23 febrero, 2012

El rescate griego, una estrategia para salvar a la banca a costa de debilitar el país

  • Ayudará más a los acreedores que a la propia economía helena
  • Grecia está en bancarrota y necesita una quita del 100% para seguir adelante
grecia-ruinas
Después de meses de negociaciones, los líderes europeos acordaron el pasado lunes conceder un segundo rescate a Grecia. Pero, ¿qué esconde la letra pequeña del citado acuerdo?
Para muchos, este nuevo paquete de ayuda está más orientado a solventar las necesidades de la banca acreedora que a recomponer la economía helena. Quita de Grecia: Venizelos reconoce que se activarán los CDS, pero que a nadie le importa.

 
Alrededor de una cuarta parte del paquete de rescate de 130.000 millones no llegará ni siquiera a Atenas sino que se destinará directamente a los acreedores privados -bancos y aseguradoras- para que acepten el canje de bonos. Otros 23.000 millones se destinarán a recapitalizar los bancos griegos.
Los acreedores privados podrán decir que han aceptado voluntariamente pérdidas de alrededor del 70% al consentir el canje de deuda, pero están siendo pagados por ello. En cambio, los griegos no han tenido más remedio que acatar severas medidas de austeridad mientras se sumergen aún más en una recesión que dura ya cinco años. ¿Se ayuda así a un país a que regrese a la senda del crecimiento?
Entonces, ¿por qué se ha aprobado de todas formas el rescate? Para lograr que Grecia reduzca su deuda a un nivel suficiente para evitar el default, lo que sí sería un serio problema para la banca acreedora.
Pero Grecia no necesita una quita del 70%, sino del 100%, si es que quiere recuperarse, asegura el alemán Der Spiegel.

Ganar tiempo

Muchos funcionarios europeos admiten en privado que el segundo paquete de ayuda, al que se sumarán otros 35.000 millones del primer rescate que no fueron utilizados, no va a resolver el problema griego. "Es sólo ganar tiempo", dicen. Tiempo para que el sistema financiero se estabilice hasta el punto de ser capaz de resistir un impago heleno sin que se produzca una desastrosa reacción en cadena.
Además, "los bancos están dispuestos a aceptar el canje de deuda y, por lo tanto, a asumir una quita porque han tenido mucho tiempo para provisionar las pérdidas y quieren evitar a toda costa el  impago", explica a Bloomberg Dirk Becker, analista de Kepler Capital Markets.
"La mayor reestructuración de deuda de la historia evitará un default cuyas consecuencias serían peores que la quiebra de Lehman", agrega por su parte el consejero delegado de Deustche Bank, Joseph Ackermann.
Deutsche Bank es, junto a otras entidades como el Banco Nacional de Grecia, BNP Paribas, Commerzbank,  Intesa Sanpaolo o las aseguradoras Allianz y Axa, uno de los mayores tenedores de bonos griegos.
A cambio del segundo rescate, Atenas se verá obligada a ceder parte de su soberanía y a aceptar una supervisión permanente sobre el terreno de la troika. En cambio, los prestamistas de Grecia tendrá el derecho de apoderarse de las reservas de oro en el Banco de Grecia bajo los términos del el nuevo acuerdo. Además, los nuevos bonos que emitirá Grecia como parte del canje se regirán por la legislación inglesa, en vez de por la griega, lo que concede una mayor protección a los inversores.
"Los líderes de la UE deberían canalizar la ayuda hacia la reconstrucción de la economía griega en lugar de recompensar a los especuladores financieros para sus ofertas de alto riesgo", asegura Der Spiegel.

Un acuerdo que no se sostiene

Se da por descontado que Grecia no va a poder pagar nunca todo lo que debe, y que sólo con recortes y austeridad no va a poder recuperar el crecimiento.
Pero, además, un informe interno de la troika, que recoge FT Alphaville, demuestra que aun en el escenario más optimista, la deuda griega sólo será capaz de reducirse al 129% en 2020, frente al 120,5% previsto. Incluso se habla de que el país podría necesitar una ayuda adicional de 50.000 millones de euros entre 2015 y 2020.
Según el documento, la devaluación interna necesaria para restaurar la competitividad de Grecia conducirá inevitablemente a una mayor deuda en el corto plazo.
Mientras, los griegos siguen sin ver el fin de los problemas. "Nos quieren matar, pero nos mantienen de rodillas para que podamos seguir pagando indefinidamente", protesta una ciudadana en declaraciones al New York Times.

No hay comentarios.: