Un empleado de Volkswagen AG trabaja en el nuevo Beetle en Puebla, México.
La brutalidad le cuesta a México un punto porcentual de crecimiento económico anual estima BBVA Bancomer, el mayor banco del país. Según las encuestas, dos tercios de los mexicanos aseguran no haber hecho un viaje o una compra grande porque temen llamar la atención de los delincuentes. En buena parte del norte de México, las empresas pagan impuestos de extorsión a carteles de drogas, lo que perjudica sus balances. La violencia también encarece el transporte y otros gastos de seguridad.
La violencia también ha perjudicado la marca del país, dejando a México visiblemente fuera del grupo de economías emergentes conocido como BRICS, que comprende a China, Brasil, Rusia, India y Sudáfrica.Pero los temores de que la violencia podría hundir la economía general han sido infundados, al menos por el momento. La creación de empleo ha subido de manera constante, el crédito de consumo está en expansión y las ventas de artículos que van desde autos hasta televisores de pantalla plana han crecido a un ritmo de dos dígitos este año.
"México aguanta bien, especialmente teniendo en cuenta la violencia aquí y lo que está pasando en el mundo, incluyendo la economía de EE.UU.", dijo Claudio X. González, presidente de la junta de Kimberly-Clark de México SAB.
La trayectoria de México durante la presidencia de Calderón ha sido débil. Incluso después de una expansión de 4% este año, el crecimiento anual promedio del país en los cinco años bajo Calderón ha sido de un exiguo 1,55%, muy por debajo del promedio latinoamericano. Esta debilidad puede atribuirse a un solo año malo: el desplome de 6,12% en 2009 en medio de la crisis financiera global. Desde entonces, México ha repuntado, lo que pone en evidencia el potencial aún sin explotar del país.
A pesar de la violencia vinculada con las drogas, se espera que México atraiga US$20.000 millones en inversión extranjera directa este año, igualando el total del año pasado. Dos sectores pujantes son el aerospacial y el automotor. Mazda y su socio Sumitomo están gastando US$500 millones en una nueva planta en la región central de México. Honda anunció este año que invertirá US$800 millones en la construcción de su segunda fábrica en México. "Las inversiones no se hacen a base del noticiero de las seis", dijo en una reciente entrevista Bruno Ferrari, secretario de Economía de México.
México hace alarde de una baja inflación y bajos niveles de deuda, así como también de su fuerza laboral joven. El país se ha vuelto más competitivo en los últimos años en comparación con rivales clave como China, gracias a un peso más débil, un yuan ligeramente más fuerte, crecientes costos laborales chinos y los altos costos del transporte.
México es ahora el segundo fabricante de televisores de pantalla plana del mundo y el cuarto destino de tercerización de tecnología de la información, asegura el gobierno.
Muchas compañías extranjeras tienen una actitud más positiva hacia México que las locales, dijo en una entrevista el presidente ejecutivo del grupo asegurador francés Axa, Henri de Castries. "México tiene una clase media emergente, grandes arcas de ahorros privados y una economía bien administrada", aseveró antes de lanzar una carcajada y decir.: "Es más fácil operar una compañía aquí que en Francia".
En todo caso, para empresas mexicanas más chicas en estados norteños y centrales, la violencia ha sido debilitante. En Ciudad Juárez, han cerrado tantas empresas que la cantidad de afiliados en la cámara de comercio local de la construcción cayó de 250 a 50.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario