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Ha renunciado a su cargo como director interino de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) el oficial que lideró la fallida táctica conocida como “gunwalking” (Que las autoridades federales aprobaran que sospechosos compraran armas para después seguirles la pista) de la Operación Rápido y Furioso. Se irá a otro puesto dentro de la ATF, a la Oficina de Política Legal.
Kenneth Melson fue a contracorriente de sus superiores del Departamento de Justicia en el mes de julio al revelar detalles sobre esta operación a los investigadores del Congreso en una audiencia a puertas cerradas con el congresista Darrell Issa (R-CA) y el senador Charles Grassley (R-IA) que han estado investigando la operación desde sus respectivos cargos.
En un comunicado de prensa en el que no hace mención alguna de la Operación Rápido y Furioso, el procurador general de la República, Eric Holder, dijo lo siguiente:
“Ken aporta décadas de experiencia al departamento y amplios conocimientos de la ciencia forense a su nuevo rol y sé que será un valioso elemento en estos asuntos. Como ahora pasa a desempeñar un nuevo papel, quiero agradecer a Ken por su dedicación al departamento durante las tres últimas décadas”.
Issa, que preside el Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno, dijo lo siguiente en un comunicado propio:
Aunque el temerario desprecio por la seguridad que tuvo lugar en la Operación Rápido y Furioso indudablemente amerita cambios dentro del Departamento de Justicia, el Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno continuará su investigación para asegurarse de que la culpa no recaiga solamente en unas cuantas personas por un asunto que involucró [gente a] niveles mucho más altos en el Departamento de Justicia.
Todavía quedan muchas preguntas por responder sobre lo que ocurrió en la Operación Rápido y Furioso y saber quién más es responsable, pero estos cambios están justificados y ofrecen una oportunidad para que el Departamento de Justicia explique el papel que otros empleados y oficinas desempeñaron en los infames intentos de permitir que armas fueran a parar en manos de los cárteles mexicanos de la droga. Sigo estando muy preocupado por la declaración del director interino Melson de que el Departamento de Justicia está gestionando su respuesta de forma destinada a proteger a sus cargos políticos. El senador Grassley y yo seguiremos presionando al Departamento de Justicia en busca de respuestas a fin de garantizar que una iniciativa temeraria como Rápido y Furioso no suceda nuevamente.
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