11 agosto, 2011

Chávez cambia nuevamente de rostro ¿funcionará esta vez?

Hugo Chávez, presidente de Venezuela

"Tenemos que reflexionar e introducir cambios en nuestro discurso y nuestras acciones", dijo Chávez.

Ya no habla de muerte, empieza a dejar el rojo de sus camisas por el amarillo y hasta habla de un “nuevo Chávez” pero, ¿de verdad el cáncer cambió al presidente de Venezuela?

El mandatario asegura que vive un momento más reflexivo en su vida.

El 30 de junio anunció que le habían extirpado un tumor cancerígeno.

Antes habían sido semanas de secretismo, internado en Cuba tras ser operado por un abceso pélvico.

Ahora ya va por su segunda sesión de quimioterapia, también tratada en La Habana.

Y si el presidente cambió su apariencia, se rapó el pelo previo a su caída por el tratamiento –y hasta bromeó con su "new look"–, también empezó a moderar algunas aristas de su discurso.

El eslogan de la revolución "Patria socialista o muerte", repetido hasta la saciedad, quedó a un lado, al menos la parte en la que se hace referencia a la muerte.

Chávez, puesto en una situación límite, parece haber cambiado algunas cosas.

Adiós al rojo

"Hay una intención de reconquistar a quienes estuvieron en el proceso revolucionarios y ya no están"

Nicmer Evans, Universidad Central de Venezuela

"Propongo otros lemas, porque aquí no hay muerte, aquí hay vida. ¡Patria socialista y victoria! ¡Viviremos y venceremos!".

"¿Por qué tenemos que andar todo el tiempo con camisa roja?", preguntó semanas atrás y agregó que "esa gente que se viste hasta de ropa interior roja es sospechosa. Y lo mismo pasa con la palabra socialismo", dijo.

"Tenemos que reflexionar e introducir cambios en nuestro discurso y nuestras acciones", agregó.

A más de un año para las elecciones presidenciales, previstas para diciembre de 2012, la moderación del mandatario puede verse como un intento para apelar a la clase media y a los independientes, sector este último que alcanza un tercio del electorado.

Chávez, en el gobierno desde 1999, buscará asegurarse un nuevo mandato, y con él la posibilidad de gobernar hasta 2019.

Los años en el poder y el desgaste natural, sumado a la incertidumbre por su estado de salud en el mediano y largo plazo, colocan a Chávez ante su mayor reto en las urnas.

Pero mientras habla de lo crucial que es la clase media y la importancia de la unidad, para algunos esa nueva imagen que busca vender Chávez no es tal.

Estrategia

"No es algo nuevo", le dice a BBC Mundo Luis Vicente León, director de la firma de opinión pública Datanálisis, quien recuerda que ya ha usado la estrategia en elecciones previas.

Hugo Chávez, presidente de Venezuela

Chávez va por su segunda sesión de quimioterapia, tratamiento al que se somete en La Habana.

La diferencia es que esta vez comenzó antes, incluso previo a la enfermedad, pues el escenario cambió.

Si Chávez llegó a los comicios de 2006 con una popularidad en torno al 70%, 2010 lo cerró en 47%. Y ahora, tras la enfermedad, repuntó al 50%.

"Obviamente requiere relanzar su estrategia de conexión popular. Se tiene que dirigir fundamentalmente a los independientes, que definen la elección", dice León.

"Hay una intención de reconquistar a quienes estuvieron en el proceso revolucionarios y ya no están. Más de dos millones de personas dejaron de apoyarlo electoralmente, pero no están en la oposición", señala Nicmer Evans, profesor de Teoría Política de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Críticos del presidente señalan que sigue gobernando exclusivamente para el chavismo y no para todo el país.

Chávez dice que vive momentos de reflexión, aunque en cadena nacional se dirige a la oposición de forma desafiante.

"Ustedes derecha venezolana nunca volverán a gobernar la patria venezolana", dijo semanas atrás.

Se dirige hacia la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el bloque de partidos de oposición que presentará un candidato para enfrentarse a Chávez en las elecciones, como la "Mesa de la Ultra Derecha" o la "Mesa de los United States".

Y califica la unidad de la MUD como una "gran estafa".

Sus opositores, quienes insisten en que todo se trata de una estrategia, hacen hincapié en el hecho de que una de las facultades que delegó Chávez al vicepresidente Elías Jaua fue la de ordenar expropiaciones.

Sin embargo, León ve poco probable que de aquí en adelante se vean "eventos estrambóticos o grandes expropiaciones".

Ahora es momento, dice, de enviar dos mensajes, el de que se va a curar y otro destinado a minimizar el rechazo al radicalismo.

Es que puede haber moderación, opina, en algunas líneas del modelo económico. Pero no a la hora de atacar a sus adversarios.

"Atrapado"

"Probablemente Chávez esté en un período de revisión de su conducta, no digo que necesariamente vaya a tener un impacto en la política. Pero sí como se presenta ante la sociedad"

Andrés Cañizález, Universidad Católica Andrés Bello

"Creo que está atrapado en lo que ya ha construido: la campaña de descrédito sistemática a la oposición, la crítica al imperialismo", le dice a BBC Mundo Andrés Cañizález, profesor investigador del Centro de Investigaciones de la Comunicación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).

"El discurso personal de Chávez puede cambiar, su estilo de vida, suprimir algunas frases invocando a la muerte, pero la lógica de su gobierno difícilmente pueda cambiar", agrega.

"Probablemente Chávez esté en un período de revisión de su conducta, no digo que necesariamente vaya a tener un impacto en la política. Pero sí como se presenta ante la sociedad", opina Cañizález.

En la misma línea se expresa León quien asegura que "no ha habido ningún cambio relevante en su visión política y en la visión de la revolución", aunque sí puede advertir un efecto a nivel personal.

El politógolo Evans no cree que se trate de una versión moderada del presidente, sino lo contrario.

"Es un Chávez más radical porque hay un retorno a la raíz de la revolución, al pensamiento de Bolívar, en la búsqueda de la incorporación de la clase media y los sectores productivos. Es una vuelta a los fundamentos, entender que ponerse una camisa roja no significa necesariamente un compromiso con la revolución", agrega.

Es cumplir, opina Evans, con algo que ya Chávez dijo a fines de 2007: lo de impulsar las "3 R", "revisar, rectificar y reimpulsar".

Este analista advierte una serie de factores para el curso que tomó el presidente: entre ellos menciona la situación personal de Chávez, el avance de la oposición en las elecciones legislativas del año pasado, la proximidad de los comicios presidenciales y la "arremetida de Estados Unidos con sanciones a la industria petrolera".

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