10 marzo, 2012

Disidentes cubanos al encuentro de Vaclav Havel

Por Angel Cuadra

Una nueva solidaridad se va gestando en el mundo: la solidaridad de los que luchan sin armas frente a la opresión, por la salvaguarda de la dignidad de los hombres, y por las libertades y de los derechos inherentes a los mismos.
Los que se aventuran ahora por esos caminos, en heroica indefensión, acuden a rememorar a aquellas personalidades que han abierto las brechas para los pasos nuevos que siguen esos rumbos. Personalidades que son acicate y estímulo, alimentos y esperanza.
Por eso, disidentes cubanos y activistas de la lucha cívica no violenta, residentes en Madrid, en días recientes convocaron a una concentración junto al Monumento de las Víctimas del Terrorismo, en un acto de recordación al gran activista y símbolo de la lucha cívica por la libertad y la democracia, intelectual y expresidente de la República Checa, Vaclav Havel.

De los citados disidentes, muchos de ellos habían sido sancionados en Cuba en marzo del año 2003, represión que ya va quedando en la historia como la Primavera Negra, en la que 75 opositores pacíficos fueron condenados hasta con 28 años de privación de libertad.
La concentración de Madrid, convocada por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, rememoraba el IX aniversario de la referida oleada represiva del 2003, y nadie mejor, y más adecuado para el ejemplo y estímulo de los nuevos luchadores, que Vaclav Havel, a quien los cubanos allí congregados, tienen como buen amigo de los opositores cubanos, y figura mundial de esa forma de lucha. De modo que uno de los congregados allí, el disidente y periodista independiente Omar Rodríguez Saludes, en breve discurso, agradeció “el apoyo que Havel brindó a favor de los derechos humanos en Cuba.
Y de esa forma los manifestantes partieron de la figura y la acción de Vaclav Havel, para rememorar a los mártires cubanos de esa lucha cívica, Zapata Tamayo, Pedro Luis Boitel, Juan Wilfredo Soto y Laura Pollán, entre otros.
En el reportaje que la Agencia EFE hace de dicho acto, se señala que estuvo presente el Ministro Consejero de la Embajada Checa en España, señor Tomás Seidl, quien manifestó que para Vaclav Havel la situación de Cuba fue “un asunto principal”. Y eso es muy cierto, ya que en múltiples ocasiones Vaclav manifestó públicamente su respaldo a la lucha por la libertad en Cuba.
Hace ya algunos años, por intermedio de manos amigas, hice llegar a Vaclav Havel, con traducción al inglés, el poema que escribí en prisión, por el estudiante checo Jan Palach, que se dio muerte por el fuego en protesta por la invasión soviética a Checoslovaquia. El acuse de recibo que Havel me envió fue una breve y hermosa cartica escrita a mano que, traducida, dice: “Recibí su poema a Jan Palach. Usted está en mi corazón, y es mi fuerte esperanza que la democracia triunfe pronto en Cuba”. Y junto a su firma dibujó un corazón.
Hace poco tiempo, en una delegación del Consejo del Presidio Político Cubano, invitada a la República Checa, además de entrevistas con altos miembros del gobierno, tuvimos una entrevista con Vaclav Havel, en su domicilio en Praga; y fue aquello como visitar a un gran amigo, hermanado a un común anhelo por la libertad de Cuba.
Luego, eso ha sido una actitud constante, generosa y solidaria de Vaclav Havel con la causa de Cuba. Y ha sido muy coherente que, ahora, una joven promoción de cubanos, activistas de la lucha cívica, haya acudido en Madrid a un símbólico encuentro con Vaclav Havel, quien falleció en diciembre del pasado año. Y que en ese encuentro, el Consejero de la Embajada Checa señalara que es “significativo” que las “actividades y las idea de Vaclav Havel viven”, esto es, son acogidas y se abren caminos.
Es que, como digo al comienzo de este artículo, una nueva solidaridad se va gestando en el mundo: la de los que luchan con otras armas por las libertades y los derechos inherentes a todos los hombres. Y en esa lucha es dable acudir, como fuente de estímulo y ejemplo, a aquellas personalidades que la tipifican y la alientan, más allá de la hora de su existencia. Vaclav Havel es una de ellas.

No hay comentarios.: