09 septiembre, 2011

Más ‘estímulo’ del presidente Obama


Para la mayoría, la propuesta de ley de “estímulo” de $800,000 millones del presidente Obama que se aprobó en febrero de 2009 con la promesa de mantener el desempleo por debajo del 8% ha sido un absoluto fracaso. Sin embargo, la pasada noche en un discurso ante una sesión conjunta del Congreso, el presidente exigió que se gastasen otros $450,000 millones en más de lo mismo, el “estímulo” que ha dejado al país con cero crecimiento de empleos y un estancamiento económico que continúa. Pero Ud. no se preocupe. Su principal consejero económico, Gene Sperling, dijo a la cadena NBC que este paquete de estímulo nos llevará por debajo del 8%.

A pesar de las predicciones de Sperling, hay un montón de problemas con las principales características de la propuesta del presidente, de la que no es la menor el hecho de que el presidente Obama está insistiendo al Congreso para que apruebe inmediatamente una propuesta de ley que no existe. No se han ofrecido detalles legislativos; la Oficina de Presupuesto del Congreso no ha hecho ningún estudio del plan; no ha habido ningún debate o negociación; y no hay un plan de acompañamiento sobre cómo pagarlo. El presidente Obama solo prometió que hablaría acerca de cómo pagarlo en las semanas que vienen y que la responsabilidad caería, probablemente, en el “supercomité” del Congreso que se suponía iba a centrarse en reducir nuestra deuda.

Dejando de lado detalles “menores”, tales como la falta de una propuesta legislativa real o dinero para pagarla (o el hecho de que $450,000 millones en un año es más del doble de costosa que el precio que tenía la última correría de Obama en gasto de estímulo), hay serios, importantes problemas con las ideas que el presidente propuso. La pasada noche, los expertos de Heritage proporcionaron sus reacciones a algunas de estas propuestas:

Subvención por desempleo : El presidente Obama quiere extender la subvención por desempleo otra vez como forma de impulsar la economía. Eso, simplemente, no funcionará. Escribe el experto de Heritage James Sherk: “Por razones de protección social el Congreso quiere ayudar a los trabajadores que no pueden encontrar empleo. Esto es comprensible. Eso no significa que ayude a la economía, no importa cuánto quiera el presidente que así sea”.

La ley de estímulo amplió las subvenciones por desempleo, el Congreso las mantuvo varias veces desde entonces y el gobierno federal ha gastado más $300,000 millones en subvenciones por desempleo desde que Obama llegó al cargo. No ha estimulado la economía antes. No va a estimularla ahora.

Resucitar el fracasado descuento de impuestos para la contratación: Para ayudar a las empresas a crear nuevos empleos, el presidente propuso un descuento en los impuestos para empresas que contraten nuevos trabajadores. El problema es que antes ya lo propuso, ya lo hizo y no funcionó. ¿Por qué probar de nuevo?

Curtis Dubay, de Heritage, explica el problema de la propuesta: “Un descuento de unos pocos miles de dólares, una mera fracción del costo total de contratar a un trabajador, no hace nada para cambiar ese cálculo. El único efecto positivo que podría tener el descuento en la contratación sería sobre los empleos temporales si hace que añadir unos pocos trabajadores temporales sea rentable en el corto plazo. Pero una vez que el descuento se acabe, las empresas dejarán ir a esos trabajadores”.

Aumentos de los impuestos para los creadores de empleo: Gravar más a aquellos que crean empleos como forma de ayudar a crear empleos es totalmente contrario a expectativas lógicas, no obstante el presidente lo propuso de todas formas. Incluso aunque se mostró de acuerdo en que los aumentos de impuestos retrasan el crecimiento económico y frenan la creación de empleo, la pasada noche propuso aumentar los impuestos sobre inversionistas, empresas y emprendedores. Dubay nos dice: “Esto es como echar agua en un barco que se está hundiendo”. Y con las empresas en búsqueda de más certidumbre, continuar amenazando con más aumentos de impuestos solo disminuirá las oportunidades de recuperación real de Estados Unidos.

Bancos de infraestructura que no harán crecer la economía: Dedicar más dinero a la construcción de carreteras y puentes, nos dice el presidente Obama, creará más empleo. Así que propone la creación de un banco de infraestructura que necesitará de toda una nueva burocracia. Patrick Knudsen, de Heritage, dice que el aumento de gasto en estos proyectos “simplemente mueve los recursos de un lugar a otro – puede que emplee trabajadores de la construcción, pero solo mediante la reducción de puestos de trabajo en otros sectores.”. Y los contribuyentes acabarán pagando la cuenta, todo ello sin creación neta de empleos y sin impulsar la economía a mediano plazo.

Por el camino equivocado en educación: El sistema educativo de Estados Unidos necesita menos implicación federal, no más. Pero el presidente utilizó su discurso sobre el empleo como una manera de forzar aún más la entrada del gobierno federal en el sistema educativo, proponiendo que Washington gaste miles de millones en construcción de escuelas y nuevos empleos para profesores. No importa que desde 1970 la inscripción de estudiantes en escuelas públicas primarias y secundarias se haya incrementeado solo un 7% mientras que la contratación de personal aumentó un 83%. La experta de Heritage Lindsey Burke explica: “El gasto federal educativo por alumno casi se ha triplicado desde los años 70”. Y a cambio de todo ese gasto, Washington no ha mejorado los resultados.

Igualmente, hay más cosas que propuso el presidente, pero hay también muchas que no mencionó. Hizo demagogia con sus rivales políticos por favorecer un gobierno más pequeño y por tener “rígidas ideas” sobre lo que el gobierno puede o no puede hacer.

Presentó una falsa disyuntiva, entre muchas otras, como tener que escoger entre reducir las regulaciones del gobierno y proteger al pueblo de Estados Unidos. También prometió “arrancar de raíz” la regulación innecesaria, como ha venido prometiendo durante cuatro años seguidos, a la vez que añade más normativas caras. Propuso un misterioso plan para permitir la refinanciación de hipotecas sin explicar los detalles o quién lo pagará. Propuso ampliar las “vacaciones” de impuestos sobre los salarios, algo que no crearán empleo. Ignoró varias propuestas serias para que la economía crezca, como favorecer la producción nacional de energía que él mismo ha paralizado.

El presidente Obama se ha pasado dos años y medio aumentando el gasto federal, expandiendo el tamaño del gobierno y penalizando a las empresas con pesadas normativas y hoy 14 millones de americanos siguen desempleados. Ahora el presidente exige más de lo mismo a un precio aún mayor. Este no es un plan para crear nuevos trabajos — es un mensaje políticamente motivado que hace caso omiso de la realidad de la crisis económica de Estados Unidos.

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