Las miradas de los mercados vuelven a centrarse en España. Tras los últimos acontecimientos en Grecia y en Italia diversos analistas vuelven a resaltar los problemas a los que se enfrenta la economía española: paro, falta de competitividad, burbuja inmobiliaria, sistema financiero, déficit... y todo justo antes de un cambio de gobierno.
"En muchos sentidos, España es más preocupante que Italia", explicó Megan Greene, analista de Roubini Global Economics, a la CNBC.
La llegada de un nuevo gobierno, que en principio contará con mayoría suficiente como para acometer reformas, debería calmar a los mercados. Sin embargo, está ocurriendo lo contrario: los problemas se hacen más visibles una vez que se reduce la presión sobre Grecia e Italia.
El problema del déficit y la competitividad
El déficit es el primer problema que hace que se dude de España. De momento, el gobierno ha reconocido hoy que el crecimiento del PIB de este año se limitará al 0,8%, frente al 1,3% previsto, lo que confirma lo que se venía sospechando, esto es, que la reducción del déficit prometida a Bruselas, hasta el 6,6% desde el 9,2% de 2010, no va a ser posible.La incertidumbre de cara al futuro es cómo va a conseguir Mariano Rajoy cumplir con los compromisos adquiridos ante sus socios europeos. "Lo que probablemente va a pasar es que el PP tomará el control y dira: '¡Oh Dios mío! Hemos mirado los libros y están mucho peor de lo que pensábamos", explicaba Alistair Newton, analista político del banco de inversión Nomura. "Hay un alto grado de incertidumbre sobre cómo de alto será (el déficit)".
Reducir el déficit va a ser una larga y dolorosa tarea en pleno pinchazo de la burbuja inmobiliaria, con un paro disparado y una pérdida de competitividad enorme desde la entrada en el euro. Esta situación económica frena las expectativas de crecimiento económico que servirían precisamente para atajar este problema.
En este sentido, los economista de Credit Suisse apuntan a una solución muy dura para intentar reactivar la maltrecha economía: los trabajadores españoles deberían soportar un recorte del 11% de sus salarios en 5 años para recuperar la competitividad perdida.
Solución compleja: ¿austeridad y crecimiento?
Charles Mounts, ejecutivo de Knight Capital, sigue en esta línea y asegura en una entrevista con Bloomberg TV que el problema de España es mucho peor que el de Italia, que es puramente un asunto de deuda soberana.Mounts mantiene que el país tiene un problema de desequilibrio fiscal que puede transformarse en una espiral de deuda, que además se combina con un sobreendeudamiento privado enorme, el segundo mayor de Europa tras Irlanda.
Además, asegura que no es Italia ni Grecia pero que las respuestas políticas que necesita son muy complejas y casi mutuamente excluyentes: se trata de arreglar el sobreendeudamiento privado y a la vez estimular el crecimiento para reparar los problemas fiscales soberanos.
Por otro lado, el mercado sigue temiendo a los sospechosos habituales: ladrillo y banca. Los expertos esperan que la vivienda caiga más (la comparación con Irlanda, donde los precios han descendido mucho más, es omnipresente) y hay muchas dudas sobre un sector financiero que podría necesitar más capital para afrontar los agujeros.
Como colofón, otro problema añadido: las reformas que se han ido llevando a cabo desde 2010 no consiguen que vuelva el crecimiento.
Gustavo Bagattini, economista de RBC Markets, asegura que "no esperamos una recuperación robusta en el corto plazo", ya que la economía todavía sigue recuperándose del desplome en la construcción.
"Es muy simple. La línea lógica es que vamos a ver más medidas de austeridad el año que viene, lo que va a estrangular a los hogares", añadió Newton, de Nomura.
Como resume The Wall Street Journal en un artículo publicado hoy, "la verdad es que el destino de España no está en manos de Rajoy (....) Incluso un halcón fiscal respaldado por un mandato popular podría sufrir para ganarse el beneficio de la duda del mercado".
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