«España está, pues, surcada, marcada, malditamente dibujada por esas 'rayas'... Por un consumo desorbitado e imparable de cocaína y por un tráfico de esa droga casi inimaginable.»Si Diógenes de Sinope se paseaba por Atenas con un candil buscando un hombre sin encontrarlo, el que suscribe no ha ha tenido mucha más suerte en su búsqueda de algún medio de comunicación español que no se haya dejado arrastrar por la histeria sembrada por la ONU en su informe anual. Una histeria, todo hay que decirlo, muy interesada en lo referente a España y acompañada de mensajes de un obsceno triunfalismo en lo que concierne a la labor antidroga de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Intentaré desmontar punto por punto los titulares que ha generado el informe en nuestro país, desde los más llamativos hasta los más chuscos.
Pilar de Cambra en Expansión
«La tasa de consumo de cocaína en España supera la de EE UU»
La prensa se empeña en hacer caso omiso de los diversos tipos de consumo: experimental, esporádico, habitual, frecuente y diario. Por otra parte, la ideología antidroga niega toda distinción entre uso y abuso, y de la suma de estos dos factores surge el error. Es cierto que España supera a EE UU en dos décimas porcentuales (0,2 por ciento) en uso esporádico (al menos una vez durante un año), pero no es menos cierto, y así se señala en el capítulo del informe dedicado a la cocaina (pagina 90), que el porcentaje de usuarios problemáticos de EE UU casi triplica al español (1,4% frente a 0,5%).
No hay duda de que el factor omitido es mucho más importante que el destacado en titulares, pero el sensacionalismo es como la cocaína: una vez empiezas, ya no puedes parar. Han sido demasiados los medios de comunicación que han clasificado como "cocainómanos" a este 3 por ciento de la población de 15 a 64 años, pero nadie en sus cabales llamaría "alcohólico" a todo aquel que hubiera tomado al menos una copa de vino a lo largo de un año. Está claro que la situación de EE UU es mucho más preocupante que la nuestra y, con toda seguridad, lo seguirá siendo durante muchos años.
«El uso de cocaína en España cuadruplica la media europea»
Se ha olvidado sistemáticamente que la incorporación a la Unión Europea de Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Malta y Chipre en 2004, y de Bulgaria y Rumanía en 2007, guarda relación con que España cuadruplique la actual media europea de consumo de cocaína. En los países del Este recientemente admitidos en el seno de la UE, el uso de esta droga es sensiblemente inferior al de los miembros más antiguos. Como dice el informe de la ONU, si nos limitamos a los países anteriores a estas ampliaciones, la relación es del doble de la media europea.
«Más rayas en Miranda de Ebro que en Londres»
... o la segunda ciudad del mundo en consumo de cocaína después de Nueva York. Está más que justificada la indignación de los mirandeses, y muchos de ellos han destacado que la mayor amenaza para la salud pública en su ciudad proviene de la contaminación, problema que se agravará con la próxima instalación de dos centrales térmicas. Pero no hay pánicos morales en torno al daño que sufren todos ciudadanos por igual (con especial gravedad el caso de los niños), y sí al que algunos de ellos se infligen por sus hábitos más o menos insanos pero, a diferencia de la contaminación, siempre voluntarios. Por si el titular no fuera ya lo bastante absurdo, en un reciente estudio encargado por el ayuntamiento de Miranda no hay ni rastro de cocaína en las aguas del Ebro a su paso por esta ciudad.
«Por fin somos los primeros en algo»
Hace ya un año que un record bastante más triste que este pasó desapercibido: nuestro liderazgo europeo en porcentaje de población reclusa por cada 100.000 habitantes. Esta marca, sumada a la de ser el país de la UE con más billetes de 500 euros en circulación y donde el negocio inmobiliario más se acerca a la metástasis, también tiene mucho que ver con las drogas, el lavado de dinero, la corrupción y las mafias, por mucho que los periodistas sean incapaces de relacionar estos fenómenos entre sí. La respuesta de Mercedes Gallizo a este vergonzoso crecimiento de nuestra población penitenciaria fue: «Si España decide que debemos ser el país con más presos por habitante, lo asumiremos». Personalmente prefiero que se triplique el consumo de cocaína a que siga multiplicándose exponencialmente el número de presos.
Todo esto nos obliga a pensar que los medios tradicionales se están volviendo irrelevantes, no sólo por su tendencia a exagerar, falsear y distorsionar los hechos, sino porque en cuestiones como esta, cualquier particular puede acceder a los datos que ellos ('profesionales de la información') no se molestan en buscar. No es el caso de ENCOD, que ha buceado en el informe y se ha encontrado con un flagrante falseamiento de las cifras de la ONU sobre las hectáreas de coca:
"Las estimaciones sobre las cosechas de coca de las Naciones Unidas parecen extremadamente bajas, mientras la oficina de los EE.UU para la política nacional del control de las drogas indica que son 157.200 las hectáreas de coca cosechadas en Colombia en el 2006, la ONU la sitúa en 78.000 hectáreas."Decía al principio que muy pocos se han preocupado por profundizar en esta historia. Tres ejemplos de información fiable en un mar de desidia, propaganda y complacencia:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario