El debate se desarrolla en tableros electrónicos de mensajes, portales de Internet y mensajes enviados en Twitter, muchos a la vista de cualquiera. Pero lo que puedan hacer, mientras se acerca el ultimátum dado para el viernes, es incierto todavía, quizás incluso para la comunidad de Internet que carece prácticamente de coordinación.
Sus participantes ocultan por lo general sus identidades reales incluso entre ellos, en parte para protegerse de las autoridades que con frecuencia los consideran delincuentes.
"El problema es, ¿hackear qué? No hay sitios de los narcos que yo sepa, no hay nada que sea hackeable, si la gente quisiera", dijo Raúl Trejo, un especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México en medios de comunicación y violencia.
En un video colocado en Internet a principios de octubre, una persona con una máscara, como la mostrada en la película "V de Vendetta", afirmó que "Los Zetas" habían secuestrado a un miembro de Anonymous en el estado de Veracruz cuando distribuía volantes políticos. El video no mencionó el nombre de la víctima, y las autoridades judiciales dicen que no saben nada del presunto secuestro.
La persona en el video dijo que si la víctima no es liberada, Anonymous difundirá nombres, fotografías y domicilios de taxistas, policías, periodistas y de otros que supuestamente trabajan con el cartel de "Los Zetas". No dijo cómo había conseguido el movimiento esa información, pero insinuó que podían localizar y exponer públicamente "sus carros, sus casas, sus antros y sus bares y prostíbulos".
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