18 enero, 2012

Latinoamérica empieza a decir adiós a la liberalización financiera

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Brasil, Argentina y Costa Rica son tres ejemplos muy distintos de que Latinoamérica está comenzando a desandar 30 años de liberalización financiera. Después de las crisis que ocurrieron en la región entre mediados de la década del 90 y principios de los 2000, y tras la última debacle financiera mundial de 2008/2009, aquellos tres países han adoptado medidas para controlar el ingreso y la salida de capitales, algunos con bastante éxito, según un reciente documento de Bretton Woods Project y Latindadd.
Bolsa brasil

El Bretton Woods Project es una red de instituciones que se proponen escrutar las tareas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Fue fundado por ONG británicas y está liderado por representantes de ActionAid, el Instituto de Estudios sobre Desarrollo de la Universidad de Sussex, Amnistía Internacional, WWF, el periódico The Observer y ChristianAid. Latindadd es la Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos.


“América Latina es un claro ejemplo de una región que en las décadas de 1980 y 1990, bajo la condicionalidad y el asesoramiento del Banco Mundial y el FMI, abrazó la liberalización financiera, sufrió varias crisis financieras y ahora crecientemente recurre a diferentes formas de regulación”, escriben los autores del documento, Henrike Allendorf y Juan O’Farrell, de Bretton Woods Project, y Jorge Trefogli y Jorge Coronado, de Latindadd. “Las regulaciones de la cuenta de capital, también conocidas como controles de capital, apuntan a reducir los riesgos asociados con la volatilidad de los flujos de capital, como también proteger y promover la actividad económica y la creación de empleo", según el informe. Los estudios de los casos de Brasil, Argentina y Costa Rica “subrayan la utilidad de las regulaciones de la cuenta de capital no sólo en el logro de la estabilidad financiera, como ya ha sido reconocido por el FMI, sino también en prevenir apreciaciones no deseadas del tipo de cambio y fortalecer la política monetaria”.
Brasil y Costa Rica implementaron medidas “puntuales” para lidiar con un contexto particular de crecientes ingresos de capital estimulados por los bajas tipos de interés en los países industrializados. En Argentina las regulaciones comenzaron después de la crisis de 2001 como “una política integral que representa un cambio drástico respecto de la liberalización de la década de 1990”, señala el documento.
A partir de 2008, inversiones de corto plazo conocidas como carry-trade habían inundado Brasil y habían inflado “artificialmente” el tipo de cambio, con la consiguiente amenaza a la competitividad de las exportaciones industriales, según el documento. El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva introdujo en 2009 impuestos a la inversión extranjera en el mercado local de acciones y bonos para impedir que los flujos especulativos apreciaran al real. La alícuota del tributo ha ido variando entre el 2% y el 6%, según la intensidad del ingreso de capitales.
“Los impuestos implementados (en Brasil) han demostrado cierta eficacia en reducir la aceleración de los flujos y la apreciación de la moneda”, concluyen los autores. “De esta manera, el impuesto contribuye a proteger el empleo”, añaden. Sin embargo, advierten que todavía son fuertes los incentivos y los beneficios recibidos por el sector financiero: los altos tipos de interés y las exenciones fiscales a inversores extranjeros aún estimulan la entrada de capitales de corto plazo. Y eso que Brasil se ha distinguido de casi toda la región en los últimos meses al iniciar una serie de reducciones de los tipos de interés como modo de prevenir una nueva crisis mundial que esta vez tendría epicentro en la eurozona.
A partir del ejemplo de Chile en la década del 90, Argentina aplicó desde 2005, en el Gobierno de Néstor Kirchner, un encaje no remunerativo del 30% a las inversiones extranjeras de corto plazo. Ese dinero es resguardado por el Banco Central por un año. “Esta regulación ha sido eficaz en suavizar la entrada de capitales en los períodos de auge, reducir la volatilidad del tipo de cambio y aumentar el espacio de la política monetaria”, observan en Latindadd y en la iniciativa de cuestionamiento de las instituciones multilaterales creadas en Bretton Woods, EE UU, en 1944. “El conjunto de herramientas utilizadas contribuyó a un proceso de rápido crecimiento económico y significativo progreso social”, añaden los investigadores.
Bolsa argentina

El documento advierte, sin embargo, que las regulaciones no impidieron que el nivel de salidas de capital sea alto. Incluso es elevado, mientras que en casi toda Latinoamérica se registra un ingreso neto de fondos. “Se necesitan reforzar las medidas existentes para revertir este proceso. Las regulaciones tanto a las entradas como a las salidas de capital deben ser permanentemente revisadas y ajustadas para evitar su evasión y fortalecer su efectividad”, opinan los autores. En cambio, uno de los autores del control de capitales de 2005, el exministro de Economía Roberto Lavagna, ha cuestionado las nuevas restricciones implementadas por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en noviembre pasado. Los investigadores de Bretton Woods Project y Latindadd advierten que "una de las dificultades en la lucha contra la salida de capitales es el uso de paraísos fiscales por parte de inversores, ya que estas jurisdicciones no proporcionan información a los órganos de control de los países", por lo que recomiendan avanzar en los foros internacionales en la lucha contra el fraude tributario.
El documento también señala que en Argentina la inflación es alta, pues ronda el 20%, y que eso conlleva a que se aprecie el tipo de cambio real (ajustado por la evolución de los precios). Este proceso va en sentido contrario de los controles al ingreso de capital, que buscan, entre otras metas, evitar la sobrevaloración de la moneda.
En Costa Rica, al igual que en Brasil, durante 2010 y 2011 crecientes flujos especulativos estaban apreciando el colón y, por consiguiente, dañando la competitividad internacional de sus industrias. Lo que se llama la enfermedad holandesa. Tras 20 años de liberalización económica, en septiembre pasado el Gobierno de Laura Chinchilla estableció un encaje del 15% a los préstamos externos a corto plazo recibidos por los bancos y otras entidades financieras.”Es solo un primer paso y necesita ser fortalecido con medidas adicionales”, opinan los investigadores de Bretton Woods Project y Latindadd, que consideran que aún es prematuro evaluar el impacto financiero y económico de la medida.
Para mejorar la eficacia de las regulaciones de la cuenta de capital, los controles tienen que ser implementados desde el principio como parte de un marco de política comprehensivo, y no como último recurso, como propone el FMI, recomienda el documento. “Los reglamentos también deben ser continuamente ajustados y actualizados con el fin de evitar su evasión. Finalmente, estas medidas deben ser complementadas y fortalecidas con acciones a nivel regional e internacional”, finalizan los investigadores.

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