Por Sammy Eppel
Chávez irrumpe en la escena política con dos sangrientos golpes de estado en 1992 luego de planificar durante 10 años, gana legalmente las elecciones en 1998 y comienza una era donde la ilegitimidad de desempeño ha sido la marca de fábrica, me refiero al golpismo como forma de gobierno. Todo lo que se ha hecho en estos 12 años es destruir las instituciones democráticas y reventar la fibra moral de la población y convertir al pueblo en borregos y esclavos que acepten el robo y la corrupción a cambio de un mendrugo de pan. Otra gesta como la del 11 de abril ya no será posible.
Para que quede clara la vocación golpista del régimen tenemos dos ejemplos clarísimos, el desconocimiento de la elección de Ledezma como alcalde mayor y de los resultados del referéndum del 2007 donde se derroto la modificación de 69 artículos de la constitución que luego fueron cambiados por otras vías golpistas. Pudiésemos llenar todas las páginas de este periódico con otras situaciones parecidas.
Ahora les toca a los militares que declaran públicamente que no aceptarían otro gobierno distinto al de Chávez y que no acatarían las órdenes de otro comandante en jefe, amigos lectores, ¡eso es golpismo puro! ¿Porque no se les abre juicio por sedición? Muy fácil, porque las instituciones que deberían velar por el cumplimiento de la constitución y la leyes son parte de esa misma mafia. El entregar al Castro comunismo el manejo de áreas claves de la soberanía y seguridad nacional no es acaso golpismo. A mi entender, el régimen de Chávez es usurpador e ilegitimo y la constitución es clara en cual es el deber de todo venezolano para restituir la legitimidad perdida.
“Un hombre puede morir por su país, pero un país ni puede morir por un hombre” Será!!!
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