02 septiembre, 2011

La locomotora manufacturera global pierde impulso

SUDEEP REDDY, BRIAN BLACKSTONE y ALEX FRANGOS

Las fábricas de todo el mundo están pisando el freno de la producción, en una desaceleración de la actividad económica que suscita el espectro de una recaída en la recesión.

Los fabricantes de Estados Unidos apenas expandieron sus operaciones en agosto, según un informe del jueves, a medida que los negocios se adaptan a una confianza menguante y a un mercado laboral estancado. El sector fabril también se replegó en Asia, donde en países considerados referentes, como Corea del Sur y Taiwán, la actividad industrial se contrajo. Mientras, la de China creció con discreción. La manufactura en una vasta franja de Europa se redujo por primera vez en dos años mientras la contracción en Grecia e Irlanda amenazan a economías mayores como Italia y Francia.

La expansión mundial de la manufactura está perdiendo fuerza en un momento precario. La desaceleración podría exacerbar inquietudes de deuda en Europa y EE.UU. y socavar la energía de Asia, el motor de la mayor parte del crecimiento del mundo en años recientes. También aumenta lo que se juegan las autoridades encargadas de abordar las preocupaciones fiscales en los próximos meses en Europa y EE.UU., y los funcionarios de mercados emergentes que han pasado buena parte del año lidiando con la amenaza de la inflación y economías en sobrecalentamiento.

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Los informes fabriles sugieren que los procesos de desaceleración en diferentes partes del mundo se están alimentando mutuamente. Las economías de rápido crecimiento de Asia, por ejemplo, han sido golpeadas por la debilidad en las economías más desarrolladas que son grandes compradores de sus exportaciones. De la misma manera, las compañías de EE.UU. y otras economías acaudaladas dependen del crecimiento en los países emergentes para compensar una demanda interna más moderada.

El ensombrecimiento de la perspectiva se vio reflejado en un pronóstico económico actualizado emitido el jueves por la Casa Blanca. El gobierno de EE.UU. ahora prevé que la economía se expandirá solamente 1,9% este año y 2,6% el próximo, medido de cuarto trimestre a cuarto trimestre, y no cree que el desempleo mejore significativamente.

En tanto los informes sugieren un sentimiento global menguante, los indicadores muestran que la producción se expandió un poco. La manufactura global estaba subiendo a un ritmo anualizado calculado en 6% en el trimestre hasta julio, según J.P. Morgan Chase, cuyo índice global de producción fabril el jueves estaba en 50,1, apenas por encima del nivel de estancamiento. Toda lectura superior a 50 indica expansión. Eso significa que los pronósticos anticipan una futura ralentización, o que los ejecutivos están más pesimistas sobre la economía de lo que deberían, dada la producción real.

El índice de la actividad fabril de EE.UU. del Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por sus siglas en inglés), un grupo de ejecutivos de compras, bajó un tercio de un punto porcentual a 50,6. El índice de producción se contrajo al menor nivel desde mayo de 2009. En tanto los precios siguieron moderándose, la expansión en el empleo se moderó mientras las empresas tratan de navegar un clima incierto.

En todo EE.UU., la moderación del gasto público amenaza con debilitar la economía en los meses venideros. Tales recortes también preocupan a algunos ejecutivos por las presiones de largo plazo en sus negocios.

"La incertidumbre en el mercado es enorme", dice Richard Seaman, presidente ejecutivo de Seaman Corp., productor fabril de Ohio. "Realmente hay una visibilidad baja con miras al futuro porque la gente no sabe exactamente qué hacer".

El panorama más negativo en EE.UU. y otras partes del mundo desarrollado está impactando a las economías emergentes. Esta semana, el banco central de Brasil, que ha subido las tasas de interés cinco veces este año, las redujo por inquietudes de que la desaceleración global esté infectando a la mayor economía de Latinoamérica.

En Asia, donde muchos bancos centrales han estado restringiendo la política monetaria para combatir la inflación, la demanda interna está moderándose al tiempo que mercados de exportación clave se repliegan. Los índices de dos economías cruciales para el comercio global —Corea del Sur y Taiwán— cayeron a menos de 50, indicando que la manufactura se contrajo en agosto.

Entretanto, el índice fabril oficial de la mayor economía de Asia, China, se mantuvo ligeramente por encima de 50, mientras que una lectura alternativa de HSBC subió ligeramente a 49,9. Las cifras sugieren que la producción fabril china ni repuntó ni se hundió en agosto. Las exportaciones fueron un sector problemático, por cuanto el reporte del gobierno informó que el subíndice de los nuevos pedidos de exportación cayó a 48,3 de 50,4 en julio, replegándose a una contracción por primera vez desde abril de 2009, cerca del punto álgido de la crisis financiera.

El sector fabril de Alemania apenas se expandió durante el mes, registrando su ritmo más lento en dos años. Eso mitigó algunas inquietudes de que la mayor economía de Europa podría caer en otra recesión, aun cuando la manufactura en los países más vulnerables de la zona euro se está contrayendo rápidamente, lo cual sugiere que aún faltan varios meses para la estabilización de dichas economías.

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