Por Robert P. Murphy
Ahora que se ha conjurado la “crisis” sobre el techo de deuda federal, podemos investigar tranquilamente dos de las propuestas más descabelladas que aparecieron durante el estado de pánico. No sorprende que los planes implicaran a la Reserva Federal y su capacidad para eludir, no solo la contabilidad convencional, sino asimismo las divisiones tradicionales del poder político. Merece la pena estudiar cuidadosamente el episodio porque probablemente veremos una o más de estas “soluciones” promovida como la única respuesta a otra crisis en un futuro no muy lejano.
Bernanke y Geithner no necesitan ningún aumento apestoso del techo de deuda
A finales de la semana pasada, cuando cada vez más analistas contemplaban el horror de un impago y un cierre parcial del gobierno de EEUU, Jack Balkin (profesor de derecho constitucional en Yale) diseñaba estrategias que la Casa Blanca podía usar para evitar el molesto techo de endeudamiento impuesto por un veleidoso Congreso:
¿Hay otras maneras para que el presidente consiga dinero aparte de endeudarse?
Los estados soberanos como Estados Unidos pueden imprimir nuevo dinero. Sin embargo, hay un límite legal a la cantidad de papel moneda que puede haber en circulación en cada momento.
Curiosamente, no hay límite similar en la cantidad de acuñación. Una legislación poco conocida da al secretario del Tesoro la autoridad de emitir monedas de platino de cualquier denominación. Así que algunos comentaristas han sugerido que el Tesoro cree dos monedas de 1 billón de dólares, las deposite en su cuenta en la Reserva Federal y firme cheques sobre éstas.
El gobierno puede también obtener dinero con ventas: Por ejemplo, podría vender a la Reserva Federal una opción de compra de propiedades públicas por 2 billones de dólares. La Fed abonaría entonces las ganancias en la cuenta corriente del gobierno. Una vez que el Congreso levantara el techo de deuda, el presidente podría recomprar la opción por un dólar o podría sencillamente expirar en 90 días. Y probablemente haya otras formas en que la Fed pueda llegar a un resultado similar, análogo a sus acciones durante la crisis financiera de 2008, cuando realizó enormes préstamos y compras para rescatar el sector financiero.
Las estrategias de la “moneda jumbo” y la “opción explosiva” funcionan porque los bancos centrales modernos no tienen que imprimir billetes o emitir deuda para crear nuevo dinero: basta con añadir dinero a las cuentas corrientes de sus clientes.
Estas sugerencias deberían aterrorizar a cualquiera que comprenda la importancia de una moneda fuerte. No solo las propias propuestas son absurdas, sino que el mismo hecho de que se expliquen es un síntoma de la decadencia cultural causada por las respuestas de la Fed y el gobierno a la crisis financiera de 2008.
Dinero a cambio de nada
Cuando los críticos de la Fed afirman que Bernanke crea dinero “de la nada”, quieren decir lo siguiente: La Reserva Federal tiene el poder de comprar los activos que quiera al precio que quiera. En principio, el Secretario del Tesoro, Geithner, podría vender un clip a la Fed por 2 billones de dólares. La Fed simplemente firmaría un cheque a nombre de Tesoro contra la propia Fed.
Cuando el Tesoro ingresara este cheque en su propio banco (que resulta ser la Fed) el saldo de su propia “cuenta corriente” aumentaría en 2 billones de dólares. Este dinero no procedería de ninguna parte en el sentido de que otra cuenta se vería adeudada en 2 billones de dólares. Por el contrario, las reservas totales del sistema (y lo que se denomina la “base monetaria”) habría aumentado en 2 billones de dólares. El Tesoro sería libre de empezar a pagar facturas firmando cheques contra los 2 billones de dólares de su cuenta.
El único problemilla en el plan sería el estado del balance de la Fed. Inicialmente, podría valorar el clip en 2 billones de dólares (lo que pagó por él) y listar al clip entre sus activos, como los bonos del Tesoro y títulos hipotecarios.
Por supuesto, la gente de los mercados financieros pitaría falta. Sabrían que si las cuentas de la Fed estuvieran “ajustadas al mercado”, el clip no valdría nada y la Fed sería repentinamente insolvente de acuerdo con a reglas generales de contabilidad. (Su pasivo, consistente en parte en reservas bancarias, que son demandas denominadas en dólares sobre la Fed, habría aumentado en 2 billones de dólares, mientras que su activo no habría cambiado). Pero esto sería simplemente una incomodidad en lugar de un obstáculo legal, ya que la Fed ha impuesto cambios normativos orwellianos que le permiten proteger su patrimonio frente a pérdidas de capital.
La diferencia entre mi absurdo plan del clip y las dos propuestas explicada por Balkin es de grado no de tipo. Cuando escribo esto, el platino se vende a algo menos de 1.800$ la onza. Así que 2 billones de dólares en platino pesarían alrededor de 35.000 toneladas, casi un sexto del peso de la Torre Sears. (Serían dos de las más pesadas monedas que probablemente encuentre Bernanke en su vida). Está claro que las monedas de platino con la inscripción “1 billón de dólares” no valdrían realmente eso en términos de contenido metálico.
Las cosas son igualmente malas con el plan de la opción en que la Fed pagaría deliberadamente 2 billones de dólares por un activo que pretende mantener hasta que expire como algo sin valor. Al menos mi clip hipotético seguiría siendo útil tras 90 días.
Envileciendo la moneda, así como la ideología del público
Las operaciones convencionales de “mercado abierto” son una forma enrevesada de falsificación legalizada, como he explicado antes. Lo bueno de la explicación de Balkin es que se minimiza el ilusionismo y la mayoría de los lectores serían capaces de ver la cruda redistribución en toda su gloria (o su falta de ella). Cada vez nos acercamos más al punto en que el gobierno utilice la imprenta para pagar directamente sus deudas, con la misma seguridad de los monarcas de la antigüedad que añadían metales básicos a la acuñación del reino.
El peligro de estas propuestas no consiste solamente en la inflación de precios y la transferencia de poder adquisitivo que conllevarían si se implantaran. No, simplemente su explicación por intelectuales supuestamente preparados degrada aún más el conocimiento del dinero por parte de la opinión pública. Cada vez más estadounidenses están “aprendiendo” que el ahorro y la vida frugal es algo de idiotas, porque el Tesoro y la Fed simplemente crearán riqueza para rescatar a sus colegas ricos.
Conclusión
Defectuosa como es, la Constitución de EEUU otorgaba la autoridad fiscal al Congreso (en lugar de la al poder ejecutivo) por una importante razón. El presidente tiene bastantes privilegios, no siendo el menor su capacidad de declarar la guerra. Por tanto la Constitución busca limitar ese poder manteniendo el control de la bolsa del dinero en manos de los representantes electos.
Si el Tesoro cayera alguna vez en un plan como el que explica Balkin, Estados Unidos estaría un paso más cerca de una abierta dictadura. El presidente estadounidense afirma ahora su autoridad para ejecutar a ciudadanos de EEUU sin ninguna supervisión judicial en absoluto. No es una persona a la que deberíamos otorgar una imprenta.
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