21 septiembre, 2011

Los Madoff del póquer

La fiscalía de Nueva York acusa a dos campeones del mundo de embolsarse 440 millones de dólares estafando a los clientes de su empresa de juego por internet

SANDRO POZZI | Nueva York

En el mundo de los juegos de mesa, Howard Lederer se autoproclama como el maestro. Pero si alguna vez jugó en FullTilt Poker, el casino virtual que gestiona en Internet junto a Christopher Fergurson, y ganó, quizás sea víctima de una trama similar a la de Bernard Madoff, el estafador más grande de Wall Street por haber robado miles de millones a inversores de todo el mundo.

La fiscalía de Nueva York acusó ayer a estas dos celebridades de los juegos de azar, junto a otros ejecutivos y directivos, de haber operado a través de esa web un esquema piramidal -ponzi- que les permitió sacar un beneficio ilícito de los 440 millones de dólares que ganaron los jugadores. Es el último ataque directo contra un negocio muy perseguido en EE UU.

Al frente de la acción judicial está el fiscal Preet Bharara, el mismo que tiene lanzada la cruzada contra el tráfico de información privilegiada en Wall Street. La denuncia cubre a todos los miembros del consejo de administración de la popular web FullTilt Poker. En síntesis se les acusa de "defraudar" a los jugadores al decirles que sus depósitos estaban en "seguras".

También se les garantizó que ese dinero podría retirarse en cualquier momento. Pero según Bharara, era todo un engaño como el de Madoff, porque la compañía que gestionaba el casino virtual no disponía de liquidez para pagar a sus clientes. Era, explica, un "fondo fantasma". Y el dinero se utilizó para pagar a los patrones. Así fue desde 2007, año en el que comenzó la trama.

La fiscalía calcula que los gestores del tapete virtual deben unos 390 millones a jugadores en todo el mundo, de los que casi la mitad son nacionales estadounidenses. Pero en la denuncia contra Lederer y Ferguson, en su día campeones del mundo de póquer, se señala que la compañía solo cuenta en este momento con 60 millones para repartirlos entre sus clientes, mientras que los dos ejecutivos se embolsaron decenas de millones.

La acción judicial del fiscal tiene su origen en el asalto legal que EE UU protagonizó la pasada primavera contra la propia FullTilt Poker y sus rivales en el ciberespacio PokerStars y Absolute Poker, acusadas de blanqueo de dinero. Hace justo cinco años empezaron a convertirse en uno de los negocios más boyantes en Internet, y el Tío Sam buscaba una parte de la tajada.

El FBI procedió a dar cerrojazo a sus portales en Internet y sus patrones fueron arrestados bajo la acusación de manipular el sistema financiero desde paraísos fiscales. Lo cierto es que este caso pone de nuevo sobre la mesa el limbo legal de las apuestas en Internet, por las restricciones de la desfasada Wire Act, que desde 1961 prohíbe estas actividades.

Fruto de la acción judicial, se bloquearon las cuentas. Bharara buscaba en total recuperar unos 3.000 millones defraudados por los tres portales. Ahora además añade que Full Tilt "no era una compañía legítima, sino un esquema Ponzi planetario" utilizados por sus patrones para "llenarse los bolsillos". Lederer y Ferguson siguen entretanto invitando a sus fieles a seguir jugando.

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