18 abril, 2011

Al menos 85 heridos en enfrentamientos entre Policía y manifestantes en Yemen

Manifestación antigubernamental el lunes en Saná. | EFE

Manifestación antigubernamental el lunes en Saná. | EFE

Efe | Saná

Al menos 85 personas resultaron heridas el lunes en enfrentamientos entre la Policía yemení y los manifestantes que piden la caída del presidente del país, Ali Abdalá Saleh, en la ciudad costera de Al Hudaida, en el oeste de Yemen, según fuentes médicas.

Las mismas fuentes explicaron que 22 personas presentaron heridas de bala y fueron ingresadas en dos hospitales de Al Hudaida, situada en el Mar Rojo.

Los otros 63 heridos sufrieron lesiones a causa de los golpes de propinados por la Policía, que utilizó porras para dispersar a los manifestantes.

Varios testigos del incidente informaron de que los choques se desencadenaron cuando los manifestantes se dirigieron desde la plaza en la que se concentraban en el centro de Al Hudaida hasta una calle que conecta con la entrada principal de la ciudad, donde instalaron barreras.

Desde el pasado 27 de enero, Yemen ha sido escenario de manifestaciones esporádicas contra el régimen de Saleh, que cobraron intensidad a partir de mediados de febrero y que ahora se celebran a diario.

La misión de la ONU desplazada a Trípoli exige

La misión de la ONU desplazada a Trípoli exige el fin de los ataques contra Misrata

Médicos y familiares portan el ataúd de una víctima de los ataques. | AP

Médicos y familiares portan el ataúd de una víctima de los ataques. | AP

  • Los combates registrados en la ciudad desde finales de febrero han dejado más de 1.000 muertos
  • Naciones Unidas no recibe garantías del régimen para crear corredores de ayuda humanitaria

Afp | Nueva York

Dos emisarios de alto rango de la ONU han exigido al primer ministro libio, Al-Baghdadi Ali Al-Mahmoudi, en un encuentro en Trípoli, que pongan fin a los hostilidades contra la ciudad rebelde de Misrata. La reunión se produjo el domingo pero no ha sido hasta este lunes que Naciones Unidas ha difundido el contenido.

El enviado especial del secretario general de la ONU, Andul Ilah Al-Khatib, y la secretaria adjunta para cuestiones humanitarias, Valerie Amos, se reunieron con el primer ministro libio, así como con el ministro de Asuntos Exteriores, Abdelati Obeidi.

Ambos han exigido a las autoridades libias "el cese inmediato de los ataques en todo el país, especialmente en Misrata", y han reiterado la condena por parte de toda la comunidad internacional del uso de la fuerza contra los civiles".

Pasillo humanitario

Por otra parte, Naciones Unidas no ha recibido garantías de Muamar el Gadafi para crear corredores de ayuda humanitaria en Misrata y otras ciudades en zonas de combate, según ha señalado Valerie Amos. "Hemos recibido promesas de que podremos abrir una oficina en Trípoli, pero no garantías para abrir un corredor humnitario para ayudar a la gente en Misrata", dijo Amos en Bengasi, el bastión de los rebeldes libios.

Amos se mostró sin embargo confiada en que los cooperantes de la ONU podrán al menos corroborar cuál es la situación en las ciudades asediadas en el oeste de Libia y dónde hay mayores necesidades.

En Misrata hacen falta alimentos, medicamentos y agua potable, explicó Amos. Unas 9.000 personas, sobre todo ghaneses y libios heridos, han embarcadio este lunes en la ciudad para ser trasladados por mar a Bengasi. Mientras, más de 3.000 extranjeros siguen esperando a ser evacuados. Misrata, en el oeste del país, es la más grande de las ciudades asediadas por las fuerzas de Gadafi, y la ayuda humanitaria sólo llega actualmente por mar.

Unas cifras desoladoras

Los combates que se han registrado en la ciudad libia de Misrata desde finales de febrero han dejado más de 1.000 muertos y 3.000 heridos, según han confirmado fuentes de la dirección del hospital de esta villa rebelde, asediada por las fuerzas leales al régimen de Muamar el Gadafi.

El "80% de los muertos son civiles" ha declarado a los periodistas el responsable de la administración del hospital, el doctor Khaled Abou Falgha, precisando que las 60 camas del hospital están ocupadas por los heridos.

El facultativo ha precisado que ha constatado, desde la última semana, las graves heridas provocadas por las bombas de racimo, armas prohibidas que las fuerzas leales a Gadafi están utilizando, según ha denunciado la organización humanitaria Human Rights Watch.

Las bombas de racimo, que dispersan municiones de gran potencia explosiva en una amplia zona, no pueden ser lanzadas con precisión y cuando alcanzan zonas urbanas suponen un grave riesgo para la población y causan un gran número de víctimas civiles.

El Ibex cae un 2% por la incertidumbre

El Ibex cae un 2% por la incertidumbre sobre la deuda en la UE y Estados Unidos

Un operador en la Bolsa de Nueva York este lunes. | AP

Un operador en la Bolsa de Nueva York este lunes. | AP

La incertidumbre vuelve a los mercados ante la avalancha de datos negativos de las últimas horas. La resurrección de las dudas sobre la crisis de deuda en Europa y el nuevo foco abierto en EEUU, con la advertencia de S&P sobre una posible rebaja de la calificación de la mayor economía mundial, han llevado al Ibex a perder un 2%.

En concreto, el principal indicador de la Bolsa española cayó hasta los 10.344 puntos después de que el diferencial de la deuda española con la alemana se haya disparado hasta los 230 puntos.

"Si bien desde EEUU han quitado hierro al asunto [a la rebaja de S&P sobre EEUU] esto no es un buen síntoma para los mercados dado que en Europa nos recuerda a los comienzos de la crisis de la periferia. A S&P podrían sumarse rápidamente Moody's y Fitch lo que complicaría más aun la situación en unos mercados que se encuentran presos de la desconfianza", afirma Soledad Pellón, estratega de Mercados de IG Markets.

La decisión de la agencia de calificación de riesgos ha provocado también una apertura claramente a la baja de las Bolsas de Wall Street, con el Dow Jones cediendo casi un 2%.

Resucitan los temores en Europa

Previamente, en Europa renacían con fuerza los temores a una intensificación de la crisis de deuda. Tras la petición de un rescate por parte de Portugal, Grecia, el primer país que lo solicitó ha vuelto a ser el foco de atención.

"Lo de Grecia ya no es cosa sólo del rescate sino de que incluso después de recibir ayuda de la Unión Europea y del FMI por valor de 110.000 millones de Euros (el mayor de los rescates llevados a cabo hasta ahora), sigue teniendo complicado hacer frente a sus obligaciones. Hay numerosos indicios para estar preocupados al respecto", afirma Pellón.

"Los problemas de la deuda periférica tienden a caracterizarse por su rápido contagio y poco ha tardado España en padecer las consecuencias, añade la analista de IG Markets.

El Tesoro Público español se ha visto obligado a pagar hasta un 38% más en su última subasta de Letras a 12 y 18 años para poder cumplir con su colocación. Tenía previsto captar entre 4.500 y 5.500 millones de euros, pero sólo logró 4.659 millones de financiación.

Además, con una rentabilidad del 5,59% en los mercados secundarios, el diferencial español ha alcanzado su nivel más alto en el último mes.

A las nuevas dudas sobre Grecia se ha unido el giro político en Finlandia, donde el partido 'Perussuomalaiset' (Verdaderos Finlandeses) ha llegado al poder por su rechazo a rescatar a países con impuestos más bajos, como es el caso de Portugal.

¿Se pacta o no se pacta?

¿Se pacta o no se pacta?

¿Usted cree que los encargados de combatir a una delincuencia desbocada no se han sentado nunca a negociar con los capos? ¿Se imagina a esos hombres pragmáticos por antonomasia que pelean contra grupos criminales poderosísimos descartando un acuerdo con uno de ellos para debilitar a otro o para enfriar una plaza?

Agustín Basave*

El asesinato de varios jóvenes en Cuernavaca y las declaraciones del padre de uno de ellos, el poeta Javier Sicilia, han elevado el volumen de un debate que se daba sotto voce. ¿Se debe o no pactar con el crimen organizado en México? Esta pregunta a futuro debe ser antecedida por otra en el presente: ¿se pacta o no? La postura oficial del gobierno es que no, que bajo ninguna circunstancia es aceptable hacerlo, y hay encuestas que señalan que la mayoría de la gente lo respalda. Y sin embargo, yo tengo la impresión de que tras de este apoyo está el sesgo conocido como social desirability bias: la tendencia a expresar lo que se considera socialmente correcto. ¿Cómo oponerse a una lucha sin cuartel contra los malos? ¿Cómo contradecir argumentos lógicamente impecables como el de que no se puede confiar en la palabra de quienes cometen toda suerte de atrocidades y cuya maldad no tiene límites?

Pero en corto se oyen otras cosas. No sé usted, pero yo he escuchado muchísimas voces que afirman en privado que esa guerra no se puede ganar y que tiene que llegarse a un arreglo con los narcos. Hay dos datos duros que indican que esta percepción es generalizada: 1) los más creen que en la época del presidencialismo priista había pactos con los cárteles; 2) los más anuncian su intención de votar por el retorno del priismo a la Presidencia en 2012. La intención de voto mayoritaria a favor del PRI, que parece sustentarse en la premisa de que todos los partidos son corruptos pero el tricolor es además eficaz y puede poner en orden al país, hace pensar que en el terreno de la seguridad los mexicanos se inclinan por volver cabalmente a las reglas no escritas de distribución territorial y de cuotas que se asegura había antes.

El hecho es que en este tema nadie quiere decir la verdad. La simulación es uno de nuestros defectos idiosincráticos, sin duda, pero aquí la brecha entre lo que se piensa y lo que se dice es todavía mayor. Permítame hacerle algunas preguntas. ¿Usted cree que los encargados de combatir a una delincuencia desbocada no se han sentado nunca a negociar con los capos? ¿Se imagina a esos hombres pragmáticos y maquiavélicos por antonomasia que pelean contra grupos criminales poderosísimos descartando un acuerdo con uno de ellos para debilitar a otro o para enfriar una plaza? Y no me refiero a los policías corruptos que trabajan para los narcos, porque nadie niega sus tratos con ellos; hablo de lo mejorcito que tenemos, de quienes realmente quieren salvaguardar a la sociedad pero saben de lo desigual del enfrentamiento y no se tocan el corazón para emparejar el campo de batalla. En suma, ¿usted ve a halcones actuando como palomas?

Hay quienes esconden, detrás de su “no” a los arreglos pactados, un “sí” a los entendimientos impuestos. No rechazan la existencia de un nuevo orden por encima o al margen de la ley; a lo que se oponen es a que el aparato gubernamental negocie con los capos en una posición de debilidad. Quieren que las autoridades recuperen la autoridad para leerles la cartilla, que les ordenen actuar en ciertos territorios y limitarse a ciertos giros y que estén en condiciones de castigarlos cuando no cumplan, como dicen que ocurre en Estados Unidos. Pero eso de que no ha de haber diálogo alguno con ellos, de que ha de atacarse a todos en todo momento, ¿habrá alguien que lo asuma y lo practique? ¿Ni siquiera por consideraciones tácticas se acuerdan treguas o se tejen alianzas? Cierto, es muy difícil hacerlo con la fragmentación que se ha provocado y con la existencia de facciones delincuenciales capaces de cualquier locura, pero algunos cárteles dan la impresión de buscar un ordenamiento que delimite y facilite su negocio. ¿De veras no hay ninguna autoridad que apruebe un acuerdo de esa naturaleza?

En mi opinión, si se le pegara en serio al lavado de dinero, se perfeccionara el trabajo de inteligencia y se realizaran más operativos quirúrgicos, los pactos saldrían sobrando. Pero ante todo hay que hablar con franqueza y discutir abiertamente un tema que nos afecta a todos. ¿Se pacta o no se pacta? Porque si se está haciendo a medias, sin estrategia y coordinación, el remedio está resultando peor que la enfermedad. La espeluznante cifra de muertos y el infierno que se extiende a muchas regiones del país son razones suficientes para desechar todo tabú en la discusión pública, como se hizo en el caso de la legalización de las drogas. El gobierno usa los sondeos que sugieren que la mayoría apoya sus acciones como pretexto para que todo siga igual. Seguramente hay convicción pero también hay cálculo: paradójicamente, la violencia en México es insoportable pero políticamente útil. El miedo hace a la gente apoyar a quien tiene el poder para protegerla, y suele hacerla votar por el statu quo. Es responsabilidad nuestra sacudirnos el temor y el prurito de corrección social y exigir más resultados y menos simulación. Debatamos sin engaños. Sicilia puso el dedo en la llaga: a un combate de semejante gravedad se tiene que ir con la verdad en ristre.

*Director de Posgrado de la Universidad Iberoamericana

El PRI no puede hacerse guaje

El PRI no puede hacerse guaje sobre la violencia

Leo Zuckermann

La semana pasada escribí un artículo donde argumentaba que, para entender la violencia en México, había que voltear a ver y entender lo que estaba sucediendo en Tamaulipas. Presenté unas estadísticas que mostraban cómo se disparó el terror en aquel estado el año pasado. Acabo de leer un artículo que arroja mucha luz sobre lo que está pasando ahí. Es un excelente texto de Diego Enrique Osorno en el número más reciente de la revista Gatopardo titulado “La batalla de Ciudad Mier”. Lo que revela es la presencia de un Estado de naturaleza donde no existe orden ni contratos sociales ni reglas que regulen las relaciones entre los habitantes de esa región. La única ley que existe es la del más fuerte. El Estado mexicano ha perdido el control territorial en esos pueblos tamaulipecos de la Frontera Chica, incluyendo Ciudad Mier y San Fernando. Ahí no hay gobierno. Lo que existe es un enfrentamiento bélico entre Los Zetas y el cártel del Golfo (este último al parecer apoyado por los cárteles de Sinaloa y La Familia Michoacana).

Recomiendo mucho la lectura de la crónica de Osorno sobre Ciudad Mier. Los muertos, la crueldad, el miedo, la migración, el silencio, en fin, el escenario devastador de una guerra donde ni siquiera los reporteros de la agencia noticiosa Al Jazeera, “que en los años recientes han estado en las líneas de fuego de los principales conflictos bélicos del planeta, no pudieron recorrer la carretera de La Ribereña. Ni los funcionarios locales ni los militares les dieron mínimas garantías de que saldrían vivos si lo intentaban”. Increíble: un pedazo del territorio mexicano en peor situación que Irak, Afganistán o Gaza.

Las consecuencias de la violencia en Ciudad Mier han sido devastadoras:

“Durante ese tiempo no sólo fue un pueblo sin policías: fue un pueblo sin escuela, sin bancos, sin carnicerías, sin médicos y sin farmacias, porque los principales establecimientos estuvieron cerrados buena parte de los nueve meses. Camionetas cargadas de gente con maletas y bultos abandonaban el pueblo. La Arquidiócesis estuvo a punto de dejar a Ciudad Mier también sin cura, pero —pese a la orden de sus superiores— el sacerdote del pueblo fue el único de la Frontera Chica que se rehusó a abandonar su templo durante los enfrentamientos. El tamaño de la soledad de Ciudad Mier era tal que el alcalde sólo visitaba la presidencia municipal dos veces por semana, y el resto de los días los pasaba en Roma, Texas, o en cualquier otro lugar lejano y seguro. En 2010 no sólo no se celebró el aniversario del pueblo, tampoco hubo fiestas de Semana Santa, Día de las Madres ni siquiera Grito de Independencia. La vida civil en Ciudad Mier se fue extinguiendo de forma callada y cruel, hasta que en noviembre apenas quedaban mil de los seis mil 117 habitantes de los que habla el censo oficial”.

Si bien la historia de Osorno se concentra en Ciudad Mier, hace una breve referencia de San Fernando, donde recientemente se encontraron fosas clandestinas con 145 cadáveres:

“Hasta antes de la matanza de los setenta y dos migrantes, ocurrida en un rancho del ejido El Huizachal, la presencia del Ejército era reducida en San Fernando. Después de la tragedia la zona se militarizó, pero sólo unos días. Cuando los soldados se fueron, los ánimos de los habitantes que todavía no huían se volvieron a desmoronar. Te dicen que quizá no vas a encontrar un solo sanfernandense que no haya perdido amigos, familia o conocidos de toda la vida a causa del conflicto. Te aseguran que no todos los muertos son narcos, que hay muchos inocentes, que no debes olvidar que en las guerras la muerte es pareja y que siempre hay dramas terribles como los que han sucedido en ésta; dramas como el de esas familias que han hecho funerales y enterrado solamente las cabezas de sus parientes muertos, porque el resto de los cuerpos jamás lo pudieron encontrar”.

¿Quién se supone que gobierna en esta zona del país? El PRI. Tanto el gobernador como todos los presidentes municipales de los poblados en conflicto son de ese partido (el gobernador, de hecho, es el hermano de quién debería estar gobernando pero que fue acribillado unos días antes de la elección). La realidad es que las autoridades en Tamaulipas están rebasadas. No están pudiendo con el paquete. No están gobernando. Están esperando a que la Federación, es decir las Fuerzas Armadas, intervengan para recuperar este territorio.

Si es así, ¿por qué el Senado no desaparece los poderes en Tamaulipas? ¿Por qué no se declara un Estado de excepción? Muy sencillo: porque a los priistas no les conviene la imagen de pérdida de un estado que supuestamente gobiernan. Menos ahora que estamos en vísperas de la elección presidencial.

Pero el PRI no puede hacerse el pato en este tema de la violencia. No puede recurrir al expediente fácil de echarle toda la culpa al gobierno de Calderón. Si los priistas de verdad quieren regresar a Los Pinos, tienen que dar una respuesta seria y factible de cómo resolver la violencia en México comenzando por estados que ellos supuestamente gobiernan como Tamaulipas.

El búho no ha muerto

El búho no ha muerto

revoluciondelintelecto.com

Pedro Ferriz

(Este es el discurso que en nombre de todos pronunciamos ante la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el 14 de abril de 2011)

Me siento honrado de poder hablar ante ustedes en el nombre de millones de mexicanos. Lo expreso así, porque es difícil el acceso a un medio que permita que los ciudadanos expresen a sus diputados lo que esperan y desean para México. La regla de nuestra democracia dicta que son ustedes los que detectan y pulsan cuáles son las necesidades y prioridades. Esto hace imposible abundar en otra agenda que no sea la suya. No dudamos que estén en condiciones de ver el gran espectro de problemas presentes y posibles formas de solucionarlos, pero tampoco creemos que estén en el ángulo perfecto para ver completa la película de la vida nacional. Hay puntos que los ciudadanos ya estamos obligados a marcar por la simple razón de que los sentimos en carne propia. A veces su óptica no es la nuestra y viceversa, no obstante todos seguimos siendo mexicanos amantes de nuestra patria y bienestar.

Desde el fin del presidencialismo hasta hoy, vemos con recelo el método de acuerdos con el que han venido operando. No encuentran soluciones de fondo y las propuestas modernizadoras no son eficaces. Son graduales. “Los pasos posibles y no los deseables”. Así se justifican cuando se llega a algo. Esto nos ha hecho perder el paso de la evolución. Crecemos a tasas menores a las demandas de una población más numerosa, lo que nos hace quedar cortos. Siempre cortos. Jóvenes mexicanos demandan espacios que no se están creando, lo que genera un caldo de cultivo para la inestabilidad. Armar un marco formal de acuerdos políticos, resulta indispensable en esta etapa de la historia. Si se corrige el curso día con día, armaremos empresas, sociedad, gobierno y un Estado de vanguardia. Constante acción transformadora a un entorno, tecnología y condiciones que van cambiando vertiginosamente.

La complaciente mirada al pasado no alcanza a corregir. No parece acusar la necesidad de asumir el reto de la evolución.

Si en otro tiempo se incrementó el tamaño del Congreso para darle espacio a corrientes políticas que no tenían acceso por la vía del voto, hoy ese tiempo está rebasado y la sociedad dispuesta a reconocerlas, adoptarlas o rechazarlas. No son ya necesarias más cuotas partidarias de poder que den balance al Congreso, ahora es vital someterse por completo al escrutinio público en aras de encontrar: un mayor compromiso social, una autorregulación del poder que ciega y de permanecer conscientes de las auténticas inquietudes ciudadanas. Someterse a la crítica, la rendición de cuentas, a la labor para convencer con hechos y no con palabras, panfletos o campañas nos permitirá avanzar. No queremos ya más diputados y senadores escogidos por sus propios partidos y no por la sociedad. En cambio urge la posibilidad de su reelección. Aquellos que por su compromiso y resultados puedan y deban seguir en la labor legislativa. Aprovechar su experiencia nos resulta clave. Su sapiencia nos hará mejores. No debemos privarnos de los que saben y quieren cumplir con los mexicanos y honrar el compromiso que contrajeron con sus representados.

Aquí deposito, en las manos del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, cuatro millones de voluntades ciudadanas que exigen la desaparición de las formas plurinominales. La libre iniciativa de cuatro millones de infatigables e inquietos radioescuchas —y sin incluir al resto de los auditorios— que desean tener que ver con el arribo de ustedes al poder y al fuero. Cuatro millones que se dieron un espacio para opinar como ciudadanos responsables, sabedores de que la democracia se ejerce todos los días. Conscientes de que no hay poder en México que pueda ignorar a la sociedad. La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que sólo se sientan a ver lo que pasa y se conforman. Los ciudadanos bien intencionados ya no queremos ser espectadores en la escena nacional. Tomaremos un papel protagónico en el bienestar de México y los mexicanos... Y lo asumimos desde hoy. Este Movimiento en Primavera, puede ser el primer paso del camino en la Revolución del Intelecto. Hagamos juntos florecer a México, antes que el espectro de la incomunicación entre el Congreso y la sociedad nos haga perder el camino. La mejor campaña que pueden hacer para ser reconocidos y respetados, será escucharnos. Les aseguramos que si ustedes lo hacen, los ciudadanos no dejaremos de atender lo que nos tengan que decir.

No hay comentarios.: