiáereas' de Gadafi
Un miliciano, junto a los restos de carros blindados derribados por Francia.| Efe
- Dice que la acción militar en Libia ha evitado una matanza en Bengasi
- Las fuerzas aliadas extenderán la zona de exclusión hasta Trípoli, según EEUU
ELMUNDO.es | Agencias | Madrid
El primer ministro británico, David Cameron, ha sido el primer dirigente de los aliados en dar explicaciones en el Parlamento y ha dejado claro que la intervención, según los aliados, ha sido un éxito.
"Las fuerzas de la coalición han conseguido neutralizar gran parte de los sistemas de defensa antiaéreos libios", además de "hacer efectiva la zona de exclusión aérea", ha afirmado. Asimismo ha insistido en que la operación está habilitada "por la resolución de Naciones Unidas" y que su objetivo principal es "proteger a la población civil".
En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, ha aclarado que "se ha progresado bien" en los dos objetivos iniciales que se ha fijado la coalición internacional para aplicar la resolución 1973 aprobada la pasada semana por el Consejo de Seguridad de la ONU.
"La primera era suprimir las defensas aéreas libias y hacer posible la aplicación segura de una zona de exclusión aérea. La segunda era proteger a los civiles del ataque del régimen de Muamar Gadafi. Se ha progresado bien en ambos frentes", manifestó. De hecho, el primer ministro británico ha asegurado que la coalición ha evitado "una masacre sangrienta en Bengasi".
Este lunes, el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, ha cerrado filas con la ONU después de que un día antes asegura que "la protección de los civiles no necesita de una operación militar" en Libia y abriera la puerta a las críticas. Hoy ha afirmado que "la posición de la Liga Árabe respecto a Libia fue decisiva y desde el primer momento que congelamos las relaciones con el país... Entonces le pedimos a las Naciones Unidas aplicar una zona de exclusión aérea y respetamos la resolución de la ONU. No hay ningún conflicto con ella".
La OTAN dispuesta a apoyar una operación
Por otro lado, el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, ha asegurado que la OTAN está preparada para prestar su apoyo en "unos días" a la operación miliar que varios países han iniciado en Libia para proteger a la población civil, a raíz de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
"El éxito de la intervención es claro", indicó Juppé a la prensa al término del Consejo de Ministros europeos de Exteriores celebrado en Bruselas, que analizó la crisis en Libia y las revueltas en otros países de la región.
En otro momento, Juppé ha explicado que los países árabes no quieren que la intervención militar en Libia se realice bajo control de la OTAN.
Extensión de la zona de exclusión
El jefe de la diplomacia francesa recordó que actualmente Estados Unidos coordina la operación en estrecha colaboración con Francia y el Reino Unido. Según un jefe militar estadounidense, las fuerzas aliadas extenderán hasta la capital, Trípoli, la zona de exclusión de vuelos.
El general Carter Ham, jefe del Mando Unificado Africano de EEUU con sede en Sttutgart, Alemania, señaló en una conferencia de prensa, que desde el inicio de las operaciones aliadas "no se observa actividad de aviones (militares) libios".
Las fuerzas de Estados Unidos y el Reino Unido han lanzado 12 ataques con misiles guiados Tomahawk, y embarcaciones militares de Francia, España e Italia "patrullan la región para impedir los embarques ilegales de armamentos desde y hacia Libia", añadió.
Las tropas de Gadafi se parapetan en las ciudades
Las tropas de Gadafi se parapetan en las ciudades para evitar los ataques aéreos
Los rebeldes fallan en su intento de recuperar Ajdabiya mientras las tropas del dictador entran en Misrata protegidas con escudos humanos y abren fuego sobre la población.- EE UU asegura que la operación tiene como objetivo proteger vidas civiles y no dar soporte militar a las fuerzas de oposición
A. DE CÓZAR / AGENCIAS | Trípoli / Bengasi
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Con el control del aire en sus manos, la coalición internacional intenta inutilizar las fuerzas terrestres del dictador libio Muamar el Gadafi, que tras retirarse de los frentes de batalla se han parapetado en las ciudades que controlan para evitar los bombardeos. La entrada de tanques y tropas de Gadafi en Misrata ha provocado importantes enfrentamientos en la ciudad, la única del este donde el movimiento rebelde resiste. Mientras tanto, entre congratulaciones por el éxito de la operación Amanecer de la Odisea, han surgido discrepancias sobre la misma entre los aliados. Reino Unido aseguraba, tras conocerse que uno de los ataques ha destruido un edificio del complejo donde reside Gadafi, que el propio dictador podría ser objetivo de la operación, algo que han rectificado inmediatamente Francia y EE UU. Horas después, Washington ha recordado que la misión, a la que se han incorporado hoy los primeros aviones españoles, tiene como objetivo la protección de vidas civiles y no el apoyo militar a las fuerzas rebeldes. "No tenemos como misión apoyar a las fuerzas de oposición si estas se involucran en operaciones ofensivas", ha asegurado el general Carter Ham, comandante de las fuerzas estadounidenses en África.
VIDEO - AGENCIA ATLAS - 20-03-2011
La operación Odisea del Amanecer ya ha comenzado. Así es como han sido bautizados los ataques de los aliados contra el régimen de Gadafi. Barcos de guerra y submarinos de EEUU y Gran Bretaña han lanzado más de 110 misiles Tomahawk contra los sistemas antimisiles libios y en principio más de 20 objetivos habrían sido alcanzados. La cadena Al Yazira asegura que aviones de Gadafi están bombardeando de nuevo Bengasi, que ya fue atacada durante el sábado. El régimen lo niega y asegura que son los rebeldes quienes lanzan obuses contra poblaciones civiles para incitar a la comunidad internacional a lanzarse contra el dictador. - AGENCIA ATLAS
Los opositores consideran el anuncio un síntoma de debilidad
La presencia policial se ha reforzado en la capital, que ayer estaba vacía
Pero la realidad es que los bombardeos han insuflado ánimos a los anti-Gadafi y han forzado un repliegue de las tropas bajo control de Trípoli. Ya el sábado, los primeros ataques aéreos franceses obligaron a las fuerzas del dictador a detener los bombardeos sobre Bengasi, el bastión de los rebeldes en el este, y retirarse hasta Ajdabiya, unos 150 kilómetros al sur, siguiendo el golfo de Sirte. En los alrededores de esa ciudad se han registrado hoy intensos combates, ya que los rebeldes han avanzado para intentar recuperar terreno. Varios centenares de milicianos rebeldes, armados con cohetes Katiusha y baterías antiaéreas montadas sobre camiones, se han concentrado por esta mañana a escasos kilómetros de la localidad, según informa France Presse. Sin embargo, la artillería de Gadafi les ha cortado el avance y ha impedido hacerse con el control de Adjabiya a los rebeldes, que han anunciado que estaban retrocediendo.
En el oeste, los choques más duros se han producido en Misrata. Pese a que los rebeldes controlan en gran parte esa ciudad, la tercera del país, las tropas de Gadafi decidieron desde ayer por la tarde refugiar allí a sus tanques y emplear a civiles como escudos humanos para evitar que sean destruidos por la coalición internacional. La entrada de blindados ha provocado que muchas personas salieran a la calle para hacer frente a los militares de soldados, quienes han disparado contra la multitud según testigos citados por Reuters y France Presse. Esas mismas fuentes, cuyos testimonios no han podido ser verificados independientemente ante las restricciones a la movilidad de los periodistas en Libia, aseguran han fallecido al menos 9 personas.
Un portavoz de los rebeldes en la ciudad ha asegurado a Reuters que Gadafi está obligando a ciudadanos de otras localidades próximas a abandonar sus casas y dirigirse hasta el centro de Misrata con banderas verdes y retratos del dictador. "Los están trayendo a Misrata y así [los militares de Gadafi] pueden entrar en la ciudad y controlarla usando a los civiles como escudos humanos. Saben que nosotros no vamos a disparar a mujeres, niños y ancianos", ha asegurado el portavoz rebelde en una conversación telefónica.
Trípoli vivió anoche la segunda jornada de bombardeos. Pasadas las ocho de la tarde locales (una hora más en la España peninsular) comenzaron a oírse explosiones acompañadas de un resplandor. Luego ráfagas de disparos seguidos de unas luces rojas que surcaban el cielo. Esta vez no había escudos humanos. Nadie los esperaba. Los jóvenes que se habían colocado frente a algunos objetivos militares en la noche del sábado para protegerlos salieron corriendo en cuanto se supo que algunas bases de Trípoli estaban siendo atacadas. Poco después, una columna de humo comenzó a salir de Bab al Azizia, el complejo palaciego en el que reside Gadafi a las afueras de la capital. Inmediatamente el régimen cogió a un puñado de periodistas y lo llevó a ver los destrozos. Un edificio administrativo de cuatro plantas, a 50 metros de la jaima en la que el coronel recibe a sus invitados, había quedado reducido a polvo, aparentemente por un misil crucero.
El golpe no solo tiene un fuerte valor emotivo (el complejo de Bab al Azizia es uno de los símbolos del régimen desde que Reagan lo bombardeó en 1986), sino que conjuga mal con lo que había asegurado poco antes un responsable del Pentágono, el vicealmirante William Gortney, que insistió en que el objetivo de la coalición no es en ningún caso abatir al dictador. En unas conversaciones con la prensa a bordo del avión que le lleva a Rusia para una gira de tres días, Robert Gates, el secretario del Departamento de Defensa de EE UU, abundó en la idea de que "sería insensato" matar a Gadafi, igual que sería insensato hacer cualquier cosa que se saliera del plan inicial de crear una zona de exclusión aérea. "Si comenzamos a añadir objetivos adicionales creo que crearemos un problema", afirmó, refiriéndose tácitamente a que intentar descabalgar a Gadafi podría crear fisuras dentro de la coalición aliada.
La insistencia de Gates sobre este punto tiene una explicación: horas antes el ministro de Exteriores británico, Liam Fox, había dejado caer que Gadafi podría llegar a ser un blanco de los proyectiles de los aliados dependiendo de cómo se desarrollaran los acontecimientos. EE UU niega con rotundidad ese propósito, lo que no quita que Reino Unido terminara reconociendo avanzada la madrugada que fue uno de sus submarinos el que atacó la residencia presidencial porque era un "centro de control" desde el que el coronel dirigía los movimientos de sus tropas.
Misión española
A la operación Amanecer de la Odisea se han incorporado hoy los primeros dos cazas F-18 españoles, de los cuatro desplazados ayer a la isla de Cerdeña. Los dos aparatos tienen como misión garantizar que ninguna aeronave hostil invada el espacio aéreo libio. Para ello, han sido armados con misiles aire-aire, ya que tienen autorización para abrir fuego si se topan con dificultades en sus misiones de patrulla aérea. La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha confirmado el inicio de la colaboración española en la misión y ha señalado que un submarino y una fragata han puesto rumbo a la zona de conflicto para unirse al contingente español.
Los ataques aliados lanzados el sábado sobre Libia han logrado su primer objetivo: imponer una zona de exclusión aérea en apenas 24 horas. Según el vicealmirante William Gortney, del Pentágono, la operación del primer día fue "muy efectiva" y ha disminuido "significativamente" la capacidad aérea y de los radares del régimen de Gadafi. Es solo la primera fase de una operación que se adivina más compleja de lo que los éxitos iniciales puedan dar a entender. Primero, porque no está claro ni cuánto puede durar ni qué ha de ocurrir para que acabe. Y, segundo, porque la unidad política ha empezado a resquebrajarse después de que la Liga Árabe, que apoya la resolución de Naciones Unidas en la que se ampara la intervención militar, se quejara ayer de que los bombardeos exceden el mandato de los aliados.
Tanto Washington como Londres desmintieron inmediatamente las bajas civiles. Otro de los problemas que afrontan los aliados es el encaje de la OTAN en la misión. Tanto el primer ministro británico, David Cameron, como el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, han insistido hoy en que la Alianza Atlántica definirá su papel en la misión en los próximos días. Pero de nuevo han surgido matices en las declaraciones. Mientras Juppé ha recordado desde Bruselas, donde se ha celebrado una nueva reunión de la OTAN sobre Libia, que la Liga Árabe no es partidaria de un transferencia total del control de la operación a la Alianza; Cameron ha dicho que la intención es que el mando de la misión que implementa una zona de exclusión aérea sea transferido a la Alianza. "Claramente la misión se beneficiaría con ello y con el uso de la probada y contrastada maquinaría de mando y control de la OTAN", ha asegurado el primer ministro británico.
La descoordinación entre los aliados siembra dudas
La descoordinación entre los aliados siembra dudas sobre la operación en Libia
Francia, Italia y Noruega muestran su preocupación por la falta de integración.- Reino Unido quiere transferir a la OTAN el mando de la fuerza internacional
AGENCIAS - Londres / Washington / Moscú -
La descoordinación de la coalición internacional ha empezado a sembrar las primeras dudas en torno a la operación militar en Libia. A las diferencias mostradas esta mañana entre Reino Unido y Estados Unidos sobre el futuro de Muamar el Gadafi en caso del avance occidental, Francia, Italia y Noruega han mostrado su preocupación ante una operación con diferentes velocidades entre sus integrantes.
Las autoridades francesas han admitido hoy que la cooperación en el seno de la coalición que aplica la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia aún no está "integrada". El portavoz adjunto del Ministerio de Defensa francés, el general de brigada Philippe Pontiès, ha declarado que la coordinación de las operaciones es un asunto "extraordinariamente complejo" pero que sí existe ya "a nivel de ministerios de Defensa" de los países que intervienen.
"Por el momento las operaciones se desarrollan conforme a la resolución" de la ONU y es "evidente que el mando integrado facilitaría los intercambios; hoy de momento esta coordinación que hay funciona, aunque la integración haría los intercambios más fluidos", ha añadido el portavoz. "Estamos en una operación querida por las Naciones Unidas, aplicada por una coalición 'ad hoc' a la que la OTAN podría eventualmente dar su apoyo", ha agregado. "Su rol sería en un perímetro de apoyo", ha indicado el portavoz.
Por su parte, el Gobierno italiano ha pedido a la comunidad internacional que la OTAN se haga cargo de la coordinación de las operaciones en su ex colonia. De hecho, Roma ha amenazado con impedir el uso de sus bases si la OTAN no coordina la operación militar.
El primer ministro británico, David Cameron, se ha manifestado en una línea más tibia pero ha confirmado que se pretende transferir a la OTAN el mando de la fuerza internacional que actúa en Libia: "Se está actuando bajo el mando de EE UU, pero la intención es que se transfiera a la OTAN".
Noruega, que ha enviado seis cazabombarderos F-16 al Mediterráneo para integrarse en la operación de la coalición intencional, ha dicho no entrará en acción hasta que no se aclare específicamente su misión. La ministra de Defensa noruega, Grete Faremo, ha afirmado que los aviones de su Ejército no participarán activamente en las acciones militares en marcha desde el sábado "hasta que la cuestión sobre su mandato no se haya aclarado", según ha informado la agencia estatal noruega NTB.
Diferentes punto de vista
El destino de Gadafi es uno de los grandes interrogantes de la operación Amanecer de la Odisea, lanzada el sábado en Libia para impedir que el dictador libio aplaste a sangre y fuego una revuelta contra sus 40 años de dictadura. La resolución 1973, que autoriza la operación aliada, no contempla derrocar a Gadafi, ni mucho menos matarlo. No obstante, las declaraciones a primera hora de hoy de altos cargos de los Gobiernos de EE UU y Reino Unido, los dos máximos impulsores de la intervención junto con Francia, han dejado traslucir cierta distancia.
El ministro británico de Defensa, Liam Fox, ha declarado hoy a la BBC que Gadafi podría ser un objetivo legítimo. "Hay una diferencia entre el hecho de que alguien sea un blanco legítimo y la decisión de pasar al ataque porque para esto último habría que tener en cuenta qué puede ocurrirles a los civiles que haya en la zona", ha dicho Fox. Su compañero de Exteriores, William Hague, ha preferido "no especular" sobre los objetivos, aunque ha dicho que "todo depende de cómo se comporte la gente", en referencia a Gadafi.
Es justamente lo contrario que piensa Estados Unidos. El jefe del Pentágono, Robert Gates, considera que sería "insensato" matar al dictador. De camino a Rusia, Gates consideró "insensato" situar la muerte de Gadafi como objetivo de la operación Amanecer de la Odisea. "Si comenzamos a añadir objetivos adicionales creo que crearemos un problema", señaló el responsable del Pentágono, refiriéndose tácitamente a que intentar descabalgar a Gadafi podría crear fisuras dentro de la coalición aliada. Es decir, por el momento, EE UU se quiere limitar a inutilizar la defensa aérea Libia para establecer la zona de exclusión aérea y e impedir los ataques de las fuerzas leales a Gadafi sobre la población civil. Una vez conseguido ese objetivo, EE UU cederá el papel principal de la operación a los aliados y permanecerá en segundo plano.
Dada la complejidad y la importancia del asunto, los ayudantes de Fox se apresuraron a quitar hierro a las declaraciones del ministro británico explicando que quiso decir que Gadafi podría ser eliminado por equivocación si se hallase cerca de un objetivo militar. El primer ministro británico, David Cameron, en línea con EE UU, ha dicho repetidamente que "Gadafi tiene que marcharse", pero otros miembros del Gobierno de coalición británico aclararon el domingo que la salida del dictador libio no es el objetivo último de la operación contra su régimen.
En este sentido, el general Carter Ham, jefe del Mando Unificado Africano de EE UU con sede en Sttutgart, Alemania, ha arrojado luz sobre el asunto al señalar que el objetivo de la misión "no es destruir" a Gadafi sino evitar ataques contra la población civil en Libia. De igual manera se ha manifestado la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, quien considera Gadafi no es un "objetivo" de los ataques de la coalición internacional, según establece la resolución de la ONU.
Irlanda, en cambio, ha hablado de posición neutral, certificando la distancia con respecto a la caída de Gadafi. La presidenta irlandesa, Mary McAleese, ha dicho hoy que la neutralidad militar de Irlanda impedirá participar directamente en las operaciones militares que se están llevando a cabo en Libia. De visita oficial en España, McAleese ha calificado de alentador que Naciones Unidas y la UE hayan reaccionado a la crisis libia y ha comentado que una zona de exclusión aérea se crea para proteger la vida de los habitantes, por lo que ha insistido en el "total apoyo a la comunidad internacional" en su intento de proteger los derechos del pueblo libio, "tan herido y tan afectado".
Polémica en Rusia
En relación a Libia, la polémica ha saltado en Rusia. El primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha criticado duramente la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia, que comparó el documento con un "llamamiento medieval a una cruzada". El primer ministro ruso ha agregado que la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad -en cuya votación Rusia, que cuenta con derecho a veto, se abstuvo- es "deficiente y dañina".
Estas palabras de Putin han recibido una respuesta por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, quien ha asegurado que es "inadmisible" utilizar expresiones como "cruzadas" en declaraciones sobre la situación en Libia, en una crítica abierta a Putin. "Por ningún motivo se pueden usar expresiones que de hecho llevan al choque entre civilizaciones, como 'cruzadas', etcétera. Es inadmisible", dijo el jefe del Kremlin, citado por la agencia Interfax, a un grupo de periodistas en su residencia campestre de las afueras de Moscú.
Rechazo chino
China fue uno de los cinco países -junto con Rusia, India, Brasil y Alemania- que el pasado jueves se abstuvo en la votación para aprobar una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a favor del establecimiento de una zona de exclusión aérea sobre Libia. Hoy, Pekín ha reiterado su rechazo a la intervención militar de la coalición al considerar que atenta contra la Carta de Naciones Unidas.
Así se recoge en un artículo publicado este lunes en el Diario del Pueblo, órgano del Partido Comunista que gobierna el país asiático. El texto compara la operación Odisea del Amanecer, integrada por las fuerzas de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Canadá e Italia, con la guerra de Irak (2003-2010) y la misión en Afganistán, que comenzó en 2001, al apuntar que el denominador común de estas intervenciones es la injerencia de Occidente en los asuntos internos de otros estados.
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