13 diciembre, 2011

Lagos: en otros países de América Latina va a pasar lo mismo que en Chile

 

CH07. SANTIAGO DE CHILE (CHILE), 12/12/2011.- El expresidente de Chile Ricardo Lagos habla en Santiago de Chile durante una entrevista con Efe difundida hoy, lunes 12 de diciembre de 2011, en la que dijo que la agitación que vive Chile es consecuencia de los cambios políticos y económicos de los últimos años, y está convencido de esto mismo le va a pasar a otros países de América Latina. EFE/Felipe Trueba
CH07. SANTIAGO DE CHILE (CHILE), 12/12/2011.- El expresidente de Chile Ricardo Lagos habla en Santiago de Chile durante una entrevista con Efe difundida hoy, lunes 12 de diciembre de 2011, en la que dijo que la agitación que vive Chile es consecuencia de los cambios políticos y económicos de los últimos años, y está convencido de esto mismo le va a pasar a otros países de América Latina. EFE/Felipe Trueba
Felipe Trueba / EFE 
 

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El expresidente Ricardo Lagos aseguró que la agitación que vive Chile es consecuencia de los cambios políticos y económicos de los últimos años, y está convencido de que esto mismo le va a pasar a otros países de América Latina.
“Hay un Chile que exige un tratamiento distinto y esto también ocurre en otros países de la región donde están dejando atrás la pobreza y hay niveles de crecimiento acelerado. Yo creo que va a pasar algo similar”, manifestó el exmandatario (2000-2006).
Ricardo Lagos reflexionó sobre lo ocurrido en el país a lo largo de este año. “En política tres meses es un largo plazo; el Chile de marzo era uno y el Chile que emerge con las protestas es otro”.
El exmandatario escribió en marzo pasado un libro sobre los desafíos que afrontaba el país, pero tras el estallido de la movilización estudiantil quedó obsoleto y decidió enriquecerlo con la aportación de líderes de las nuevas generaciones.
La vertiginosa sucesión de acontecimientos que ha vivido este Chile en los últimos meses le lleva a pensar que “se han terminado tres ciclos”.
“Uno político, porque el sistema binominal y las leyes de quórum no dan para más; otro económico, porque cuando nos acercamos a los países desarrollados en cuanto al ingreso por habitante, el indicador social debe ser la distribución del ingreso”.
“Y como resultado de lo anterior, también cambió el Chile social, porque cuando la línea de pobreza baja del 40 al 11 por ciento surgen sectores medios que demandan educación para los hijos”.
Hace seis años, Ricardo Lagos promulgó una nueva Constitución “que acabó con todos los enclaves autoritarios de (Augusto) Pinochet, menos con uno: el sistema binominal”, que históricamente ha beneficiado a la derecha chilena otorgándole una sobrerrepresentación. Estos días, Gobierno y oposición discuten una posible reforma.
Otro elemento que, a su juicio, obliga a cambiar la actual Carta Magna es consagrar que “quienes mandan son los ciudadanos, y no el mercado”, un debate muy sensible en un país donde la educación, las pensiones y la salud son gestionadas mayoritariamente por el sector privado.
El expresidente asegura que a la Concertación, la coalición de centroizquierda que gobernó desde 1990 hasta el triunfo en 2010 del conservador Sebastián Piñera, le hubiera gustado ir más lejos.
“Es distinto gobernar un país con 5.000 dólares de renta per cápita que con 15.000”, puntualizó. Lagos también aludió a la vigilancia que ejercía el general Agusto Pinochet, quien una vez restaurada la democracia se mantuvo durante ocho años al frente del Ejército.
Además, recordó, hasta hace cinco años en la Cámara alta había senadores que no eran elegidos democráticamente.
“No hicimos muchas cosas porque no podíamos”, admitió Ricardo Lagos, quien ahora ve con preocupación la falta de confianza ciudadana en el sistema de partidos políticos.
“Aquí no tenemos ‘indignados’ ni movimiento del ‘99 por ciento’, pero sí tenemos un 50 por ciento de la ciudadanía que no se considera representado por los partidos políticos, lo cual supone un desafío muy grande” que puede socavar la gobernabilidad y favorecer la aparición del caudillismo.
La Unión Europea, considerada durante años un modelo de cohesión política y prosperidad económica, hoy en plena “crisis de la deuda”, es vista con recelo al otro lado del Atlántico.
Ricardo Lagos propone como receta “que aprenda de América Latina”.
Asimismo, sugiere que los Gobiernos federales restrinjan el nivel de endeudamiento de las entidades regionales y la armonización de la política fiscal de los 27 países miembros.
Lagos comparte la idea de algunos mandatarios de que “América Latina tiene muchas siglas, pero poca integración” y para avanzar propone acciones concretas, como que México, Brasil y Argentina, apoyados por España, defiendan en bloque en el G-20 los intereses de la región.
La relación entre Chile y Bolivia, países vecinos pero sin vínculos diplomáticas, “es un tema histórico complejo”, admite.
Ricardo Lagos reveló a Efe que en la Cumbre Extraordinaria de las Américas celebrada en Monterrey (México) en 2004 le pidió al entonces presidente Carlos Mesa que no planteara en el pleno la reivindicación boliviana de contar con una salida al mar.
“Si lo hacía, me va a obligar a responder, y vamos a retroceder otros veinte años”, le dijo Lagos. Siete años después reflexiona: “me temo que ha sido así”.

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