29 agosto, 2011

Recortes de sentido común a cambio de más ayuda para FEMA


Los progres están muy ocupados tratando de crear controversia por las declaraciones del congresista Eric Cantor (R-VA) pidiendo recortes de gastos a cambio de más ayuda para la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). Cantor tiene razón y estamos encantados de por fin ver a alguien que trata de frenar el crecimiento de FEMA. El huracán Irene ofrece a Cantor la oportunidad ideal para exponer sus argumentos.

A pesar de la histeria alarmista en los medios de comunicación por Irene, el huracán se debilitó a medida que se acercaba a tierra. Para cuando golpeó Carolina del Norte, el ojo del huracán ya se había desintegrado en gran medida y se rebajó su fuerza a categoría 1 – lo cual era ya bastante generoso. El recorrido de Irene después, a través de Nueva York y Nueva Inglaterra fue ya como una simple tormenta tropical, mucha lluvia y viento, con algunas inundaciones. Podría acabar no habiendo razón alguna para la intervención de FEMA por Irene y su remanente lluvia y viento.

Sin embargo, como el huracán Dean hace un par de años –cuando FEMA se gastó $50 millones en un día nublado en Houston— FEMA probablemente se gastó decenas de millones de dólares preparándose para Irene y otorgará a los estados muchas más declaraciones a causa de Irene. La federalización de los desastres naturales bastante habituales sigue imparable.

Por lo menos, el llamamiento de Cantor a recortar gastos forzará a Washington a decidir si quiere desperdiciar fondos federales finitos en FEMA y su ritmo récord de declaraciones de este año o reservar esos fondos federales para acontecimientos verdaderamente catastróficos y otras prioridades federales.

Permitir que FEMA alcance el nivel DEFCON 5 por una tormenta tropical debería conllevar recortes de gastos.

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