09 agosto, 2011

EEUU

El Tea Party no ganó

Alberto Acereda 2

&quote&quoteEl trasfondo político mirando a 2012 es que la demonización del Tea Party ha sido una exitosa estrategia de la izquierda política para hacernos creer que el Tea Party y el GOP ganaron esta batalla, cuando tal no es el caso.

Diógenes de Sínope aseguraba que el insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe. En estos últimos días, y al hilo del debate económico, los miembros del Tea Party en el Congreso han sido insultados como "terroristas", "secuestradores", "wahabistas"... Los insultos proceden de comentaristas en medios favorables a Obama: Chris Matthews, Margaret Carlson, Tina Brown, Thomas Friedman, Paul Krugman... Y lo mismo de congresistas del Partido Demócrata (Mike Doyle, Hank Johnson...) y hasta del propio vicepresidente Joe Biden. Al insulto, además, añaden la injuria.

El Tea Party nació como movimiento ciudadano heterogéneo y con la voluntad de restaurar en EEUU sus principios fundacionales: vida, libertad y búsqueda de la felicidad, así como un gobierno limitado que vele, entre otras cosas, por la responsabilidad fiscal y el libre mercado. El llamado caucus del Tea Party en el Congreso, establecido sobre todo a raíz de las intermedias de noviembre de 2010, incluye a sesenta congresistas y cuatro senadores, todos del GOP. La gran mayoría de sus miembros votaron en contra la ley que finalmente aprobó el Congreso sobre el techo de deuda. La misma ley que, según Gallup, sólo apoyan el 39% de los norteamericanos.

Se ha repetido estos días en varios medios que el gran vencedor del debate sobre el techo de la deuda norteamericana ha sido el Tea Party. La realidad no es tal y aunque el debate tomó la positiva dirección del control del gasto gracias al Tea Party, la ley aprobada resulta negativa. No hay aquí victoria moral que valga y aunque el Tea Party debe sentirse orgulloso por haber mostrado el estado de bancarrota económica en EEUU, su fuerza es limitada ahora mismo ante la burocracia adicta al gasto de demócratas, republicanos y especialmente de la Casa Blanca.

El sentir real del Tea Party es que el pacto de la élite política de Washington es un insulto a los ciudadanos. De We The People estamos pasando al We The Stupid. Tal es el sentir de los muchos norteamericanos de a pie y de los líderes del Tea Party, léase Michele Bachmann, Jim DeMint o Rand Paul. El insulto radica en que la nueva ley eleva inmediatamente el techo de deuda en 2,1 billones de dólares al tiempo que dice recortar sólo 1 billón en diez años. Sin embargo, el aumento real de la deuda será de más de 8 billones de dólares si consideramos el llamado baseline budgeting, un método que usa los niveles de gasto existentes como base para establecer futuras peticiones de gasto. El truco está en que con este acuerdo el Gobierno podrá gastar hasta 10 billones de dólares más en ese periodo.

La nueva ley tampoco realiza ninguna reforma estructural en los programas de Medicare, Medicaid y Social Security, que están en bancarrota. Se crea además un dudoso supercomité que no recortará gasto real y que tampoco tocará ninguno de los citados programas, pero sí otros de defensa y seguridad nacional. Por si fuera poco, la enmienda constitucional de equilibrio presupuestario se queda en el furgón de cola y con escasas o nulas posibilidades.

El trasfondo político mirando a 2012 es que la demonización del Tea Party ha sido una exitosa estrategia de la izquierda política para hacernos creer que el Tea Party y el GOP ganaron esta batalla, cuando tal no es el caso. Los insultos hicieron creer a los moderados y centristas del GOP que el pacto era bueno para ellos. Cuando tenían a Obama y a los demócratas contra las cuerdas, los republicanos se precipitaron en un acuerdo de consenso que será (al tiempo) una ruina para el pueblo norteamericano. Obama se quita de encima así y hasta después de las elecciones de 2012 el espinoso asunto del techo de deuda. Y si la economía sigue mal, tendrá la coartada de culpar al GOP.

Santos busca acelerar la lucha contra las FARC en Colombia

nueva estrategia antiterrorista

Santos busca acelerar la lucha contra las FARC en Colombia

Al cumplir su primer año como presidente de Colombia, Juan Manuel Santos ha anunciado una nueva estrategia contra las FARC.

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Santos, durante su discurso por la Batalla de Boyacá. | EFE

En un acto conmemorativo del 192 aniversario de la Batalla de Boyacá, que consolidó la independencia de Colombia, Santos planteó estos cambios en su política contra la FARC pese a los éxitos que ha logrado hasta la fecha. Lo que busca, dice, es que la lucha contra el terrorismo sea más eficaz.

El presidente resaltó varios avances en seguridad pero también aprovechó la ocasión para hacer autocrítica y anunciar "una revisión del esquema de control territorial, para hacer un uso más eficaz y efectivo de todo el personal". "Como Gobierno tenemos que tener la humildad de saber corregir lo que haya que corregir y eso es exactamente lo que estamos haciendo", reconoció.

Santos explicó que "los terroristas buscan hacerse invisibles vistiendo de civil, en contra de todas las normas del Derecho Internacional Humanitario, y pretenden hacer ruido y causar zozobra con pequeñas operaciones dirigidas no sólo contra los soldados y policías sino también contra la población civil". Por eso, apuntó que "tenemos que ajustar nuestra doctrina, nuestras operaciones y también nuestros procedimientos a ese modo de operar, sin caer en la trampa de restarle eficacia y vigor a las operaciones que seguiremos haciendo contra ellos".

Además, el mandatario ordenó al Ministerio de Defensa trabajar en cinco elementos: la unificación de la inteligencia, la reordenación en unidades más pequeñas y efectivas, la colaboración con la Justicia, en afianzar la política de consolidación en los territorios más remotos y en dar una "debida protección legal" a las tropas. En este último punto, señaló que "quienes sean hallados culpables, sean extirpados como un cáncer del cuerpo vigoroso de nuestras fuerzas, pero no podemos ir al otro extremo dejando sin una debida protección a nuestras tropas y permitiendo que con una simple sindicación, sean retirados de las filas".

Entre los avances, destacó las capturas del jefe militar y número dos de las FARC, alias "Mono Jojoy", y de los que calificó como "lugartenientes" del máximo líder de las FARC, "Alfonso Cano", cuyo nombre real es Guillermo León Sáenz, identificados con los alias de "Biojó", "Oliver Solarte", "Jerónimo Galiano" y "El Abuelo"

Jackie Kennedy señaló a Johnson como asesino de su marido

EN UNAS GRABACIONES INÉDITAS

Jackie Kennedy señaló a Johnson como asesino de su marido

A mediados de septiembre saldrán a la luz unas grabaciones en las que Jackie Kennedy acusa directamente a Johnson.

La saga de los Kennedy es un pozo insaciable de misterios, enigmas e intrigas de poder. Intentando desentrañar una supuesta conspiración se han alumbrado decenas de libros, películas y artículos que versan sobre el asesinato del presidente estadounidense, así como de los avatares de su matrimonio con Jackie Kennedy. Han hablado colaboradores, biógrafos, periodistas, investigadores y demás fauna con algo que añadir a la turbulenta historia. Pero ahora, podría salir a la luz uno de los testimonios más jugosos, el de la viuda, Jackie.

Antes de fallecer, la que fuera Primera Dama estadounidense dejó unas grabaciones en las que daba cuenta de sus sospechas sobre la muerte de su marido, que atribuía a una conjura. El historiador Arthur Schlesinger Jr. grabó estas entrevistas días después del magnicidio de Dallas, en 1963, que han permanecido escondidas en la Biblioteca Kennedy de Boston. Jackie Kennedy, consciente del poder explosivo de las cintas, estableció que estas no podrían hacerse públicas hasta 50 años después de su muerte, esto es, en 2044. La propiedad quedaba en manos de su única hija Caroline, que se encargaría de seguir los designios de su madre. Pero no ha sido así: en 2011, esas cintas estarían a un paso de ver la luz.

Y es que la heredera de los Kennedy tuvo que negociar con ellas, para evitar que la ABC estadounidense emitiera una serie sobre su familia –protagonizada por Katie Holmes y y Greg Kinnear-, cuyo contenido desaprobaba. El bombazo de esta negociación lo desveló el Mail on Sunday el pasado fin de semana, provocando una cascada de informaciones con el resto de la prensa estadounidense entrando al trapo de la especulación. ¿Qué condiciones tiene ese trato? ¿Qué gana exactamente la heredera Kennedy? , pero, por encima de todo, ¿qué es lo que dicen esas grabaciones de la difunta Jackeline Kennedy?

Según los diarios, se trata de declaraciones "explosivas" que pueden dividirse en dos ámbitos. En el primero de ellos, Jackie desveló su particular teoría sobre el asesinato de su marido, y confiesa sus sospechas sobre el entonces vicepresidente – y después sucesor- Lyndon B. Johnson. A él le sitúa como organizador del complot para asesinarlo, que después ejecutarían una "camarilla" de magnates de Texas.

El otro ámbito toma un cariz mucho más morboso. Al margen de hablar sobre las conspiraciones para el asesinato de Kennedy, Jackie también habría disertado detalladamente sobre la vida íntima de su matrimonio. Además de ahondar en lo ya sabido – la absoluta perdición que le provocaban a John las faldas- la ex primera dama habría confesado sus propios escarceos, bastante numerosos. Ella buscó la venganza a los notorios –y casi públicos- amoríos de su esposo metiéndose bajo las sábanas de actores tan célebres como William Holden, Warren Beatty... o hombres tan poderosos como Gianni Agnelli.

Por su parte, la cadena ABC, que tenía previsto emitir el contenido de estas cintas -¿íntegro?- a mediados de septiembre, se ha visto obligada a difundir un comunicado para aclarar las cosas. Aunque reconoce que las declaraciones son "explosivas", rechaza que Jackie Kennedy acuse tan directamente a Johnson de asesinato. Aún así, continúa emplazando a la fecha de su emisión para desvelar el misterio.

Habrá que esperar, entonces. No obstante, aunque en esas grabaciones la glamourosa viuda expresase su teoría de que el sucesor de su marido fue el cerebro de la operación que lo asesinó, sólo se trataría de eso: la teoría de la viuda. Una hipótesis más en la complicada madeja que supone el asesinato de JFK, del que ha sido acusada desde la mafia, la Unión Soviética, la CIA y el FBI hasta grupos de extrema derecha.

La crisis de la deuda: lo peor está por llegar

puede estallar en otoño

La crisis de la deuda: lo peor está por llegar

Las intervenciones del BCE han conseguido frenar, por el momento, el hundimiento de la deuda española. La verdadera crisis puede estallar en otoño.

Emilio J. González

Hasta ahora, las ventas de deuda española han venido protagonizadas, en esencia, por aquellos inversores institucionales que no se pueden permitir correr el menor riesgo, en razón de su vocación inversora. Se trata, sobre todo, de gestores de planes de pensiones y de fondos de inversión que siguen una política muy conservadora en cuanto a los riesgos a asumir. Los especuladores, en cambio, apenas han hecho acto de presencia y se han limitado a tantear hasta dónde está dispuesto a llegar el Banco Central Europeo en la defensa de los bonos españoles.

El panorama puede cambiar radicalmente a partir de septiembre. En ese momento, en el mundo anglosajón, la patria de la mayoría de los grandes inversores internacionales, comienza un nuevo año fiscal y los inversores aprovechan el momento para modificar la composición de sus carteras de inversión a medio y largo plazo en función de los riesgos y posibilidades que perciben en los mercados internacionales. No lo hacen antes para evitar, en muchos casos, la afloración de minusvalías que deterioren sus resultados. En ese momento es cuando se decide por qué países o por qué valores apostar y las carteras se aligeran de aquellos títulos más arriesgados. Se hace poco a poco, no con ventas masivas, para tratar de evitar pérdidas ocasionadas por una saturación del mercado de títulos en venta. Estos movimientos debilitan a los valores afectados.

Mientras tanto, los especuladores empiezan a estructurar sus apuestas bajistas a través de productos derivados y cuando consideran que los valores por cuya caída apuestan presentan bastantes síntomas de debilidad, empiezan a operar con ellos mediante ventas al descubierto, o con títulos prestados, y otros tipos de operaciones que hunden todavía más los valores. El mercado, entonces, percibe que algo pasa y comienzan las ventas masivas que conducen finalmente a la crisis. Pues bien, esto es lo que le puede ocurrir a la deuda española.

El mensaje que han recibido los inversores internacionales sobre la situación económica y la deuda españolas en relación con el anuncio de elecciones generales el próximo 20 de noviembre lo resumía perfectamente el último número de The Economist, que habla de parálisis en el proceso de saneamiento de la economía y los presupuestos de nuestro país y que culpa a dicho anuncio, junto a los problemas legales del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi y su ministro de Finanzas, Giulio Tremonti, de la enésima crisis que vivió el euro la semana pasada.

Además, el BCE ha dicho que la política de sostenimiento de la deuda de los países en dificultades nunca comprometerá los objetivos de inflación del banco o, dicho de otra forma, que la política de compra de deuda tiene un límite, con lo que los inversores saben que, en cualquier momento, un país podría caer y los especuladores entienden que si apuestan fuerte y en el momento adecuado pueden desarbolar las estrategias de defensa que articule el BCE. En resumen, el caldo de cultivo para que se produzca la crisis de la deuda española después del verano está prácticamente listo,... y Zapatero y su Gobierno siguen sin reaccionar.

México, un infierno para los migrantes

México, un infierno para los migrantes

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos pide al Gobierno de Felipe Calderón que garantice la vida de los 'sin papeles' a su paso por el país

SALVADOR CAMARENA | México

El México de los migrantes es, según testimonios dados a conocer hoy por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un país donde madres, esposas, hermanos y hermanas viven un calvario al buscar durante meses e incluso años "a sus seres queridos"; un territorio donde ocurren violaciones sexuales individuales y masivas; donde se perpetran secuestros con fines de extorsión y otros para explotar sexualmente a la víctima, y donde no se denuncian los ilícitos por miedo a "sufrir represalias de parte de la delincuencia organizada o de agentes estatales".

Por ello, y preocupada por la "grave situación de seguridad que viven los migrantes, tanto extranjeros como mexicanos, en su tránsito por México", la CIDH ha presentado hoy al Estado mexicano un pliego de 13 recomendaciones preliminares para que se "garantice de manera inmediata la vida y la integridad personales de los migrantes mediante acciones concretas que faciliten el tránsito seguro de todos". Entre las sugerencias del máximo organismo vigilante de los derechos humanos de América destacan la propuesta de convertir en una excepción los casos de detención de los indocumentados, otorgar un visado de 180 días a los migrantes y abrir las estaciones migratorias del Gobierno a la supervisión de la sociedad civil.

Después de una visita de 10 días de una delegación integrada por cuatro personas -encabezada por el chileno Felipe González, relator de los trabajadores migratorios de la CIDH-, el organismo denunció que en México los sin papeles "son víctimas de asesinatos, desapariciones, secuestros y violaciones sexuales" y, en el caso de los extranjeros, también de discriminación.

La delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos visitó cuatro Estados de la llamada "ruta del migrante" (Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Tamaulipas), territorio donde miles de indocumentados se juegan la vida cada año en su intento por llegar a Estados Unidos. Se calcula que unas 400.000 personas transitan por suelo mexicano anualmente. De ellos, según cálculos de diversos organismos, incluida la oficina del Ombudsman de México, hasta 20.000 personas al año serían víctimas de secuestro por bandas criminales, particularmente de Los Zetas.

Al presentar sus recomendaciones preliminares, el relator González apuntó que se van con un sentimiento mixto. Ponderó que las autoridades mexicanas les mostraron una serie de iniciativas que denotan avances, pero que la realidad que pudieron palpar es dramática.

"Hay una serie de avances cuya efectividad está por demostrarse", apuntó González a la prensa. "La Relatoría manifiesta su preocupación en cuanto a que la Ley de Migración no incorpora el principio de la excepcionalidad de la detención", asentaron en el documento. Por ello exigieron a los legisladores mexicanos que al establecer el reglamento de dicha ley se especifique esa política.

El relator señaló además que dotar de un permiso de entrada a México a los migrantes extranjeros ayudaría a "lograr que la integridad personal y el derecho a la vida se respeten. Se trataría de un permiso de 180 días de duración para que al menos en México estén en situación de seguridad".

Entre las recomendaciones, la CIDH pide establecer centros de atención a migrantes, facilitar medios de transporte seguros, garantizar la seguridad en todas las terminales de transporte y en los albergues (donde muchas veces ocurren los secuestros), que cualquier organismo civil acreditado pueda visitar las estaciones migratorias para verificar la integridad de los ahí retenidos, proteger a los defensores de los derechos humanos de los migrantes y la protección de las víctimas y los testigos de delitos contra migrantes.

Aunque trabajarán en la formulación final de las recomendaciones, González fue claro al sentenciar que "este es el momento para que se produzcan estos cambios".

Las recomendaciones de la CIDH surgieron después de recibir cientos de testimonios de migrantes secuestrados que lograron escapar de grupos donde había centenares como ellos, y de otros que atestiguaron "matanzas de decenas de personas durante su cautiverio [...] así como de personas, como los integrantes de la caravana de centroamericanos Paso a Paso hacia la Paz, que buscan a sus familiares que intentaron emigrar y de los cuales no tienen noticia desde hace meses e incluso años".

El terrorismo en México

El terrorismo en México

por Luis González de Alba

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Periodista, novelista y uno de los más visibles líderes del movimiento estudiantil de 1968 —cuyo testimonio quedó famosamente plasmado en Los días y los años (ERA, 1971)—, Luis González de Alba toca en este texto las fibras más sensibles de la historia mexicana reciente: aquellas que relacionan al Estado con el uso fríamente deliberado del terror.

El terrorismo, como su nombre lo indica, está dirigido contra la población civil, a la que busca atemorizar cuando las acciones militares han fracasado. Quienes lo practican tienen la finalidad de acobardar a un grupo, una colectividad o una nación entera y así quebrar el sustento de las acciones militares.
En la guerra de liberación de Argelia, el Ejército francés realizaba incursiones en los barrios árabes con el fin de intimidar a quienes apoyaban a los independentistas. A su vez, éstos aterrorizaban a la población de origen francés con bombas en lugares públicos y populosos. Para ser calificada de terrorista, una masacre debe ser indiscriminada, sin objetivos militares y sin otra finalidad que desalentar el apoyo que los civiles brindan a una causa.
En nuestros días, los activistas palestinos se transforman en bombas para impedir que la población israelí olvide lo que puede ocurrirle en cualquier momento si continúa colonizando tierras reclamadas por la población árabe. Las irrupciones del Ejército israelí en territorios palestinos buscan terminar con el apoyo civil a los suicidas. Cuando detiene a un presunto suicida, el Ejército hace una operación militar; cuando bombardea un barrio habitacional palestino, hace terrorismo. Hicieron terrorismo las bandas de cristianos ultraderechistas que, al amparo de Ariel Sharon, masacraron a refugiados en los campamentos libaneses de Sabra y Shatila.

En México
Así definido el término, ¿hemos tenido terrorismo en México? Lo realizaba el Ejército cuando ahorcaba cristeros a lo largo de caminos donde fueran ejemplo de lo que ocurriría a otros alzados. Lo cometían los cristeros cuando empalaban a maestros rurales que defendían la educación laica.
Pero en años recientes, en los últimos cincuenta años, ¿ha habido terrorismo en México? Restringiéndonos a quienes son tradicionalmente calificados como terroristas, esto es los civiles opositores a un régimen, difícilmente podríamos darles esa denominación a quienes pusieron una bomba de humo en la Embajada de Bolivia por 1967 o 66, a los que en 1969 pusieron una bomba en una torre de alta tensión en protesta por la masacre de Tlatelolco.
Pero claramente hubo terrorismo de Estado el 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco, porque sin duda la operación no tuvo más finalidad que la de provocar terror entre los asistentes al mitin. No fue un combate donde el Ejército se enfrentara a un grupo armado, sino una operación clandestina en la que militares sin uniforme y en ropa civil, el llamado Batallón Olimpia, llegaron, según testimonios propios, con la finalidad de hacer huir a la multitud. De provocar terror.
Se conocen tales testimonios porque, en el momento en que el Ejército vio los fogonazos, respondió al fuego de inmediato e hirió a quienes luego rendirían sus declaraciones. Sin medios para comunicarse con la tropa regular, el Batallón Olimpia estuvo a punto de ser masacrado. Lo salvó la casualidad de que el edificio Chihuahua, desde donde comenzaron a disparar, tenga barandales de concreto y no de barrotes. Así que los miembros del Olimpia pudieron guarecerse del nutrido fuego con el que les respondió el Ejército.
A pesar de la protección del concreto, algunos miembros del Olimpia fueron alcanzados por el fuego de las tropas regulares, las de uniforme. Cuando, heridos, fueron trasladados al Hospital Militar, rindieron allí su declaración ante el Ministerio Público. El acto de terrorismo quedó al descubierto en palabras de los propios ejecutores.

La declaración de un capitán
Declara el capitán Ernesto Morales Soto en el acta número 54832/68. "En la ciudad de México, Distrito Federal, siendo las 21:30 horas del día 3 de octubre de 1968, el personal que actúa se trasladó y constituyó legalmente al Hospital Central Militar, sala de emergencia, cama 28, en donde se tuvo a la vista al que en su estado normal dijo llamarse ERNESTO MORALES SOTO, protestado y advertido en los términos de ley, por sus generales manifestó: llamarse como queda escrito, ser de 35 años de edad, viudo, católico, con instrucción, capitán primero de Caballería del Ejército Mexicano, originario de Xicotepec de Juárez, estado de Puebla [...] Declaró: Que el de la voz presta sus servicios como capitán primero de Caballería del 19 Regimiento, destacamentado en la ciudad de Múzquiz, estado de Coahuila, comisionado actualmente en esta ciudad en el Batallón Olimpia al mando del coronel ERNESTO GÓMEZ TAGLE, con funciones específicas de preservar el orden público durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos, que el día de ayer [2 de octubre] fue comisionado, poniendo bajo su mando dos secciones de Caballería compuestas de 65 hombres pertenecientes al 18 y 19 Regimiento de Caballería, para que se trasladaran a la Unidad Tlatelolco yendo todos vestidos de paisanos e identificados como militares por medio de un guante blanco, y protegieron las dos puertas de acceso al edificio denominado Chihuahua de dicha Unidad, confundiéndose con los allí presentes que se habían reunido sin saber para qué motivo, que posteriormente al lanzamiento de una luz de bengala, como señal previamente convenida, debería apostarse en ambas puertas e impedir que entrara o saliera persona alguna, que después de lanzada la señal mencionada empezaron a oírse gran cantidad de disparos que provenían de la parte alta del edificio mencionado, así como de los ventanales y dirigidos hacia las personas que se encontraban reunidas, las que trataron de protegerse junto a los muros del edificio y algunas de ellas intentaban introducirse, que en cumplimiento de las órdenes recibidas, la gente al mando del declarante disparó al aire para dispersar a la gente [del mitin]..."

Hubo más
Al parecer, hubo más francotiradores y no únicamente los soldados del Batallón Olimpia vestidos de civil, según se deriva de que el capitán Morales Soto oyera los primeros balazos antes de dar la orden de disparar "al aire para dispersar a la gente".
El francotirador tiene por función aterrorizar más que hacer el mayor número de víctimas. La gente debe saber que no está a salvo y que por cualquier parte le puede llegar una bala. A diferencia de lo que ocurre durante una operación militar, donde el frente está bien establecido y quien no participa del combate no se aproxima y con eso está relativamente a salvo, el francotirador tiene la función que menciona el capitán Morales Soto, "dispersar a la gente", hacerla huir de pavor. Y quienes los vimos disparar desde el tercer piso del edificio Chihuahua no vimos que dispararan "al aire", sino al azar sobre la multitud. Esos fueron los disparos a los que el Ejército respondió con fuego cerrado sobre esa parte del edificio. Fue un claro acto de terrorismo de Estado claramente definido por quien tenía a su cargo a 65 militares disfrazados de civiles.

El 1o de enero de 1970
En diciembre de 1969, luego de un año y meses de estar encarcelados en la vieja prisión de Lecumberri sin que comenzaran nuestros procesos, la mayor parte de los presos nos pusimos en huelga de hambre. La exigencia de la huelga no era clemencia ni libertad, sino procesos, porque el término legal de un año, dentro del cual todo detenido debe ser sentenciado, había transcurrido sin que hubiera ni el menor trámite en los juzgados respecto de nuestro caso.
Cuando teníamos más de veinte días en huelga de hambre, el candidato priista, Luis Echeverría, estaba por volver al Distrito Federal luego de una de sus giras de campaña. La dirección del penal quiso ofrecerle la conclusión rápida de la huelga de hambre. Para eso abrió las puertas de todas las crujías y ofreció a los presos comunes todo el botín que pudieran obtener de nuestras celdas. Al fin estudiantes, teníamos máquinas de escribir, libros, televisores, mesas y sillas que habíamos comprado en los mismos talleres de Lecumberri.
Si los presos se matan entre sí por un cigarro de marihuana, ya se puede imaginar lo que harían por un televisor, un radio, unos cacharros de cocina, cobijas, camisas, zapatos.
Después del asalto no quedaron en nuestras celdas ni siquiera las cobijas o ropa con la cual nos pudiéramos cubrir del frío de enero. No dejaron ni los focos.
¿Cuál fue la intención de las autoridades? Una y una sola: aterrorizar. Pensaron que golpeados, robados, heridos, alguno de gravedad, sin agua, que era lo único que nos permitíamos, daríamos por terminada la huelga de hambre. Se equivocaron. Pero el medio que emplearon fue, otra vez, el terror. Que no haya sido efectivo, para los fines que la dirección del penal buscaba, no disminuye un ápice el terrorismo de la medida con la que se buscaba obligarnos a levantar la huelga antes que llegara el candidato del pri.

Y el 10 de junio de 1971
El otro acto de terrorismo cometido por el gobierno mexicano contra población sin armas ocurrió el 10 de junio de 1971, también en el Distrito Federal y también, mayoritariamente, contra estudiantes. Como en Tlatelolco, la función del grupo paramilitar llamado Halcones fue provocar terror entre quienes marchaban en una manifestación pacífica y sin arma alguna, ni siquiera machetes como ahora se acostumbra. Los Halcones mataron e hirieron, pero su principal función era la de hacer huir a los manifestantes y prevenir cualquier otro acto semejante en el futuro. El gobierno deseaba que ese mensaje quedara muy claro.
Y lo fue, el mensaje fue traducido por amplios sectores de jóvenes en el sentido de que toda vía legal estaba cerrada. Que plantear demandas sin acompañarlas por disparos era ingenuo, que la única voz para hacerse escuchar era la de las metralletas, los secuestros y los asaltos destinados a financiar la compra de armas. Había nacido la guerrilla y perduraría hasta principio de los años ochenta. Y, una vez más, a la guerrilla no se le respondió con la aplicación de la ley, sino con terrorismo.

Los desaparecidos
¿Por qué el Ejército no entregaba a los guerrilleros a la justicia? Lo hizo muchas veces, pero no siempre. Y fue así para dar escarmientos. Se instauró la tortura para que el joven tentado por la guerrilla se lo pensara dos veces. Debía saber que no arriesgaba únicamente la cárcel si era detenido, ni la muerte en combate, sino que sería torturado, que su agonía sería lenta y su muerte dolorosa. En algunos casos se llegó a detener a familiares para que el guerrillero supiera que no sólo se exponía él, sino que entregaba a los suyos. Lo ha hecho Israel al exiliar a las familias de los suicidas. Es un mensaje: no todo terminará con la muerte y la llegada al Paraíso: nos cebaremos en tu familia, en tus seres queridos. Eso puede ser más efectivo que la amenaza de tortura y muerte. Porque es medida efectiva, se llegó a aplicar en México. El guerrillero que ya murió en la tortura, o en la cárcel clandestina, no podrá preocuparse por el destino de sus familiares detenidos. Pero los demás sí. El mensaje está dirigido a quien esté pensando en unirse a un grupo armado. Es terror.
Y es terror mantener por decenios a madres y padres, a hermanos y hermanas buscando a quien desapareció sin rastro de proceso ni de aplicación de las leyes. Es terror para que, quienes sientan la tentación, se lo piensen dos veces. Y es terror de Estado.
Así pues, los opositores al antiguo régimen no podemos ser acusados de haber empleado tácticas terroristas. Los propios guerrilleros, con todo lo discutible que pueda ser esa vía, emplearon poco el terror: algún avión desviado a Cuba, algún secuestrado muerto. Pero nuestros gobernantes han sido muy imaginativos en sus actos de terrorismo, de los que tenemos un amplio repertorio. La revisión de los archivos recién abiertos a la investigación nos dará más detalles. ~

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