Canitas al aire: los famosos pagan caro su coqueteo
Actores, políticos y deportistas famosos han caído en la infidelidad, con empleadas o amigas de la familia
Eva Díaz Moreno CIUDAD DE MÉXICO, 29 de mayo.- Definitivamente el caso de infidelidad del actor y ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, ha dado mucho de qué hablar, pues, esa “canita al aire” que echó con su empleada doméstica Mildred Baena y que tuvo como fruto un hijo, ahora de diez años, fue crucial para que toda su vida se viniera abajo.
Su esposa Maria Shriver dio por terminado un matrimonio de 25 años, además películas como Cry Macho, parte de la saga de Terminator se paró, con lo que el actor perderá 40 millones de dólares, ya que por la actuación en la cinta recibiría diez millones de dólares más 25% de la recaudación de taquilla.
Y aunque a todas luces las consecuencias son fuertes, esto no impide que los famosos sigan cayendo en las redes de la infidelidad, prueba de ello son las decenas de casos que existen actualmente.
Por ejemplo en 2005, el actor británico Jude Law se fijó en la nana de sus hijos, Daisy Wrigth, sin importarle la relación de más de cinco años que tenía con la también actriz Sienna Miller.
Y aunque se arrepintió y pidió públicamente perdón a su pareja, la relación ya no funcionó y se dice que Miller le pagó con la misma moneda, al “pintarle el cuerno” con uno de sus mejores amigos, el actor Daniel Craig.
Hay que tener cuidado con quien lee los cuentos a los niños, pues otro caso que también llamó la atención fue en 1989, cuando el respetable Robin Williams acabó con un matrimonio de diez años con Valerie Velardi.
La tercera en discordia fue Marsha Garces, la niñera, con quien llegó a casarse y fundar una casa productora, sin embargo, se divorciaron en 2008.
Romances con empleadas
Las actividades de las trabajadoras no necesariamente se restringen a un solo puesto, pues la infidelidad se puede dar en el lugar menos esperado.
Basta recordar el caso del madrileño Alejandro Sanz, quien en 2007 reveló que tuvo un hijo con la puertorriqueña Valeria Rivera, quien era la peluquera y masajista de su esposa Jaydy Michel, ahora sí que el intérprete de Pisando fuerte, siguió al pie de la letra su canción.
Tiger Woods, campeón mundial de golf llegó a tener 12 amantes, de diversas profesiones y oficios.
En 2009 se descubrió su adicción al sexo, cuando su esposa Elin Nordegren se enteró que le fue infiel con la camarera Rachel Uchitel, aunque esto sólo fue la punta de la madeja, porque el deportista, ha resultado ser el más “ojo alegre” de los infieles.
Siguiendo con el deporte, el astro del futbol David Beckham también se olvidó de Victoria, puesto que una mujer holandesa llamada Rebecca Loos, dijo haber estado con Beck cuando jugaba en el Real Madrid.
La supuesta asistente personal dio como pruebas los cariñosos mensajes de texto que el futbolista le mandaba.
Por supuesto los personajes de la política no escapan a estos escarceos amorosos y el caso más documentado fue el del ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, quien le fue infiel a Hilary con Mónica Lewinsky.
El escenario fue en 1996 en la propia Casa Blanca, donde ella trabajaba.
Empleadas, estilistas, fans y hasta amigas de la familia son parte de las infidelidades, así lo vivió el actor Morgan Freeman quien en 2009 engañó a su esposa Myma Colley-Lee con Mary Joyce, una amiga de la familia.
Por supuesto el matrimonio se desintegró. Este desliz le salió muy caro, pues el actor tuvo que pagarle a su ex esposa 140 millones de euros en efectivo y en propiedades, además su ex se quedará con una casa en Mississippi valorada en seis millones de euros, otra que poseían en Alabama y un apartamento en Nueva York.
Su esposa Maria Shriver dio por terminado un matrimonio de 25 años, además películas como Cry Macho, parte de la saga de Terminator se paró, con lo que el actor perderá 40 millones de dólares, ya que por la actuación en la cinta recibiría diez millones de dólares más 25% de la recaudación de taquilla.
Y aunque a todas luces las consecuencias son fuertes, esto no impide que los famosos sigan cayendo en las redes de la infidelidad, prueba de ello son las decenas de casos que existen actualmente.
Por ejemplo en 2005, el actor británico Jude Law se fijó en la nana de sus hijos, Daisy Wrigth, sin importarle la relación de más de cinco años que tenía con la también actriz Sienna Miller.
Y aunque se arrepintió y pidió públicamente perdón a su pareja, la relación ya no funcionó y se dice que Miller le pagó con la misma moneda, al “pintarle el cuerno” con uno de sus mejores amigos, el actor Daniel Craig.
Hay que tener cuidado con quien lee los cuentos a los niños, pues otro caso que también llamó la atención fue en 1989, cuando el respetable Robin Williams acabó con un matrimonio de diez años con Valerie Velardi.
La tercera en discordia fue Marsha Garces, la niñera, con quien llegó a casarse y fundar una casa productora, sin embargo, se divorciaron en 2008.
Romances con empleadas
Las actividades de las trabajadoras no necesariamente se restringen a un solo puesto, pues la infidelidad se puede dar en el lugar menos esperado.
Basta recordar el caso del madrileño Alejandro Sanz, quien en 2007 reveló que tuvo un hijo con la puertorriqueña Valeria Rivera, quien era la peluquera y masajista de su esposa Jaydy Michel, ahora sí que el intérprete de Pisando fuerte, siguió al pie de la letra su canción.
Tiger Woods, campeón mundial de golf llegó a tener 12 amantes, de diversas profesiones y oficios.
En 2009 se descubrió su adicción al sexo, cuando su esposa Elin Nordegren se enteró que le fue infiel con la camarera Rachel Uchitel, aunque esto sólo fue la punta de la madeja, porque el deportista, ha resultado ser el más “ojo alegre” de los infieles.
Siguiendo con el deporte, el astro del futbol David Beckham también se olvidó de Victoria, puesto que una mujer holandesa llamada Rebecca Loos, dijo haber estado con Beck cuando jugaba en el Real Madrid.
La supuesta asistente personal dio como pruebas los cariñosos mensajes de texto que el futbolista le mandaba.
Por supuesto los personajes de la política no escapan a estos escarceos amorosos y el caso más documentado fue el del ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, quien le fue infiel a Hilary con Mónica Lewinsky.
El escenario fue en 1996 en la propia Casa Blanca, donde ella trabajaba.
Empleadas, estilistas, fans y hasta amigas de la familia son parte de las infidelidades, así lo vivió el actor Morgan Freeman quien en 2009 engañó a su esposa Myma Colley-Lee con Mary Joyce, una amiga de la familia.
Por supuesto el matrimonio se desintegró. Este desliz le salió muy caro, pues el actor tuvo que pagarle a su ex esposa 140 millones de euros en efectivo y en propiedades, además su ex se quedará con una casa en Mississippi valorada en seis millones de euros, otra que poseían en Alabama y un apartamento en Nueva York.
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