1.-
EXTERIOR — HOSPITAL CIMEQ, LA HABANA— DIA.
Las tomas iniciales “establecen” la locación. En la banda sonora se sobreimpone la voz de Silvio Rodríguez, fuera de cámara “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores…”. Corte a:
2.-
INTERIOR — PASILLO DEL HOSPITAL CIMEQ — DIA
La conversación se escucha sobre diversas tomas cámara-en-mano que muestran la actividad en el piso. Fuerte operativo de seguridad: más militares y agentes secretos que personal médico.
— Están comenzando a sospechar.
— Tonterías. Tienes la coartada perfecta.
3.-
INTERIOR HABITACION PACIENTES VIP DIA
Un paciente habla con un visitante. La cámara nunca muestra su rostros. El paciente suena ansioso; el visitante viste camisa playera y se advierte que usa lentes oscuros. Da la espalda a cámara y habla en tono tranquilizador. La cámara se entretiene con la ambientación: la luz tropical que entra por la ventana y deslumbra al lente, el instrumental de apoyo clínico, et cétera.
PACIENTE: Insisto en que se está haciendo cada día más peligroso.
VISITANTE:¿Qué estás tratando de decirme? ¿Que te rajas?
PACIENTE: El farmacólogo brasileño ha entrado en sospechas.
VISITANTE: ¿Qué te lo hace pensar?
PACIENTE: Nada en concreto. No me gusta la manera como me mira.
VISITANTE: Amigo, no nos pagan para tener corazonadas.
PACIENTE: El anestesiólogo ruso es el que más me preocupa.
VISITANTE :¿Qué pasa con él?
PACIENTE: Nada en concreto.
VISITANTE: ¡Ah, vamos! “Nada en concreto, nada en concreto.” ¿Otra corazonada?
PACIENTE: Soy bueno para las corazonadas. Y algo me dice que el ruso y el brasileño se huelen algo.
VISITANTE: No me esperaba esto de ti. ¡Estás arrugando!
PACIENTE: El jefe de servicios del hospital es de Cienfuegos, estudió en Alemania Oriental y es el más duro, casi ni habla. Me mira recio en las reuniones con Raúl. No me quita la vista de encima.
VISITANTE: Es su trabajo. Ignóralo. No le des importancia.
PACIENTE:Trabaja directamente a las órdenes de Ramiro Valdés, el superespía. Valdés le ordenó escrutar todas mis reacciones cuando hablo con Raúl.
VISITANTE:¿Crees que Valdés ha entrado en sospechas?
PACIENTE:¿Cómo puedo saberlo a ciencia cierta? ¡Quiero irme!
VISITANTE: Estás arrugando justo en el momento crucial.
PACIENTE: Llámalo como quieras, pero llegó el momento de irme de aquí. Si me quedo para otra ronda de radioterapia no estoy seguro de poder escapar con vida más adelante. ¡Díles que aborten la operación! ¡Sáquenme de aquí antes de que sea tarde!
VISITANTE ;No puedes irte ahora, idiota, entiéndelo. Justo cuando más te necesitamos. Al fin los tenemos donde los queríamos tener desde hace años. ¡Y te quieres ir! ¿Qué esperas que les diga cuando regrese a Washington? ¿Que nuestro hombre en La Habana tiene corazonadas? ¡Esta es la operación más compleja y costosa que hayamos montado en décadas desde el desastre de Bahía de Cochinos! ¡Tres administraciones han invertido miles de millones de dólares en ti para infiltrarte en Cuba ! El momento estelar es todo tuyo, nadie sino tú puede llevar adelante la operación. Ahora todo depende de tí. No puedes irte ahora, maldita sea. ¡Simplemente no puedes irte!
PACIENTE: Baja la voz, ¿quieres? Ahí viene la nutricionista.
4.-
INT HABITACION PACIENTES VIP –OTRO ANGULO- DIA
Barrido de cámara que muestra a la nutricionista trayendo una bandeja con un refrigerio. Es una joven uniformada. Guapa y risueña, trae una bandeja .
NUTRICIONISTA: Buenos días, compañeros.
PACIENTE: Buenos días, compañera.
NUTRICIONISTA: Aquí le traigo su juguito de fruta bomba, compañero presidente. Y su buchito de café.
PACiENTE: Gracias, compañera.
La nutricionista sonríe coquetamente al visitante, antes de retirarse. La cámara descubre que se trata de Sean Penn. Se reanuda la conversación.
VISITANTE: Veré qué puedo hacer. Por ahora tenemos que seguir adelante de acuerdo al plan.
PACIENTE: Para tí es muy fácil decir eso: no eres tú al que rajan, ni al que le admimistran quimioterapia y dosis masivas de dexometasona. No eres tú el que tiene que pararse nueve horas ante la Asamblea Nacional a improvisar huevonadas. No eres tú el que tiene que calarse a Nicolás Maduro y toda la parranda de jalabolas.
VISITANTE: Te prometo que será la última misión. Ahora concéntrate. Dentro de una hora te llevan al quirófano.
PACIENTE: Todavía no te he dicho lo peor.
VISITANTE: Date prisa, debo irme.
PACIENTE: Se trata de Bocaranda. Ha ido demasiado lejos. Es un bocón y un exhibicionista. Ha estado a punto de delatarme como su fuente. Díganle que por favor ya deje de tuitear esos estúpidos runrunes médicos jugada por jugada. Si Fidel y Raúl descubren que soy el infiltrado de Washington en el gobierno venezolano desde hace trece años no saldré con vida de aquí. Tengo los nervios destrozados, Sean. Temo perder la cabeza y arruinarlo todo en el último momento.
VISITANTE: Ya falta poco, bro. Aguanta. Es solamente hasta el siete de octubre. El presidente Obama necesita los votos de La Florida y quiere anunciar el colapso del eje La Habana-Caracas poco antes de su reelección en noviembre. Sólo tú puedes ayudarlo. Tienes que restablecerte y regresar a Caracas a terminar tu trabajo de demolición. Lo estás haciendo estupendamente. Jaua, Diosdado, tu hermano y Rafael Rodríguez ya han desenterrado el hacha de guerra. En el alto mando militar ya se habla de la Operación Fuera Careta. Mario Silva se cura en salud y ha comenzado a yudar a las viejitas a cruzar la calle.Si todo sale bien, habrás acabado con la Revolución Bolivariana antes de que Israel ataque a Irán. En ese escenario nuestro hombre, Henrique Capriles, no puede perder las elecciones. Y todo te lo deberemos a ti. ¡Aguanta! Te prometo la Cruz de Servicios Distinguidos, el Corazón Púrpura y la Medalla del Congreso. Pero aguanta, Hugo, ¡aguanta!
La toma se cierra sobre el rostro del paciente, preocupado. Junto a la verruga rueda una gruesa gota de sudor. Se sobreimpone la voz de Silvio Rodríguez, fuera de cámara: “..Y hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.
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