Aún conserva 50% de posibilidades de ser reelegido, según una página de apuestas en internet.
Ana Paula OrdoricaLa turbulencia financiera, aderezada con la baja en la calificación de la deuda de Estados Unidos, ha tenido como su primer golpeado a Barack Obama.
Su liderazgo ha sido cuestionado fuertemente. El hombre que tan sólo unos meses atrás era el héroe que había encontrado y acabado con Osama bin Laden, el enemigo número 1 de los estadunidenses, hoy es un presidente cuestionado.
Como el primer afroamericano en llegar a La Casa Blanca, Obama logró imbuir de emoción y de entusiasmo a un país que terminaba cabizbajo por los pésimos resultados del gobierno de George W. Bush. Hoy ese entusiasmo es opacado por lo que consideran una falta de liderazgo en momentos de crisis.
La llamada a las tres de la madrugada, a la que se refirió Hillary Clinton en campaña, ha llegado y la respuesta de Obama no ha sido la que se esperaban los estadunidenses… ni gran parte del mundo.
Decepcionados parecen haber quedado muchos de los 200 mil asistentes a verlo hablar en Berlín como candidato. También los kenyanos que han hecho a Obama suyo por el padre que nació en ese país africano. Lo mismo los japoneses del pequeño pueblo pescador llamado… ¡Obama!
El mundo, desilusionado por un Presidente —y premio Nobel— que prometía ser diferente.
Y en Estados Unidos la situación es aun más crítica. El hartazgo por las divisiones en Washington D. C. fue gran parte de lo que animó a los estadunidenses a votar por Obama en 2008. Pero justamente esta razón, por la cual lo votaron, está resultando decepcionante.
Casi en cada discurso que ha dado Obama para explicar la razón por la cual las cifras del empleo no se recuperan o el por qué se estiró la liga demasiado en la negociación del presupuesto, el Presidente ha señalado el dedo a los republicanos. En específico a los que simpatizan con o pertenecen al Partido del Té.
Y es esta minoría radical la que parece haber tomado rehén a Obama y a su Presidencia. En un juego suma-cero, lo que el Partido del Té logra frenar, le quita bonos a Barack Obama. Sin embargo, en este mundo de héroes y villanos efímeros y cambiantes, nada es definitivo. Para quienes ven en Obama a un presidente que ha perdido la posibilidad de reelegirse, hay algunos números que rebaten esta idea. En la página de apuestas de intrade (http://www.intrade.com www.intrade.com), Obama aún conserva 50% de posibilidades de ser reelegido. Recordemos que aquí la gente da respuestas metiendo dinero de su bolsa, así que no hay lugar para el corazón o las simpatías en las respuestas. Por otro lado, los más golpeados por los pleitos legislativos han sido los republicanos y el Partido del Té. En las encuestas de CNN y Pew Reasearch hechas después del impasse del presupuesto, ambos se encuentran en los puntos más bajos y negativos de su historia.
Intuyo, como lo ha dicho el columnista de The Atlantic, Andrew Sullivan, que para Obama estos pleitos y golpes recientes van a terminar por fortalecerlo y a su Presidencia. Porque lo que hemos visto en estos días es cómo los más radicales son puestos al desnudo. Y para el bloque electoral de los republicanos moderados y sobre todo para el voto independiente, las Michelle Bachmanns, Rick Perrys y Sarah Palins de la política no son atractivas.
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