17 noviembre, 2011

AMLO: el peligro legítimo

Manuel Ajenjo
En dos semanas donde han proliferado las noticias relevantes destaca entre éstas el terso acuerdo al que llegaron Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador para que sea éste el candidato a la Presidencia de la República de la alianza PRD-PT-Movimiento Ciudadano que, se dijo, en lo sucesivo se denominará Frente Amplio Progresista.
Los detalles han sido ampliamente comentados por los especialistas. Admirable la civilidad del arreglo. No han faltado los que opinan que si el resultado hubiera sido al revés la afabilidad en el trato no habría sido la misma. Pero el hubiera, decía mi maestro de gramática, es el modo y el tiempo verbal de los pendejos. (Siempre me he preguntado qué habría sido de mí si dicho maestro no me hubiera reprobado en segundo de secundaria).
Andrés Manuel comparó a Marcelo con Ulises, que se puso cera en los oídos para no escuchar a las sirenas, sin especificar si éstas eran las habitantes del mar que se narran en La Odisea o las de las patrullas de Tláhuac. Mi amigo Jorge Arvizu opina que Andrés Manuel se lo dijo a Ulises para que lo escuchara Penélope y en lo sucesivo ésta permanezca en casa tejiendo.


Lo que sí quisiera -modo y tiempo verbal de los audaces- es hacer una conjetura entrelazando la segunda candidatura de Andrés Manuel y su anterior derrota ante Felipe Calderón, por 0.56% de votos, con lo sucedido el domingo en Michoacán, donde Luisa María Calderón perdió la elección a la gubernatura, por 2.4% de los sufragios, frente al priísta Fausto Vallejo.
El Partido Acción Nacional no ha descartado impugnar los comicios michoacanos, alegando que el voto ciudadano fue manipulado por el crimen organizado para inducirlo en favor del PRI. Si la suposición del PAN resulta certera, el presidente Calderón comprobará en carne propia que su pertinaz combate contra la delincuencia ha resultado un fiasco. O como dirían los antiguos griegos: ha servido para una pura y celestial chingada.
Concluido el conteo del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) de Michoacán, Luisa María Cocoa Calderón Hinojosa exigió al Instituto Electoral de la entidad la apertura inmediata de 879 casillas y el conteo voto por voto. Ironías de la política, con su objeción la hermana de Felipe se hermana en la réplica con Andrés Manuel. Quién lo dijera. Con otra, la diferencia de 2.4% de Vallejo sobre Cocoa significa casi cuatro veces más que 0.56% con que el hermano de ésta le ganara al hoy, otra vez, candidato a la Presidencia.
Copete o gallito
Si como aquí escribí haciendo mía la opinión de los analistas políticos más afamados del país, la elección de Michoacán fue una especie de ensayo general de la Gran Elección del 2012, resulta comprensible el estrés que denota Felipe Calderón. Estrés que lo hizo ayer confundir al Presidente de Uruguay con el Presidente de Ecuador.
El agobio presidencial surge, entre otras cosas, de la combinación de tres factores nubosos que enfrenta de cara a su sucesión. Uno: la pesadilla que significa el retorno del PRI a Los Pinos. Enrique Peña Nieto está posicionado en las encuestas que indican las intenciones del voto muy por encima -casi el doble- de Josefina Vázquez Mota -la puntera del panismo, no así la favorita del Presidente. Dos: el regreso a la palestra política -en realidad siempre ha estado ahí- de manera oficial del que fuera calificado hace seis años por Calderón y sus publicistas como un peligro para México. Tres: el lento aprendizaje y nulo repunte en las encuestas de su aspirante preferido Agnusdéi -Cordero de Dios que quitas las intenciones del voto del mundo.
Supongamos, sin conceder, que la visión panista sobre los comicios michoacanos con respecto a que para ganar el PRI se alió al crimen organizado fuera cierta y que esta artimaña estuviera considerada por el tricolor para repetirla en la elección federal del próximo julio. ¿A quién consideraría -modo y tiempo verbal de los temerosos- Felipe Calderón un peligro, al abanderado del Revolucionario Institucional -entre Manlio y Enrique usted elije- o a Andrés Manuel López Obrador?
Yo opino que más vale AMLO por conocido que priísta por conocer y no lo digo en desdoro de López Obrador, al contrario, lo digo en homenaje a su persistencia y tenaz lucha. Con el notable cambio de tonalidad en su discurso, aunado a los seis años que lleva en campaña -es el político más conocido de México- si demuestra haber aprendido -forma verbal de los que hacen a un lado la soberbia- de los errores del pasado puede remontar el tercer lugar en el que se encuentra en las encuestas -también es el político con más altos negativos- y convertirse -infinitivo de la esperanza- en el legítimo enemigo de la impunidad y la injusticia.
Mea culpa
Reconozco sin ambages que en la columna de hace una semana me equivoqué en mis pronósticos. Escribí que Cocoa ganaría en Michoacán y no fue así. También expresé que con la derrota del PRI en tierras michoacanas Humberto Moreira entraría en agonía. Me equivoqué de Pe a PAN.
Titulé y terminé mi colaboración con la interrogante relativa a Moreira: ¿Cargará los peregrinos? La respuesta es: sí, los va a cargar, ya que su gusto por la cargada es algo inherente a su persona como lo demuestra la más reciente de sus falsificaciones.
La Comisión de Procesos Internos del Partido Revolucionario Institucional acordó el lunes pasado un proyecto de convocatoria que establecía que gobernadores, presidentes municipales, legisladores o integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, “se abstendrán de pronunciarse públicamente en favor o en contra de alguno de los aspirantes o precandidatos”. Esa misma noche el dirigente coahuilense modificó, por sus purititos huevos, la convocatoria, dejando su redacción de forma tal que ya no está explícitamente prohibido para los precitados funcionarios del partido pronunciarse en favor o en contra de un aspirante, lo que propiciará la cargada en favor de Peña Nieto. Esto último se infiere de la nota que ayer Jorge Monroy y Mauricio Rubí publicaron en El Economista, mediante la cual nos enteramos de que el senador Manlio Fabio Beltrones consideró que con las alteraciones que el jerarca coahuilense hizo al documento “no está garantizada a 100% la equidad de la contienda”.
Si bien no acerté al vaticinar que don Humberto no iba a cargar los peregrinos, me atrevo a augurar que no llegará vivo como dirigente tricolor al 14 de febrero. Se aceptan apuestas.
Por sus trampas en los documentos con los que endeudó a Coahuila, más su reciente hazaña de modificar la convocatoria de su partido, Humberto Moreira, que tiene título de profesor y afición de bailarín, será conocido de ahora en adelante como Beto “el falsificador”, ésa es su verdadera vocación. Está en su naturaleza.
Oí por ahí
Un grupo de amigos cuarentones eligen para cenar el Restaurante Napolitano porque cierra de madrugada, las meseras son guapas y lucen minifalda.
Diez años después, el mismo grupo de amigos elige para cenar el restaurante Napolitano porque el menú es excelente y hay una magnífica carta de vinos.
Diez años después, los mismos amigos deciden cenar en el mismo lugar porque ahora cierra temprano, es un sitio tranquilo y tiene área para no fumadores.
Una década después, el grupo de setentones se ponen de acuerdo para cenar en el Restaurante Napolitano porque éste tiene acceso para sillas de ruedas.
Diez años después, los octogenarios amigos discuten dónde cenar. Finalmente deciden hacerlo en el Restaurante Napolitano, todos coinciden en que es una buena idea porque nunca han ido a cenar ahí.

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