A invitación expresa del periódico inglés The
Guardian, un grupo de artistas y escritores propone nuevos diseños para
el dinero, esa mercancía que es todas las mercancías, uno de los bloques
fundamentales del sistema económico que en este año mostró sus
deficiencias y debilidades.
(Posy Simmonds)
Si aceptamos que los distintos
movimientos sociales y manifestaciones ocurridas en este 2011 pueden
considerarse una expresión del cansancio ante el sistema económico
dominante en prácticamente todo el mundo, un intento por hacer evidentes
sus fallas y también las posibles alternativas, entonces una de las
primeras cosas que podría cambiarse es el símbolo más elemental de dicho
sistema: el dinero.
Con esta idea en mente un grupo de
escritores y artistas de otras disciplinas proponen nuevos e inquietante
diseños de papel moneda para los aciagos tiempos que se avecinan: el
daño ecológico resultante en la extinción irreversible de la
biodiversidad, pronósticos sobre el sistema económico del futuro,
sentencias sobre el carácter ilusorio o fantasmagórico del dinero y
otros un tanto indescriptibles por la irreverencia de su concepto, son
algunos de los temas o posturas presentes en estos diseños.
“El dinero es, por consenso general, una
de las invenciones humanas más notables. Porque vuelve intercambiables
todos los bienes —puedes cambiar cualquier cosa por cualquier otra por
medio de una transacción monetaria—, hace todos los bienes humanos
solubles y fungibles e intercambiables. Eso es lo maravilloso del
dinero, y también lo terrible […]”, John Lanchester, quien propone un
regreso a la moneda céltica.
“Adornado con especies en peligro o
extintas en denominaciones como $6.66, el valor real de $10 deduciendo
los costos ambientales”. El diseño es del escritor
estadounidense Jonathan Franzen.
Las
autoras de este billetes son la teórica de la anti-globalización Naomi
Klein y la artista visual Kyo Maclear. Un fragmento de su leyenda: “El
agujero en el centro, que en su sentido más literal representa todo lo
que el dinero no puede comprar ni resarcir, podría verse también como
una ventana abierta para que lo no-material y lo que no se puede
contabilizar vuelven a entrar a nuestras vidas”.
Otra canadiense, la escritora Margaret
Atwood, propone este billete en el cual, en su margen superior, puede
leerse el título de uno de sus libros más recientes: Payback: Debt and the Shadow Side of Wealth [Payback: la deuda y el lado oscuro de la riqueza]
Tracey Emin: “No existirá el dinero”.
El escritor Will Self y el caricaturista
Martin Rowson unen sus talentos en este diseño, del que rescatamos la
cita que ocupa buena parte de la mitad izquierda, proveniente del libro
Purity and Danger de la antropóloga social Mary Douglas: “El dinero
media en las transacciones; el ritual media en la experiencia. El dinero
fija un vínculo entre el presente y el futuro; como el ritual. El
dinero solo es un tipo de ritual extremo y especializado”.
De Peter Carey, escritor australiano.
Audrey Niffenegger, artista visual, ofrece este diseño, parco pero de alto contenido simbólico (¿que alude a la expresión “Fascist octopus” analizada por Orwell?)
En
un concurso convocado por miembro del Movimiento Occupy, este diseño
de Stephen Barnwel resultó vencedor. Sus méritos están a la vista.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario