|
|
|
Obamacare ha sufrido un golpe devastador. El viernes, la Corte Federal de Apelaciones del 11° Circuito dictaminó que el mandato individual de la ley de salud, incluido en la legislación estrella del presidente Barack Obama, es inconstitucional. Con su fallo, la Corte ratificó el principio de que la Constitución significa lo que dice: El Congreso no tiene poder ilimitado para obligar al pueblo americano a acatar cualquier dictado que se le ocurra crear.
El argumento del gobierno federal en favor del mandato individual en Obamacare, por el contrario, no tiene límites y es una posición que la Corte rechazó enérgicamente:
La posición del gobierno equivale al argumento de que el simple hecho de que una persona exista afecta sustancialmente el comercio interestatal y, por lo tanto, el Congreso puede regular a la gente en cada momento de su vida. Esta teoría no concede limitación de principios en los que confinar el poder enumerado del Congreso….
La afirmación de poder del gobierno federal bajo la Cláusula de Comercio para expedir un mandato económico a los americanos de que adquieran un seguro de una empresa privada por toda la duración de sus vidas no tiene precedentes, carece de límites reconocibles y pone en peligro nuestra estructura federalista.
La administración Obama no perdió ni un segundo en condenar la decisión, reafirmando su argumento de que el mandato individual es constitucional – denominándolo muy astutamente como normativa de “responsabilidad individual” y apoyándose en una decisión previa de la Corte Federal de Apelaciones del 6° Circuito que falló a favor de la ley. Pero la importancia de la opinión de la semana pasada no se puede deshacer fácilmente con ingeniosos juegos de palabras, manipulando la noticia o con acusaciones de parcialidad, dado que uno de los autores de la sentencia, el juez Frank Hull, fue nombrado por el presidente Bill Clinton.
Todd Gaziano y Robert Alt, ambos de la Fundación Heritage, explican lo que la decisión significa para el presidente y para el futuro de Obamacare:
En resumen, la administración Obama ha perdido su batalla para retrasar la revisión del mandato individual hasta después de las elecciones de 2012. Hasta ahora, había al menos una posibilidad de que la Corte Suprema no viera el caso hasta después de su próximo período de sesiones, pero ahora, con la división entre el 11º Circuito y el 6º Circuito, la Corte Suprema no tiene más remedio que escuchar el caso y decidir la suerte del mandato de compra obligatoria. Después de más de un año de tácticas dilatorias, a la administración Obama no le quedan más opciones que llegar lentamente a la fase final del desafío constitucional del mandato.
Calculamos que este caso se expondrá a finales de marzo o en abril de 2012. La Corte Suprema emitirá su decisión al final de su período de sesiones en junio, en plena temporada para la nominación presidencial.
Aunque el 11º Circuito solo revocó el mandato individual y las obligatorias normativas relacionadas, eso podría ser el hilo que deshaga el suéter. Y la decisión de la Corte Suprema no puede ser más oportuna. Cuanto más sabe Estados Unidos sobre Obamacare, peor se vuelve.
Obamacare tiene consecuencias de gran alcance para toda la sociedad americana, particularmente para la economía. Además del inconstitucional mandato individual, Obamacare incluye más de $500,000 millones en nuevos impuestos, nuevos engorrosos trámites burocráticos para propietarios de negocios y sanciones para las empresas con más de 50 trabajadores que no compren a sus empleados un nivel obligatorio de cobertura médica. Y con los costos añadidos que conlleva Obamacare, esa ley habrá añadido $753,000 millones a la deuda pública de la nación para finales de 2020.
Kathryn Nix, de Heritage, escribe que “el Centro de Análisis de Datos de la Fundación Heritage procesó en un modelo con los efectos generales de esta nueva ley sobre la economía y este reveló que Obamacare provocaría una menor inversión en la economía de Estados Unidos y una pérdida de 670,000 oportunidades de trabajo cada año”. Con un desempleo del 9.1% y una duración promedio de desempleo a niveles históricos de 40 semanas, lo último que necesita la economía de Estados Unidos es un ancla más que la hunda. Como el analista de Heritage Curtis Dubay afirma, la ley “ralentizará el crecimiento económico, reducirá el empleo y reprimirá los salarios. Estas políticas de desaceleración de la economía no podían llegar en peor momento. Los aumentos de impuestos [de Obamacare] van a frenar la ya tambaleante recuperación”.
Hasta la fecha, 28 estados han cuestionado la constitucionalidad de Obamacare en las cortes de justicia. Una corte federal de distrito revocó una de las columnas de la ley, afirmando que el mandato individual es inconstitucional. Los jueces han ratificado una verdad que los americanos ya saben: Cuando el Congreso aprobó y el presidente firmó la ley Obamacare, ellos estaban excediendo la frontera constitucional. Afortunadamente, las cortes se están manteniendo firmes y ahora toca que la Corte Suprema de Estados Unidos le ponga el alto definitivo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario