17 agosto, 2011

.Me dicen La Mano con Ojos

El temor a ser asesinado debilitó su círculo de protección.

José Cárdenas

Como oigo, escribo: “…Soy Óscar Osvaldo García Montoya, de 36 años, originario de Guasave, Sinaloa, criado en Los Mochis... Me dicen La Mano con Ojos porque todo lo veo… Trabajé para los Beltrán Leyva… Trabajo en lo que viene siendo Naucalpan, Atizapán, Cuautitlán, Tultitlán, Huixquilucan y parte del DF… Comencé en Zihuatanejo y luego con El Erre, en Lázaro Cárdenas, Michoacán… Luego me comisionaron con don Arturo (Beltrán Leyva) aquí en lo que viene siendo El Pedregal y me iba a Cuernavaca con él… Antes de que falleciera me comisionaron con La Barbie, pero él tiene su gente y me mandó con El Indio… Ya me quedé con él como su jefe de seguridad y de escoltas y de sicarios y de todo…”

¿Dice mentiras La Mano con Ojos, en aras de agrandar su leyenda negra? En los videos de la Procuraduría mexiquense, García Montoya, con sonrisas, ubica precisamente cada hecho en tiempo, modo, lugar y circunstancia.

“…Yo también fui policía, fui militar, policía ministerial en La Paz y en Los Mochis… Infante de Marina en La Paz en el Cuarto Batallón… Tomé seis cursos antibombas y antiguerras… Fui capacitado para matar en Guatemala… Soy kaibil, entrenado para matar y para sustentar en la vida…”

“¿…Que yo haya ordenado? Más de 300 ejecuciones ordené, y que yo haya hecho con mis propias manos, otras 300, ponle… Los decapitaba con las manos, con cuchillo o sierra…”

“…Me proponían aliarme con la gente del Golfo, con la gente de Los Zetas, pero yo nunca quise, por lo mismo, porque esa gente se dedica a la extorsión, yo no, yo no estoy de acuerdo con la extorsión ni con el secuestro…”

¿Quién controla a quienes se dan de baja en cualquier institución militar o corporación policiaca? No lo sabremos mientras la seguridad pública se discuta desde las altas cumbres jurídicas y pase por alto la urgencia de controles tan indispensables como terrenales.

“…Estuve en el levantón de La Marquesa, pero el que quería matarlos a todos era uno, Raúl, yo era gente de confianza y tenía que ir… Los ejecutados eran gente engañada e inocente, pero más que nada fueron ejecutados porque habían visto muchas caras y no podían dejarlos ir…” “…En Huixquilucan y parte de Naucalpan manejábamos unos 25 halcones, alfas, y teníamos el apoyo de la policía municipal y había un ex policía municipal de Huixquilucan que trabaja directamente para El Pelacas, que secuestró al barbón este del PAN, Diego Fernández de Cevallos… Uno anda en la maña y uno se entera de todo…”

“…Al JJ le dieron todo lo que tenía de cariño, de herencia, nunca peleó… El JJ no peleó ni fue a pelear a Monterrey ni a Veracruz ni a Tamaulipas ni a Guadalajara ni a Michoacán ni a Guerrero… Yo no vengo de cortar chiles, vengo de muy abajo…”

La Mano con Ojos le dijo al procurador del Edomex, Alfredo Castillo: “…Yo lo miraba a usted y cada vez que lo miraba se la mentaba… De encontrarte, te hubiera matado y te hubiera hecho pedazos, así de cabrones y de huevos te lo digo… Pero no me dejaste… Ora sí que le picaron los ojos a la mano… Yo andaba jugando macizo…”

MONJE LOCO. Este Compayito, multihomicida y desertor, terminó cuidándose más de los suyos que de sus enemigos. El temor a ser asesinado debilitó su círculo de protección. Eso y el uso descuidado de su celular. Ya se sabe, ya se supo.

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