Cuando Barack Obama era
apenas candidato a la presidencia de Estados Unidos en el 2008, la
gasolina alcanzó un precio récord de US4,11 por galón. Obama no dudó en
tildar al entonces presidente George W. Bush de "irresponsable" y de
crear una situación "vergonzosa" para las familias trabajadoras del
país.
Hoy en día, frente a una nueva escalada de precios, Obama es el blanco de las críticas.
A la par de la escalada de los precios está la retórica de los precandidatos republicanos que no han dejado pasar la oportunidad para atacar al presidente sobre un tema que afecta a más de 210 millones de conductores. Mitt Romney, quien lleva la delantera en las primarias, dijo que las políticas ambientalistas de Obama contribuían a este incremento al restringir la exploración de nuevas reservas petroleras.
Rick Santorum, quien va de segundo, declaró como "horrible" la gestión de Obama y predijo más convulsión económica. Newt Gingrich por su parte, lanzó una nueva promesa de campaña: reducir el precio de la gasolina a US$2,50 por galón. Gingrich agregó que él sí apoya la energía alternativa, pero que si el presidente pensaba que iba a solucionar la crisis actual con combustible a base de "algas" era "pura fantasía".
Varita
Obama no perdió tiempo en responder a las críticas."Cada vez que suben los precios, sobre todo en un año electoral, los políticos sacan su plan de 3 puntos para poner la gasolina a 2 dólares. Parece que este año toca de $2,50. ¿Por qué no mejor a US$2,40 o US$2,10? Y van a una gasolinera y se aseguran de que haya cámaras y actúan como si tuvieran una varita mágica para dar gasolina barata por la eternidad si salen electos", dijo Obama en un evento público.
Pero mientras los políticos debaten el tema y se echan la culpa, los medios especulan acerca del impacto del precio de la gasolina sobre la imagen del presidente y sus probabilidades de reelección.
Según un sondeo del Washington Post y ABC News, más del 60% de la población está descontenta con el presidente a la hora de llenar el tanque. La mayoría afirma que el alto costo del combustible está afectando negativamente su economía familiar y el 54% de los encuestados opinan que el presidente "puede hacer mucho" para controlar el precio.
Chris Cillizza y Aaron Blake, columnistas del Washington Post, señalan que el tema clave para los votantes en este ciclo sigue siendo la economía. Pero que mientras los analistas se fijan en la tasa de desempleo como indicativo principal, en la "mente colectiva", el precio de la gasolina juega un papel fundamental. Incluso los que tienen trabajo, tienen que gastar en transporte.
¿Sostenible?
Paul Brandus, editor del West Wing Report, opina que a la hora de elecciones presidenciales "el precio de la gasolina no es tan importante como uno piensa", y presenta como ejemplo la derrota de George H. Bush, quien perdió su reelección en 1992 cuando el combustible estaba más barato que en décadas anteriores, mientras que su hijo, George W. Bush ganó un segundo mandato en el 2004 a pesar de una fuerte alza bajo su gestión.DAME MÁS GASOLINA
Según los datos más recientes de la Administración Federal de Vías (Federal Highway Administration):
- Hay más de 246 millones de vehículos
- 210 millones de conductores con licencia
- 685 conductores por cada 1.000 residentes
- 172.000 millones de galones consumidos
- US$29.000 mil millones recolectados en peajes
Según Elizabeth López, analista de política energética, por más conveniente que suene, el precio de la gasolina no lo determinan el presidente ni los candidatos y tiene mucho más que ver con los conflictos en Medio Oriente y la demanda de países como China.
Un factor es que el petróleo de fácil acceso se está agotando y cada vez es más cara la explotación de este recurso.
"Apostarle a las nuevas tecnologías no es la causa del alto precio de la gasolina, es la solución. Las energías alternativas llevan a la diversificación de la economía y fomentan un desarrollo más razonable a largo plazo", le dijo López a BBC Mundo.
"Simplemente el petróleo no es sostenible, y si Estados Unidos quiere seguir siendo líder mundial tiene que apostarle a la economía del 2025", señaló.
Pero antes del 2025 está la elección del 2012, y lo que vean los ciudadanos en el tanque, no hoy, sino el 6 de noviembre, seguramente se reflejará en su voto.
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