18 octubre, 2011

Santo PRI, líbranos del PAN

José Cárdenas

Así lo dice el monero Rius en su más reciente libro. Es una especie de recordatorio para consumo de quienes ya no se acuerdan del partido “aplanadora”. Y parece que el presidente Felipe Calderón ya lo leyó. Porque ahora la estrategia es compararse con el PRI. Nunca reconocer que estamos mal, sólo decir que estábamos peor.

A la pregunta de los corresponsales de The New York Times: ¿Se preocupa usted de que ellos tuvieran la oportunidad de tener la Presidencia de nuevo?, el Presidente contestó: “Pues depende de quiénes, ¿no? (…) Hay mucha gente en el PRI que coincide con la política que yo tengo, por lo menos lo dicen en corto… aunque públicamente digan otra cosa. Y hay mucha gente en el PRI que piensa que los arreglos de antes funcionarían ahora, pues es el caso del ex gobernador de Nuevo León (…) Sócrates Rizzo, que (…) dice: nosotros nos arreglábamos con los criminales y no pasaba nada. Si eso lo pensaran aplicar hoy, el único arreglo posible es dejarles esta casa, y la única discusión es si se la dejan al Chapo o a Los Zetas (…) Yo no veo qué arreglo puedan tener, pero esa es la mentalidad que campea en muchos de ellos, no digo que en todos (…)”

Como ya es su costumbre, el Presidente dice allá lo que no quiere decir acá. Revela lo que por sabido no se calla. El temor que tiene de que “los dinos” regresen a Los Pinos. Las declaraciones del Presidente agitan el avispero.

Los priistas hacen humo. Se lanzan, a gritos y sombrerazos, en lugar de proponer soluciones al problema que significa la violencia nacional. Contestan en bola: “Es absurdo”, “Calderón debe presentar pruebas o retractarse”, “es un irresponsable”… “es un frívolo”… “exigimos una disculpa”… El Presidente desató la furia total de los tricolores, quienes pretenden acusarlo ante el Instituto Federal Electoral por desequilibrar, aún más, la contienda.

Pero hay uno que no se despeina por el agravio presidencial. Enrique Peña Nieto le dice a su tropa: “Los priistas no podemos caer en provocaciones, vengan de quien vengan”.

El presidente del PRI, Humberto Moreira, es menos mesurado. “Ya basta de guerra. Hay quienes se confunden y piensan que queremos hacer pactos (…) es claro que el Presidente está haciendo un uso electoral de la seguridad”. O lo que es lo mismo, busca votos, no delincuentes. A la vocera presidencial sólo le queda limpiar el tepache que regó su jefe. Lanzar un comunicado escueto para decir que no dijo lo que dijo.

El caso es que en el arranque del año nuevo electoral ya tenemos los primeros exabruptos, imprudencias y repercusiones indeseables en una guerra cuya suciedad apenas se insinúa. No es noticia revelar que el presidente Calderón hará todo lo posible para impedir el “retorno de los brujos”. El PRI haría exactamente lo mismo. ¿De acuerdo? Además, ¿para qué tanto brinco?

El deporte favorito de los tricolores es pegarle al Presidente. De a tiro por viaje. Decirle idiota, y peor. La estrategia del PRI es hacerle notar a la gente que el gobierno gasta más tiempo y más dinero en hablar de los problemas que en solucionarlos. Que le falta oficio. Que para ser presidente, primero hay que parecerlo. No cabe duda: la ola del poder arrasa con todo y con todos.

MONJE LOCO: Caliente, caliente, se pone el ambiente en Michoacán. Además de las elecciones del 13 de noviembre, el fuego se atiza de puro coraje. Sí, por el coraje del gobernador Leonel Godoy. ¿Qué pasó? La Federación no le mandó “lana” para pagar los sueldos de la quincena. Tampoco alcanzó para las pensiones de la burocracia. Desde arriba, muy arriba, alguien cerró la llave. ¿Mera casualidad? Nadie sabe, nadie supo.

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