25 diciembre, 2011

Dominós de Deuda: La Próxima Catástrofe Financiera

Evaluando la Ilusión de Recuperación

Por Andrew Gavin Marshall


Entendiendo la Naturaleza de la Crisis Económica Global

El pueblo ha sido calmado con un falso sentido de seguridad bajo el ardid de una aparente "recuperación económica". Desafortunadamente, que la mayoría de la gente lo piense no significa que sea así, especialmente cuando las personas que toman las decisiones clave piensan y actúan en sentido contrario. Las crisis de deuda soberana que se han ido desarrollado en los últimos dos años y más recientemente en Grecia, son los canarios en la mina de carbón para el resto de la “civilización” occidental. La crisis amenaza con extenderse a España, Portugal e Irlanda; como fichas de dominó, un país tras otro se hundirán en una crisis monetaria y de deuda, todo el camino hasta llegar a Estados Unidos.

En octubre de 2008, los medios de comunicación y los políticos del mundo occidental, alertaron sobre una depresión inminente si no se tomaban medidas rápidamente para evitarlo. El problema es que esta crisis ha tenido una larga llegada, y lo que es peor, los gobiernos tomaron medidas que no abordaron ninguna de las cuestiones de base y problemas sistémicos en la economía global, sino que simplemente se dispusieron a salvar a los bancos del colapso. Para ello, los gobiernos de todo el mundo pusieron en marcha masivos paquetes de "estímulo" y "rescate", hundiendo a sus países profundamente en las deudas para salvar a los bancos de ellos mismos, mientras se lo cargan a los pueblos del mundo.

Luego siguió un alboroto de especulación bursátil, donde el dinero era bombeado a los stocks, pero no a la economía real. Esta recuperación no ha sido más que una ilusión completa y evidente, y dentro de los próximos dos años, es probable que esta ilusión llegue a un colapso total.

Los gobiernos dieron a los bancos un cheque en blanco, cargándoselo al público, y ahora es el momento de pagar, a través de drásticas alzas de impuestos, recortes de gastos sociales, privatización de industrias y servicios estatales, el desmantelamiento de los aranceles proteccionistas y las reglamentaciones comerciales, y elevando las tasas de interés. El efecto que esto tendrá será el de acelerar con rapidez, tanto en velocidad como en volumen, la tasa de desempleo, a nivel global. La bolsa se desplomará a niveles récord, mientras los gobiernos se verán obligados a congelar todo.

Cuando la crisis haya terminado, las clases medias del mundo occidental habrán sido liquidadas de su estatus económico, político y social. La economía global habrá pasado por la mayor consolidación de la industria y la banca en la historia del mundo hacia un sistema en el que sólo un puñado de empresas y bancos controlarán la economía global y sus recursos; los gobiernos habrán perdido ese derecho. Los pueblos del mundo occidental serán tratados por los oligarcas financieros de la misma forma que han tratado al "Sur Global" y, en particular, a África; eliminarán las estructuras sociales fundacionales para que seamos totalmente subordinados a su dominación de las estructuras políticas y económicas de nuestra sociedad.

Aquí es donde nos encontramos hoy, y ese es el camino por el que transitamos.

El mundo occidental ha sido saqueado hasta la pobreza a través de un proceso largo, pero que con el desarrollo de la crisis, se aceleró rápidamente. Mientras nuestras sociedades colapsaban en sí mismas, los gobiernos protegieron a los bancos y las multinacionales. Cuando la gente salga a las calles, ya que inevitablemente lo hacen y lo seguirán haciendo, el gobierno no va a ayudarlos; vendrá con fuerzas policiales y militares para aplastar las protestas y reprimir al pueblo. La base social se derrumbará con la economía, y el Estado reprimirá para evitar que la gente pueda construir una nueva.

El camino de la recuperación está lejos de aquí. Cuando la crisis haya llegado a su fin, el mundo que conocemos habrá cambiado dramáticamente. Nadie crece en el mundo que le vió nacer, todo está siempre cambiando. Esta vez no será la excepción. La única diferencia es que estamos a punto de pasar a través de los cambios más rápidos que el mundo jamás haya visto.

Evaluando la Ilusión de Recuperación

En agosto de 2009, escribí un artículo, Entrando en la Depresión más Grande de la Historia, en el que analicé cómo se originó una profunda crisis sistémica en el seno del sistema capitalista, dentro de la que solo hemos pasado por el estallido de una burbuja hasta el momento, la burbuja inmobiliaria, pero siguen quedando muchas otras.

Queda como amenaza mucho mayor que el colapso inmobiliario, una burbuja inmobiliaria comercial. Como dijo en mayo de 2009 el consejero delegado del Deutsche Bank, "O bien es el principio del fin o el fin del principio".

De importancia aún mayor es lo que se ha denominado "burbuja de rescate" con la que los gobiernos han inflado superficialmente las economías a través de enormes paquetes de rescate generadores de deuda. A partir de julio de 2009, el organismo gubernamental y supervisor del programa de rescate estadounidense declaró que Estados Unidos puede estar arriesgándose con hasta 23.7 trillones de dólares.

[Ver: Andrew Gavin Marshall: Entrando en la Depresión Más Grande de la Historia, 7 de agosto de 2009]

En octubre de 2009, aproximadamente un año después del "gran pánico" de 2008, escribí un artículo titulado, La Recuperación Económica es una Ilusión, donde revisé lo que la más prestigiosa y poderosa entidad financiera del mundo, el Banco de Pagos Internacionales (BIS), tenía que decir sobre la crisis y la "recuperación".

El BIS, así como su economista en jefe, que habían predicho correctamente la crisis que se desencadenó en 2008, alertaron de una futura crisis en la economía global, apuntando al hecho de que ninguno de los asuntos clave y los problemas estructurales de la economía habían cambiado, y que los rescates del gobierno podrían ser más dañinos que benéficos a largo plazo.

William White, ex economista jefe del BIS, advirtió:
El mundo no ha abordado los problemas en el corazón de la recesión económica y es probable que vuelva a caer en recesión. [Él] advirtió que las acciones del gobierno para ayudar a la economía en el corto plazo pueden sembrar las semillas de futuras crisis.
¿Lobo Llorón o Castigando a Casandra?

Mientras las personas se dejan seducir por una falsa sensación de seguridad, prominentes voces que advierten del cruel regreso a la realidad, en lugar de ser escuchadas, son dejados de lado por los medios de comunicación. Gerald Celente, quien predijo con exactitud la crisis económica de 2008 y que ha estado alertando que se avecina una crisis mucho más grande, ha sido acusado por los principales medios de comunicación de promover "porno pesimista."[1] Celente respondió que no esta promoviendo "porno pesimista", sino que se niega a promover el "opio optimista" que los medios difunden profusamente.

Entonces, ¿son estas voces críticas solamente "falsas alarmas" o es que los medios de comunicación están "castigando a Casandra"? Casandra, en la mitología griega, era la hija del rey Príamo y la reina Hécuba de Troya, a la que le fue concedida el don de la profecía por el dios Apolo. Profetizó y advirtió a los troyanos respecto del caballo de Troya, la muerte de Agamenón y la destrucción de Troya. Cuando ella advirtió a los troyanos, simplemente la apartaron por "loca" y no prestaron atención a sus advertencias.

A pesar de que a los que advierten una futura crisis económica no se les ha concedido el don de la profecía de Apolo, sin duda tienen capacidad de comprensión.

Entonces, ¿qué tienen las Casandras del mundo para decir hoy? ¿Podríamos escucharlas?

Imperio y Economía

Para comprender la crisis económica global, debemos comprender las causas globales de la crisis económica. Primero debemos determinar cómo hemos llegado a la crisis inicial, a partir de allí, podemos evaluar críticamente cómo los gobiernos respondieron al estallido de la crisis, y por lo tanto, poder determinar dónde estamos parados, y hacia dónde somos llevados.

África y gran parte del mundo en desarrollo fue liberado de las restricciones socio-político-económicas de los imperios europeos durante las décadas de 1950 y 1960. Los africanos comenzaron a tratar de administrar sus naciones con sus propias manos. Al término de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos era la mayor potencia mundial. Comandó a las Naciones Unidas, el Banco Mundial y al FMI, así como también estableció la alianza militar de la OTAN. El dólar estadounidense reinaba supremo, y su valor estaba atado al oro.

En 1954, las elites de Europa Occidental trabajaron juntas para formar un think tank internacional conocido Grupo Bilderberg, que trató de vincular las políticas económicas de Europa Occidental y América del Norte. Cada año, aproximadamente 130 de las personas más poderosas dentro del mundo académico, comunicacional, militar, industrial, bancario y político se reúnen para debatir y discutir cuestiones clave relacionadas con la expansión de la hegemonía occidental sobre el mundo y nuevas concepciones del orden mundial. Además, se comprometieron, como una de sus agendas clave, a la formación de la Unión Europea y la unidad monetaria del euro.

[Ver: Andrew Gavin Marshall: Controlando la Economía Global: Bilderberg, la Comisión Trilateral y la Reserva Federal, 3 de agosto de 2009]

En 1971, Nixon eliminó la vinculación del dólar con el oro, lo que significó que el dólar ya no tenía un tipo de cambio fijo, sino que cambiaría de acuerdo a los caprichos y decisiones de la Reserva Federal (el Banco Central de Estados Unidos). Una persona clave responsable de esta decisión fue el tercer funcionario más alto del Departamento del Tesoro estadounidense en ese momento, Paul Volcker. [2]

Volcker comenzó como un economista del equipo del Banco de la Reserva Federal de Nueva York a principios de los 50. Después de cinco años allí, "David Rockefeller del Chase Bank lo atrajo y se lo llevó." [3] Así, en 1957, Volcker se puso a trabajar en el Chase, donde Rockefeller "lo contrató como su asistente especial en una comisión del Congreso sobre dinero y crédito en Estados Unidos y para ayudarlo, más tarde, en una comisión asesora para el Departamento del Tesoro."[4] A principios de los 60, Volcker se fue a trabajar al Departamento del Tesoro, y volvió al Chase en 1965 "para ayudar a Rockefeller, esta vez como vicepresidente en las tratativas de negocios internacionales." Con la llegada de Nixon a la Casa Blanca, Volcker consiguió el tercer puesto de trabajo más importante en el Departamento del Tesoro. Esto lo puso en el centro de la toma de decisiones tras la disolución del acuerdo de Bretton Woods cuando se abandona la vinculación del dólar con el oro en 1971 [5].

En 1973, David Rockefeller, el entonces presidente del Chase Manhattan Bank y el Council on Foreign Relations, creó la Comisión Trilateral, que trató de ampliar el Grupo Bilderberg. Se trataba de un think tank internacional, que incluiría a las elites de Europa Occidental, América del Norte, y Japón, para alinearse en un una colaboración político-económica "trilateral" entre estas regiones. Fue para promover los intereses y la hegemonía de un orden mundial controlado por Occidente.

Ese mismo año, el plato de Petri del experimento neoliberal se desarrolló en Chile. Cuando un gobierno de izquierda llegó al poder en Chile, amenazó los intereses económicos no sólo de los bancos de David Rockefeller, sino que también de una serie de corporaciones norteamericanas. David Rockefeller organizó encuentros con Henry Kissinger, el Asesor de Seguridad Nacional de Nixon, y una serie de importantes industrialistas corporativos. Kissinger, a su vez, organizó encuentros entre estos individuos, el jefe de la CIA y el propio Nixon. Al poco tiempo, la CIA había comenzado una operación para derrocar al gobierno de Chile.
El 11 de septiembre de 1973, un general chileno, con la ayuda de la CIA, derrocó al gobierno e instaló una dictadura militar que asesinó a miles. Al día siguiente del golpe de Estado, un plan para la reestructuración económica de Chile estaba en el escritorio del presidente. Los asesores económicos de la Universidad de Chicago, donde afloraron las ideas de Milton Friedman, diseñaron la reestructuración de Chile bajo los principios neoliberales.
Así, bajo violencia, nació el neoliberalismo.

En 1973, una crisis global del petróleo golpeó al mundo. Esta fue resultado de la Guerra de Yom Kippur, que se desarrolló en el Medio Oriente en 1973. Sin embargo, de forma más discreta, se ocultaba una estratagema estadounidense. Justo cuando Estados Unidos terminó el vínculo del dólar al oro, el Departamento de Estado había comenzado en silencio a presionar a Arabia Saudita y otros países de la OPEP para elevar el precio del petróleo. En la reunión Bilderberg de 1973, que tuvo lugar seis meses antes de las subidas en los precios del petróleo, se discutió un incremento del 400% en el precio del petróleo. El debate se centró en qué hacer con la gran afluencia de lo que llegarían a ser conocidos como "petrodólares", los ingresos del petróleo de los países de la OPEP.

Henry Kissinger trabajó entre bastidores durante 1973 para garantizar que una guerra tuviera lugar en Medio Oriente, la que comenzó en octubre. Entonces, las naciones de la OPEP elevaron drásticamente el precio del petróleo. Muchas naciones de industrialización incipiente del mundo en desarrollo, libres de los grilletes del imperialismo político y económico abierto, repentinamente enfrentaron un problema: el petróleo es la sangre vital de una sociedad industrial y es imprescindible en el proceso de desarrollo e industrialización. Si querían continuar el desarrollo y la industrialización, era necesario tener el dinero para darse el lujo de hacerlo.

Al mismo tiempo, las naciones productoras de petróleo del mundo, estaban inundadas de petrodólares, por lo que tenían excedentes récord. Sin embargo, para obtener un beneficio, el dinero tendría que ser invertido. Aquí es donde el sistema bancario occidental entró a la escena. Con la pérdida del vínculo del dólar al oro, la moneda estadounidense podía fluir por todo el mundo a un ritmo más rápido. El precio del petróleo estaba vinculado al precio del dólar estadounidense, y para que el petróleo se comercializara en dólares, los países de la OPEP tenían que invertir el dinero del petróleo en bancos occidentales, que a su vez, "reciclaban" ese dinero por préstamos de dinero a las naciones del mundo desarrollado que necesitaban financiar su industrialización. Parecía una situación beneficiosa para todos: las naciones del petróleo hacían dinero, lo invertían en Occidente, que se lo prestaba al Sur, para poder desarrollar y construir sociedades "occidentales".

Sin embargo, las cosas nunca terminan como en los cuentos de hadas, sobre todo cuando se ven amenazados los que están en el poder. Un país industrializado y desarrollado del 'Sur Global' (América Latina, África y partes de Asia) no sería beneficioso para las élites del establishment occidental. Si querían mantener su hegemonía sobre el mundo, tenían que evitar el surgimiento de posibles rivales, especialmente en regiones tan ricas en recursos naturales y suministros mundiales de energía.

Fue en este momento que los Estados Unidos inició conversaciones con China. La "apertura" de China tenía que ser un proyecto occidental de expansión del capital occidental en China. A China se le permitirá crecer solo hasta donde Occidente se lo permitiera. La elite china fue feliz de verse obligada con la perspectiva de su propio crecimiento a nivel político y económico. India y Brasil también siguieron el ejemplo, pero en menor grado que China. China e India fueron incluidas dentro del marco de la cooperación trilateral, y con el tiempo, tanto China como la India tendrían funcionarios asistiendo a las reuniones de la Comisión Trilateral.

Así que el dinero fluía por todo el mundo, fundamentalmente dólares estadounidenses. Los bancos centrales extranjeros que compraban Bonos del Tesoro (deuda) estadounidense como una inversión, también demostraban la fe en la fuerza del dólar y la economía estadounidense. La hegemonía del dólar estadounidense alcanzó al mundo entero.

[Ver: Andrew Gavin Marshall: Controlando la Economía Global: Bilderberg, la Comisión Trilateral y la Reserva Federal, 3 de agosto de 2009]

La Hegemonía del Neoliberalismo

En 1977, sin embargo, llegó al poder un nuevo gobierno en Estados Unidos bajo la presidencia de Jimmy Carter, quien era miembro de la Comisión Trilateral. Con su administración, se produjo la llegada de dos docenas de miembros de la Comisión Trilateral a ocupar puestos clave dentro de su gobierno. En 1973, Paul Volcker, la estrella en ascenso dentro del Chase Manhattan y el Departamento del Tesoro se convirtió en un miembro de la Comisión Trilateral. En 1975, fue nombrado Presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, el más poderoso de los 12 bancos regionales de la Reserva Federal. En 1979, Jimmy Carter le dio a el trabajo de secretario del Tesoro, al ex gobernador de la Reserva Federal, y a su vez, David Rockefeller recomendó a Jimmy Carter colocar a Paul Volcker como gobernador de la Reserva Federal, a lo que Carter accedió rápidamente [6].

En 1979, el precio del petróleo se disparó de nuevo. Esta vez, Paul Volcker en la Reserva Federal iba a tener un enfoque diferente. Su respuesta fue aumentar drásticamente las tasas de interés. Las tasas de interés pasaron del 2% a los finales de los 70 al 18% en la década de 1980. El efecto fue que la economía estadounidense entró en recesión, y redujeron considerablemente sus importaciones a países en desarrollo. A su vez, las naciones en desarrollo, que habían contraído fuertes cargas de deuda para financiar la industrialización, se encontraron de repente con tener que pagar sus préstamos con intereses del 18%. La idea de que podían tomar grandes préstamos para construir una sociedad industrial, que a su vez pagara esos préstamos, de pronto se interrumpió. Puesto que el dólar estadounidense se había extendido por todo el mundo en forma de petrodólares y préstamos, las decisiones que tomó la Fed afectaron a todo el mundo. En 1982, México anunció que ya no podía pagar su deuda, y dejó de pagar sus préstamos. Esto marcó la propagación de la crisis de la deuda de 1980, que se extendió por toda América Latina y el continente africano.

De repente, gran parte del mundo en desarrollo estaba sumido en crisis. Entonces, el FMI y el Banco Mundial entraron en la escena con sus nuevos "Programas de Ajuste Estructural” (PAE), que aplicaban en un país que necesitase la firma de un acuerdo, que le proporcionaría al país un préstamo del FMI, así como proyectos de "desarrollo" del Banco Mundial. Por otro lado, el país tendría que someterse a una reestructuración neoliberal.

El neoliberalismo se propagó desde Estados Unidos y Gran Bretaña en la década de 1980; a través de sus imperios e instrumentos financieros - como el Banco Mundial y el FMI - que difundieron la ideología neoliberal por el mundo. Los países que se resistían al neoliberalismo eran sometidos a un "cambio de régimen". Esto se conseguía a través de la manipulación financiera, la especulación de la moneda o la política hegemónica monetaria de las naciones occidentales, principalmente Estados Unidos; sanciones económicas, a través de las Naciones Unidas o, simplemente sobre una base bilateral; el cambio de régimen encubierto, a través de "revoluciones de color" o golpes de Estado, asesinatos, y a veces campañas militares abiertas y guerras.

La ideología neoliberal consiste en lo que se ha denominado "fundamentalismo de libre mercado". Esto suponía una gran oleada de privatizaciones, donde los activos e industrias estatales son privatizados a fin de volverse "más productivos y eficientes económicamente." Aquello tendría el efecto social de destruir zonas enteras del sector público, especialmente en salud y educación, así como cualquiera de las industrias nacionales de protección especial, que para muchos países pobres significaban recursos vitales.

Entonces, el mercado fue "liberalizado" en lo que significó que las restricciones y obstáculos a las inversiones extranjeras en el país disminuyeran al reducirse o eliminar las barreras comerciales y aranceles (impuestos), y por lo tanto el capital extranjero (las corporaciones y bancos occidentales) estuviese en condiciones de invertir en el país con facilidad, mientras las industrias nacionales que crecían y "competían" serian capaces de invertir más fácilmente en otros países e industrias de todo el mundo. El banco central de la nación tenía entonces que mantener los tipos de interés artificialmente bajos, para permitir la circulación expedita de dinero dentro y fuera del país. El efecto sería que las empresas multinacionales extranjeras y los bancos internacionales podían comprar fácilmente las industrias privatizadas, y por lo tanto, apoderarse la economía nacional. Al mismo tiempo, las principales industrias nacionales podían ser autorizadas a crecer y trabajar con los bancos y empresas globales. En esencia, esto oligopoliza la economía nacional, y la arrastra hacia la esfera de influencia de la "economía global" controlada por y para las élites occidentales.

Los imperios europeos habían impuesto a África y a muchos otros pueblos colonizados del mundo un sistema de “dominio indirecto”, donde las estructuras de gobierno local se han reestructurado y reorganizado en un sistema donde la población local no se rige por la población local, sino por el poder colonial occidental. Así, la elite local se crea y enriquece a través del sistema colonial, por lo que no tienen interés en oponerse a las potencias coloniales, sino que tratan de proteger sus propios intereses, que resultan ser los intereses del imperio.

En la era de la globalización, los dirigentes del "Tercer Mundo" han sido cooptados y sus sociedades reorganizadas por y para los intereses de las elites globalizadas. Este es un sistema de gobierno indirecto, y las elites locales se vuelen "globalistas indirectos"; han sido absrobidas por el sistema global y las estructuras imperiales.

Después de un Programa de Ajuste Estructural, las masas se quedan sin trabajo; los precios de los productos esenciales, como alimentos y combustibles aumentan, a veces en altos porcentajes, mientras la moneda pierde su valor. La pobreza se extendió y cerraron sectores enteros de la economía. En el mundo "en desarrollo" de Asia, América Latina y África, estas políticas fueron especialmente dañinas. Sin redes de seguridad social de las que afirmarse, el pueblo pasó hambre; el Estado público fue desmantelado.

Cuando llegó a África, el continente se des-industrializó con tanta rapidez entre los años 1980 y 1990, que la pobreza aumentó en un grado increíble. Con eso, el conflicto se extendió. En la década de 1990, mientras los duros efectos de las políticas neoliberales, se esparcían fácil y rápidamente en el continente africano, la idea principal que se abrió paso entre el mundo académico, los medios de comunicación y los círculos políticos era que el estado de África se debía a la “mala gestión” de los africanos. La culpa recayó únicamente en los gobiernos nacionales. A pesar que las elites nacionales políticas y económicas se convirtieron en cómplices de los problemas, los problemas fueron impuestos desde fuera del continente, no desde dentro.

Así, en la década de 1990, se volvió preeminente la noción de "buen gobierno". Esta era la idea de que a cambio de préstamos y "ayuda" del FMI y el Banco Mundial, las naciones tendrían que emprender reformas no sólo del sector económico, sino también crear las condiciones de lo que Occidente percibe como "buen gobierno". Sin embargo, en la jerga neoliberal, el "buen gobierno" significa "gobierno mínimo", y los gobiernos tenían todavía que desmantelar sus sectores públicos. Simplemente tenían que empezar a aplicar la ilusión de democracia, a través de la celebración de elecciones y permitir la formación de una sociedad civil. La "libertad", sin embargo, era todavía mantenida simplemente como un concepto económico, donde la nación sería "libre" para que los capitales occidentales entraran en ella.

Si bien la pobreza masiva y la violencia se extendieron por todo el continente, al pueblo se le dio el "don" de las elecciones. Se elegirá a un líder, que luego sería encerrado en una estructura económica y política ya predeterminada. Los dirigentes políticos se enriquecen a expensas de otros, y luego son expulsados a las siguientes elecciones, o simplemente arreglan las elecciones. Esto continuaría, adelante y atrás, al tiempo que a ningún cambio real pudiese tener lugar. La "democracia" impuesta entonces por los occidentales, había fallado.

Un artículo publicado en una edición de 2002 de International Affairs, la revista del Royal Institute of International Affairs (la contraparte británica del Council on Foreign Relations), relató que:
En 1960 el ingreso promedio del 20% de la población mundial era 30 veces mayor que el 20% inferior. En 1990 era de 60 veces, y en 1997, 74 veces más que el quintil más bajo. Hoy en día los activos de los tres multimillonarios más grandes son más que el PIB [Producto Interno Bruto] combinado todos los países menos desarrollados y sus 600 millones de personas.

Este ha sido el contexto en el que se ha producido un crecimiento explosivo en la presencia de occidentales, así como de organizaciones no gubernamentales (ONG) en África. Hoy las organizaciones no gubernamentales forman una parte importante de la "máquina del desarrollo", una vasta red institucional y disciplinaria de organismos oficiales, profesionales, consultores, académicos y otros diversos expertos productores y consumidores de conocimiento sobre el “mundo en desarrollo”.

[...] La ayuda (donde las ONG han llegado a desempeñar un papel importante) es a menudo presentada como una forma de altruismo, un acto de caridad que permite el flujo de riqueza de los ricos a los pobres, pobres que se reducen y pobres que son capacitados [7].
Los autores explican que las ONG tienen una evolución particular en África:
[E]l papel en el "desarrollo" representa una continuidad de la labor de sus precursores, los misioneros y organizaciones de voluntarios que colaboraron en la colonización y el control de África por parte de Europa. Hoy en día su trabajo contribuye marginalmente al alivio de la pobreza, pero de manera significativa a socavar la lucha del pueblo africano por emanciparse de la opresión económica, social y política [8].
Los autores examinaron el cómo con la expansión del neoliberalismo, la noción de un "estado minimalista" se difundió por todo el mundo y en toda África. Así, explican, el FMI y el Banco Mundial "se convirtió en el nuevos comandante de las economías post-coloniales". Sin embargo, estos esfuerzos no se impusieron sin resistencia, puesto que: "Entre 1976 y 1992 se registraron 146 protestas contra las medidas de austeridad [programas de ajuste estructural] apoyados por el FMI en 39 países de todo el mundo." Normalmente, sin embargo, los gobiernos respondieron con la fuerza bruta, reprimiendo con violencia las manifestaciones. Sin embargo, la amplia oposición a estas "reformas" necesitó ser abordada por organizaciones importantes y las agencias de "ayuda" re-evaluaron su enfoque de "desarrollo": [9]
El resultado de esas deliberaciones fue el programa de "buen gobierno" en la década de 1990 y la decisión de cooptar a las organizaciones no gubernamentales y otras organizaciones de la sociedad civil en un programa reenvasado de previsión social, una iniciativa social que podría ser describirse más exactamente como un programa de control social.
El resultado fue la aplicación de la noción de "pluralismo" en forma de "multipartidismo", que sólo terminó por "llevar al dominio público las agitadas divisiones entre sectores de las clases dominantes que compiten por el control del Estado". Mientras las “iniciativas de bienestar”, los organismos de ayuda bilateral y multilateral asignaron fondos importantes para abordar las "dimensiones sociales del ajuste", que "minimizaron las desigualdades más evidentes que perpetuaban sus políticas." Aquí fue donde el crecimiento de las ONG en Africa se aceleró rápidamente [10]. África se había convertido nuevamente, en prisionera de las frías garras del imperialismo. Los conflictos en África serían provocados por los poderes imperiales extranjeros, a menudo utilizando las divisiones étnicas para volcar a los pueblos unos contra otros, mientras los dirigentes políticos de las naciones africanas eran vasallos sumisos a la hegemonía occidental. La guerra y el conflicto se propagaron y, con ello, también lo hizo el capital occidental y la corporación multinacional.

Construyendo una "Nueva" Economía

Si bien el mundo en desarrollo cayó bajo la pesada espada de la hegemonía neoliberal occidental, las sociedades occidentales industrializadas experimentaron un rápido crecimiento de sus propias fuerzas económicas. Fueron los bancos occidentales y las empresas multinacionales quienes se expandieron y tomaron el control de las economías de África, América Latina, Asia, y tras la caída de la Unión Soviética en 1991, de Europa Oriental y Asia Central.

Rusia se abrió a la financiación occidental, y el FMI y el Banco Mundial la arrasaron e impusieron una reestructuración neoliberal, que llevó al colapso de la economía rusa, y al enriquecimiento de unos pocos oligarcas multimillonarios que controlaban la economía rusa, y que estaban estrechamente ligados a los intereses económicos de Occidente; de nuevo, "globalistas indirectos".

En cuanto a los sectores financieros y comerciales occidentales que tomaron el control de la inmensa mayoría de los recursos del mundo y las industrias de producción, sus beneficios se elevaron increíblemente, por lo que necesitaron nuevos caminos en los que invertir. Al margen de esta necesidad por un nuevo camino de acumulación de capital (ganar dinero), la Reserva Federal estadounidense intervino para ayudar.

La Reserva Federal en la década de 1990 comenzó a moderar tasas de interés más bajas para volver a permitir la fácil propagación del dinero. Esta fue la época de la "globalización", donde emergieron las proclamas por un "Nuevo Orden Mundial". Los bloques comerciales regionales y los tratados de "libre comercio" se extendieron rápidamente, mientras los sistemas mundiales de estructuras política y económicas abandonaron progresivamente la estructura nacional hacia una forma supra-nacional. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) puso en práctica una "constitución económica para América del Norte", como Reagan la describió.

El regionalismo apareció como la siguiente gran fase en la construcción del Nuevo Orden Mundial, con la Unión Europea a la vanguardia. La economía mundial ha sido "globalizada", por lo que siguió la estructura política, tanto a nivel regional como global. La Organización Mundial del Comercio (OMC) fue creada para mantener y consagrar la constitución neoliberal global del comercio. Durante todo este tiempo, ha ido surigiendo una verdadera clase global dominante, la Clase Capitalista Transnacional (CTP), o élite global, que constituye una clase internacional singular.

Sin embargo, mientras la riqueza y el poder de la elite crecieron, todos los demás sufrieron. La clase media fue sometida a un lento desmantelamiento. En los países occidentales desarrollados, las industrias y las fábricas cerraron, trasladándose a países del Tercer Mundo para explotar su mano de obra barata, y luego vender los productos en el mundo occidental a bajo precio. Nuestro nivel de vida en Occidente comenzó a caer, pero como podemos comprar productos más baratos, nadie parece quejarse. Hemos seguido consumiendo, y utilizamos el crédito y la deuda para hacerlo. La clase media existe sólo en teoría, pero en realidad, está atrapada por los grilletes de la deuda.

La Administración Clinton utilizó la "globalización" como gran estrategia durante toda la década de 1990, facilitando la disminución del capital productivo (esto es, dinero que fluye hacia la producción de bienes y servicios), promoviendo el crecimiento del capital financiero (dinero generado por dinero). En consecuencia, la especulación financiera se convirtió en uno de los instrumentos clave de la expansión económica. Esto es lo que se denominó "financiarización" de la economía. Para permitir que esto ocurriese, el gobierno de Clinton trabajó activamente para liberalizar el sector bancario. La Ley Glass-Steagle, establecida por Franklin Delano Roosevelt en 1933 para evitar que los bancos comerciales se fusionaran con los bancos de inversión y participaran en la especulación (que en mayor medida, causó la Gran Depresión), fue desmantelada poco a poco mediante los esfuerzos coordinados de los bancos más grandes, la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro estadounidense.

Por lo tanto, tuvo lugar una gigantesca ola de fusiones, donde los grandes bancos se comieron a los bancos más pequeños, se fusionaron corporaciones, donde bancos y empresas dejaron de ser norteamericanos o europeos y se volvieron verdaderamente globales. Algunas de las personas claves que participaron en el desmantelamiento de Glass Steagle y la expansión de la financiarización son Alan Greenspan de la Reserva Federal, y Robert Rubin y Lawrence Summers en el Departamento del Tesoro, que hoy son los funcionarios clave en el equipo económico de Obama.

Esta época vio el surgimiento de los "derivados", que son "complejos instrumentos financieros" que actúan fundamentalmente como pólizas de seguro a corto plazo, apostando y especulando con que el precio de los activos o de los commodities suba o baje de valor, permitiendo generar dinero si los activos o los precios suben o bajan. Sin embargo, no fueron llamados "seguros" porque los "seguros" tienen que ser regulados. Así pues, fueron llevados a un mercado de derivados, y organizaciones llamadas Hedge Funds entraron en escena para gestionar del comercio global de productos derivados.

La bolsa escaló mientras la especulación sobre los beneficios futuros empujó a las acciones más y más arriba, inflando una burbuja masiva en lo que se conoce como "economía virtual". La Reserva Federal lo facilitó, tal como lo había hecho en el período previo a la Gran Depresión, manteniendo los tipos de interés artificialmente bajos, y arrojando dinero fácil en el sector financiero. La Reserva Federal fue quien infló la "burbuja punto-com" del sector tecnologíco. Cuando estalló la burbuja, la Reserva Federal, con Alan Greenspan a la cabeza, crearon la "burbuja inmobiliaria".

La Reserva Federal mantuvo los tipos de interés bajos y fomentó y facilitó activamente el flujo de dinero al sector de la vivienda. A los bancos se les dio rienda suelta y, de hecho, se animó a hacer préstamos a personas de alto riesgo, que nunca serían capaces de pagar su deuda. Una vez más, la clase media, sólo existía en el mito del "libre mercado".

Al mismo tiempo, durante todo la década de 1990 y en la década de 2000, el papel de la especulación como instrumento de guerra financiera se hizo evidente. Dentro de la economía global neoliberal, el dinero puede fluir fácilmente hacia dentro y fuera de los países. Así, cuando se debilita la confianza en la perspectiva económica de una nación, se puede dar un caso de “fuga de capitales”, donde los inversionistas extranjeros venden sus activos en moneda nacional y eliminan su capital de ese país. Esto termina con el inevitable colapso de la economía de las naciones.

Le sucedió a México en 1994, mientras se incorporaba al NAFTA, cuando los inversores internacionales especularon contra el peso mexicano, apostando a que iba a colapsar; cambiaron sus pesos por dólares, lo que devaluó el peso y derrumbó a la economía mexicana. Fue seguida por la crisis financiera de Asia Oriental en 1997, donde durante toda la década de 1990, el capital occidental había penetrado en economías de Asia Oriental, especulando en bienes raíces y mercados bursátiles. Sin embargo, esto dio lugar a un exceso de inversión, mientras la economía real (producción, manufactura, etc.) no podía seguir el ritmo de los capitales especulativos. Así, el capital occidental temió una crisis, y comenzó a especular contra las monedas nacionales de las economías de Asia Oriental, lo que provocó la devaluación y un pánico financiero mientras el capital huía de Asia Oriental hacia los sectores bancarios occidentales. Las economías colapsaron y el FMI llegó a "reestructurar" en consecuencia. La misma estrategia se aplicó a Rusia en 1998 y a Argentina en 2001.

[Ver: Andrew Gavin Marshall: Forjando un "Nuevo Orden Mundial" bajo un Único Gobierno Mundial, 13 de agosto de 2009]

A lo largo de la década de 2000, la burbuja inmobiliaria se infló más allá de toda medida, y cerca de la mitad de la década, los indicadores apuntaron auna crisis en el mercado de bienes raíces y formaron una burbuja inmobiliaria comercial. Esta burbuja todavía tiene que estallar.

La Crisis Financiera 2007-2008

En 2007, el Banco de Pagos Internacionales (BIS), la institución financiera más prestigiosa del mundo y el banco central a los bancos centrales, emitió una advertencia respecto a que el mundo estaba al borde de otra Gran Depresión, "apuntando a la emisión masiva de nuevos instrumentos de crédito, los crecientes niveles de deudas domésticas, el apetito por el riesgo extremo mostrado por los inversionistas y los desequilibrios arraigados en el sistema monetario global."[11]

A medida que la burbuja inmobiliaria comenzó a derrumbarse, fue inflada la burbuja de los commodities, donde más dinero fue a parar a la especulación, las bolsas y el precio de los commodities se disparó, así como con los masivos incrementos en el precio del petróleo entre 2007 y 2008. En septiembre de 2007, el banco británico mediano tamaño, Northern Rock, partícipe importante en los préstamos de malas hipotecas fue cerrado por insolvencia, buscando la ayuda del Banco de Inglaterra, lo que llevó a una fuga bancaria y al pánico de los inversores. En febrero de 2008, el gobierno británico compró y nacionalizó el Northern Rock.

En marzo de 2008, Bear Stearns, un banco estadounidense que había sido importante prestamista en el mercado inmobiliario de las hipotecas, entró en crisis. El 14 de marzo de 2008, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York trabajó con JP Morgan Chase (cuyo presidente es miembro del consejo de la Fed de Nueva York) para proporcionar a Bear Stearns un préstamo de emergencia. Sin embargo, rápidamente cambió de opinión, y el CEO de JP Morgan Chase, en colaboración con el Presidente de la Fed de Nueva York, Timothy Geithner, y el Secretario del Tesoro, Henry Paulson (ex presidente de Goldman Sachs), obligaron a Bear Stearns a venderse a JP Morgan Chase a 2 dólares por acción, que anteriormente cotizaba a 172 dólares por acción en enero de 2007. La fusión fue pagada por la Reserva Federal de Nueva York, y cargada a los contribuyentes estadounidenses.

En junio de 2008, el BIS advirtió nuevamente de la inminencia de una Gran Depresión [12].

En septiembre de 2008, el gobierno estadounidense se hizo cargo de Fannie Mae y Freddie Mac, las dos principales empresas hipotecarias. El mismo mes, el banco global Lehman Brothers se declaró en quiebra, dando la señal de que nadie estaba a salvo y que toda la economía estaba al borde del colapso. Lehman era un importante negociador dentro del mercado de securities del Tesoro estadounidense y había invertido sustancialmente en hipotecas de vivienda. Lehman se declaró en bancarrota el 15 de septiembre de 2008, representando la mayor quiebra de la historia estadounidense. Una oleada de consolidaciones bancarias se difundió por Estados Unidos e internacionalmente. Los grandes bancos se hicieron mucho más grandes; Bank of America absorbió a Merrill Lynch, JP Morgan se comió al Washington Mutual y Wells Fargo se hizo cargo de Wachovia.

En noviembre de 2008, el gobierno de Estados Unidos rescató a la compañía de seguros más grande del mundo, AIG. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York, con Timothy Geithner a la cabeza:
[Compró], por alrededor de 30 mil millones, los contratos de seguros sobre deuda tóxica que AIG vendía a bancos, como Goldman Sachs Group Inc., Merrill Lynch & Co., Societe Generale y Deutsche Bank AG, entre otros. Esa decisión, dicen los críticos, equivalía a una puerta de rescate para los bancos, que recibieron 100 centavos por dólar, por contratos que habrían sido de mucho menor valor si se hubiese permitido caer a AIG.
Como informara Bloomberg, ya que la Reserva Federal de Nueva York es cuasi-gubernamental, como tal, se le otorga autoridad gubernamental, pero no está sujeta a supervisión del gobierno, y es propiedad de los bancos que componen su consejo de administración (como el JP Morgan Chase), "Lo es mientras la Fed de Nueva York es la fachada de las operaciones oscuras para el banco central de la nación". [13]

El Rescate

En el otoño de 2008, la Administración Bush intentó implementar un paquete de rescate para la economía, destinado a salvar al sistema bancario estadounidense. Los líderes de la nación entraron en un enfermizo ataque de pánico. El Presidente advirtió:
Más bancos podrían fracasar, incluyendo algunos en su comunidad. La bolsa se desplomaría aún más, lo que reduciría el valor de su cuenta de jubilación. El valor de su casa se desplomaría. Los embargos hipotecarios se incrementarían considerablemente.
El jefe de la Junta de la Reserva Federal, Ben Bernanke, así como el Secretario del Tesoro Paulson, a finales de septiembre advirtieron de "recesión, despidos y pérdida de hogares si el Congreso no aprobase rápidamente los 700 mil millones de dólares del plan de rescate financiero de emergencia del gobierno de Bush." [14] Siete meses antes, en febrero de 2008, antes del colapso de Bear Stearns, tanto Bernanke como Paulson señalaron que "la nación no caería en una recesión." [15] En septiembre de 2008, Paulson estaba diciéndole al pueblo que "debería tener miedo". [16]

El paquete de rescate se convirtió en un masivo fraude financiero, que llevaría a Estados Unidos a niveles de endeudamiento sin precedentes, mientras bombeaba cantidades increíbles de dinero a los principales bancos globales.

El público fue informado, como le fue dicho el Congreso, de que el rescate era de 700 mil millones de dólares. Sin embargo, aquello fue tremendamente engañoso, y una lectura más atenta de la letra chica revela mucho más, y es que 700 mil millones es la cantidad que podría utilizarse "en cualquier momento." Como escribió Chris Martenson:
Esto significa que 700 mil millones NO es el costo total de esta peligrosa legislación, simplemente es la cantidad que puede ser utilizada en un único momento. Después de que, digamos, 100 mil millones de dólares de malas hipotecas son desechadas, otros 100 mil millones puede ser comprados. En resumen, estas cuatro pequeñas palabras se aseguran de que NO HAYA LIMITE para el tamaño potencial de este rescate. Esto significa que 700 mil millones es una cantidad continua, no un límite.

Entonces, ¿qué sucede cuando tienes un lenguaje vago y un presupuesto ilimitado? Fraude. Recuerda mis palabras, esta es la mayor operación de saqueo realizada alguna vez en la historia de los Estados Unidos, y todo los enunciados en este documento deliciosamente breve están a punto de ser aprobados por un Congreso cargado de miedo y convertido en ley. [17]
Además, el proyecto de ley propuesto "elevaría el límite de la deuda nacional a 11,315 billones de dólares desde 10,615 billones", y las medidas adoptadas como consecuencia de la aprobación del proyecto de ley no serían objeto de investigación por el sistema judicial del país, ya que "excluye a los tribunales de la revisión de las medidas adoptadas bajo su autoridad ":
La Administración Bush busca el "poder dictatorial inapelable por la tercera rama de gobierno, los tribunales, para tratar de resolver la crisis", dijo Frank Razzano, un ex abogado asistente en jefe de la Comisión de Bolsa y Valores ahora en Pepper Hamilton LLP en Washington. "Estamos dando un gran salto de fe." [18]
Larisa Alexandrovna, escribiendo para el Huffington Post, advirtió que la aprobación de la ley de rescate constituiría los últimos clavos en el ataúd del golpe fascista en Estados Unidos, en forma de fascismo financiero:
Esta crisis manufacturada debe repararse ahora, si los fascistas fiscales se salen con la suya, con la transferencia total de los poderes del Congreso (los pocos que quedan) al Poder Ejecutivo y el traspaso total de los fondos públicos a manos corporativas (con el gobierno haciendo de intermediario).

[. . . ] El Secretario del Tesoro puede comprar activos de manera amplia, en los términos que él quiera, puede contratar a quien quiera y puede nombrar a empresas del sector privado como delegadas financieras del gobierno de Estados Unidos. Y puede escribir cualquier regulación que el considere necesaria.

Las decisiones del Secretario de conformidad con la autoridad de esta ley no son verificables y ni sometidas a discreción de la agencia, y no podrán ser revisadas por ningún tribunal o agencia administrativa [19].
Al mismo tiempo, la Reserva Federal de Estados Unidos acudió a rescatar a bancos extranjeros por cientos de miles de millones de dólares, "que están desesperados por dólares y no pueden acceder a los mercados del crédito de Estados Unidos - un movimiento coordinado con los bancos centrales de Japón, la eurozona, Suiza, Canadá y aquí en Reino Unido." [20] Los movimientos fueron coordinados a través del Banco de Pagos Internacionales (BIS) en Basilea, Suiza. Como informara Politico , "los bancos extranjeros con grandes operaciones de base en Estados Unidos podrían beneficiarse del rescate hipotecario del Departamento del Tesoro." Una nota informativa publicada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos declaró que:
Las instituciones financieras participantes deben tener operaciones significativas en los Estados Unidos, a no ser que el Secretario tome una determinación, en consulta con el Presidente de la Reserva Federal, que amplíe la elegibilidad necesaria para efectivamente estabilizar los mercados financieros [21].
Así, el paquete de rescate no sólo permitiría el rescate de los bancos estadounidenses, sino también de cualquier banco internacional, ya sea público o privado, si el Secretario del Tesoro lo considera "necesario", y ninguna de las decisiones del Secretario podrá ser revisada o sometida a supervisión de cualquier tipo. Además, esto significaría que el Secretario del Tesoro tendrá un cheque en blanco, puesto que simplemente sería capaz de entregar más de $ 700 mil millones "en cualquier momento." En resumen, el plan de rescate es, en realidad, un golpe de Estado por parte los bancos sobre el gobierno.

A muchos congresistas se les dijo que si no aprobaban el paquete de rescate, serían amenazados con ley marcial. [22] En efecto, el Congreso aprobó el proyecto de ley, y el golpe financiero fue un rotundo éxito.

No es de extrañar que entonces, a principios de 2009, un congresista declarara que los bancos "siguen siendo el más poderoso lobby en el Capitolio. Y francamente, ellos son dueños del lugar." [23] Otro congresista dijo que "Los bancos administran el lugar", y explicó, "les diré cuál es el problema – ellos dan tres veces más dinero que el próximo grupo más grande. Es enorme la cantidad de dinero que invierten en política." [24]

El Colapso de Islandia


El 9 de octubre de 2008, el gobierno de Islandia tomó el control del banco más grande de la nación, nacionalizándolo, e interrumpió la negociaciones en la bolsa islandesa. Dentro de una semana, "la gran mayoría del otrora orgulloso sector bancario de Islandia, había sido nacionalizado." A principios de octubre, se informó que:
Islandia, que ha pasado de ser uno de los países más pobres de Europa a uno de sus los ricos en el intervalo de una generación, podría enfrentar la bancarrota. En un discurso televisado a la nación, el Primer Ministro Geir Haarde, reconoció: "Hay un peligro muy real, conciudadanos, de que la economía islandesa, en el peor de los casos, fuese absorbida por el remolino, y el resultado podría ser una bancarrota nacional."
Un artículo en BusinessWeek explicó:
¿Cómo las cosas se volvieron tan malas tan rápido? La culpa recae en la fuerte dependencia en la financiación externa del sistema bancario islandesa. Con la privatización del sector bancario, completada en 2000, los bancos islandeses utilizaron fondos sustanciales al por mayor para financiar su entrada en el mercado hipotecario local y adquirir firmas financieras extranjeras, principalmente en Gran Bretaña y Escandinavia. Los bancos, en mayor medida, estaban simplemente siguiendo las ambiciones internacionales de una nueva generación de empresarios islandeses que forjaron imperios globales en las industrias de ventas al por menor a la producción de alimentos hasta productos farmacéuticos. A finales de 2006, los activos totales de los tres principales bancos fueron de 150 mil millones de dólares, ocho veces el PIB del país.

En sólo cinco años, los bancos pasaron de ser prestamistas locales casi en su totalidad a convertirse en los principales intermediarios financieros internacionales. En 2000, dice Richard Portes, profesor de economía de la London Business School, dos tercios de su financiación provenía de fuentes nacionales y una tercera parte del extranjero. Más recientemente, hasta que se desató la crisis - se había invertido esa relación. Pero a medida que los mercados de financiación mayorista se agitaron, los bancos islandeses comenzaron a derrumbarse bajo una montaña de deuda externa [25].
Esta era la penosa situación a la que se enfrentaba el gobierno al momento de la crisis económica global. Las causas, sin embargo, no eran islandesas, sino internacionales. Islandia debía "más de 60 mil millones de dólares en el extranjero, alrededor de seis veces el valor de su producción económica anual. Como señaló un profesor de la London School of Economics, "Ningún país occidental en tiempos de paz ha colapsado con tanta rapidez y de tan mala manera". "[26]

¿Qué salió mal?

Islandia siguió el camino del neoliberalismo, la desregulación de los sectores bancario y financiero y de ayuda a la difusión y facilitación de los flujos de capital internacional. Cuando los tiempos se pusieron difíciles, Islandia entró en crisis, como informó The Observer a principios de octubre de 2008:
Islandia está al borde del colapso. La inflación y las tasas de interés están elevándose hacia arriba. La corona, la moneda de Islandia, está en caída libre y está calificada justo por encima de la de Zimbabwe y Turkmenistán.

[...] El gobierno desacreditado y los funcionarios del banco central han estado atrapados tras puertas cerradas durante tres días señalando que todavía no tienen un plan. Los bancos internacionales no envían más dinero y los suministros de moneda extranjera se están agotando. [27]
En 2007, la ONU había calificado a Islandia como el "mejor país para vivir":
La celebrada historia de riqueza de la nación comenzó en los años noventa, cuando las reformas de libre mercado, el dinero en efectivo de las cuotas de pescado y un mercado de valores basado en los fondos de pensiones estables permitieron que los empresarios islandeses salieran a abalanzarse sobre el crédito internacional. Gran Bretaña y Dinamarca se pelean el grupo de favoritos, y en 2004 los islandeses gastaron 894 millones de euros en acciones de empresas británicas. En sólo cinco años, la familia media islandesa vio aumentar su riqueza en un 45 % [28].
En el tercero de los grandes bancos de Islandia que estaba en problemas, tras la adquisición por el gobierno de los dos anteriores, el Reino Unido respondió con la congelación de activos de Islandia en Inglaterra. Kaupthing, el último de los tres bancos en pie a principios de octubre, tenía muchos activos en el Reino Unido.

El 7 de octubre, el gobernador del Banco Central de Islandia dijo a la prensa, "No vamos a pagar por deudores irresponsables... y tampoco por bancos que se han comportado de forma irresponsable". Al día siguiente, el Ministro de Hacienda del Reino Unido, Alistair Darling, afirmó que "el gobierno islandés, aunque no lo crean, me ha señalado ayer que no tienen intención de cumplir sus obligaciones aquí", aunque, Arni Mathiesen, el ministro islandés de Hacienda, dijo, "nada en esta conversación telefónica puede apoyar la conclusión de que Islandia no cumplirá con sus obligaciones." [29]

El 10 de octubre de 2008, el primer ministro británico Gordon Brown, dijo, "estamos congelando los activos de las compañías islandesas en el Reino Unido, donde podemos. Vamos a tomar más medidas contra las autoridades islandesas dondequiera que sea necesario para recuperar el dinero." Por lo tanto:
Muchas empresas islandesas que operan en el Reino Unido, en industrias no relacionadas en modo alguno, experimentaron el congelamiento de sus activos por el gobierno del Reino Unido - así como otros actos de aparente venganza por las empresas y los medios de comunicación del Reino Unido.

El efecto inmediato de la caída del Kaupthing fue que el sistema financiero islandés quedó en ruinas y el mercado de divisas cerró. Los minoristas están luchando por conseguir divisas para las importaciones de alimentos y medicinas. El FMI está siendo llamado a intervenir. [30]
El Reino Unido tenía más de 840 millones de libras invertidas en bancos islandeses, y se movilizaron a salvar sus inversiones, [31], lo que ayudó a acelerar el colapso de la economía islandesa.

El 24 de octubre de 2008, fue firmado un acuerdo entre Islandia y el FMI. A finales de noviembre, el FMI aprobó un préstamo a Islandia de 2.100 millones de dólares, con un adicional de 3.000 millones en préstamos de Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia, Rusia y Polonia. [32] El porqué el acuerdo para el préstamo había tomado tanto tiempo, se debió a la presión de Reino Unido al FMI para retrasar el préstamo "hasta que una disputa sobre la indemnización que Islandia debe a los ahorradores de Icesave, uno de los bancos quebrados, fuese resuelta." [33]

En enero de 2009, el gobierno islandés completo fue "formalmente disuelto" puesto que el gobierno se vino abajo cuando el Primer Ministro y su gabinete renunciaron. Esto puso a parte de la oposición a cargo de un gobierno interino. [34] En julio de 2009, el nuevo gobierno solicitó oficialmente la adhesión a la Unión Europea, sin embargo, "los islandeses tradicionalmente han sido escépticos sobre los beneficios de la plena adhesión a la UE, ya que temen perder parte de su independencia al ser un estado pequeño dentro de una entidad política más amplia." [35]

En agosto de 2009, el parlamento islandés aprobó una ley "para pagar al Reino Unido y los Países Bajos los más de 5.000 millones perdidos en cuentas de depósito de Islandia":
Los islandeses, que ya sufren de una crisis que ha dejado a muchos indigentes, se han opuesto a pagar por los errores cometidos por los bancos privados bajo la mirada de otros gobiernos.

Su ira se dirige en particular a Gran Bretaña, que utilizó una ley antiterrorista para confiscar activos islandeses durante la crisis del año pasado, una medida que los ciudadanos dijeron, añade insulto a la injuria.

El gobierno argumentó que no había más remedio que hacer valer las deudas si se deseaba garantizar una asistencia continua y fluída. El rechazo podría haber llevado a Gran Bretaña o los Países Bajos a tratar de bloquear la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) [36].
Islandia está ahora al servicio del FMI y sus acreedores internacionales. La pequeña nación independiente que durante tanto tiempo se había enorgullecido de una economía fuerte y un fuerte sentido de independencia había sido puesta de rodillas.

A mediados de enero de 2010, el FMI y Suecia, retrasaron juntos sus préstamos a Islandia, debido a las faltas "de Islandia para llegar a un acuerdo de compensación de 2.300 millones de dólares con Gran Bretaña y los Países Bajos sobre sus cuentas caídas en el Icesave." Suecia, el Reino Unido y el FMI chantajearon a Islandia para salvar los activos del Reino Unido a cambio de préstamos. [37]

En febrero de 2010, se informó de que la Unión Europea inició negociaciones con Islandia para garantizar la adhesión de Islandia en la UE antes de 2012. Sin embargo, "las aspiraciones de Islandia están vinculadas en parte a una disputa con los Países Bajos y Gran Bretaña por más de 5.000 millones de deudas perdidas en el colapso bancario del país a finales de 2008." [38]

Islandia se presentó como una señal de lo que estaba por venir. La crisis de la deuda soberana que llevó a Islandia al borde del desastre tenía nuevos objetivos en el horizonte.

Dubai golpeado por el Temporal Financiero

En febrero de 2009, The Guardian informó que, "Un boom de seis años de prosperidad que convirtió las dunas de arena en una ciudad brillante, creando el edificio más alto del mundo, su centro comercial más grande y, dicen algunos, un santuario a un capitalismo desenfrenado, está a punto de paralizarse", puesto que Dubai, uno de seis estados que forman los Emiratos Árabes Unidos (EAU), entró en crisis. Además, "la burbuja inmobiliaria que impulsó la frenética expansión de Dubai apoyada en préstamos e inversión especulativa, ha estallado." [39]

Meses después, en noviembre de 2009, Dubai se hundió en una crisis de la deuda, lo que generó temores de desencadenar una recesión de doble caída y la siguiente ola de la crisis financiera. Como informó The Guardian:
Los gobiernos han rebajado las tasas de interés, creando nuevo dinero electrónico y permitiendo a los déficits presupuestarios alcanzar niveles récord en un intento por impulsar el crecimiento después del colapso de sistema financiero global. [...] A pesar de tener petróleo, ese sigue siendo el caso de muchos de estos países que tuvieron un crecimiento explosivo del crédito. Es bastante claro que en el año 2010, tendremos problemas mucho más grandes en el almacén. [40]
El rico estado petrolero vecino de Abu Dhabi, sin embargo, vino al rescate de Dubai con un paquete de rescate de 10.000 millones de dólares, por lo que el Ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos declaró por concluida la crisis financiera de Dubai [41].

A mediados de febrero de 2010, sin embargo, los temores de una nueva crisis de la deuda en Dubai resurgieron, cuando Morgan Stanley informó que, "el coste de asegurarse contra un default de Dubai [a mediados de febrero] se disparó hasta el nivel que tenía durante el pico de la crisis de la deuda de la ciudad-estado en noviembre."[42] Estos temores resurgieron mientras:
Los inversionistas volcaron su atención hacia el Golfo [el 15 de febrero], mientras los mercados reaccionaron a los temores de que un plan de reestructuración del conglomerado de la empresa estatal Dubai World solo pagara a los acreedores el 60% del dinero que se les debe [43].
Una vez más, los objetivos que los gobiernos persiguen en la crisis de la deuda buscan salvar a sus pueblos de un colapso económco y una moneda inflacionada; son para salvar los "intereses" de los principales bancos y corporaciones dentro de cada economía que colapsa.

La Crisis de Deuda Soberana Golpea Grecia

En octubre de 2009, un nuevo gobierno socialista llegó al poder en Grecia con la promesa de inyectar 3.000 millones de euros para revitalizar la economía griega. [44] Grecia ha sufrido particularmente durante la crisis económica; está experimentando disturbios y protestas. En diciembre de 2009, Grecia declaró que no quebraría por su deuda, pero el gobierno agregó: "Los trabajadores asalariados no pagarán por esta situación: no vamos a proceder a la congelación o recortes salariales. No hemos llegado al poder echar abajo el estado social." Como escribiera Ambrose Evans-Pritchard en The Telegraph en diciembre de 2009:
A Grecia se le está diciendo que adopte un paquete de austeridad al estilo del FMI, sin la devaluación que es central a los planes del FMI. La receta es ruinosa y claramente contraproducente. La deuda pública es ya el 113% del PIB. La Comisión [Europea] dice que llegará a 125% para finales de 2010. Puede bordear el 140% en 2012.

Si Grecia fuese a imponer los recortes draconianos de la misma manera que Irlanda (5% en trabajadores estatales menores, ascendiendo al 20% para los jefes), profundizaría la depresión y originaría un colapso aún mayor en la recaudación de impuestos. Ya es demasiado tarde para esas políticas duras. Grecia ha pasado el punto de inflexión de una espiral de deuda combinada.
Evans-Pritchard escribió que la crisis en Grecia está estrechamente relacionada con la Unión Monetaria Europea (UME), que creó el euro, y que hizo a todos los Estados miembros dependientes de las decisiones del Banco Central Europeo, puesto que "Las tasas de interés son demasiado bajas para Grecia, Portugal, España e Irlanda, haciendo que todos sean devorados por un boom inmobiliario y salarial." Además:
Los estados de la Unión Europea pueden unirse para mantener a flote a Grecia con préstamos durante un tiempo. Pero eso no resuelve nada. Incrementa la deuda de Grecia, prolongando la agonía. Lo que Grecia necesita - a menos que deje la UME - es un subsidio permanente del norte. España y Portugal tendrían que ser auxiliados también. [45]
La deuda de Grecia se había disparado, a principios de diciembre de 2009, en una espiral de 300 mil millones de euros, mientras los "problemas financieros también pesan sobre el euro, cuyo valor a largo plazo depende de que los países miembros mantengan sus finanzas en orden." Además, Irlanda, España y Portugal están todos enfrentando problemas con su deuda. Al final resultó que, el gobierno griego anterior había maquillado los libros, y cuando el nuevo gobierno llegó al poder, heredó el doble del déficit federal que había previsto. [46]

En febrero de 2010, The New York Times reveló que:
[C]on la ayuda de Wall Street, [Grecia] se involucró en una década de esfuerzos para evadir los límites de la deuda europea. Una oferta creada por Goldman Sachs, ayudó a oscurecer miles de millones en deuda de los supervisores del presupuesto en Bruselas.
Aun cuando la crisis estaba en el punto de ignición, los bancos estaban buscando formas de ayudar a Grecia a prevenir el día del ajuste de cuentas. A principios de noviembre - tres meses antes de que Atenas se convirtiera en el epicentro de la inquietud financiera global - un equipo de Goldman Sachs llegó a la antigua ciudad con una propuesta muy moderna para un gobierno que luchaba por pagar sus cuentas, de acuerdo a dos personas que fueron informadas sobre la reunión.

Los banqueros, encabezados por el presidente de Goldman, Gary D. Cohn, ofrecieron un instrumento de financiación que habría empujado por lejos a la deuda del sistema de salud de Grecia, igual como cuando propietarios de viviendas atados retiran segundas hipotecas para liquidar sus tarjetas de crédito. [47]
Ya en 2001, cuando Grecia se incorporó al eurobloque, Goldman Sachs ayudó al país "en silencio prestando miles de millones", en un acuerdo "oculto a la vista del público porque se presentaba como comercio de divisas en lugar de un préstamo, [y] ayudó a Atenas a cumplir con las reglas de déficit de Europa sin dejar de gastar más allá de sus capacidades." Además, "Grecia debe al mundo unos 300 mil millones de euros, y grandes bancos están vinculados a gran parte de esa deuda. Un defecto que repercutirá en todo el mundo." Tanto Goldman Sachs com JP Morgan Chase habían realizado esfuerzos similares en Italia y otros países de Europa [48].

A principios de febrero, las naciones de la Unión Europea, lideradas por Francia y Alemania se reunieron para discutir un paquete de rescate para Grecia, probablemente con la ayuda del Banco Central Europeo y, posiblemente, del Fondo Monetario Internacional. El asunto ha hecho caer a la eurozona en una crisis, mientras la confianza en el euro cae a lo largo del mundo, y "Los alemanes se han visto tan desilusionados con el euro, que muchos no aceptarán observaciones que vengan de fuera de su patria." [49]

Se espera que Alemania rescate a la economía griega, para disgusto del pueblo alemán. Como un político alemán declaró: "No podemos esperar que los ciudadanos, cuyos impuestos son demasiado altos, vayan a apoyar la errónea política financiera y presupuestaria de otros estados de la eurozona." Un economista advirtió que el colapso de Grecia, podría dar lugar al colapso del euro:
Hay bastante gente especulando en los mercados acerca de la posible quiebra de Grecia, y una vez que Grecia lo haga, se volcaría su atención hacia España e Italia, y Alemania y Francia se verían obligadas a intervenir una vez más [50].
Sin embargo, el Tratado de Lisboa que ha sido aprobado en 2009, puso en vigor una Constitución Europea, dando tremendos poderes a Bruselas por sobre sus estados miembros. Como informó The Telegraph el 16 de febrero de 2010, la Unión Europea ha despojado a Grecia de su derecho a votar en una reunión crucial que tendrá lugar en marzo:
El Consejo de Ministros de Finanzas de la UE dijo que Atenas debe cumplir con las exigencias de austeridad al 16 de marzo o perderá el control sobre sus propios impuestos y políticas de gasto, juntos. Si no lo hace, la Union Europea impondrá recortes draconianos en el marco del artículo 126.9 del Tratado de Lisboa en lo que respecta a soberanía económica [es decir, el control del comercio exterior].

Mientras que la movida simbólica de suspender a Grecia de sus derechos de voto en una reunión no hace ninguna diferencia en la práctica, marca un hito constitucional y representa una aplastante pérdida de soberanía.

"Ciertamente no les dejaremos fuera de enganche," dijo el ministro de Finanzas de Austria, Josef Pröll, haciéndose eco de las opiniones compartidas por sus colegas en el norte de Europa. Algunos funcionarios alemanes han llamado a que a Grecia le sea negada el votar en todos los asuntos de la Unión Europea hasta que se deshaga de las "contribuciones".

La UE todavía se niega a revelar detalles de cómo podría ayudar a Grecia a conseguir 30 mil millones de euros (26 mil millones de libras) de los mercados de deuda global para fines de junio. [51]
Parece ser que la Unión Europea está en una posición preocupante. Si permiten que el FMI rescate a Grecia, sería un golpe a la confianza en el euro, mientras que si se ella rescata a Grecia, alentará las presiones internas de los países europeos de abandonar el euro.

A principios de febrero, Ambrose Evans-Pritchard escribió en The Telegraph que "la crisis de la deuda griega se ha extendido a España y Portugal en una peligrosa escalada mientras los mercados mundiales prueban si Europa está dispuesta a reforzar la unión monetaria con el músculo en lugar de meras palabras":
Julian Callow, de Barclays Capital dijo que la UE puede necesitar invocar poderes de emergencia del tratado en virtud del artículo 122 para detener el contagio, emitiendo una garantía de la UE para la deuda griega. "Si no se contiene, esto podría resultar en un tsunami estilo Lehman esparciéndose a gran parte de la UE".

[. . . ] Los líderes de la UE acudirán finalmente al rescate, pero Alemania todavía tiene que eludir este juego de "arriesgarse". La cuestión central es que la burbuja de crédito de la UME ha dejado el sur de Europa con enormes obligaciones externas: España con el 91% del PIB (950 mil millones de euros), Portugal 108% (177 mil millones). Esto comparado con el 87% de Grecia (202 mil millones). Por este indicador, los desequilibrios Ibéricos son peores que los de Grecia, y las sumas son mucho mayores. El peligro es que los acreedores extranjeros corten la financiación, lo que desencadenaría una versión interna en la UME de la crisis financiera asiática de 1998 [52].
El temor comenzó a extenderse en lo que respecta a una creciente crisis de deuda soberana, propagándose a través de Grecia, España y Portugal, y probablemente sea mucho más amplia y más grande que eso.

Una Crisis de Deuda Global

En 2007, el Banco de Pagos Internacionales (BIS), "el organismo financiero de mayor prestigio en el mundo", advirtió de una venidera Gran Depresión, y declaró que, mientras dure la crisis, los bancos centrales podrían bajar las tasas de interés (lo que posteriormente se hizo). Sin embargo, como señaló el BIS, a pesar de que reducir las tasas de interés puede ayudar, a la larga tiene el efecto de "sembrar las semillas para problemas más serios en el futuro." [53]

En el verano de 2008, antes de la clímax de la crisis financiera de 2008 en septiembre y octubre, el BIS advirtió nuevamente de los peligros inherentes de una nueva Gran Depresión. Como escribió Ambrose Evans-Pritchard, "el banco definitivo de los banqueros centrales", advirtió que a los bancos centrales, como la Reserva Federal, no les resulta tan fácil de "limpiar" el desorden que habían hecho en las burbujas de precios de activos.

El informe del BIS afirma que: "No es imposible que la corrección de la burbuja de crédito, tras un período temporal de mayor inflación, culmine en una deflación que podría ser difícil de gestionar, tanto más dado el nivel de endeudamiento". Como explicó Evans-Pritchard, "esto equivale a una advertencia de que el exceso monetario de la Fed, el Banco de Inglaterra, y sobre todo el Banco Central Europeo, podría resultar peligroso en esta coyuntura." El informe del BIS advirtió de que "los bancos globales - con préstamos de 37 billones de dólares en 2007, o del 70% del PIB mundial -, aún están en el ojo de la tormenta". En última instancia, las acciones de los bancos centrales fueron diseñadas "para retrasar el día del ajuste de cuentas", no para evitarlo [54].

Hay que observar cómo el BIS no es simplemente un observador casual, sino que en realidad es la institución financiera más importante del mundo, ya que es donde los bancos centrales del mundo se reúnen y, en secreto, deciden la política monetaria del mundo. Puesto que los bancos centrales han actuado como los arquitectos de la crisis financiera, la advertencia del BIS de una gran depresión no es simplemente un caso de Casandra profetizando el caballo de Troya, sino uno en que ella profetizó el caballo, y luego le abrió las puertas de Troya para dejarlo entrar.

Fue en este contexto que los gobiernos del mundo contrajeron cantidades masivas de deuda y rescataron a los sectores financieros de su riesgo acumulado a través de la compra de sus deudas incobrables.

A finales de junio de 2009, varios meses después de que los gobiernos occidentales aplicaran rescates y planes de estímulo, el mundo vivía la euforia de la "recuperación". En este momento, sin embargo, el Banco de Pagos Internacionales publicó otro informe de advertencia contra la complacencia de creer en la "recuperación". El BIS advirtió de solo "limitado progreso" en la estabilización del sistema financiero. Vale la pena citarl el artículo en extenso:
En lugar de aplicar políticas destinadas a limpiar los balances de los bancos, algunos planes de rescate han empujado a los bancos a mantener sus prácticas de préstamos pasadas, o incluso aumentar el crédito interno donde no era justificado.

[...] La falta de progreso amenaza con prolongar la crisis y retrasar la recuperación debido a un sistema financiero disfuncional que reduce la capacidad de la política monetaria y las medidas fiscales para estimular la economía.

Eso es porque sin un sistema bancario sólido y el afianzamiento de los mercados financieros, las medidas de estímulo no serán capaces de ganar impulso, y sólo pueden conducir a una recuperación temporal del crecimiento.

Una recuperación efímera podría empeorar las cosas, El BIS advierte, ya que más apoyo del gobierno para los bancos es absolutamente necesario, pero se volverá impopular si el público ve una recuperación en sus manos. Y las autoridades pueden distraerse con el mantenimiento del crédito, los precios de los activos y la demanda en lugar de centrarse en la fijación de los balances bancarios.

[...] Advirtió que a pesar de las medidas sin precedentes en la forma de estímulos fiscales, recortes de tasas de interés, rescates bancarios y flexibilización cuantitativa, hay una "pregunta abierta" respecto a si las políticas serán capaces de estabilizar la economía global.

Y mientras los gobiernos engrosan sus déficits para salir del paso de la crisis, tienen que tener cuidado de que su falta de moderación no vuelva a morderlos, señalaron los banqueros centrales. Si los gobiernos no comunican una estrategia de salida creíble, tendrán más dificultades para contraer deuda, y podría enfrentar el aumento de los costes de financiación - que conducen a recortes de gastos o impuestos significativamente altos. [55]
El BIS hizo suyo el plan de rescate y los paquetes de estímulo, lo que no es de extrañar, teniendo en cuenta que el BIS es propiedad de los bancos centrales del mundo, que a su vez son propiedad de los principales bancos globales que fueron "rescatados" por los gobiernos. Sin embargo, el BIS advirtió de que estos esfuerzos de rescate, "aún siendo necesarios" para los bancos, probablemente tengan efectos nocivos para los gobiernos nacionales.

El BIS advirtió de que "existe un riesgo de que los bancos centrales suban las tasas de interés y retiren la liquidez de emergencia demasiado tarde, lo que provocará inflación":
Los bancos centrales de todo el mundo han reducido los costos de los préstamos a niveles sin precedentes y miles de millones de dólares inyectados [o, más exactamente, billones] en el sistema financiero para hacer frente a la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Mientras algunos responsables políticos han insistido en la necesidad de retirar las medidas de emergencia tan pronto como mejore la economía, la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo se encuentran aún en proceso de implementar programas de compra de activos destinados a desbloquear los mercados de crédito y revivir el crecimiento.

"La preocupación más grande y justificada es que, antes de que se pueda revertir, la dramática flexibilización de la política monetaria se traducirá en un crecimiento en el conjunto de los agregados monetarios y de crédito", dijo el BIS. Lo que "conducirá a una inflación que alimente más expectativas de inflación o pueda alimentar otra burbuja de precios de activos, sembrando las semillas de la siguiente expansión y contracción económica.”[56]
De enorme importancia, fue la advertencia del BIS respecto a que, "los paquetes de estímulo fiscal pueden ofrecer nada más que un impulso temporal al crecimiento, y serán seguidos por un largo período de estancamiento económico". Como informó The Australian a finales de junio:
El único organismo internacional que predijo acertadamente la crisis financiera - El Banco de Pagos Internacionales (BIS) -, ha advertido que el mayor riesgo es que los gobiernos podrían verse obligados por los inversores de bonos del mundo a abandonar sus planes de estímulo, y en su lugar reducir el gasto, subiendo los impuestos y las tasas de interés.
Además, países occidentales importantes como Australia "enfrentan la posibilidad de una huída de la moneda, lo que obligaría a subir las tasas de interés", y "en particular en las economías más pequeñas y abiertas, la presión sobre la moneda podría obligar a los bancos centrales a seguir una estricta política que estaría justificada por las condiciones económicas internas. No es de extrañar que el BIS señalara que, "las garantías y activos asegurados por los gobiernos han expuesto a los contribuyentes a pérdidas potencialmente grandes," a través de los rescates y paquetes de estímulo, y que los "programas de estímulo harán subir las tasas de interés reales y las expectativas de inflación", ya que la inflación "se intensificará a medida que la desaceleración disminuya." [57]

En mayo de 2009, Simon Johnson, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió que Gran Bretaña se enfrenta a una dura pelea en la próxima fase de la crisis económica:
[L]a la montaña de deuda que había envenenado el sistema financiero no había desaparecido durante la noche. En lugar de eso, se ha desplazado desde el sector privado a la hoja de balances del sector público. Gran Bretaña ha contraído cientos de miles de millones de libras de deuda bancaria y está detrás de potencialmente miles de millones de dólares de obligaciones contingentes.

Si la primera etapa de la crisis fue la implosión financiera y la segunda, la crisis económica, la tercera fase - la anunciada por Johnson - es donde los gobiernos comienzan a caer bajo el peso de esta deuda. Si 2008 fue un año de quiebras del sector privado, 2009 y 2010, van a ser los años de la insolvencia de los gobiernos.

Sin embargo, mientras más terribles se vean las cosas en Gran Bretaña, "El Reino Unido probablemente se unirá a otros países mientras el espectro completo de la crisis se vuelva evidente y más esqueletos financieros sean sacados del closet de las sub-prime." [58]
En septiembre de 2009, el ex economista jefe del Banco de Pagos Internacionales (BIS), William White, que había predicho con exactitud la crisis previa, advirtió que, "El mundo no ha abordado los problemas en el corazón de la recesión económica y probablemente vuelva a caer en recesión." Él "también advirtió que las acciones del gobierno para ayudar a la economía en el corto plazo pueden sembrar las semillas de las futuras crisis." Un artículo en el Financial Times explicó:
"¿Vamos hacia una recesión en [forma] de W? Casi seguro. ¿Vamos hacia una L? Yo no me extrañaría en lo absoluto," dijo [White], refiriéndose a los riesgos de la denominada recesión de doble caída o de un estancamiento prolongado, como el que Japón sufrió en la década de 1990.

"La única cosa que realmente me sorprendería es una recuperación rápida y sostenible desde la posición en la que estamos"

Los comentarios del Sr. White, quien dirigió el departamento económico del banco de los bancos centrales desde 1995 hasta 2008, son de peso, puesto que fue una de las pocas figuras de alto nivel que predijo la crisis financiera en los años previos a que golpeara.

El Sr. White había advertido en repetidas ocasiones de los peligrosos desequilibrios en el sistema financiero global ya en 2003 y - rompiendo un gran tabú en los círculos de la banca central del momento - se atrevió a desafiar a Alan Greenspan, entonces presidente de la Reserva Federal, por su persistente política de dinero facil [es decir, bajas tasas de interés].

[...] En todo el mundo, los bancos centrales han inyectado [billones] de dólares de nuevos fondos al sistema financiero en los últimos dos años en un esfuerzo para evitar una depresión. Mientras tanto, los gobiernos han llegado a extremos similares, contrayendo enormes sumas de dinero en deuda para sostener desde bancos hasta industrias automotrices.

Esas medidas ya pueden estar inflando una burbuja en los precios de equities a commodities, dijo, y existe un pequeño riesgo de que la inflación se salga de control en el mediano plazo si los bancos centrales pierden el tiempo en sus "estrategias de salida".

Mientras tanto, los problemas subyacentes en la economía global, como los desequilibrios comerciales insostenibles entre Estados Unidos, Europa y Asia, no han sido resueltos [59].

A finales de septiembre de 2009, el Gerente General del BIS advirtió a los gobiernos contra la complacencia, diciendo que "la recuperación del mercado no debe ser mal interpretada", y que, "El perfil de la recuperación no está claro." [60]
En septiembre, el Financial Times informó además que William White, ex economista en jefe del BIS, también "sostiene que después de dos años de apoyo gubernamental al sistema financiero, ahora tenemos un conjunto de bancos que son incluso más grandes - y más peligrosos - que nunca antes", lo que también, "ha argumentado Simon Johnson, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional", quien "dice que la industria financiera en efecto, ha capturado el gobierno estadounidense", y con intención declaró: "La recuperación será un error a menos que se rompa con la oligarquía financiera que está bloqueando la reforma esencial". [61]

A mediados de septiembre, el BIS lanzó una advertencia respecto al sistema financiero global, ya que "El mercado mundial de derivados alcanzó los 426 billones de dólares en el segundo trimestre [de 2009] mientras el apetito de riesgo regresaba, pero el sistema sigue siendo inestable y propenso a las crisis." Los productos derivados aumentaron en un 16%" debido principalmente al incremento de los futuros y los contratos opcionales de tasas de interés a tres meses." En otras palabras, la especulación ha vuelto con toda su fuerza ya que el dinero de los rescates alimentó a los bancos en prácticas especulativas que no han sido sometidas a reforma o reglamentación. Así, los problemas que creó la crisis anterior siguen presentes y cada vez más fuertes:
Stephen Cecchetti, el economista en jefe [del BIS], dijo que los mercados sobrecargados de derivados siguen estando opacos y suponen "grandes riesgos sistémicos" para el sistema financiero. El peligro es que los reguladores vuelvan a fallar al ver que las grandes instituciones han tenido una exposición mayor de la que pueden manejar en condiciones de crisis, repitiendo los errores que le permitieron al gigante asegurador de Estados Unidos, AIG, comprometer casi "medio billón de dólares" de en fondos no asegurados a través de credit default swaps [62].
A finales de noviembre de 2009, Morgan Stanley, advirtió que "Gran Bretaña se arriesga a convertirse en el primer país en el bloque G10 de las principales economías en riesgo de fuga de capitales y verse inmersa en una crisis de la deuda a toda regla en los próximos meses". El Banco de Inglaterra podría tener que aumentar el interés de las tasas "antes de estar listo - arriesgando una recesión de doble caída, y una incipiente espiral de deuda compuesta". Además:
Morgan Stanley señaló que [la] libra podría caer un 10% más en términos de comercio. Esto completa el más empinado despeñadero de la libra desde la revolución industrial, superando la caída de 30% en su peak hasta que Gran Bretaña abandonó el patrón oro por circunstancias catastróficas en 1931 [63].
Como Ambrose Evans-Pritchard escribiera para The Telegraph, este "es un recordatorio de que los países sólo ganan tiempo durante la crisis recurriendo a estímulos fiscales y traspasando las pérdidas privadas a los fondos públicos," y, aunque apoyó los paquetes de estímulo afirmando que eran "necesarios", admitió que los paquetes de estímulo "no han resuelto el problema de la deuda subyacente. Crearon un segundo conjunto de dificultades por la degradación de la deuda soberana en gran parte del mundo." [64] Morgan Stanley dijo que otra sorpresa del año 2010 podría ser una huída hacia el dólar. Sin embargo, esto sería debido a la fuga de capitales de Europa mientras sus economías se desmoronan bajo la carga de su deuda y el capital busca un "refugio seguro" en el dólar estadounidense.

En diciembre de 2009, el Wall Street Journal informó sobre las advertencias de algunos de los principales economistas del país, que temían que a raíz de una crisis financiera como la experimentada en los últimos dos años, "generalmente siempre le sigue una oleada de crisis de deuda soberana." Como explicó el economista Kenneth Rogoff, "Si quieren saber lo que aparece en el menú, esa es una buena apuesta," ya que "las crecientes deudas públicas de todo el mundo, de Washington a Berlín y Tokio, podrían sentar las bases de años de problemas financieros." Además del obvio ejemplo de Grecia, otros países están en riesgo, como describiera el autor del artículo:
Igualmente preocupante son varios otros países en la periferia europea - los países bálticos, países de Europa Oriental como Hungría, y tal vez Irlanda y España. Aquí es donde las finanzas públicas son peores. Y las esposas de la moneda única europea, dijo el profesor Rogoff, significan que los países individuales no pueden simplemente llegar e imprimir más dinero para salir de sus deudas. (Para el registro, el inversor más inteligente que he conocido, un gestor de hedge funds en Londres, también está anticipando una crisis de deuda soberana.)

[...] La gran crisis de la deuda soberana, dijo, probablemente está a un par de años de distancia. La cuestión clave es que esta vez, los problemas financieros montados en Estados Unidos, Alemania y Japón significan para estos países, una vez que los tíos ricos del mundo, que ya no tendrán el dinero para intervenir y rescatar a las sobrinas y sobrinos más incompetentes.
Rogoff predijo que, "Vamos a elevar los impuestos a las nubes", y "probablemente vamos a tener mucha inflación, con el tiempo. Tendremos que hacerlo. Es la forma más sencilla de reducir el valor de los compromisos en términos reales." Rogoff declaró: "El camino de los países ricos sufren default es a través de la inflación." Además, "incluso los bonos municipales estadounidenses no estarán a salvo de los problemas. California podrían estar entre aquellos que enfrentan una crisis de incumplimiento." Rogoff apunto que, "No me sorprendería que la Reserva Federal compre deuda de California en algún momento, o realize algún tipo de rescate." [65]

Los rescates, en particular los de Estados Unidos, entregaron un cheque en blanco a los bancos más grandes del mundo. Como otro favor, el gobierno estadounidense puso a esos mismos bancos a cargo de la "reforma" y "regulación" de la industria bancaria. Naturalmente, ninguna reforma o regulación se llevó a cabo. Así, el dinero a los bancos otorgado por el gobierno puede ser utilizado en la especulación financiera. A medida que la crisis de la deuda soberana se despliega y extiende por todo el mundo, los principales bancos internacionales serán capaces de crear enormes riquezas por la especulación, retirando rápidamente su dinero de una nación en crisis de deuda, lo que precipitará el colapso, y se desplazarán a otra, hasta que todos los dominós hayan caído, y los bancos sean más grandes, más ricos y más poderosos que cualquier nación o institución en la tierra (suponiendo no lo son ahora). Por ello, los banqueros estaban tan ansiosos de realizar un golpe financiero en Estados Unidos, para garantizar que no se llevase a cabo la reforma real, y así poder saquear a la nación de todo lo que tiene, y profitar de su eventual colapso, y del colapso de la economía global. ¡Los bancos se han salvado! Ahora todos los demás debemos pagar.

Edmund Conway, el Editor Economíco del Telegraph, informó a principios de enero de 2010, que durante todo el año:
El crédito [s]oberano caerá bajo la presión del déficit [gubernamental], la recuperación económica va a fallar cuando el gobierno retire sus medidas de estímulo fiscal y más compañías continúen fracasando. En otras palabras, es poco probable que 2010 sea el año de una recuperación en forma de V [66].
En otras palabras, la "recuperación" es una ilusión. A mediados de enero de 2010, el Foro Económico Mundial publicó un informe donde que advirtió que, "Ahora hay más de una posiblidad en cinco para que se produzca otra implosión de la burbuja de precios de los activos con un costo mundial de más de un billón de libras, y similares probabilidades de una crisis fiscal soberana a gran escala." El informe advirtió de una segunda crisis financiera simultánea, junto con una crisis fiscal importante mientras los países ven el colapso de sus deudas. El informe "también advirtió de la posibilidad de sobrecalentamiento de la economía de China y que, en lugar de ayudar a apoyar el crecimiento económico global, evitaría una completa recuperación del desarrollo". Además:
El informe, que en años anteriores había sido de los primeros en consignar la perspectiva de una crisis financiera, la crisis del petróleo que la precedió y la crisis alimentaria en curso, incluía una lista de riesgos crecientes que amenazan a las principales economías. Entre lo más probable, y potencialmente más costoso, está una crisis de deuda soberana, ya que algunos países luchan por cubrir costos sin precedentes para deshacerse de la crisis, dice el informe, apuntando específicamente al Reino Unido y a Estados Unidos.

[. . .] El informe también destaca el riesgo de nuevos colapsos en los precios de los activos, lo que podría hacer fracasar la incipiente recuperación económica en todo el mundo, con especial preocupación respecto a China, que como algunos temen, podría seguir los pasos que Japón siguió en la década de 1990 [67].
Nouriel Roubini, uno de los principales economistas estadounidenses que predijo la crisis financiera, escribió un artículo en Forbes en enero de 2010 explicando que, "la severa recesión, combinada con una crisis financiera durante 2008-09, empeoró la situación fiscal de los países desarrollados debido a los gastos del estímulo, los menores ingresos fiscales y el apoyo al sector financiero". Advirtió de que la carga de la deuda de las principales economías, incluyendo Estados Unidos, Japón y Gran Bretaña, probablemente aumentará. Por ello, los inversores se mostrarán más cautelosos respecto de la sostenibilidad de los mercados fiscales y comenzarán a retirarse de los mercados de deuda, considerados durante mucho tiempo "refugios seguros". Más información:
La mayoría de los bancos centrales reducirán la liquidez a partir de 2010, pero las necesidades de financiamiento del gobierno seguirán siendo altas a partir de entonces. La monetización y las emisiones de deuda por parte de los gobiernos del mundo desarrollado aumentarán las expectativas de inflación.
Cuando se eleven las tasas de interés, tendrá lugar un endurecimiento de la política monetaria (ya que hasta ahora se han mantenido artificialmente bajas a fin de fomentar la difusión de liquidez en todo el mundo) y los pagos de intereses sobre la deuda se incrementarán dramáticamente. Roubini advirtió:
Estados Unidos y Japón podrían estar entre los últimos que se enfrentarán a la aversión de los inversores - el dólar es la moneda de reserva mundial y Estados Unidos tiene los mercados de deuda más profundos y líquidos, mientras que Japón es un acreedor neto y en gran medida financia su deuda a nivel nacional. Pero los inversores se volverán cada vez más cautos con estos países, incluso si se retrasan las reformas fiscales necesarias [68].
Por consiguiente, los gobiernos tendrán que subir los impuestos y reducir los gastos drásticamente. En esencia, esto equivale a una "Programa de Ajuste Estructural" (PAE) global en las naciones desarrolladas e industrializadas de Occidente.

Cuando los programas de ajuste estructural fueron impuestos a los países endeudados del Tercer Mundo, proporcionaron un préstamo a cambio del desmantelamiento del Estado público, subiendo impuestos, con creciente desempleo, privatización total de las industrias estatales y desregulación del comercio y la inversión; los préstamos concedidos por el FMI y el Banco Mundial en última instancia, beneficiaron a corporaciones y bancos multinacionales. Esto es lo que el mundo occidental enfrenta ahora: rescató a los bancos, y ahora tendrá que pagar por ello, a través del desempleo masivo, las alzas de impuestos, y el desmantelamiento de la esfera pública.

En febrero de 2010, Niall Ferguson, un prominente historiador económico británico, escribió un artículo para el Financial Times titulado, "Una Crisis Griega se aproxima a Estados Unidos." Empieza explicando que, "Todo empezó en Atenas. Se propagó a Lisboa y Madrid. Pero sería un grave error suponer que la crisis de la deuda soberana que se está desarrollando se dará solamente en las economías más débiles de la eurozona." Explicó que esta no es una crisis limitada a una región, "Es una crisis fiscal del mundo occidental" y "Sus ramificaciones son mucho más profundas de lo que la mayoría de los inversores actualmente aprecia." Ferguson escribe que, "el problema es esencialmente el mismo de Islandia a Irlanda a Gran Bretaña a Estados Unidos. Sólo se presenta en distintos tamaños", y Estados Unidos tiene un riesgo no menor:
Para la mayor economía del mundo, Estados Unidos, el día del juicio final aún parece estar a tranquilizadora distancia. Mientras empeora la situación en la eurozona, seguirán los rallys del dólar mientras los inversores nerviosos inviertan su dinero, en el "refugio seguro" de la deuda del gobierno estadounidense. Este efecto puede persistir durante varios meses, de la misma forma que el dólar y los Bonos del Tesoro se dispararon en las profundidades del pánico bancario a finales de 2008.

Sin embargo, incluso una mirada superficial a la situación fiscal del gobierno federal (por no hablar de los estados) transforma en un sinsentido la frase "refugio seguro". La deuda de gobierno estadounidense es un refugio seguro de la misma forma que Pearl Harbor era un refugio seguro en 1941.
Ferguson señala que, "las proyecciones a largo plazo de la Oficina de Presupuesto del Congreso sugieren que Estados Unidos nunca volverá a funcionar con un presupuesto equilibrado. Así es, nunca." Ferguson explica que la deuda perjudicará a las principales economías:
Al aumentar los temores de incumplimiento y/o depreciación de la moneda por encima de la inflación acutal, empujarán hacia arriba las tasas de interés.reales. Tasas reales más altas, a su vez, actúan como un freno al crecimiento, especialmente cuando el sector privado también está muy endeudado - como es el caso de las economías occidentales, sobre todo Estados Unidos.

Aunque la tasa de ahorro de los hogares estadounidenses ha aumentado desde que comenzara la Gran Recesión, no ha crecido lo suficiente como para absorber un billón de dólares de emisiones netas del Tesoro de un año. Sólo dos cosas han mantenido lejos los rendimientos de los bonos estadounidenses: las compras de Bonos del Tesoro (y securities respaldados por hipotecas, que muchos vendedores esencialmente canjean por Bonos del Tesoro) de la Reserva Federal y la acumulación de reservas por las autoridades monetarias chinas [69].
A fines de febrero de 2010, las señales de advertencia parpadean en rojo ya que las tasas de interés se van a tener que subir, los impuestos serán elevados, y la carga de deuda necesitará ser abordada.

China comienza a dejar los Bonos del Tesoro de EEUU

Los Bonos del Tesoro estadounidense son deuda del gobierno estadounidense emitida por el Departamento del Tesoro, que es comprada por gobiernos extranjeros como una inversión. Comprar la deuda (es decir, los Bonos del Tesoro) es una demostración de fe en la economía estadounidense. En la compra de un Bono del Tesoro se se está prestando dinero al gobierno estadounidense durante un período de tiempo determinado.

Sin embargo, como Estados Unidos ha asumido cargas de deuda excesiva para salvar a los bancos de la crisis, la posibilidad de comprar Bonos del Tesoro estadoundiense se ha vuelto menos atractiva, y la amenaza de que no sean una inversión segura es cada vez mayor. En febrero de 2009, Hillary Clinton instó a China a seguir comprando Bonos del Tesoro para financiar el paquete de estímulo de Obama. Un artículo en Bloomberg señaló:
Estados Unidos es el comprador más grande de las exportaciones que impulsan el crecimiento en China, la tercera economía más grande del mundo. China, a su vez invierte los ingresos excedentes de los envíos de bienes tales como juguetes, prendas de vestir y acero, principalmente en Bonos del Tesoro, conviertiéndolos en los tenedores de deuda del gobierno estadounidense más grandes del mundo a fines del año pasado, con 696,2 mil millones dólares [70].
El mes siguiente, el banco central de China anunció que iban a seguir comprando Bonos del Tesoro [71].

Sin embargo, en febrero de 2009, Warren Buffet, uno de los individuos más ricos del mundo, advirtió contra la compra de Bonos del Tesoro estadounidenses:
Buffett dijo que con la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro estadounidenses tienen "todo incluido" para desatar una contracción económica al ritmo más rápido desde 1982, las "una vez impensables dosis" de estímulo probablemente impulsarán una "embestida" inflacionaria, enemiga de los inversores de renta fija.

"El mundo de la inversión ha pasado de la infravaloración del riesgo a la sobrevaloración del mismo", escribió Buffett. "El dinero tiene una ganancia cercana a la nada y seguramente encontrará su poder adquisitivo erosionado con el tiempo."

"Cuando se escriba la historia financiera de esta década, sin duda hablaremos de la burbuja de Internet de finales de 1990 y la burbuja inmobiliaria de la década de 2000", prosiguió. "Pero la burbuja de los Bonos del Tesoro estadounidense de fines de 2008 puede considerarse casi igual de extraordinaria." [72]
En septiembre de 2009, un artículo de la CNN informó de los peligros de que China tuviera que empezar de deshacerse los Bonos del Tesoro, lo que "podría provocar a largo plazo que las tasas de interés se disparan ya que los precios de los bonos y los rendimientos se mueven en direcciones opuestas", en tanto un debilitamiento de la moneda estadounidense podría conducir a la inflación, que a su vez, reduciría el valor y de las tenencias de China en bonos del Tesoro de Estados Unidos. [73].

Se ha convertido en un juego de espera; en una trampa-22 económica: China tiene deuda estadounidense (Bonos del Tesoro), permitiéndole gastar a Estados Unidos para "salvar a la economía" (o más exactamente, a los bancos), pero todo el gasto ha hundido a Estados Unidos en una deuda tan abismal que nunca será capaz de salir de ella. El resultado es que la inflación que probamente se desate, con posibilidad de hiperinflación, reducirá entonces el valor de la divisa estadounidense. La economía china depende por completo de Estados Unidos como economía de consumo, mientras que Estados Unidos depende de China como comprador y tenedor de deuda estadounidense. Ambos países están retrasando lo inevitable. Si China no quiere mantener inversiones sin valor (deuda estadounidense), debe dejar de comprar Bonos del Tesoro y entonces la confianza internacional en la divisa estadounidense comenzará a caer, lo que obligará a elevar las tasas de interés, que incluso podrían precipitar un asalto especulativo contra el dólar estadounidense. Al mismo tiempo, un colapso de la divisa y la economía estadounidenses no ayudarían a la economía china, que se caería con ellas. Así, se ha convertido en un juego de espera.

En febrero de 2010, el Financial Times informó que China había comenzado en diciembre de 2009, el proceso de abandonar los Bonos del Tesoro, y por tanto están detrás de Japón como mayores tenedores de deuda estadounidense, vendiendo aproximadamente 38,8 billones de dólares en Bonos del Tesoro, mientras "La demanda extranjera por Bonos del Tesoro estadounidenes se redujo en una cantidad récord":
La caída de la demanda proviene de países que se retiraron de la estrategia de la "huida hacia la seguridad" que emprendieron en el momento álgido de la crisis financiera global y podría significar que Estados Unidos tenga que pagar más en intereses de la deuda.

Para China, la venta de Bonos del Tesoro constituyó una inversión que marcó el año pasado cuando dijo que comenzaría a reducir algunas de sus tenencias. Cualquier cambio en su comportamiento es políticamente sensible, ya que es el mayor socio comercial de Estados Unidos y ha ayudado a financiar el déficit estadounidense.

Alan Ruskin, estratega de RBS Securities, dijo que el comportamiento de China mostró que se sentía "saturada" con papeles del Tesoro. El cambio de actitud podría perjudicar al dólar y al mercado de bonos puesto que Estados Unidos tendría que mirar a otros países para financiarse. [74]
Por lo tanto, China ha dado a los Estados Unidos un voto de desconfianza. Esta es evidencia de la resbaladiza caída en el camino hacia el colapso de la economía estadounidense y, posiblemente, del mismísimo dólar.

¿Esta llegando la Crisis de la Deuda a Estados Unidos?

Todas las señales de alarma están: Estados Unidos se encuentra en una horrible recta cuando se trata de su deuda total, las medidas adecuadas no se han adoptado para reformar los sistemas monetario o financiero, los mismos problemas siguen existiendo, y el rescate y los paquetes de estímulo también han puesto de manifiesto los niveles astronómicos de deuda en Estados Unidos. Si bien el dólar probablemente continuará subiendo mientras la confianza en las economías de la eurozona cae, aquello no ocurrirá porque el dólar sea una buena inversión, sino porque el dólar es simplemente una mejor inversión (por ahora) que el euro, lo que no dice mucho.

Las movidas de China para comenzar a deshacerse de los Bonos del Tesoro estadounidenses son una señal de que la cuestión de la deuda norteamericana ya está pesando pesado en las funciones y movimientos del sistema financiero global. Si bien el día del ajuste de cuentas puede estar a meses o incluso años, llegará de todas formas.

El 15 de febrero, se informó que la Reserva Federal, después de bombear 2,000 billoens de dólares a la economía, "debe comenzar a retirar ese dinero." Mientras la Reserva Federal compra los cerca de 2 billones de dólares en malos activos, ahroa está debatiendo "cómo y cuándo vender esos activos." [75] Como reporta el Korea Times, "El problema es: Si lo hace demasiado rápido, la Fed podría cortar o cercenar la recuperación. Si espera mucho tiempo arriesga la salida hacia una castigadora ronda inflacionaria." [76]

A mediados de febrero, hubo informes de discrepancias dentro del Sistema de la Reserva Federal, cuando Thomas Hoenig, presidente de la Reserva Federal de Kansas City, advirtió que "Estados Unidos debe corregir sus crecientes problemas de deuda o se arriesga a una nueva crisis financiera." Explicó que "la creciente deuda estaba vulnerando la capacidad del banco central para cumplir con sus objetivos de mantener la estabilidad en los precios y el crecimiento económico a largo plazo." En enero, fue la única voz en una reunión de la Fed que sugirió que las tasas de interés no debían permanecer cerca de cero por un "período prolongado." Dijo que el peor escenario sería que el gobierno de Estados Unidos tuviera que pedir de nuevo a la Fed imprimir más dinero, y en cambio sugirió que "la administración debería encontrar maneras de reducir el gasto y generar ingresos," admitiendo que sería un proceso "doloroso y políticamente inconveniente" [77].

Sin embargo, estos informes son en gran parte poco sinceros, ya que solo se enfocan en el nivel de deuda superficial. Estados Unidos, incluso antes del inicio de la crisis económica en 2007 y 2008, ya era un derrochador temerario. El costo de mantener un imperio es astronómico y está fuera del alcance real de cualquier nación. Históricamente, el colapso de los imperios tiene tanto o más que ver con un colapso de sistema monetario y fiscal, que de su derrota militar o el colapso en la guerra. También es importante destacar es que estos procesos no son mutuamente excluyentes, sino que están, de hecho, estrechamente interconectados.

Cuando los imperios entran en decadencia, el orden mundial se vuelve crecientemente marcado por crisis económicas y conflictos internacionales. Cuando la crisis empeore la economía, los conflictos y guerras internacionales se propagarán. Como he documentado ampliamente en todas partes, Estados Unidos, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, se han convertido en la potencia hegemónica global: manteniendo la fuerza militar más grande del mundo, y no rehúsa de su utilización; así como haciendo funcionar al sistema monetario global. Desde la década de 1970, el dólar estadounidense ha obrado de moneda de reserva mundial. Tras el colapso de la Unión Soviética, la gran estrategia imperial de Estados Unidos se centró en dominar Eurasia y controlar el mundo militar y económicamente.

[Ver: Andrew Gavin Marshall: Una Estrategia Imperial para un Nuevo Orden Mundial: Los Orígenes de la Terccera Guerra Mundial, 16 de octubre de 2009]

Durante los años de la Administración Bush, la estrategia imperial adquirió nueva vida inmersa bajo el disfraz de la "Guerra contra el Terrorismo". Bajo esta bandera, Estados Unidos declaró la guerra al mundo y a todos los que se oponían a su hegemonía. Al mismo tiempo, la administración en connivencia con los grandes bancos y la Reserva Federal, mantenían artificialmente el sistema económico. En los últimos años de la Administración Bush, la ilusión comenzó a derrumbarse. Nunca antes en la historia ha existido una nación tan grande involucrada en múltiples escenarios de guerra en todo el mundo sin que los individuos de ese país no fueran coartados fiscalmente de alguna manera, ya sea a través de mayores impuestos o tasas de interés. De hecho, ocurrió todo lo contrario. Las guerras del trillón de dólares hicieron caer a los Estados Unidos en más deuda.

En 2007, año en que Northern Rock se desplomó en el Reino Unido, marcando el comienzo del colapso de 2008, el total de la deuda, -domestica, comercial y del consumidor - de Estados Unidos se situaba en unos sorprendentes 51 billones de dólares [78].

Como si esta deuda no fuese suficiente, teniendo en cuenta que sería imposible de pagar alguna vez, los dos últimos años se ha producido la expansión de la deuda más amplia y rápida jamás vista en la historia del mundo - en la forma de paquetes de estímulo y rescates a nivel mundial. En julio de 2009, se informó que, "Los contribuyentes estadounidenses pueden estar comprometidos hasta con 23.7 trillones de dólares para reforzar la economía y rescatar a empresas financieras, dijo Neil Barofsky, inspector general especial para el Programa de Alivio de Activos en Problemas del Tesoro (TARP)." [79]

Cabe destacarlo una vez más: la ley de "rescate", implementada por Bush, apoyada y patrocinada plenamente por el presidente electo Obama, posiblemente aseguró al sector financiero con hasta 23,7 billones de dólares. ¿Cómo puede ser? Después de todo, al público se le dijo que el "rescate" era de 700 mil millones de dólares.

De hecho, la letra chica de la ley de rescate reveló que los 700 mil millones de dólares no eran el tope, puesto que los 700 mil millones no eran la cantidad máxima de dinero que podría ser inyectada en los bancos; era el máximo que podía ser inyectado en el sistema financiero "en cualquier momento." Por lo tanto, se convirtió en un "monto continuo." En esencia, creó un puerta de escape para que los bancos globales más importantes, tanto nacionales como extranjeros, pudieran saquear a la nación por completo. No había límite en el dinero que los bancos podían obtener de la Reserva Federal. Y ninguna de las acciones sería objeto de revisión o supervisión por parte del Congreso o el Poder Judicial, es decir, del pueblo [80].

Es por eso que, cuando Obama se convirtió en presidente a finales de enero de 2009, su administración aplicó plenamente el plan de golpe financiero sobre Estados Unidos. El hombre que había sido responsable de orquestar el rescate de AIG, la compra de Bear Stearns como un regalo a JP Morgan Chase, y que había sido elegido para dirigir el Banco de la Reserva Federal de Nueva York por los principales bancos globales en Nueva York (el principal de los ellos, JP Morgan Chase), se había convertido de repente en el Secretario del Tesoro bajo Obama. La Fed, y por tanto, los bancos, ahora se encuentran directamente a cargo del saqueo.

Obama se formó entonces un equipo de asesores económicos que hizo que cualquier observador económico astuto se encogiera de terror. Los titanes de la crisis y la catástrofe económica se han convertido en los zorros a cargo del gallinero. Los que fueron instrumentales en la creación y construcción de las crisis económicas de las décadas anteriores y de la creación de los instrumentos y la infraestructura que llevaron a la presente crisis, estaban con Obama, de regreso para "resolver" la crisis que ellos mismos crearon. Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal y el arquitecto de la crisis de la deuda de la década de 1980, era ahora asesor económico de Obama. También Lawrence Summers se unió al equipo económico de Obama, quien previamente fue instrumental en el Departamento del Tesoro de Bill Clinton para el desmantelamiento de todas las regulaciones bancarias y la creación del mercado de especulación y derivados que condujo directamente a la presente crisis.

En definitiva, la oligarquía financiera está en el control absoluto del gobierno de Estados Unidos. Al mismo tiempo, la estructura militar del Imperio Estadounidense ha afianzado su control sobre la política exterior, mientras las guerras estadounidenses se expanden a Pakistán, Yemen y, posiblemente, Irán.

No nos equivoquemos, la crisis está llegando a Estados Unidos, es sólo una cuestión de cuándo, y qué tan severa será.

La Decadencia Imperial y el Surgimiento del Nuevo Orden Mundial

El declive del Imperio Estadounidense, un resultado inevitable de su medio siglo de ejercicio de hegemonía política y económica en todo el mundo, no es un hecho aislado en la economía política global. Estados Unidos entra en decadencia paralelamente al surgimiento de lo que se denomina "Nuevo Orden Mundial".

Estados Unidos ha sido utilizado por los poderosos bancos e intereses corporativos occidenetales como el motor del imperio, expandiendo su influencia por todo el mundo. Los bancos no tienen ejércitos, por lo que deben controlar naciones; los bancos no tienen productos, por lo que deben controlar las industrias; los bancos sólo tienen el dinero y los intereses atados a él. Por lo tanto, deben asegurarse de que la industria y los gobiernos tomen dinero prestado masivamente hasta el punto en que se encuentren tan endeudados, que nunca puedan surgir. Como resultado, los gobiernos y las industrias pasan a estar supeditados a los intereses bancarios. Los bancos lograron esta proeza magistral a través de la construcción del sistema global de los bancos centrales.

Los banqueros primero tomaron el control de Gran Bretaña a través del Banco de Inglaterra, construyendo la masiva fuerza del Imperio Británico, y se propagaron por el resto de Europa, creando los bancos centrales de los grandes imperios europeos. En el Siglo XX, los bancos centrales tomaron el control de Estados Unidos a través de la creación de la Reserva Federal en 1913, antes del estallido de la Primera Guerra Mundial.

[Ver: Andrew Gavin Marshall: Poder Global y Gobierno Global: Evolución y Revolución del Sistema del Banco Central, 21 de julio de 2009]

Tras la Primera Guerra Mundial, se desarrolló una reestructuración del orden mundial. En parte, estas acciones allanaron el camino a la Gran Depresión, que se produjo en 1929. La Gran Depresión fue creada como resultado de la participación de los grandes bancos en la especulación, que fue alentada y financiada activamente por la Reserva Federal y otros importantes bancos centrales.

Como resultado de la Gran Depresión, se formó una nueva institución, el Banco de Pagos Internacionales (BIS), con sede en Basilea, Suiza. Como explica el historiador Carroll Quigley, el BIS se formó para "para solucionar el decaimiento de Londres como centro financiero del mundo, proporcionando un mecanismo mediante el cual el mundo contase con tres centros financieros principales en Londres, Nueva York, y París pudiendo todavía operar como uno solo." Explicó:
[L]os poderes del capitalismo financiero tienen otro objetivo de largo alcance, nada menos que a crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país y economía del mundo en su conjunto. Este sistema debía ser manejado de manera feudal por los bancos centrales del mundo actuando concertadamente, a través de acuerdos secretos en reuniones frecuentes y conferencias secretas. El ápice del sistema tendría que ser el Banco de Pagos Internacionales en Basilea, Suiza, un banco de propiedad privada y controlado por los bancos centrales del mundo que eran en sí mismos empresas privadas. [81]
El nuevo orden que se está construyendo no es uno en el que exista otra potencia mundial única, como muchos comentaristas sugieren en el caso de China, ya que es construido un orden mundial multipolar, donde la economía política global es reestructurada en una estructura de gobernanza global: en resumen, el nuevo orden mundial se caracteriza por la construcción de un gobierno mundial.

Este es el contexto en el que las soluciones a la crisis económica global se están aplicando. En abril de 2009, el G-20 puso en marcha planes para crear una moneda global, que probablemente sustituirá al dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. Esta nueva moneda, sería gestionada por el FMI o el BIS, y sería una moneda de reserva, cuyo valor se determinaría en función de una cesta de monedas (como el dólar, el yen, el euro, etc.), que enfrentaría a una con otra, y cuyo valor estaría fijado a la moneda global.

Este proceso se está aplicando, a través de la planificación a largo plazo, al mismo tiempo mientras vemos la aparición de nuevas monedas regionales, no sólo como el euro, pues planes y discusiones respecto a otras monedas regionales están en marcha en América del Norte, Sudamérica, los Estados del Golfo, África y Asia Oriental.

Un artículo en The Economist en 1988 predecía que una moneda global llegaría en 2018, donde el autor escribió que los países tendrían que renunciar a su soberanía monetaria y económica, sin embargo:
Varias alteraciones en las tasas de cambio, unos pocos accidentes más del mercado de valores y, probablemente, una caída o dos serán necesarios antes de que los políticos estén dispuestos a hacer frente a esa elección. Esto apunta a una confusa secuencia de emergencia seguida por medidas parche que se extenderán mucho más allá del 2018, a excepción de dos cosas. Con el paso del tiempo, los daños causados por la inestabilidad monetaria que se va a generar, y la propia evolución permitirán que instale la utopía de la unión monetaria como posible. [82]
Para crear una moneda global, y por tanto un sistema de gobernanza económica global, el mundo tendría que ser sumergido en crisis monetarias y económicas para obligar a los gobiernos a tomar las acciones necesarias para avanzar hacia una moneda global.

A partir de 1998, se han producido varios llamados para la formación de un banco central mundial, y en medio de la crisis económica global de 2008, los renovados llamados, acciones concretas y esfuerzos realizados por el G20 han acelerado el desarrollo de una "Fed Global" y una moneda global. Un banco central global está siendo ofrecido como solución para evitar que se produzca una futura crisis económica global.

[Ver: Andrew Gavin Marshal: El Nuevo Orden Financiero: Hacia la Moneda Global y el Gobierno Mundial, 6 de abril de 2009]

En marzo de 2008, siguiendo de cerca el colapso de Bear Stearns, una importante empresa financiera publicó un informe indicando que, "Las empresas financieras se enfrentan a un "nuevo orden mundial"," y que los principales bancos se volverían mucho más grandes a través de fusiones y adquisiciones. Habría un nuevo orden mundial de consolidación bancaria [83].

En noviembre de 2008, The National, un prominente periódico de los Emiratos Arabes Unidos, informó que el barón David de Rothschild acompañó el Primer Ministro Gordon Brown en una visita al Medio Oriente, aunque no como "parte del equipo oficial" que acompaña a Brown. Tras una entrevista con el barón, se informó que "Rothschild comparte la visión de la mayoría de las personas respecto a que tendremos un nuevo orden mundial. En su opinión, los bancos serán los impulsores y aparecerá una nueva forma de gobernanza global." [84]

En febrero de 2009, el Times Online informó que un "Nuevo orden mundial en el sector bancario [es] necesario" y que "Cada vez es más evidente que el mundo necesita un nuevo sistema bancario, y que no deberá tener mucha semejanza con el que ha fracasado de manera tan espectacular." [85] Sin embargo, lo que el artículo no señala es que el "nuevo orden mundial en los bancos" va a ser construido por los banqueros.

Este proceso va mano a mano con la formación de un nuevo orden mundial en las estructuras políticas mundiales, siguiendo las tendencias económicas. Mientras el regionalismo fue impulsado por iniciativas económicas, tales como los bloques comerciales regionales y monedas grupales, la estructura política de un gobierno regional le siguió pronto. Europa fue la primera en llevar a cabo esta iniciativa, con la formación de un bloque comercial europeo, que se convirtió en una unión económica y, finalmente, en una unión monetaria, que, como resultado del recién aprobado Tratado de Lisboa, ha sido establecida formalmente como una unión política.

[Ver: Andrew Gavin Marshall: Forjando un "Nuevo Orden Mundial" bajo un Único Gobierno Mundial, 13 de agosto de 2009]

El nuevo orden mundial consiste en la formación de estructuras de gobernanza regional, que están a su vez sometidas a una estructura de gobernanza global, tanto económica como políticamente.

'Nuevo Capitalismo'

En la construcción de un “Nuevo Orden Mundial”, el sistema capitalista se encuentra bajo intensa reforma. El capitalismo, desde sus inicios, ha modificado su naturaleza y formas. En medio de la presente crisis económica global, la construcción del "Nuevo Capitalismo" se basa en el "modelo chino"; esto es, "Capitalismo Totalitario".

Los gobiernos ya no se ocultan detrás de las "relaciones públicas" – propagandeando la ilusión de "proteger al pueblo". Cuando una economía colapsa, los gobiernos dejan de lado sus obligaciones públicas, y trabajan por los intereses de sus propietarios privados. Los gobiernos acuden en ayuda de bancos y empresas poderosas, no de las personas, puesto que "La burguesía recurre al fascismo más que en respuesta a los disturbios en la calles, en respuesta a los disturbios en su propio sistema económico." [86] Durante una gran crisis económica:
[El Estado] rescata a las empresas comerciales al borde de la quiebra, obligando a las masas a pagar la factura. Estas empresas se mantienen vivas con subvenciones, exenciones fiscales, pedidos de obras públicas y armamento. En resumen, el Estado se impulsa a si mismo a violar la brecha desvanecida por los clientes privados. [... Tales maniobras] son difíciles bajo un régimen democrático [porque el pueblo continúa] teniendo algunos métodos de defensa [y] aún es capaz de colocar un límite a la demanda insaciable del poder del dinero. [En] algunos países y en determinadas condiciones, la burguesía arroja por la borda a su tradicional democracia. [87]
Aquellos que declaran que las acciones de los gobiernos occidentales son "socialistas”, caen en un error, puesto las "soluciones" son de naturaleza diferente. Daniel Guérin escribió en Fascism and Big Business sobre la naturaleza de las economías fascistas de Italia y Alemania en el período previo a la Segunda Guerra Mundial. Guerin se refirió a las acciones de los gobiernos italiano y alemán para rescatar a las grandes empresas y bancos en una crisis económica:
Sería un error interpretar esta intervención del Estado como "socialista" en el carácter. Se produjo no en interés de la comunidad, sino en interés exclusivo de los capitalistas [88].
La política económica fascista:
[E]mite papel y arruina la moneda nacional en detrimento de todas las personas que viven con ingresos fijos procedentes de las inversiones, los ahorros, las pensiones, los salarios del gobierno, etc, - y también la clase trabajadora, cuyos salarios se mantienen estables o están muy por debajo del aumento en el costo de vida. [...] Los enormes gastos del Estado fascista no aparecen en el presupuesto oficial, [ocultan la inflación] [89].

[...] La inflación oculta produce los mismos efectos que la inflación abierta: el poder adquisitivo del dinero disminuye. [90]
La burocracia del Estado fascista se vuelve mucho más poderosa al dirigir la economía, y es asesorada por los "magnates del capital", que "se convierten en el alto mando económico - ya no oculto, como antes, sino que oficial - del Estado. Se establece contacto permanente entre ellos y el aparato burocrático. Ellos dictan, y la burocracia ejecuta."[91] Esta es exactamente la naturaleza del Departamento del Tesoro y la Reserva Federal, muy especialmente desde que la Administración Obama asumió el cargo.

En noviembre de 2008, el Consejo Nacional de Inteligencia (NIC) emitió un informe en colaboración con todas las dieciséis agencias de inteligencia de Estados Unidos y las principales fundaciones internacionales y think thanks, en el que evaluaron y analizaron las tendencias generales en el mundo hasta 2025. Cuando analizó las tendencias de "democratización", discutiendo la difusión y la naturaleza de la democracia en el mundo, el informe advirtió:
[Los a]vances [en la democracia] probablemente serán lentos y la globalización ha hecho a muchos países recientemente democratizados objeto de crecientes presiones sociales y económicas que podrían socavar las instituciones liberales. [...] El mejor desempeño económico de muchos gobiernos autoritarios podría sembrar dudas entre algunos respecto a si la democracia es la mejor forma de gobierno.

[...] Incluso en muchas democracias bien establecidas [por ejemplo, en Occidente], las encuestas muestran una creciente frustración con el funcionamiento actual de los gobiernos democráticos y el cuestionamiento de las élites sobre la capacidad de los gobiernos democráticos para tomar las medidas audaces necesarias para hacer frente rápida y efectivamente al creciente número de retos transnacionales [92].
La advertencia de Daniel Guerin es vital para entender esta tendencia: "La burguesía recurre al fascismo más que en respuesta a los disturbios en la calles, en respuesta a los disturbios en su propio sistema económico." [93] El totalitarismo va en ascenso, como escribiera David Lyon:
La característica fundamental de la dominación totalitaria es la ausencia de una salida, que puede lograrse temporalmente mediante el cierre de fronteras, pero solo permanentemente con un verdadero alcance global que eliminaría la noción misma del sentido de salida. Esto en sí mismo justifica las preguntas sobre el potencial totalitario de la globalización [...] "¿Es la abolición de las fronteras intrínsecamente (moralmente) buena, porque simboliza las barreras que separan y excluyen innecesariamente a las personas, o acaso son posibles líneas de resistencia, refugio y diferencia que pueden salvarnos del abismo totalitario? [S]i la globalización socava los modelos probados de democracia basados en el Estado, el mundo puede ser vulnerable a una estatización totalitaria mundial, [es decir, la centralización y control] [94].
En 2007, el Ministerio de Defensa británico publicó un informe en el que se analizaron las tendencias futuras en el mundo. Señaló en cuanto a los problemas sociales que, "Las clases medias podrían convertirse en una clase revolucionaria, tomando el papel previsto por Marx para el proletariado." Interesantemente:
La tesis se basa en una creciente brecha entre las clases medias y los súper-ricos, por un lado y una sub-clase urbana amenazando el orden social: "Las clases medias del mundo podrían unirse, usando el acceso a conocimientos, recursos y habilidades para dar forma a los procesos transnacionales bajo sus propios intereses de clase". El marxismo también puede ser revivido, dice, debido a la desigualdad global. Una tendencia creciente hacia el relativismo moral y los valores pragmáticos animará a la gente a buscar un "refugio proporcionado por sistemas de creencias más rígidas, incluyendo la ortodoxia religiosa y las ideologías políticas doctrinarias, como el populismo y el marxismo" [95].
La tendencia general se ha convertido en la reforma del sistema capitalista hacia un sistema basado en el "modelo chino" de capitalismo totalitario. La clase capitalista teme al potencial sentimiento revolucionario de las clases medias y bajas del mundo. Obama fue un producto bien empaquetado de Wall Street, que se vendió a los estadounidenses y a los pueblos del mundo con la promesa de "Esperanza" y "Cambio". Obama fue colocado ahí para pacificar la resistencia.

Antes de que Obama se convertirse en presidente, el pueblo estadounidense se encontraba cada vez más unido en su oposición, no solo contra la Administración Bush, sino también hacia el Congreso y el gobierno en general. Tanto el Presidente como el Congreso fueron igualmente repudiados, el pueblo se unió. Dado que Obama se convirtió en Presidente, las personas se han vuelto el uno contra el otro: "conservadores" culpan a "liberales" y "socialistas" de todos los problemas, señalando con el dedo a Obama (que no es nada más que una máscara), mientras los de izquierda apuntan a los republicanos, los "conservadores" y a Bush, cargando toda la culpa sobre ellos. La derecha defiende a los republicanos, la izquierda defiende a Obama. El pueblo ha sido dividido, posiblemente más que en cualquier momento de la historia reciente.

Al dividir a la gente unos contra otros, aquellos en el poder han sido capaces de evitar la resistencia contra ellos, y han continuado el saqueo y el pillaje de la nación y el pueblo, mientras usan su poder militar para saquear y robar a las naciones y pueblos extranjeros. Obama no está ahí para dar esperanza y cambio al pueblo estadounidense; su propósito era proporcionar la ilusión de "cambio" y ofrecer "esperanza" de las élites para prevenir una cada vez más determinada y poderosa oposición o rebelión dentro del pueblo. Mientras tanto, el gobierno se ha estado preparando para la potencialidad de los disturbios sociales y civiles que seguirán al futuro gran colapso o crisis. En lugar de acudir en ayuda del pueblo, el gobierno se está preparando para controlar y reprimir al pueblo.

¿Podría decretarse Ley Marcial en Estados Unidos?


Procedimientos realizados por el establisment político estadounidense en décadas anteriores, acelerados rápidamente bajo la Administración Bush e implementados por la Administración Obama, han establecido el marco para la imposición de un gobierno militar en Estados Unidos. Prontamente armado con un aparato estatal opresor y respaldado por el robusto aparato de vigilancia estatal, el Estado de "Seguridad Interna" trata de controlar la población, no protegerla.

En enero de 2006, KBR, una subsidiaria de la entonces empresa del ex Vicepresidente Cheney, Halliburton, recibió un contrato del Departamento de Seguridad Interna:
[P]ara apoyar las instalaciones de la Fuerza de Inmigración y Aduanas (ICE) del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (DHS), en caso de emergencia. [El contrato] tiene un valor total máximo de 385 millones de dólares en un período de cinco años, consistente en un período de año base y cuatro años opcionales, el contrato adjudicado por concurso será ejecutado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU., en el Distrito de Fort Worth. KBR celebró el contrato anterior con el ICE desde el 2000 hasta el 2005.

[Además] provee capacidades de detención temporal y procesamientos para fortalecer instalaciones del Programa de Operaciones de Detención y Deportación del ICE (DRO) en caso de un flujo inmigratorio de emergencia dentro de Estados Unidos, o para apoyar el desarrollo rápido de nuevos programas. [...] El contrato también puede proporcionar apoyo en la detención de inmigrantes a otras organizaciones del gobierno estadounidense en caso de una emergencia inmigratoria, así como el desarrollo de un plan para responder ante una emergencia nacional, como un desastre natural. [Énfasis Agregado] [96]
En pocas palabras, el contrato consiste en desarrollar un sistema de "centros de internamiento" dentro de Estados Unidos para ser utilizados en tiempos de "emergencia". Además, como reveló Peter Dale Scott en su libro, The Road to 9/11:
El 6 de febrero de 2007, el secretario de seguridad nacional, Michael Chertoff anunció que el presupuesto federal del año fiscal 2007 destinará más de 400 millones de dólares a incorporar ciento sesenta y siete centros de detencion adicionales (un aumento del 32% respecto a 2006). [Esto se realizó] en cumplimiento parcial de un ambicioso plan Seguridad Nacional a 10 años plazo, de nombre en código Endgame, autorizado en 2003, [diseñado para] eliminar a todos los extranjeros ilegales [y] a potenciales terroristas [97].
Como escribiera Scott anteriormente, "el contrato evocaba recuerdos ominosos del polémico “ejercicio de preparación" Rex-84 de Oliver North de 1984. Este fue propuesto por la Federal Emergency Management Agency (FEMA) para cercar y detener a 400.000 "refugiados" imaginarios, en un contexto de “movimientos incontrolados de población” en la frontera de México hacia Estados Unidos." Sin embargo, serviría de fachada para la captura de "subversivos" y "disidentes". Daniel Ellsberg, que filtró los “Papeles del Pentágono” en 1971, declaró que, “es casi seguro que este [nuevo contrato] es la preparación para una redada después del próximo 9/11 enfocada en árabes, musulmanes y probablemente disidentes." [98]

En febrero de 2008, un artículo en el diario San Francisco Chronicle, co-escrito por un ex congresista estadounidense, informó que "A partir de 1999, el gobierno ha entrado en una serie única de contratos sin licitación con la filial de Halliburton, Kellogg, Brown and Root (KBR) para construir centros de detención en lugares no revelados dentro de Estados Unidos. El gobierno también ha contratado a varias empresas para construir miles de vagones de ferrocarril, según algunos informes, equipados con grilletes, aparentemente para transportar detenidos." [99]

Además, en febrero de 2008, el Vancouver Sun informó que:
Canadá y Estados Unidos han firmado un acuerdo que allana el camino para que las fuerzas militares de ambas naciones puedan enviar tropas a través de las fronteras de cada uno durante una emergencia, pero algunos se preguntan por qué el gobierno de Harper ha guardado silencio sobre el acuerdo. [. . .] Ni el gobierno de Canadá ni las Fuerzas Canadienses anunciaron el nuevo acuerdo, que firmaron 14 de febrero en Texas, [pero el] Comando Militar Norte de Estados Unidos, sin embargo, dio a conocer el acuerdo con una declaración sobre el cómo su oficial superior, el general Gene Renuart, y el Teniente General. Marc Dumais, jefe del Comando de Canadá, habían firmado el plan, que permite a las fuerzas armadas de una nación apoyar a las fuerzas armadas de la otra en caso de emergencia civil.

[. . .] Si fuerzas estadounidenses llegan a entrar en Canadá, estarían bajo el control táctico de las Fuerzas Armadas Canadienses, pero aún se mantendrían bajo el mando de los militares estadounidenses [100].
Refiriéndose a la Ley de Comisiones Militares de 2006, el Profesor de Derecho y Ciencias Políticas de Yale, Bruce Ackerman escribió en el Los Angeles Times que la legislación "autoriza al presidente a detener a ciudadanos estadounidenses como enemigos combatientes, incluso si nunca han salido de Estados Unidos. Y una vez recluídos en la cárcel militar, no pueden esperar un juicio por pares o cualquier otra de las salvaguardas de la Carta de Derechos." Además, afirma que la legislación "otorga al presidente un enorme poder sobre los ciudadanos y residentes legales. Pueden ser designados como "enemigos combatientes" si han contribuido con dinero a caridad en el Medio Oriente, pudiendo ser detenidos indefinidamente en una prisión militar." No sólo eso, sino que "los estadounidenses comunes estarían obligados a defenderse ante un tribunal militar sin las garantías constitucionales establecidas en los juicios penales." Sorprendentemente, "los residentes legales que no son ciudadanos son tratados aún más duramente. El proyecto de ley corta por completo el acceso al hábeas corpus federal, dejándolos a merced de las sospechas del presidente." [101]

El Senador Patrick Leahey hizo una declaración en febrero de 2007 donde comentó respecto a la Ley Autorización de Defensa John Warner de 2007, señalando:
El año pasado, el Congreso silenciosamente le hizo más fácil a este presidente o cualquier presidente, el declarar ley marcial. Así es: En la legislación añadida a petición de la Administración del masivo proyecto de ley de Autorización de Defensa del año pasado, ahora se volverá más fácil pasar por alto las antiguas restricciones de la posse comitatus que impiden el uso de militares por el gobierno federal, incluyendo una Guardia Nacional federalizada, para realizar funciones policiales domésticas.
Añadió que, la "posse comitatus [es] la doctrina legal que prohíbe el uso de los militares para hacer cumplir la ley que apunta a los estadounidenses aquí en casa." El proyecto de ley es una enmienda a la Ley de Insurrección, de la cual Leahey comentó además que:
Cuando se invoca la Ley de Insurrección, el Presidente puede - sin el consentimiento de los respectivos gobernadores - federalizar la Guardia Nacional y utilizarla, junto con todos los brazos de las fuerzas armadas, para desempeñar funciones policiales. [Esta] es una profunda concesión a la autoridad del Presidente. [...] Además de los casos de insurrección, la ley ahora puede ser invocada para restablecer el orden público después de un ataque terrorista, un desastre natural, un brote de enfermedad, o - y esto es muy amplio - "otra condición" [102].
El 9 de mayo de 2007, la Casa Blanca emitió un comunicado de prensa acerca de la Directiva Presidencial de Seguridad Nacional (NSPD) 51, también conocida como la "Directiva Presidencial de Seguridad Nacional y Seguridad Interna." La presente Directiva:
[P]rescribe los requisitos de continuidad para todos los departamentos y organismos ejecutivos, y ofrece orientación para gobiernos estatales, locales, territoriales, o tribales y organizaciones del sector privado a fin de garantizar un amplio e integrado programa de continuidad nacional que aumentará la credibilidad de nuestra postura de seguridad nacional y permitirá una respuesta más rápida y eficaz para recuperarse de una emergencia nacional.
El documento define la "emergencia catastrófica" como "cualquier incidente, independiente de su ubicación, que resulte en niveles extraordinarios de víctimas masivas, daños o perturbaciones graves que afecten a la población, infraestructura, medio ambiente, economía, o funciones del gobierno estadounidense". En él se explica la "Continuidad del Gobierno" (COG), como "un esfuerzo coordinado dentro de la rama ejecutiva del Gobierno Federal para garantizar que las funciones esenciales se sigan llevando a cabo durante una emergencia catastrófica." [Énfasis agregado]

La Directiva establece que: "El Presidente dirigirá las actividades del Gobierno Federal para garantizar un gobierno constitucional. Con el fin de asesorar y asistir al Presidente en esa función, el Asistente del Presidente para Seguridad Nacional y Contraterrorismo (APHS/CT) será designado como Coordinador de la Continuidad Nacional." [103]

Esencialmente, en tiempos de "emergencia catastrófica", el Presidente asume el control total de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial del gobierno buscando asegurar la "continuidad". En esencia, la Presidencia se convertiría en una "Dictadura Ejecutiva".

A finales de septiembre de 2008, en medio de la crisis financiera, el Army Times, un medio oficial del Pentágono, informó que, "Ayudar a "personas en casa" puede volverse un área permanente del servicio activo del Ejército", ya que la 3ª División de Infantería de la 1º Brigada de Combate, tras haber pasado años patrullando Irak, ahora "está formándose para la misma misión - con una diferencia - en casa". Y hay más:
Podrían ser llamados a ayudar con el control de disturbios civiles y multitudes o para hacer frente a situaciones potencialmente horrendas como envenenamiento y caos masivo como consecuencia de un ataque con productos químicos, biológicos, radiológicos, nucleares, explosivos de alto rendimiento, o CBRNE. [104]
Ninguna de las autorizaciones, leyes, órdenes ejecutivas, o contratos relacionados con la declaración de ley marcial y la suspensión de la democracia en caso de "emergencia" han sido derogados por la Administración Obama.

De hecho, como reveló el New York Times en julio de 2009, la Administración Obama mantenido firmes decididamente las medidas de la Administración Bush respecto a la respuesta del gobierno ante una emergencia nacional en planes de "Continuidad del Gobierno" (COG) para establecer un "gobierno en las sombras":
Un cambio en la autoridad ha dado a los funcionarios militares en la Casa Blanca un papel más activo en la creación de un gobierno de reserva si la capital del país fuera "decapitada" por un ataque terrorista u otra calamidad, de acuerdo a funcionarios y ex funcionarios involucrados en la decisión.

La medida, que se tomó en las últimas semanas de la Administración del Presidente George W. Bush, llegó después de meses de acalorado debate interno sobre el equilibrio de poder y el papel de los militares en un momento de crisis, dijeron los participantes. Las autoridades señalaron que la Administración Obama había dejado el plan esencialmente intacto.

Bajo la renovada estructura, la Oficina Militar de la Casa Blanca, que informa a la oficina del jefe de gabinete de la Casa Blanca, ha asumido un papel más central en la creación de "gobierno temporal en la sombras" en caso de crisis.
La Administración Obama anunció que sus planes de continuidad estaban “resueltos” y “no guardó distancia entre sus propias políticas y las dejadas por la Administración Bush.” [105] En julio de 2009, se informó también de movidas por parte de la Administración Obama para implementar un sistema de "detención preventiva". Con esto, cualquier apariencia de responsabilidad democrática y libertades han sido completamente destruidas y destripadas; la República está oficialmente muerta:
[‘La detención preventiva’] pasará a ser un régimen de detención permanente e institucionalizado con el poder residiendo en el Presidente moviéndose para encarcelar a personas sin cargos.

[. . . ] Evidentemente, no se trata de otra cosa más que la institucionalización de la que claramente ha surgido como la premisa central del Sistema Judicial de Obama: escoger y elegir qué nivel de proceso concedido está acorde a cada individuo acusado de terrorismo, lo que se determina exclusivamente cuidando que el proceso asegure que el Estado siempre gane. Si saben que serás condenado en un procedimiento judicial real, ellos te darán uno; si consideran que podrían perder allí, te pondrán en una comisión militar; si todavía no están seguros de que vas a ganar, simplemente te encarcelarán indefinidamente sin cargos.

[. . .] Son espectáculos kafkianos de juicios en su forma más perversa: el veredicto está predeterminado (culpable y encarcelado) y sólo cambia el proceso. Esto particularmente cierto dado que, aun cuando un error de cálculo hace que alguien sea juzgado, pero luego absuelto, la facultad de detenerlos todavía se puede utilizar [106].
La sociedad, y con ella, cualquier “democracia” remanente, se están cerrando. En esta crisis económica, como Daniel Guerin advirtió hace décadas, la oligarquía financiera ha elegido 'tirar por la borda la democracia', y han optado por la otra opción: el capitalismo totalitario; el fascismo.

En Conclusión


La presente crisis no es solamente una falla de la burbuja inmobiliaria estadounidense, es síntoma de un problema mucho más amplio y de largo alcance. Las naciones del mundo están sumidas bajo una exorbitante carga de deuda; cuando la crisis de la deuda soberana se extienda por todo el mundo, toda la economía se derrumbará, y las monedas colapsarán, mientras los bancos se consolidarán y crecerán. El resultado será la construcción e implementación adecuada del aparato de una estructura de gobierno global. Una faceta central en ello es la formación de un banco central global y una moneda global.

Los pueblos del mundo han sido calmados en un falso sentido de seguridad y complacencia, viviendo bajo la ilusión de una recuperación económica. El hecho permanece: es sólo una ilusión, y eventualmente, se vendrá abajo. El pueblo ha sido estafado en entregar sus gobiernos a los bancos, y los bancos han estado saqueando y robando los tesoros y la riqueza de las naciones, y en todo ello, hacen que los pueblos paguen por ello.

Nunca hubo una historia de mayor dolor, que la de la especie humana, y sus adinerados enemigos.

En realidad, los pueblos del mundo necesitan un nuevo orden mundial, pero no uno determinado y construido por y para los que han creado los últimos ordenes mundiales fracasados. Debe ser un orden mundial dirigido y determinado por los pueblos del mundo, no por los poderosos. Pero para conseguirlo, el pueblo debe recuperar el poder.

El camino para alcanzar una economía estable es el camino de la paz. La guerra y las crisis económicas se desarrollan entre una y otra, y están sistemáticamente vinculadas. El imperialismo es el conductor de este sistema, y detrás de este, el establishment bancario y financiero.

La paz es la única manera de avanzar, tanto en los ámbitos político como económico. La paz es el requisito previo para la sostenibilidad social y para una verdadera gran civilización.

Los pueblos del mundo deben perseverar y trabajar por la paz y la justicia a escala global: económica, política, social, científica, artística y personalmente. Es mucho pedir, pero es nuestra única opción. Tenemos que tener "esperanza", una palabra a menudo difundida en el ambiente con el humilde propósito de apuntar que ha llegado a representar las expectativas frustradas. Necesitamos tener esperanza en nosotros mismos, en nuestra capacidad para romper las cadenas que nos atan y en nuestra diversidad y creatividad para construir un nuevo mundo que nos beneficie a todos.

Nadie sabe a qué se parecerá ese mundo, o exactamente cómo llegar, yo menos que nadie. Lo que sí sabemos es a lo que no se parece, y qué camino hay que evitar. Ha llegado el momento de retomar nuestro lugar legítimo como comandantes de nuestras propias vidas. Debe haber libertad para todos, o libertad para ninguno. Este es nuestro mundo, y se nos ha dado el don de la mente humana y el pensamiento crítico, del que ningún ser vivo puede alardear, qué vergüenza sería desperdiciarlo.

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Andrew Gavin Marshall es investigador asociado de Centre for Research on Globalization (CRG). Actualmente está estudiando Economía Política e Historia en la Simon Fraser University.

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