Lo relevante fue el anuncio de Andrés Manuel López Obrador colocado al frente de lo que llamó el "Movimiento Progresista".
El mensaje revela en el fondo que del PRD sólo queda el cascarón. Que está agotado. Que el conjunto de las izquierdas nacionales reclama una recomposición de fuerzas, porque como están no podrán ganar la Presidencia de la República.
¿Entonces qué, el numerito de las encuestas espejo sólo vino a confirmar que todo fue una comedia?
Me temo que sí.
Nada aporta saber que Andrés Manuel López Obrador será candidato a la Presidencia, por segunda vez.
En todo caso, el ejercicio estadístico viene a demostrar que Marcelo también está muy bien posicionado. Que goza de mejor opinión y fue menos rechazado. Pero también, que no le alcanzó, porque El Peje es más fuerte entre "la raza", cuando el mercado de Marcelo son los empresarios y las clases medias.
A Marcelo no le quedó de otra sino tragarse el sapo: "Acepto y acato los resultados de las encuestas, cumplo lo que he dicho. Una decisión dividida sólo sería ir al precipicio. Provocar otro conflicto que sería el principio del fin".
No nos hagamos, Marcelo y Andrés saben que el PRD no tiene futuro. Lleva tres gubernaturas perdidas al hilo en menos de año y medio: Zacatecas, (en julio de 2010), Baja California Sur (hace nueve meses) y, ahora, Michoacán. Y por si fuera poco, los encuestócratas profetizan que podría perder el Distrito Federal. Así de grave.
Por eso se anuncia el nacimiento del Movimiento Progresista con El Peje a la cabeza. ¿Con quién más?
Sin embargo, Marcelo Ebrard no está hecho para la derrota. ¿Usted cree que se quedará quieto sólo como jefe de Gobierno del Distrito Federal?
Para mí que cobra más fuerza una eventual alianza del PRD descascarado con el PAN aferrado a no entregarle el poder al PRI de Enrique Peña Nieto. Esto implicaría que el presidente Calderón "bajara" al único aspirante que no esponja. Me refiero a Ernesto Cordero. Y esas serían palabras mayores.
Por eso digo que la encuesta perredista esconde fines perversos. Entre otros, para que Dios quede bien con el diablo y el demonio se persigne.
Por cierto, la encuestadora Indemerc Luis Harris levantó una muestra "vote-pronto con v" en el Valle de México. Bajo la hipótesis de que los candidatos fueran Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador. El mexiquense ganaría de calle con 49%, El Peje alcanzaría 33% y Pinita, rezagadita, con 18 por ciento. La foto es medio borrosa, pero nos da una buena idea de la realidad.
Nunca como ahora brilla en la oscuridad pastosa de la política aquella frase de Jorge Luis Borges: "Descreo de la democracia, esa extraña forma de la estadística."
MONJE LOCO: 1, 2, 3 y 4. La elección en Michoacán sacó a flote lo peor de la política mexicana. Primero, el dispendio de recursos. Segundo, la operación de una campaña fraterna desde Los Pinos. Tercero, la siembra del miedo tras el asesinato del alcalde de La Piedad. Cuarto, la campaña postelectoral de Cocoa acusando la "narcotización" del proceso. En este último reclamo, gravísimo por cierto, hay un reconocimiento imprudente del fracaso político de su hermano: si el crimen organizado pudo modificar los resultados electorales e inducir el voto, ¿de qué sirvió, entonces, la guerra del Presidente iniciada precisamente en Michoacán? Nadie sabe, nadie supo.
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