26 septiembre, 2011

¿Enrique Peña Nieto es el único aspirante presidencial del PRI?

René Avilés Fabila

Desde hace algunos meses he podido apreciar que Enrique Peña Nieto no es el único aspirante presidencial por el PRI. Es, eso sí, el más avanzado y posiblemente el más carismático. Su juventud, buen trato y en general su manera de gobernar al Estado de México le han acarreado miles de simpatizantes. Su presencia no indica que haya un nuevo PRI sino simplemente que este partido tiene un excelente candidato. El resto es más de lo mismo. Sin embargo, el senador Manlio Fabio Beltrones ha venido creciendo, más desde que confesó que asimismo desea competir por la candidatura. Su estatura política se ha desarrollado con velocidad y hay quienes lo miran como a un personaje más capaz, de mayor experiencia, profundo conocedor del país y sus problemas. En suma, lo miran, y así lo dicen, como el mejor de los posibles sucesores del gobierno de Felipe Calderón. En La Crónica en línea apareció una encuesta para ver en estos momentos cuántos lectores votarían o no por Peña Nieto. La encuesta resultó desfavorable al ex gobernador del Estado de México.

Manlio Fabio Beltrones ha podido avanzar y convertirse en una figura preponderante en el PRI y en las tareas legislativas a causa de su habilidad política, amplia experiencia y un especial talento para la gestión estatal. Ante la sucesión presidencial, se ha limitado a proponer dos cosas fundamentales: el programa de los candidatos y un proceso interno de selección. En ese orden.

En efecto, hasta hace unas semanas, Peña Nieto parecía el único candidato por un partido que tiene en las muy anacrónicas figuras a solamente un puñado de priistas destacados. No es un organismo que se haya hecho célebre por la incorporación de nuevos militantes y la búsqueda de dirigentes naturales. Están allí hombres y mujeres que llevan décadas y décadas llevándose los mejores cargos, que lo mismo se han sometido a Echeverría que a Ernesto Zedillo, cuando el presidencialismo lo era todo. De allí la relativa facilidad con la que Peña Nieto pudo crecer sin una larga experiencia política electoral. Ahora tiene competencia y muy seria. No es sencillo ser puntero toda la carrera, desde el arranque hasta el final y hoy tiene en Beltrones un competidor serio, que sabrá crecer todavía hasta llegar a un momento en que el PRI tenga que hacer una adecuada selección si realmente desea recuperar la Presidencia de México. Cada día aparecen más reflexiones y artículos de periodistas avezados que piensan, sí, en los avances logrados por Peña Nieto, pero también en los logros y mejoras que le ha dado Beltrones al PRI. Fue gobernador, diputado, senador y subsecretario. No hay otra figura en el priismo con su capacidad y presencia. Juicioso y con enorme talento político, para muchos, podría ser un gran presidente. De no serlo y ganar el mexiquense, el senador tendría que ser un hombre fundamental en el gobierno siguiente. No hay entre los que rodean a Peña Nieto, con afanes de empleo, ninguno con el tamaño y la dignidad de Manlio Fabio Beltrones, quien incluso en su lucha ha sido capaz de avanzar sin crear tensiones semejantes a las que se dan en el PAN o más claramente en el PRD. Supongo que todos en el PRI saben el valor de la unidad y ella tendrá que estar por encima de diferencias entre dos rivales cordiales.

Hasta hoy, el PRI ha sido una máquina electoral, sus dirigentes no se mueven más que para saltar de un cargo a otro. Su mal ejemplo ha cundido y eso mismo vemos en los partidos restantes. Las ideologías y los grandes programas de gobierno han pasado a mejor vida. Los aspirantes presidenciales del país en este momento, exaltan sus cualidades personales, sus logros y su famosa “vocación de servicio”, pero sólo Beltrones ha insistido en tener primero un proyecto de nación y recuperar valores ideológicos para recobrar la Presidencia. ¿Para qué se quiere la Presidencia?

En el PAN, hasta la fecha, Felipe Calderón es dueño de sus acciones, de sus muchos aspirantes a la candidatura presidencial, quedan dos trabajando dentro de las reglas del mismo mandatario, Vázquez Mota y Cordero, y uno fuera del sistema calderonista, Creel. Como van las cosas, doña Josefina va más rápido y aprende más y mejor de la política. Es posible que la candidatura sea suya. Cordero no sube. Las llamadas “izquierdas”, tendrán mayores choques entre sí y de este encontronazo es posible que salgan dos candidatos. Si con uno sólo, Obrador o Ebrard, sus posibilidades son mínimas, divididos no irán a ningún sitio que no sea la derrota.

En este escenario, que todavía tendrá modificaciones, el PRI parece el más aventajado, sin duda por la presencia de Enrique Peña Nieto, pero los mexicanos comienzan a comparar las habilidades de uno y otro y las de Manlio Fabio Beltrones han crecido enormemente a juzgar por los medios. Valdría la pena un debate entre ambos aspirantes para saber en definitiva quién es la mejor posibilidad para gobernar a la nación de una manera diferente de la que hasta ahora ha sido objeto.

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